Seguimos rescatando reseñas perdidas del difunto Portal del METAL y hoy le toca el turno a los estadounidenses Resurrection. Si no la hubiera escrito y publicado allí ya en su momento, este "Embalmed Existence" sería un candidato idóneo para protagonizar un nuevo capítulo de nuestra sección de Discos Malditos. Con una calidad al alcance de pocos, siempre ha sido un fetiche personal del death metal americano, pero siento que sus detractores se han centrado mucho más en sus escasos, y evidentes, defectos (todo hay que decirlo), que en sus muchas virtudes. Con la intención de reivindicarlo, aquí va mi segunda intentona de revitalizar su recuerdo...
No voy a engañar a nadie, para 1993 el death metal ya estaba visto para sentencia. A algunos de los grandes de la escena aún les quedaba cuerda para editar, al menos, un buen álbum más, ahí estaban esos "Individual Thought Patterns", "Covenant", "Indecent and Obscene", "The Bleeding"… para demostrar que todavía faltaba algo por decir, pero las cosas ya nunca volverían a ser igual. Sin embargo, dos fueron las bandas que debutarían ese mismo año amortiguando la caída y editando sendos álbumes que se acabarían convirtiendo en auténticos favoritos personales, Brutality y los que hoy nos traen hasta aquí, Resurrection.
Para "Embalmed Existence", los de Tampa, cómo no, contrataban el pack completo. De la mano de Nuclear Blast, la portada era cosa de Dan Seagrave y el sonido de Scott Burns. Que originales, ¿verdad? ¿A quién coño le importa con esa ilustración impresa en un vinilo y sonando de esta manera? Tanto una cosa como la otra, a mí entender, entre los mejores trabajos de estas leyendas del death metal. Una auténtica delicia para contemplar y para escuchar. Después de un "Human" o un "Cause of Death" pocas cosas han salido de las manos de Scott Burns con esta potencia y esta definición, si me permitís. Y Dan Seagrave, en su línea, en una de sus mejores portadas de su carrera también, en mi modesta opinión.
¿Qué falla con Resurrection entonces? En lo que respecta única y exclusivamente a sus composiciones, nada. No es que esto no se lo hayamos escuchado antes a Death, Obituary, Malevolent Creation o Morbid Angel, pero todo está tocado, grabado y estructurado a la mil maravillas. Los temas son variados y dinámicos. Son técnicos sin saturar y todo fluye con una suavidad asombrosa para una banda debutante. Alternan pasajes furiosos con una batería apabullante con secciones ambientales y pesadas con una naturalidad pasmosa y cada uno de los recovecos que nos han dibujado son pura delicatessen para el amante del buen death metal americano. Pero, ¿dónde está el problema? ¿Por qué recibe palos en lugar de loas este "Embalmed Existence" y nunca está en las listas de favoritos de casi nadie?
Los problemas, porque son dos, en realidad, son fáciles de localizar. El primero, ¿a quién se le ocurrió que una versión del "War Machine" era la mejor forma de terminar el álbum? Serán muy fans de KISS los chavales, no lo dudo, pero había otras opciones mejores. De hecho, no pega ni con cola, por mucho que el pobre Paul Degoyler se la intente traer a su terreno con su sulfúreo gutural. No sé si es por la manía que le tengo a los de Detroit, pero me parece una buena cagada. Igual andaban algo justos de minutaje y no querían dejarlo sólo en poco más de media hora. Yo lo habría preferido, suelo cortarla al final y funciona bastante mejor (ellos mismos lo han hecho en reediciones posteriores). Lo otro es aún peor. Seguro que en sus cabecitas lo de meter narraciones entre tema y tema la sonó súper ocurrente y, hasta cierto punto, aplaudo su valentía. Pero, lo siento, tampoco funciona, la han vuelto a cagar. Corta la dinámica del álbum y la voz del tal Mark “el cuentacuentos" a veces me resulta hasta desagradable. Afortunadamente, no suele ir más allá de una perorata de uno pocos segundos al comienzo de cada tema, pero de nuevo, para nada, necesario.
Porque estas ocho canciones se sostienen a la perfección solitas. Como decía, Paul Degoyler tiene un registro absolutamente demoníaco, me encanta su timbre vocal, John Astl y Charles Haines son, o eran porque John falleció hace apenas 4 meses (así era, al menos, en 2021), dos verdaderos animales a las seis cuerdas. Incansables en el suministro de riffs y muy dotados en el solo. Dos máquinas sin reconocimiento que me reivindicaba con frecuencia Franco de Unnatural hace años. Y el animal de Alex Márquez, que llegó a última hora desde Solstice y Malevolent Creation para suplir a Brent Macadam, una auténtica apisonadora que lleva la música de Resurrection a una categoría superior. Perdónenme otra vez por resultar tan categórico, pero no hubo batería como él en la vieja escena death americana. Ni al mismísimo Pete Sandoval le he escuchado yo exhibiciones como esta o la de "Retribution" en un álbum de puro death metal.... A Sean Reinert en "Human", si cabe.
Tratando de analizar "Embalmed Existence" con cierta objetividad, he de reconocer que, aún tratándose de un álbum que se hace muy fuerte en sus aciertos, este par de errores de bulto pueden enturbiar el balance final. Cosa que, me consta, ocurre en más de un caso. No es el mío pues, a pesar de estos dos detalles, consigo quedarme con lo mucho de positivo que tiene. Hasta el punto de que lo considero uno de mis favoritos “no esperables" de la escena americana, en muchos casos incluso por encima de varios de los esperables. Son, por tanto, cuatro cuernos bien sólidos para el debut de Resurrection, un 8 en términos objetivos, y un generoso 8,5 para mí, ya que le tengo un cariño muy especial y hasta un poco irracional (creo que es un verdadero discazo). Más allá de todo esto, un álbum que garantiza el disfrute para todo amante del buen death metal americano, ni muy brutal, ni excesivamente técnico, pero con la medida justa de ambas cosas. Un gran álbum pese a sus fallos.
8/10
El problema que le encuentro a este disco, más allá de los dos que comentas, que no son moco de pavo, es que encuentro que los temas siguen una línea a medio tiempo que hacen que el disco no acabe de arrancar.
ResponderEliminarEn muchas ocasiones me recuerdan al tema Slowly We Rot de Obituary, que empieza de forma lenta y así continúa hasta que por fin explota y nos obsequia con ese veloz final a lo Celtic Frost.
Una pena, porque este disco suena de lujo, tiene buenas guitarras, pero nunca he podido acabármelo del tirón por lo que comentaba antes. Exceso de medios tiempos sin llegar a un moimento cumbre en ningún tema. Creo que me molestan más las intros del voceras que la propia versión de Kiss, que ya es decir.
Pues la verdad es que a mí está disco siempre me ha molado mogollón, desde que escuché Rage Within en el Death... Is Just the Beginning II allá por el '94. Es cierto que se trata de death metal a medio tiempo, pero no está exento de sus justas dosis de caña y resulta técnico sin caer en la complicación desmesurada. Para mí se trata de un LP muy compensado a todos los niveles y con una producción espectacular. Yo creo que sólo se podría mejorar quitando la versión de KISS y las locuciones y poniendo otra canción propia en su lugar, aunque también es cierto que yo no soy muy amigo de las brutalidades excesivas. Bandas como Suffocation o Cannibal Corpse siempre se me han hecho demasiado brutas y prefiero este tipo de death metal más controlado.
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