¿Es que hay thrash metal en Finlandia? ¡No jodas! A ver, si hace poco pude sacar un repor completo sobre la escena rusa, por qué iban a ser menos los finlandeses... y encima están bastante cerquita los unos de los otros. No creo que os coja a muchos por sorpresa si os digo que, desde inicios de los 90, se mueve una panorama más que poblado por aquella zona del Báltico, pero seguramente no manejáis mucho de lo que vino antes de la eclosión comercial de Stratovarius. Y sí, sí que hay cosas más que interesantes. A algunos igual os suena el nombre de Tarot, más que nada por su conexión con Nightwish, y más atrás tenemos auténticos pioneros, como Sarcofagus, Riff Raff y Oz. A principios de los 90 explotó también una escena de death metal verdaderamente envidiable e incluso hay buenas bandas de black y doom desde mediados de la década pero... ¿qué hay del thrash metal?
Empezamos por lo obvio y evidente... Stone vendrían siendo los “Metallica finlandeses”. La banda que lo empezó todo por allí y sirvió de catalizador para lo que vendría después. A nivel internacional, con su formación en 1985 y un debut en 1988, no serían más que parte de la segunda ola que azotó la escena en la segunda mitad de los 80 (Forbidden, Testament, Sacred Reich, Vio-lence, Death Angel...), pero en Finlandia son una banda bastante gorda y los que provocaron una reacción en cadena después. Estoy plenamente convencido que, de haber caído en un sello potente fuera de su país, serían bastante más conocidos, porque son muy buenos, pero sus cuatro LP’s salieron a la luz con la local Megamania. Esto los convirtió en profetas en su tierra, apariciones televisivas con sus idolos Metallica incluidas, pero evitó que supiéramos de ellos fuera y eso que el debut se llegó a editar en EEUU con Mechanic Records y el último, “Emotional Playground", en toda Europa con Black Mark. Cualquiera de los cuatro que grabaron entre 1988 y 1991, muy influenciados por la Bay Area y cada vez más progresivos, son tremendamente recomendables si te gustan bandas como Forbidden, Heathen o los británicos Xentrix. Yo, particularmente, me quedo con sus dos trabajos centrales, “No Anaesthesia!” y “Colours”, un par de discazos de thrash metal técnico y memorable a los que sólo les podría reprochar no tener un mejor vocalista. Mucho cuidado con la pareja guitarrera de Roope Latvala con Jiri Jalkanen, primero, y con Markku Niiranen de Airdash, después. Alguno de sus miembros pasaría años más tarde por varias de las bandas más conocidas de Finlandia: Amorphis, Children of Bodom, Waltari, Sinergy o los comerciales Suburban Tribe.
En términos de relevancia, seguramente, tras Stone, ahora deberíamos mencionar a Airdash. Formados sólo un año después, los de Helsinki eran la opción habitual para abrir cuando bandas como Anthrax, Kreator o Suicidal Tendencies visitaban el país. Tres fueron los álbumes que editaron durante sus años en activo, partiendo de un speed/thrash bastante típico que le debía mucho a los álbumes ochenteros de Anthrax y Death Angel (Juha Laine sonaba clavado a Mark Osegueda), hasta una propuesta bastante personal que los situaba con cierta comodidad entre Coroner, Voivod y el thrash más convencional de sus inicios. Igual que en el caso de Stone, este tercer álbum, “Both Ends of the Path", también fue reeditado por Black Mark, pero no los llevó mucho más lejos puesto que la banda se separó poco después. No deja de ser paradójico, no obstante, que se atrevieran con su trabajo más valiente precisamente cuando su guitarrista, Markku Niiranen, los abandonaba para entrar a formar parte de sus colegas de Kerava... Como en el caso de estos, nos encontraríamos de nuevo a varios de sus miembros en bandas más extremas a lo largo de los 90.
La trilogía esencial del thrash finlandés, a la fuerza, se completa con los más brutos de todos, A.R.G.. Formados en 1987, su nombre originalmente obedecía a la siglas de Aaku Raska Group, su vocalista original que abandonó la banda tras una primera demo para formar National Napalm Syndicate, de los que os hablaré un poco más abajo. Curiosamente, mantuvieron el nombre de la banda, ahora redefinido como Ancient Rotten Graveguards, y editaron dos LP's muy tralleros de thrash germanófilo bordeando el death metal a lo Sodom, Kreator o Protector. Si tuviera que elegir uno de ellos, me quedaría por un estrecho margen con el segundo, “One World Without the End", en el que por cierto meten una versión de Neil Young digna de las peores perversiones, algo más técnico y refinado y con mejor producción, aunque sigue siendo un thrash metal bruto de cojones. No es que sean la rehostia, pero si, en lugar del thrash más civilizado de las bandas de la Bay Area o de la escena neoyorkina, lo tuyo son las garruladas que se grababan en Alemania a finales de los 80, o incluso los Sepultura de “Beneath the Remains" o los Dark Angel de “Darkness Descends”, A.R.G. son tu referencia obligada dentro del thrash metal finlandés.
¿Podríamos hablar de un "big 4 finés"? Para eso habría que sumar a Prestige. Estos son unos colgados de cuidado... quien haya seguido con cierta atención la escena de los mil lagos, habrá comprobado que la excentricidad por aquellos lares trasciende lo meramente anecdótico. En circulación desde 1987, debutaron en 1989, a través de Poko International, filial de Universal en Finlandia, con un descacharrante álbum de crossover/thrash frenético y desenfadado, “Attack Against Gnomes"... como podéis imaginar, muy en serio no se tomaban los chavales. Cada nuevo álbum que editaban era más técnico, más certero y con mejor sonido, pero nunca perdieron ese toque hardcore que le aportaba a su música tanta urgencia. El tercero, “Parasites in Paradise”, es un pepinazo de thrash metal entre Nuclear Assault y Hellwitch, con una producción cojonuda de Jani Viitanen. Mucha tralla, mucha velocidad y gran nivel técnico en 14 temas a lo largo de sólo 39 minutos... ya os podéis hacer una idea. A su guitarrista, Jan “Orkki" Yrlund, lo veríamos años después en Lacrimosa y Ancient Rites. Banda muy entretenida y, sin duda, otro de los clásicos del thrash finés.
El solitario “Comes to Life" editado por Statue en 1990 me ha parecido de lo mejorcito que se editó por aquella tierras fuera de los cuatro grandes (Stone, Airdash, A.R.G. y Prestige). Su problema fundamental, su sello, el testimonial Power Records, algo que los mantuvo totalmente fuera del circuito internacional. Sea como fuere, se las apañaron para contar con Mikko Karmila a los controles, habitual colaborador de Stone y Airdash y futuro productor de media escena finlandesa, con lo que ese “Comes to Life" suena como un tiro... ya podrían haber contratado también alguien en condiciones para currarse una portada decente. A nivel puramente técnico, por tanto, sorprende el altísimo nivel de calidad para un lanzamiento tan underground. El disco pega muy fuerte, las guitarras abrasan y la batería golpea con muchísima contundencia. Ari Anttonen, por otra parte, es un vocalista muy capaz y la pareja guitarrera que hace con Marko Moisio resulta realmente solvente, con un arsenal de riffs y solos más que respetable. Parte de su anonimato lo explica su falta de originalidad ya que no se apartan gran cosa de lo que llevaban haciendo Stone un par de años (que no dejaba de ser también bastante derivativo) y la carencia de canciones con un poco más de pegada. Todo está currado a la perfección, pero no tienen el genio de otros más célebres a la hora de componer una canción pegadiza. Con todo, estamos ante un LP notable de thrash metal “a la americana", bien tocado, bien compuesto y muy bien grabado. Me extraña que no se haya vuelto a saber nada de ninguno de estos chavales como sí ocurrió con muchos de sus colegas de escena.
A pesar de ser de los últimos en debutar, creo que Antidote son una de las mejores bandas de thrash de Finlandia. Algo que me llama la atención teniendo en cuenta que se habían formado en Helsinki a golpe de 1986. Lo que evitó que estos tíos sacasen su primer LP hasta 1992 es algo que desconozco e incluso extraña por lo que podemos escuchar en ese excelente “The Truth". Y no sólo eso, sino que fue de los pocos, el único diría yo, directamente editado a través de un sello foráneo, el alemán Shark Records, proveedor de una respetable ración de heavy, power y thrash metal a finales de los 80 y principios de los 90. Ese “The Truth", en definitiva, vendría siendo una amalgama de lo más trallero y técnico que salió de la Bay Area: la velocidad de unos Forbidden, la precisión milimétrica de Megadeth, la pegada de Testament, el desenfreno de Exodus, la melodía de unos Heathen... Muy buen sonido, gracias a la expertas manos de Ulli Pösselt (Rage, Axel Rudi Pell, Massacra, Thanatos, Phantom, Patriarch, Darxon, Narita...), voz muy competente y excelente nivel técnico, algo muy habitual en las bandas nórdicas. Siempre me ha parecido sorprendente que adolescentes imberbes tuvieran semejante dominio sobre sus instrumentos y tales medios de grabación a su alcance. Lo he dicho en muchas ocasiones, pero resulta extraño encontrar a bandas suecas, noruegas, danesas o finlandesas sonando mal ya de aquella, algo que evidencia el alto nivel de vida por aquellas tierras. Curiosamente, Antidote aguantaron buena parte de los 90 editando material, con otros dos trabajos de thrash metal, cada vez más progresivo y melódico y menos thrash (poco quedaba ya en su “Mind Alive” del ’96), pero siempre con un estándar de calidad muy alto. Una de las bandas más destacadas del thrash finlandés, pero de nuevo, demasiado tarde para la época que les correspondía por estilo. Dos de sus miembros acabarían en aquellos Thunderstone que se hicieron tristemente célebres por su aparición eurovisiva en 2007.
Si fuese el responsable de algún sello de renombre y estuviera rastreando el talento por Finlandia, no me habría fijado particularmente en Dethrone, pero justamente fueron ellos los que vieron una edición europea de su álbum de debut, “Let the Day Begin", a través de Under One Flag en 1989. Por tal motivo, creo que son una referencia ineludible dentro del thrash finlandés, pero ni el debut, ni el siguiente y ecléctico “The Decay of a Man" de 1992, me parecen nada del otro mundo. Ambos editados por Poko International, para variar, son dos ejemplos competentes de thrash metal, el primero bastante prototípico y el segundo seducido por las tendencias alternativas, que no grunge, de principios de los 90. Producciones muy dignas, un cantante bastante pasable, músicos competentes... más o menos marcan todas las casillas requeridas en el estilo, pero no pasan de ser más que la típica banda del montón que intenta asimilar su sonido con lo que pegaba en cada momento en EEUU. Piensa en otros como los británicos D.A.M. o los alemanes Accu§er y te acercarás a lo que suponen Dethrone para la historia del thrash metal. En Finlandia gozan de cierto renombre, así que su mención se me antojaba inevitable.
National Napalm Syndicate nacieron cuando Aaku Raska abandonó A.R.G. en 1987, aunque creo que su influencia dentro de la escena está algo sobrevalorada a tenor de lo que puedo escuchar en su único álbum clásico de 1989... tienen otros cuatro desde su reunión en los 2000. Su debut homónimo no deja de ser un álbum pasable de thrash cañero a lo Nuclear Assault, con una distorsión de guitarras muy ruidosa que me recuerda levemente al “Beyond the Unknown" de Incubus, sin su toque death metal. Aaku Raska, además, es el típico vocalista impertinente que tanto me irrita a lo Sean Killian/John Conelly y me da la impresión de que el álbum se ha grabado a fases porque noto claras diferencias de sonido entre cortes, lo que deja una sensación de efecto Frankenstein que nunca me ha gustado. Por otra parte, adoro la “Abadía en el Robledal” de Caspar David Friedrich, de clara influencia en el metal extremo, pero su elección como portada es la cosa menos original que te puedas echar a la cara. Aparecen en todas las lista de esenciales del thrash finlandés, pero a mí me han sonado un poquito pachangueros... lo increíble de esto es que fue la división de Parlophone en Finlandia la que lo editó, cuando había bandas bastante mejores. Un caso similar al de Dethrone, creo que están mucho mejor armados Stone, Statue o Antidote.
Me suelo fiar bastante de mi instinto y la verdad es que, cuando estaba rastreando nombres para completar esta crónica, el de Faff-Bey no sonaba particularmente prometedor, pero me alegro de haber comprobado que estaba equivocado. No esperaba encontrarme un crossover tan compacto con ese puntito de locura típico de algunas bandas finlandesas de la época. Lo cierto es que estos tipos llevan en circulación desde 1985 y que en 1988 ya habían debutado con su primer LP, “Back from the Grave". Ni este, ni el siguiente, “Doesn't Feel Like Laughing", me han parecido nada con lo que pararse demasiado, pero la cosa creo que cambió con el tercero, “Birthday", en 1991. Probablemente, tener también a la gente de Poko International detrás tuvo algo que ver puesto que el salto técnico y de sonido es notable. Crossover/thrash con aires rockeros y un puntito oscuro que me recuerda ligeramente a Coroner y Celtic Frost, especialmente por la voz de Maike Malane, al que luego veremos junto a Taneli Jarva de Sentenced en The Black League. Interesante mezcla y muy personal, largo tiempo antes de que el rock ‘n' roll conquistara a sus colegas escandinavos.
Charged fueron una modestísima banda del sudeste del país, en la frontera con Rusia, que publicó un honrado LP de thrash metal con la minúscula Euros Records en 1989. Difícilmente sorprendentes, no es que su “In Vice" fuera mucho más allá de un competente thrash metal a medio camino entre los primigenios Metallica de “Kill ‘Em All" y unos Kreator de su etapa intermedia. A veces quiero ver también algún guiño a banda a más que dignas como Wargasm o Xentrix. No es nada para volverse locos, pero temas como “Firedancer" o “Surprise Kills" sirven como buena muestra de la diversidad y competitividad de la escena finesa.
Me gustaría cerrar esta breve recorrido por el thrash finlandés con una sugerencia de propina, básicamente porque no estamos ante una banda de thrash metal, pero estos Loud Crowd me han parecido bastante molones y alguna relación tienen con el estilo, aunque sea de refilón. Su solitario “Guardians" de 1988, editado, para variar, por Poko International, es en realidad un álbum de power/speed metal, pero está muy guay igualmente. Más allá de un nombre nada afortunado, que nos hace pensar en una mala banda de glam americano, este “Guardians" se podría situar a medio camino entre el power germano de unos primigenios Blind Guardian y el viejo heavy británico en plan Saxon/Angel Witch/Satan (algo así como una versión finlandesa de los madrileños Muro), sobre todo por las voces, que le dan un toquecillo oscuro particular... igual es simplemente porque el pobre Jari Parikka no daba para mucho más. Sería esperable, además, encontrarse con una producción deficiente pero, en la noble tradición nórdica, estamos otra vez ante un álbum que suena realmente bien gracias a toda una leyenda finlandesa como T.T. Oksala (Riff Raff, Zero Nine, Annica, Prestige, Stratovarius, HIM, Lordi...), que llevaba en esto de las grabaciones desde principios de los 80 y por cuyas manos ha pasado básicamente todo lo decente que se podía encontrar uno entonces por allá. Lo dicho, poco o nada de thrash metal vamos a escuchar por aquí, pero me ha parecido una banda con un encanto vetusto muy especial y me daba pena dejármela fuera.
Y hasta aquí he llegado. Haber, había más, no os vayáis a creer, pero ya me parecía pasarme. La cosa se empezaba a alargar demasiado y los que me han quedado fuera tampoco me parece que fueran tan dignos de mención como para seguir sacando nombres sin ton ni son. La evidencia, otra vez, resulta incuestionable, en términos de talento, otros países nos llevan eones y ya cuando estamos hablando del norte de Europa, la cosa hasta resulta dolorosa. En el thrash finlandés, por testimonial que parezca desde fuera, al menos encuentro un puñado de bandas de verdadera entidad y, en el caso de Stone, una de nivel internacional, con lo que no descarto que hagan un spin off por aquí en el Dictador en un futuro próximo ya que les debo una reseña de su "Colours" hace tiempo... Igual que siempre, espero que os haya parecido interesante, que para eso estamos, y os emplazo a la próxima entrega. Nos leemos...
La escena thrashera finlandesa puede ser otra de las grandes tapadas. Un poco también como la rusa. Parece que más allá de Alemania o Suecia, los caminos se hacen muy oscuros y lejanos. Hay como un Rubicón ahí. Mucha nieve tal vez, y nos asusta.jajajjaja
ResponderEliminarMi primer acercamiento a esas tierras fue con los Convulse de aquel "Reflections" y con mis amados Amorphis del "Tales..., que hasta entonces todo ese país me era bastante lejano. Después ya fui tirando del ovillo, vendrían los Abhorrence, Demigod (un pasote), Purtenance y todos esos. Fui haciendo un camino inverso.
Mi enamoramiento total fue con los Setenced y esa joya imperecedera llamada "Amok". Cuidado también con unos bizarros Waltari (muy de mi gusto), donde el genio Mille Petrozza pescaría al guitarra que lleva con él muchísimos años, Sami Yli-Sirniö.
Es una escena que explotaría mucho a mediados 90´s con gente como Children of Bodom, Nightwish y, sobretoto, con los Stratovarius, que creo que son los máximos culpables de poner a Finlandia en el mapa. Bueno, ya no hablamos de HIM, Lordi, Sonata Arctica y todos esos... que, en general, a algunos no los consideran metal y otros generan mucha animadversión.... A mí es una escena que me gusta mucho, digo en general, con un sonido característico. Muy limpio y potente. Ese sound de los Finnvox estudios del MIko Karmila, que me flipaba mucho, lo bien compensado entre agudos y graves que estaba. Afiladísimo. Tampoco hay que olvidarnos de los Tico-Tico del Ahti Kortelainen. El centro de operaciones de los Sentenced.
Finlandia a mediados 90´s vivió una revolución metálica y se convirtieron en una potencia en metal en toda regla. No hay duda. Pero en thrash quizás faltó un buque insignia. Hay mucha calidad, pero ninguna que rompiera bien internacionalmente. Supongo que no se puede tener todo. De los que citas, conocía a los Stone (banda muy cualificada), A.R.G. (toda una institución), Fall-Bey, que creo que te hablé de reseñarles algo y, si la memoria no me falla, los Antidote, que les compré un disco, editado por el sello del Rotten, Xtreem Music (no estoy seguro). Los otros tengo que ir catándolos (es que no hay tiempo para más..jajajajaj).
Buena retrospectiva de esa escena thrashera finlandesa tan desconocida...
PD: Año nuevo, blog nuevo. A los que nos siguen por aquí, después de visitar El Dictador Digital, echar un ojo por El Rincón del Isolated. No perdéis nada. Todo hecho con humildad pero con sentimiento..jajajja.
https://elricondelisolated.blogspot.com/
Que duda cabe, para muchos de nosotros fueron aquellos Stratovarius de The Fourth Dimension los que pusieron a Finlandia en el mapa metálico. En mi caso, inmediatamente después llegaron los Sentenced del Amok y los Amorphis de Tales from the Thousand Lakes, con lo que mi visión de su música cambió pronto. No puedo negar que escuché a bandas como Stratovarius, Children of Bodom y Nightwish durante los 90, pero fueron de aquellos que purgué en el cambio de milenio para no volver a recuperar nunca jamás y no me arrepiento. Ahora, cada vez que los escucho, me salen sarpullidos... Para mí, hoy en día Finlandia es sinónimo de buen death metal, doom, algo de black y, por qué no decirlo, de buen thrash metal.
EliminarDe todos estos, sin duda alguna, los que más destacan son Stone. Yo aquí sí que veo una banda de talla internacional. Obviamente, no a la altura del Big 4 y seguramente tampoco de unos Testament o unos Exodus, pero sí de cualquier otra exportación de la Bay Area. Es más, a mí me gustan bastante más que bandas muy conocidas como Death Angel o Vio-lence. Debutan con un buen LP en el '88, al mismo tiempo que Forbidden o Vio-lence, y luego editan tres álbumes realmente cojonudos a los que sólo les falta tener un vocalista de primera para terminar de romper. Imagínate como sonarían esos No Anesthesia! y Colours con un Chuck Billy o un Russ Anderson al frente. A nivel instrumental y de sonido son difícilmente mejorables. Ya el resto no están a ese nivel, pero Stone me parecen realmente buenos. El gran problema que tuvieron es que les costó lanzarse fuera. Sí editaron su debut en EEUU, No Anesthesia! y Colours salieron en Japón y Emotional Playground en Alemania (no es que Black Mark fuera tampoco sinónimo de éxito), pero nunca tuvieron una distribución internacional en condiciones que los terminara de proyectar fuera de su país. Allí sí eran conocidos porque Megamania era un sello con fuerza en Finlandia, pero su presencia era mínima a nivel internacional. Además, tampoco me consta que los tíos se movieran mucho a tocar por Europa. Verdaderamente, creo que con un buen sello detrás y girando por todo el mundo, eran una banda para llegar bastante lejos porque calidad no les falta.
Es que da la sensación de que Finlandia se había quedado descolgada de las grandes ligas. Noruega tuvo su Black Metal, Suecia y Alemania, ya no digamos.... Pero con Finlandia qué coño pasaba...Ay, amigo, tardaron, pero cuando explotaron fueron un torbellino. Por eso te comentaba que tuvieron toda una revolución metálica ahí entre los mediados/finales 90´s. Incluso me atrevería a decir, que a sus vecinos noruegos les comieron la tostada y los adelantaron por la izquierda. Si vamos a datos en bruto, creo que los finlandeses les doblan en volumen de bandas... Otra cosa es la calidad, que es otro cantar, pero no cabe duda de que plantaron toda una pica ahí en Flandes como se suele decir..jajajajaj
EliminarA mí me da que estos Stone lo probaron, no salió y adiós muy buenas. Cúmulos de cosas, pero fíjate que está ahí peleando hasta el 91 y después desaparecen... Igual vieron que la cosa no explotaba en condiciones, y cerraron el chiringo... De todas formas, los tipos se movieron con otras bandas y grupos. Incluso alguno de ellos llegó a estar con los Waltari, y otros a tocar con Amorphis... A saber qué le pasó...
https://elricondelisolated.blogspot.com/
Bueno, ahí no estoy del todo de acuerdo. Es cierto que el black noruego explota hacia el 93-94 y que a esas alturas no había ninguna banda finlandesa de primera fila, exceptuando a Amorphis, seguramente. Pero ojo, que ya antes de hacían aparecido también aquellos Demigod, Convulse, Demilich, Xysma, Disgrace, Funebre, Mordicus, Sentenced... que causaron cierto impacto en la escena y Noruega, más allá de Mayhem y Darkthrone, poco ofrecía a principios de los 90.
EliminarLa historia de Stone es la típica de la época. Banda de thrash formada en el '85, debuta en el '88, edita cuatro discos y un álbum en directo y se separa en 1992 con el cambio de panorama al ver que la cosa no da para más. Janne Joutseniemi monta Sub-Urban Tribe, Roope Latvala primero en Waltari, luego en Nomicon, Sinergy y Children of Bodom y Pekka Kasari en Amorphis. Todos tuvieron más éxito en sus bandas post-Stone que en su banda original y ya esta era bastante potente en su país. No es que su historia tenga nada de extraordinario, pero sí creo que se discografía denota mucha calidad. Desde su debut homónimo harta el cuarto "Emotional Playground" son muy buenos LP's y muestran una evolución muy notable.
Lo primero que conocí de la escena finlandesa fue con uno de los grupos aquí mencionados: Prestige y su Attack Against Gnomes, disco que adquirí en vinilo el mismo año que fue publicado. Por la razón que sea es el disco y grupo que más me gusta de todos estos que nos presentas y bien podría ser porque lo noto como el prototipo de Thrash que yo prefiero, con ritmos más acelerados, voz aguardiente y quizá menos técnico.
ResponderEliminarPoco después vendrían A.R.G. y otro más de lo mismo que con Prestige, pero esta vez con un rollo más a lo Dark Angel, o sea, para volverme loco.
Como digo, además de Prestige y A.R.G. tenía algo controlados a Antidote, Stone y Airdash, pero me seguramente no profundicé demasiado en éstos por la razón de que notaba un Thrash a medio tiempo, algo más enrevesado técnicamente hablando y unos cantantes que parecían empeñados en cantar como Belladonna y muchos no saliendo muy bien parados, la verdad. A mí me parece perfecto que quieras hacer rollos al estilo de Forbidden o Heathen, pero podías coger a unos cuantos cantantes y ni con todos conseguirías a medio Russ Anderson o un cuarto de David R. White.
Lo cierto es que tras estos años y gracias a esta crónica estoy disfrutando bastante de Stone y Antidote, y otros que no tenía controlados y que me están gustando bastante como Statue, Dethrone, Faff-Bey y sobre todo Charged, no por ser los más técnicos ni los mejores, pero el rollo speedico directo a la yugular que tenían me llega mucho antes que otras propuestas más a medio tiempo con los hermanos pobres de Anthrax.
Lo que le encuentro a esta escena es que quizás, aunque con excepciones, es que allí no arrancarían con aquel Thrash arcaico y guarro (como a mí más me gusta), si no con aquellos Testament, Exodus o Metallica que bajaron revoluciones de una forma considerable.
Si te fijas, eso es algo que pasa con la mayoría de las escenas secundarias. Mientras en EEUU o Alemania, el estilo arranca hacia el 83-85 con mucha más bilis, panoramas como el británico o el finlandés están dominados por bandas influenciadas por los que tuvieron éxito a mediados de la década. Son historias que, como dices, nacen al calor de Metallica, Anthrax, Slayer, Megadeth o Testament, no de aquella primitiva mezcla entre la NWOBHM y el punk de la que venían estos mismos, Kreator o Destruction. Ahí está la gran diferencia, veo yo. En mi caso, como soy más del thrash evolucionado de finales de la década que de las guarradas de la primera etapa (con notables excepciones), este tipo de bandas me caen bastante en gracia.
EliminarCon lo de los cantantes estoy totalmente de acuerdo. Ya digo que es el único punto flaco que le veo a Stone. Claro, Chuck Billy, Belladonna, David White, Bobby "Blitz" o Russ Anderson son las mejores gargantas del estilo y no todos tienen a uno. El pobre Janne Joutseniemi lo intenta, se desgañita, pero mucho no canta y acaba sonando como Chris Astley de Xentrix. Recuerdo que, de crío, Xentrix nunca me acabaron de convencer precisamente por la voz. Ahora, superada esa dificultad, tanto Xentrix como Stone me parecen dos grupazos.
Otra escena derivativa de la de USA. Claro el Thrash Metal es totalmente Yankee, la respuesta al Heavy Metal que parieron los Ingleses, ya se ha dicho aquí en El Dictador: el Thrash es made in USA. Muy bien lo que afirmas de la calidad de las producciones y la capacidad técnica de los ejecutantes del Norte de Europa, especialmente de los adolescentes, sin duda su alto nivel de vida es la respuesta más lógica y la única?. Seguro que sí. Por otra parte, me parece también que la escena tiene mucha influencia Punk y sus derivados más salvajes y no siendo yo particularmente fan del Punk (sin negar su valioso aporte al género metalero), solo me han llamado la atención 3 Bandas: Stone. Airdash y Antidote. Es innegable el toque punketo que tienen, pero los desarrollos en las estructuras tienen cierta complejidad, que es lo que hace que me gusten mas estos 3 que el resto de las Bandas. No hay nada nuevo, aquí encuentras a Metallica, Anthrax, Megadeth, Testament y ciertamente Forbidden y Heathen, así que hay bastante material para pasarla bien con este trió, es decir potencia, velocidad, cambios de ritmo y cierta complejidad, el menú que nos gusta.
ResponderEliminarGracias por la Reseña Witch
Un Saludo
No te quito la razón, la escena finlandesa bebe directamente de la estadounidense, concretamente de la Bay Area. Y peor aún que en la británica, aquí ni siquiera hay aportaciones autóctonas como podían ser Sabbat, Pariah o Deathwish. Ahí no puedo argumentar absolutamente nada a favor de las bandas finlandesas. Lo que sí creo que tienen a su favor es calidad y profesionalidad, lo que, visto a ojos de un españolito medio, es mucho más de lo que podíamos aspirar entonces por aquí, jajaja. El nivel de un No Anaesthesia! o de un Hospital Hallucinations Take One en 1989, o incluso de ese The Truth en 1992 es impensable en bandas españolas. Es más, bandas como Statue, A.R.G. o Prestige creo que estaban también completamente desarrolladas a esas alturas y aún mostrando claramente sus influencias, estaban al nivel de cualquier cosa publicada en EEUU o Alemania a finales de los 80. Y, yendo particularmente al caso de Stone, creo que estamos hablando claramente de una banda de categoría internacional. Ahora mismo estoy escuchando su Colours de 1990 y no dejo de sorprenderme con su precisión, su nivel técnico y su pegada. Lo dicho, si en lugar de la voz de Janne Joutsenniemi, le pones a esto la de Chuck Billy o la de David White, estaríamos hablando de alguno de los mejores discos de thrash de su momento. Por mi parte, ellos son la gran apuesta de esta escena y dentro de poco les concederé algo más de espacio por el Dictador. Gracias por pasarte, RockS, nos seguimos leyendo...
Eliminar