miércoles, 19 de marzo de 2025

La maldición del hit

 

Suena la radio, una de esas que ponen éxitos del rock, uno tras otro, las grandes canciones que se repiten sin cesar. Esos hits que todo el mundo conoce, que todo el mundo venera y que cambiaron la vida de un artista o banda, algunas veces para mejor y otras para peor. Por el lado negativo muchos de esos hits, encasillaron, anularon o destruyeron a bandas. Es la maldición del hit: cuando el éxito te destruye.

Después de oír estos hits interminables, exprimidos hasta que no dan para más, me doy cuenta que todas tienen elementos en común, estribillos directos, melodías pegadizas, repiten palabras clave, un tempo adecuado o una temática universal como el amor o pasarlo bien. Lo más importante: todas han tenido una gran promoción y trabajo de marketing. En muchas ocasiones estos hits son elaborados por productores en el estudio de grabación. Son un producto fabricado para quedarse pegado a tu cabeza donde va ir dando vueltas sin cesar. Todas las bandas los buscan y algunas los encuentran, solo unas pocas saben gestionar esos éxitos.

Bandas expertas en dar hits, con ellos van regando su discografía, por ejemplo KISS con “I Was Made for Lovin’ You” o “Rock and Roll All Nite”, AC/DC con “Highway to Hell” o “Back in Black”, o Metallica con “Enter Sandman” o “Nothing Else Matters”. En general, las grandes bandas tienen un buen puñado de éxitos que han ido cosechando a lo largo de una extensa carrera musical. El gran problema esta cuando el hit se da en una banda o artista que no tiene capacidad para poder gestionarlo o que una discográfica ha manipulado para enriquecerse y una vez obtenido ese éxito puntual es abandonado como un recipiente usado y vacío. En el mundo del pop, donde el fenómeno es bastante común, son llamados one-hit wonders. En el rock duro y el heavy metal también existen y suelen tener una alta capacidad destructora.

Un éxito y adiós: one-hit wonders.

El mayor problema no es tener una canción de éxito, es el después. Si has alcanzado el éxito debes conseguir otro. El músico debe volver a fabricar un hit, sino se convierte en flor de un día y cae en el olvido. Subir para caer con más fuerza. Un ejemplo lo vemos en la banda Autograph de Los Ángeles, en 1985 alcanzan el Hit top 30 con la canción “Turn up the Radio” de su debut “Sign in Please”, su discográfica RCA se frota las manos, giran con Van Halen, antes de que se enfríe el éxito sacan su segundo disco, “That’s The Stuff”, aquí no tienen un éxito como el anterior y las ventas caen, la discográfica sigue moviéndolos y giran con Mötley Crüe, pero les van preparando la puerta de salida. Desde la discográfica piensan: estos chicos no dan para más, vamos a por otros. En 1987 sale el tercero, “Loud and Clear” pero RCA no tiene interés en ellos y acaban separándose. La carrera de Autograph se dilapida del 84 al 88, en cuatro años se separan por no cumplir las expectativas tras un éxito que vendió más de medio millón de copias.


Encasillamiento.

Un éxito te convierte en esclavo de un estilo, pasas a estar encasillado, todos esperan que des siempre lo mismo. Si no que se lo digan a Twisted Sister, su imagen y su hit “I Wanna Rock” dio la idea que la banda solo tenía esta cara, si escuchas “Stay Hungry” te das cuenta que eran más que eso pero al final lo que queda de ellos es un hit juvenil, un estribillo facilón. El hit le abrió muchas puertas pero también le cerró otras. Dee Snider afirma que a partir del éxito “la discográfica siempre esperaba que salieran con una canción que fuera “I Wanna Rock” o "We’re Gonna Take It” y todo sonase a lo mismo pero aunque des lo mismo no puede funcionar porque todo el mundo espera eso de ti y esas cosas solo funcionan una vez”. A pesar de los años que han pasado la imagen de Twisted Sister y su estilo musical sigue ligado a estos hits de 1984 a pesar de los trabajos anteriores y posteriores.

Dee Snider maquillado y enfadado en 1984

Existe una presión de las discográficas y de los fans para que los artistas y bandas produzcan singles de éxito, para las primeras es una forma de recibir cuantiosos ingresos y para los segundos es un forma de disfrutar de la música, son canciones que están en todas partes, salen en películas, en el supermercado, en la radio de un coche parado en un semáforo o en un anuncio publicitario de la televisión. Las radio fórmulas vienen funcionando desde hace décadas, todavía siguen siendo radios de “éxito” y todo gracias a los hits de siempre.

Los hits destruyen las bandas y los artistas se arruinan.

Siguiendo con Dee Snider afirmaba que gracias a los éxitos de Twisted Sister a mediados-finales de los 80 había conseguido mucho dinero y que en los 90 estaba completamente arruinado. Cuando le propusieron que su canción “I Wanna Rock” saliera en una película de Bob Esponja en 2004 y pensaban cambiarle la letra, Dee Snider preguntó cuánto, le dijeron que 300.000 dólares, todo le pareció estupendo, estaba hasta dispuesto a cantar “I’m a Goofy Goober” ("Soy un cacahuete ridículo"). Los hits no solo te arruinan sino que destruyen el amor propio.


Extreme, la banda de Nuno Bettencourt y Gary Cherone subieron a lo más alto de la lista Billboard Hot 100 en 1991 con la balada “More Than Words” extraída de su afamado “Extreme II: Pornograffitti” producido por Michael Wagener. Extreme eran una gran apuesta de A&M Records, eran algo fresco y diferente en 1990, mezclaban funk con glam metal. Tras el éxito de su balada acústica, se pusieron con el que sería su tercer LP “III: Sides To Every Story”, la discográfica presiona para que saquen otra balada al estilo de “More Than Words”, Bettencourt no quiere ser una banda de baladas y Extreme se niegan. El disco tiene una bajada importante de ventas y para el siguiente la discográfica ya les está esperando para darles la patada. En 1996 se separaban.


Los sellos discográficos explotan un éxito y luego abandonan a los artistas.

Algunos artistas sufren crisis mentales o depresión cuando caen en el olvido tras vivir el éxito. Otros se alejan del mundo de la música y vuelven a una vida estándar con trabajos mundanos. Un caso muy claro lo tenemos en Femme Fatale que firmó por MCA Records, lanzaron su primer disco en 1988 y su hit “Waiting for the Big One” apoyados en la imagen de su cantante Lorraine Lewis y estar englobados en el glam rock de moda por aquel entonces. Cuando MCA vio que la banda no iba a dar otro hit y que el glam dejaba de interesar, los dejó en puertas de un segundo trabajo para centrarse en otras formaciones. Femme Fatale se disolvieron en 1990. Sus miembros pasaron al ostracismo, algunos como el guitarrista Bill D’angelo no encontraron sitio en el mundo de la música y quedó desubicado, con Femme Fatale tocaba en un grupo de éxito en la MTV y tras la disolución no había lugar para él. Bill moría en 2006 por un ataque al corazón fruto del uso de metanfetaminas tras una larga depresión.


Morir de éxito.

Guns N' Roses tocaban el cielo con un solo disco, “Appetite for Destruction”, propulsados por una plaga de hits como “Welcome To the Jungle”, “Paradise City” o “Sweet Child o’Mine”, se les vino encima una oleada de éxito difícil de digerir, nunca una banda había llegado tan alto en tan poco tiempo, después llegarían los “Use Your Illusion I y II” donde no cumplieron las expectativas, comenzaron los conflictos internos y fueron diluyéndose, saliendo miembros, como Izzy Stradlin en 1991, Slash en 1996 y Duff McKagan en 1997. La banda desaparecía a finales de los 90 y se reunieron por la pasta en 2016 cuando les quedaba calderilla.

Metallica abrazaban el éxito masivo con el álbum negro en 1991 donde se apreciaba un cambio de estilo respecto a su larga carrera en el thrash metal donde eran considerados uno de los grandes. Una vez dado el salto intentaron seguir siendo una banda mainstream adaptándose a los nuevos tiempos tocando fondo con discos como "Load", "Reload", "St. Anger", "Lulu" y demás. Esa búsqueda del éxito y evitar el encasillamiento aniquiló la banda que eran.

Metallica doble platino por Hardwired... To Self-Destruct

¿Es mejor tener o no tener hits?

Salvo excepciones, que suelen coincidir con grandes bandas, tener un éxito moderado a la larga beneficia a las bandas, hace que puedan tener carreras dilatadas y una estabilidad que con los hits de millones de copias es muy difícil gestionar y digerir.

Las bandas con éxitos moderados suelen tener más libertad para componer y crear un estilo personal, sufren menos presión mediática y rebajan las expectativas. Un crecimiento gradual crea una legión de fans más sólida y comprometida a lo largo del tiempo.

El éxito rápido y masivo puede conllevar problemas de salud mental y adicciones. Un éxito moderado ofrece mayor equilibrio entre la vida profesional y personal, reduciendo la posibilidad de estos problemas.

4 comentarios:

  1. Siempre es lindo tema para conversar esto de los hits. En mi caso particular hubo casos que sí me llamaron la atención. En "Un éxito y chao" siempre se menciona la tremenda Cult of personality de los Living colours, pero no sabría que otro ejemplo bien potente dar ahorita.

    La categoría de "Encasillamiento" sí da para muchísimo juego, porque unos podrían argumentar que eso le pasó a Accept, que estampó su prototipo de canción en una Balls to the wall y le repitieron mucho desde entonces. Es una pena, porque sus discos como bien sabemos tienen muchos matices y aristas. Al menos hasta el Blood to the nations.

    Los mismos Quiet riot, que con el Metal health, que mucho himno, mucho corito, pero hasta ahí. En otro estilo, los ahora populares Amon Amarth era una banda tremenda hasta que sacaron la puta Persuit of vikings y la pegaron con esa, la peor canción de un mega discazo como lo es el The fate of norns. Ya luego el Twilight es directamente un disco comercialote pero con resabios de dignidad, concepto que terminaron de desconocer por completo más adelante. Y así millares de ejemplos.

    "Es mejor no tener un éxito"? Bueno, ahí está Meniketti con mis amados Y&T. No creo que haya pegado nunca nada y ahí pueden presumir de tener, al menos, siete u ocho buenos discos al hilo. En los estilos extremos se ve mejor eso de "más libertad para componer y crear un estilo personal, sufren menos presión mediática y rebajan las expectativas" dado que van sabiendo que eso del éxito, definitivamente, es una cosa casi una utopía.

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  2. Pues sí, eso de tener un hit puede ser la repera o machacarte para el resto de tu vida... pero aún así, a quien le amarga un dulce? Casos hay a porrillo, un montón. Europe y su Final Countdown fueron el hit del 86 creo, en España sonaba en los 40, cosa que creo que no se ha vuelto a repetir (lo de un grupo de rock liderando los 40 mucho tiempo con una canción de rock). Vale, luego sí que pasó con baladas (Scorpions con el Winds of change?, Extreme con More than words?... no lo sé cierto, pero me suena que estos dos por lo menos sí). Y estos sí que han tenido a nivel musical que no de ventas, una carrera más o menos buena.

    Y maldiciones muchas, pero que les quiten a muchos de ellos lo bailao... Warrant y su Cherry pie p.e. No levantarían cabeza después, pero gozaron de una fama durante un tiempo, llenando estadios y vendiendo lps y lo que hiciera falta.

    En fin, el público heavy es así, quiere que sus grupos preferidos estén metidos en un nicho de exclusividad y que no los conozca la gran masa, que esto tampoco ayuda. Y los medios por supuesto ahora, tampoco ayudan nada de nada. Llevo tiempo sin escuchar radio comercial, pero ahora está todo tomado por el reggeton o como se escriba y no hay ni asomo de publicidad para el rock.

    Una lástima.

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  3. Dentro del hard rock y el heavy, creo que es un fenómeno mucho menos extendido, pero dentro del pop sí que encontramos muchos ejemplos de estos que suponen un éxito estratosférico y que luego desaparecieron de la faz de la tierra. Sólo tenemos que pensar en todos aquellos éxitos ochenteros que animaron nuestra infancia a través de películas, radio, series de televisión... ¿Cuántas veces recordamos el nombre de la banda o músico que estaba detrás? ¿Qué fue de ellos después? La música popular siempre ha sido un recurso de usar y tirar, de consumo fácil y rápido. Cuando nuestra música se convirtió en algo masivo, sufrió este mismo fenómeno. Por otro lado, también supuso que muchos vieran ahí su oportunidad y gracias a ello viviéramos tal avalancha de grabaciones de gran calidad, pero no dejamos de tener nuestra cuota de one-hit wonders.

    Además de todos los que tu nombras, que comparto al 100%, me gustaría añadir dos. Mendoza ya menciona a Quiet Riot. Ejemplo de banda que tenía mucho más que ofrecer y se quedó limitada por un gran éxito. Metal Health asaltó la banca y nunca se recuperaron de aquello. Condition Critical no fue más que un calco desvergonzado de su gran éxito y no engañaron a nadie. A partir de ahí, no levantaron cabeza y cada nuevo trabajo fue peor que el anterior y, en consecuencia, tuvo menos éxito.

    Otro caso serían Warrant. Mi primer y, durante muchos años, único contacto con ellos fue el tema Cherry Pie. Lógicamente, los encasillé ahí, como banda de glam fiestero e insustancial. Tardé muchos años en ver que podía haber más ahí y no sólo diría que si siguiente Dog Eat Dog es un buen trabajo de potente hard/heavy, sino que el propio Cherry Pie me parece un buen LP y tiene algunas composiciones verdaderamente meritorias. Al modo de stay Hungry, es uno de esos trabajos en los que hay que hacer un ejercicio de fe para ir más allá de la imagen que proyecta. Yo, os lo aseguro, pensé durante mucho tiempo que Twisted Sister eran, abiertamente, una auténtica mierda. Realmente, no me gustan I Wanna Rock y We're not Gonna Take it y soy incapaz de verles valor más allá de un momento de despiporre en una fiesta con colegas. Son temas que, por sí solos, nunca escucharía por voluntad propia y sería incapaz de soportar un LP con 10 canciones así. Twisted Sister fueron encasillados ahí porque esa imagen vendió en su momento. Luego, los mató. Cómo banda, tenían mucho más que ofrecer y Dee Snider demostró años después que era un músico con un buen par de pelotas. Algo similar le pasó a Warrant. En realidad, eran mucho más que aquella superficial banda para quinceañeras. Hasta Europe corrieron en menor medida esa misma suerte....

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  4. Pues tenéis mucha razón, ejemplos que mencionáis y algunos más, sobre todo en las bandas de glam-hair metal, algunos alcanzaron un éxito desmedido como Europe, Warrant, Quiet Riot..., eran una gran banda pero iban muy conducidos a lo comercial, entonces el género estaba en ebullición y las discográficas querían ganar cuanto más dinero mejor y las bandas también. Fueron a explotar el mercado que entonces había y algunos alcanzaron un nivel de vida de la leche. Otros que me vienen a la cabeza son los Def Leppard...

    La parte no comercial del metal pero que quiere ser comercial a su manera es lo que menciona Mendoza, bandas que son de un subgénero y comienzan a abrirse para ganar público. Es un Metallica en todos los sentidos, Amon Amarth, Paradise Lost, Anathema, Opeth... los sonidos extremos han dado muchas bajadas de pantalones para poder llegar a más público, no es que den un pelotazo y lleguen a ser mainstream pero de alguna manera hacen un camino en busca de nuevos nichos de mercado aunque nos vendan que es un evolución. El giro comercial de Metallica contagió a muchos otros como Megadeth o Kreator. Aquí da para otro reportaje, del extremo al metal genérico.

    Me hacía gracia una entrevista a Bettancourt, guitarrista de Extreme, que dijo que muchas mujeres iban a sus conciertos igual que irían a ver a Celine Dion, estaban en la cima y no paraba de sonar su balada More Than Words y esas mujeres quedaban horrorizadas porque no eran una banda de baladas, no estaba de acuerdo con esa imagen que daban y luego mucha gente se sentía defraudada.

    Creo que hay bandas que se mueven bien en el rock y en lo comercial, como Bon Jovi o Kiss, pero otras son un fraude o directamente han sido muy manipuladas, han entrado en el juego de las discográficas y caen en el pozo.

    Gracias por pasaros por este rincón, se que os vais contentos de oir a Bob Esponja cantando. Jajaja

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