sábado, 1 de marzo de 2025

Manii - Innerst i mørket (2023 Terratur Possessions)

1. Innerst i mørket (37:32)

Manes tuvieron la desgracia de pasar bajo el radar de la mayoría en los 90. Fundados en 1993 en plena vorágine blackmetalera, no fueron capaces de editar su álbum álbum de debut hasta 1999, aún cuando llegaron a sacar tres celebradas demos entre el ’93 y el ’95, amablemente empaquetadas para regalo años después por Khal Drogo de Nocternity en “Svarte Skoger". Lo que debería haber seguido a la edición de la tercera, “Til kongengs grav de døde vandrer" (“Los muertos vagan a la tumba del rey"), era ese primer álbum que, por razones que desconozco, se demoró cuatro largos años hasta que por fin pudo ver la luz como “Under ein blodraud maane" (“Bajo una luna roja de sangre") gracias a uno de los sellos más activos por aquel entonces, Hammerheart Records. 

Comúnmente considerados entre los grandes precursores de lo que se conocería después como black metal depresivo junto a Burzum, KatatoniaForgotten Woods, Strid y Bethlehem, toda posibilidad de impacto para Manes se esfumó con su repentina disolución nada más salir ese primer LP y con su vocalista, Sargatanas, escondiéndose bajo una piedra durante algo más de una década. En esa década en la que el black depresivo se hizo tendencia gracias a Shining, Xasthur, Krohm, Forgotten Tomb y demás fauna, comenzó una suerte de culto post mortem para el legado de Manes en paralelo a una resurrección que los hizo irreconocibles para los pocos que supimos de su existencia a finales de los 90. En 2002, ajeno a su propia influencia en la escena, su líder y principal compositor, Tor-Helge “Cernunnus" Skei, resucitaba el nombre de Manes siguiendo la estela de colegas como Ulver y Dødheimsgard al cortar todo lazo de unión con el viejo black metal y mutando a uno de esos modernilllos que renegaban entonces de sus orígenes... momento en que yo decidí relegar para siempre su nombre al olvido.

¿Para siempre? Pues se ve que no del todo, o al menos así era hasta que me topé otra vez con ellos siguiendo la pista de V. Einride de Whoredom Rife, al que yo conocía como Vyl hasta 2006 y que últimamente me encuentro hasta en la sopa. Cierto es que ya no siento el interés de antaño por el black metal, pero en mis ocasionales conexiones con el estilo recupero viejas costumbres y, casi sin quererlo, me encuentro de nuevo tirando de hilos que me llevan a lugares insospechados. Así, esta vez, acabé recuperando a Manes, bueno, a Manii, que vienen siendo Manes tal y como los conocimos entre 1993 y 1999... Os explico...

Tras una década entregados a la experimentación más desaforada, Manes se vuelven a separar en 2011 y Cernunnus revive su relación con el desaparecido Sargatanas. Así nacen Manii como continuación del espíritu original de los Manes noventeros. Paralelamente, los propios Manes retoman su actividad en 2013 y, hasta la actualidad, tenemos a dos bandas como caras opuestas de una misma moneda, tal y como ha hecho "Peavy" Wagner con Rage y Refuge... unos siguen adelante, mientras que los otros continúan su camino allá donde lo dejaron hace décadas.

Así la cosas, si alguien, alguna vez, se ha preguntado qué pudo haber sido de Manes si no hubieran cambiado de rumbo tras su debut de 1999, tiene en Manii una más que conveniente respuesta. Aquel mismo black metal oscuro como el ojete de un gorila de espalda plateada, aquella misma sensación de agobiante claustrofobia, aquel incómodo desasosiego que producían los Manes originales, tiene una perfecta réplica en los recientes “Kollaps” (2011, Avantgarde Music), “Sinnets irrganger" y, particularmente, en este último hasta la fecha “Innerst i mørket". Estos dos últimos puestos en circulación por la casi infalible Terratur Possessions que se ha convertido en sinónimo de calidad en los últimos tiempos. Con una bienvenida diferencia para mi gusto, la ausencia de maquinitas que conferían a “Under ein blodraud maane" un aire electrónico a lo Mysticum/Limbonic Art que nunca me ha llegado a convencer del todo... habrá a quien le mole, a mí no mucho. Cernunnus se corta un poco más con los teclados en esta ocasión y, sin duda alguna, la imponente presencia de V. Einride tras los parches aporta a sus composiciones un empaque que no tenían los Manes noventeros. 

37 minutos de oscurísimo black metal noruego a medio tiempo, adentrándose en más de una ocasión en aquello que alcanzábamos a calificar como depresivo, pero manteniendo una más que evidente relación con la tradición de su país. “Innerst i mørket" ("en lo profundo de la oscuridad") se cocina despacito, a fuego lento, con mucha calma... tal y como nos puede hacer suponer su peculiar forma de presentarse, a través de un único corte que ocupa todo el metraje del LP. No hay ninguna prisa y lo saben. Abundan desgarradores arpegios, espectrales teclados y vocalizaciones mortuorias emanadas del más profundo abismo de la psique humana. Manii contagian sensaciones desapacibles, pero nunca pierden cierta armonía y musicalidad, así que resulta fácil seguirles la pista y yo lo agradezco... no siempre me ocurre con el black metal actual. 

37 minutos y un solo corte, pero no temáis. No es todo tan ambicioso como suena. Más bien, se trata de 5 cortes que nunca superan los 10 minutos, unidos por interludios ambientales y servidos en un mismo plato para nuestro disfrute... no tenemos genios de tal calibre en esto del black metal. Hasta Dan Swanö acabó confesando que su portentoso “Crimson" se había originado como un álbum convencional y fue después, tras alucinar grabando el “Orchid” de Opeth, cuando empezó a barruntar la idea de fusionarlo todo en un único tema de 40 minutos. La misma sensación tengo con “Innerst i mørket", aunque Manii ya parten de composiciones particularmente largas. Cada una con su propia personalidad, con sus rasgos distintivos, pero todas con el mismo carácter sombrío y perturbador. Lo mejor, unos cinco minutos finales jodidamente intensos en los que será V. Einride el que imponga su autoridad y someta la música de Manii a una exuberancia más cercana a lo que le hemos podido escuchar en los iniciales Keep of Kalessin y en Whoredom Rife.

En definitiva, un buen álbum de black metal noruego. No tan revisionista como cabría esperar, pero sí digno de llevar tal etiqueta con orgullo. Manii se suman por tanto a una nueva generación de bandas que se han empeñado en poner a Noruega de nuevo en el panorama blackmetalero después de un par de décadas en las que habían cedido el testigo. Si has disfrutado en los últimos tiempos de álbumes editados por Djevel, Whoredom Rife, Mare, Syning, Nattverd... y, más atrás, de los clásicos de Burzum, Forgotten Woods, Mayhem, In the Woods..., los propios Manes, o incluso aquella anomalía que fue el “Daudafærd” de los suecos Pest, no pases por alto un bocado tan suculento como “Innerst i mørket”, no te vas a arrepentir. 

8/10

6 comentarios:

  1. Tremendo disco, sí señor. Buen aporte, Pablo. Poniendote al dia al ritmo más witchferyano posible.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ciertamente. Ha sido de lo que más me ha convencido en estos últimos meses de reciclaje blackmetalero. Under Ein Blodraud Maane me gusta bastante, la verdad, pero esta última encarnación de Manes como Manii me convence todavía más. Sin duda, la presidencia de un batería en condiciones, V. Einride, nada menos, eleva su música a un nivel al que antes no llegaban. Soy consciente de que hay gente que no encuentra ahí ningún problema, pero a mí me suele suponer una dificultad casi insalvable.

      Eliminar
  2. La verdad es que no sé muy bien por donde empezar. Vaya de antemano que no voy a comentar nada del disco aquí reseñado, cosa que solucionaré en unos pocos días.

    El tema es que el nombre de Manes me lo voy encontrando cada cierto tiempo en catálogos y en discos físicos y por una razón u otra no me he puesto nunca con ellos. Igual es que pensaba yo que me iba a encontar algo similar a unos Ved Buens Ende (grupo que sí me gusta, ojo!) pero el cuerpo no me pedía algo tan progresivo dentro del Black Metal.

    Pues hasta el día de ayer jamás me había puesto con Under Ein Blodraud Maane y oye...no puedo parar de escucharlo. Menuda ambientación y pasajes que tiene el condenado. Y encima esa especie de híbrido entre Mayhem con momentos en las voces rollo Depressive me ha cautivado por completo.
    Por lo que leo vale más la pena enlazar directamente con estos Manii que no con su discografía posterior, cierto?

    Pues otra cosa ya que se menciona el DSBM, llevo como unos meses muy enganchado a grupos del palo Silencer, Leviathan, Xasthur y cosas por el estilo, pero sobretodo descubrir otro palo de bandas como Lifelover, Psychonaut 4 o Apati que me dejan en trance y babeando durante horas.
    En unos días te comento acerca de Manii, pero como sea sólamente un micropunto mejor que el de Manes ya tengo disco del año en este estilo.

    ResponderEliminar
  3. Under ein blodraud maane es un hueso duro de roer... Sé de su existencia desde la época de su salida porque Hammerheart estaba muy en la órbita de nuestro fanzine por aquella época y nos mandaban frecuentemente sus promos. Recuerdo perfectamente escuchar y reseñar discos de bandas como Kampfar, Aeternus, Aura Noir, Thyrfing, Night Conquers Day, Hades Almighty, Dead Silent Slumber... próximos en tiempo y espacio. Sin embargo, Manes, en su día, no me entraron con demasiada facilidad. Fue algo después cuando volví a ellos recuperando las bandas originarias del black depresivo. El hecho de estar bastante pillado con Shining, Forgotten Tomb, Krohm, Xasthur, Nyktalgia, Wigrid, Veil, Abyssic Hate, Silencer... a principios/mediados de los 2000, hizo que recuperase los pioneros del estilo y ahí fue cuando me aficioné realmente a Bethlehem, Strid o Manes, aunque ya sabía de su existencia con anterioridad.

    Manes siempre me han costado un poquito por la historia de la batería programada y por los tecladitos... No soy yo muy amigo de maquinitas en esto del black metal y siempre he pensado que su uso debe ser MUY moderado. Me ocurre un poco como con los Mysticum y Limbonic Art de sus icicios. Aún así, lo sigo considerando un clásico menor y lo tengo en alta estima (más, por ejemplo, que a In the Streams of Inferno o Moon in the Scorpio). Lo bueno que han hecho estos Manii recientemente ha sido prescindir un poco de las teclas y contar con baterías de carne y hueso, con lo que, esta nueva versión de la banda me convence aún más de lo que ya lo hacía la original. Esto, para alguien que tenga esa consideración de clásico intocable hacia su debut, puede sonar un poco atrevido, pero a mí me ha dado más ratos de disfrute últimamente este Innerst i mørket, que la revisión de Under ein blodraud maane, sin quitarle un ápice de mérito al debut del '99. Sólo es una apreciación personal, a ti es posible que, con esta expectativa generada, no te impresione tanto... ya me contarás.

    ResponderEliminar
  4. Después de varias escuchas, tengo que admitir que Innerst i mørket es un pepinazo de disco. Tras el shock que me supuso el de Manes, éste me costó un poco de digerirlo la primera vez, pero como dicen por ahí, que a la tercera va la vencida, ha sido a partir de ésta que ya no hay posible vuelta atrás.

    El disco combina de forma magistral lo mejor de aquellos Mayhem con unas atmósferas totalmente tétricas que hacen de este trabajo una experiencia increíblemente hechizante.
    Y sí, el hecho de tener un batería humano lo da un plus al sonido bestial. En el de Manes si no lo comentas, hubiera tardado un tiempo en darme cuenta, pero comparando uno con otro al mismo tiempo sí que se nota de verdad lo de la batería programada.

    Dos discazos que me llevo para siempre. Ahora hay que conseguirlos en físico sí o sí.
    Entre Djevel, Manii y algunas bandas más, tengo la sensación de estar viviendo otra época clásica del Black Metal. Hacía mucho tiempo que no veía un equilibrio tan perfecto entre lo old school y la evolución que ha sufrido el Black hasta ahora. En todo caso, recuerdo cómo me emocionaban aquellos Satyricon, Mayhem, Emperor en mitad de los 90´ y de qué forma lo están haciendo en estos últimos años muchas de estas bandas después de 20 años!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sinceramente, si no creyera que merece mucho la pena, no me habría animado a reseñarlo. Es de lo que más me ha convencido entre lo que he escuchado durante este invierno (a pesar de que ya tiene año y medio apróximadamente) y va a ser de esos discos seleccionados de la actualidad que se queden conmigo a lo largo del tiempo, como me pasó con otras bandas como Afsky, Sunken, Bhleg, Whoredom Rife, Wędrujący Wiatr, White Ward o, por supuesto, Djevel en estos últimos años... Y, sí, lo de contar con V. Einride a la batería lleva a la música de Manii a otra dimensión. Soy consciente de que hay gente que afirma no apreciar la diferencia, pero a mí es una alarma que me salta casi de forma inmmediata y me condiciona una barbaridad la escucha. Muy pocos han sido los casos en mi historia con la música en los que he podido obviar el empleo de una batería programada y, aunque me gusten esos trabajos, esta cuestión siempre supone un hándicap.

      Yo también tengo un poco esa sensación de que algo se ha revitalizado dentro de este black metal más tradicional en los últimos tiempos. Que seguro que es algo que se lleva gestando unos años, pero es ahora cuando tengo más constancia de lo que se mueve particularmente en Noruega en tiempos recientes. Un poco, a colación de esto, creo que mi próxima publicación te va a resultar bastante provechosa...

      Eliminar