domingo, 15 de diciembre de 2024

Los 10 del Dictador para... 1998

En 1998 ya no se podía negar la evidencia, el heavy metal estaba en horas bajas y cada vez quedaban menos cosas a las que agarrarse. Tanto, que durante una breve etapa, incluso llegaron a entrar en mi casa bandas que aún hoy en día me hacen sentir cierta vergüencita. Desde algunas totalmente indignas como Mägo de Oz (sí, lo confieso, en 1998 llegué a comprarme “En un Lugar de la Mancha") o Azrael, a otras bastante más pasables como Stratovarius, HammerFall, Children of Bodom, Nightwish, Rhapsody, Edguy, Labyrinth y todos aquellos que estaban entonces de moda. Hace largo tiempo que todas estas ediciones tomaron las de Villadiego y no ocupan lugar alguno en mi estantería, pero no dejan de ser evidencia de que la salud del metal no pasaba por su mejor momento. Entre todos ellos, como no, un puñado de formaciones mantenían el pulso de calidad inasequibles al desaliento. Veamos, a mi entender, qué fue lo más interesante salido durante aquellos aciagos 12 meses...

1. Bruce Dickinson - The Chemical Wedding (Air Raid Records)

Con medio mundo arrastrando una sequía creativa galopante, va el bueno de Bruce y se marca su mejor álbum en solitario, claro está, preludio de lo que ocurriría tan sólo unos meses después. Tras su ligero resbalón alternativo, Bruce, que es más listo que un ajo (se rumorea que su CI ronda el 167), se apresuró a enderezar el ritmo con “Accident of Birth" y contar con el aliado más apropiado que pudo haber imaginado en aquel momento, Adrian Smith. Centrando su atención en poemas y grabados de William Blake, “The Chemical Wedding" es una maravilla conceptual (él mismo debería tomar hoy buena nota de cómo se hace un disco de estas características), que profundiza en esa línea tan bien apuntada por él mismo un año antes para darle un lavado de cara al viejo heavy metal de toda la vida. “The Chemical Wedding" consigue sonar moderno y tradicional al mismo tiempo. Pesado y melódico. Memorable y pegadizo, pero al mismo tiempo profundo y conmovedor. Intelectualmente estimulante, sin resultar pedante... Sin duda alguna, se trata de un álbum en el que vemos a un Bruce Dickinson en estado puro. Liberando su creatividad, sin traicionar sus orígenes. Es decir, justamente todo aquello que muchos habían intentado durante los años 90, pero no consiguieron. Una colección de canciones compacta, perfectamente elaborada, que ha de ser comprendida como un conjunto, aunque funciona bien de forma independiente, algo que se puede comprobar en sus directos de la época. La conclusión al proceso fue obvia. Con Iron Maiden viviendo su peor momento de popularidad y creatividad y Bruce brillando como nunca en solitario, a Harris no le quedó otra más que aceptar la evidencia. Aquel mes de diciembre de 1998, Rod y Steve llamaban a la puerta de Bruce Dickinson y le mostraban la de salida a Blaze... el resto es historia.


2. Running Wild - The Rivalry (G.U.N. Records)

Llega un momento en que toda banda pierde su mojo y a todo músico se le seca el tanque de combustible. Unos aguantan más y otros menos, pero es inevitable. Ese momento llegó para Rock ‘n' Rolf tras editar “The Rivalry". Sin embargo, a este hombre, el chicle le estiró para 10 álbumes a lo largo de 15 años desde su lejano “Gates to Purgatory" en 1984, que se dice pronto. Por mucho que me joda, Rolf ha ido a la deriva desde entonces. Este “The Rivalry" podríamos decir que fue su último álbum editado como “banda" antes de alistar en su tripulación al imaginario Angelo Sasso y caer en uno de los embustes más bochornosos de la historia del heavy metal. Aquí la formación aún era de lujo con Thilo Hermann (Risk, Faithful Breath), Thomas Smuszynki (U.D.O., Darxon) y Jörg Michael (Rage, Mekong Delta, Grave Digger, Axel Rudi Pell...), todavía contaba con Andreas Marschall para la portada, aunque es de las más feas que le recuerdo, y, lo más importante, una colección de canciones sólida como una batería de cañones de estribor... Nada auguraba lo que estaba por llegar, así que en 1998 yo disfruté como un enano de aquellas “The Rivalry", “Firebreather", “Ballad of William Kid", “Agents of Black”, “Adventure Galley"... Cierto es que asomaban ya atisbos del fantasma rockero por aquí y por allá, pero nada que nos hiciera pensar entonces que el navío empezaba a hacer aguas. La travesía de Rolf y sus colegas parecía continuar contra viento y marea... poco duraría ya.


3. Dawn - Slaughtersun (Crown of the Triarchy) (Necropolis Records)

De este hablé largo y tendido en el Portal del Metal hace pocos años, el último gran clásico del black metal sueco, diría yo. “Slaughtersun (Crown of the Triarchy)” salió un pelín tarde para, de verdad, generar un impacto a la altura de los imprescindibles de la escena y, aún así, se las apañó para ser un álbum que estuvo en boca de todos a finales de los 90. Dawn llevaban en activo, ojo al dato, desde 1986 y habían debutado con el prometedor “Nær sólen gar niþer for evogher” en enero de 1994, apenas dos meses después que Dissection, lo que los situaba en un puesto de privilegio para establecerse como referentes absolutos de su escena. Pero su sello, Necropolis Records, y su propia pereza, tardarían cuatro años en producir un sucesor en condiciones, los alejaron de la élite y quedaron relegados a banda de culto underground. Es cierto que publicaron un buen EP entre medias, pero tampoco hizo mucho por poner su nombre en boca de la concurrencia. Con todo esto, la ausencia de referentes blackmetaleros en 1998 hizo de su mastodóntico “Slaughtersun (Crown of the Triarchy)" todo un acontecimiento. Mastodóntico por sus proporciones. Casi unha hora de black metal melódico desplegado en siete larguísimos cortes podrían llegar a resultar algo excesivo. En 1998 no me lo parecían y lo tenía como un álbum prácticamente perfecto. Hoy, que soy bastante más quisquilloso, le encuentro sus defectos, pero sigue siendo unos de los mejores discos de su generación (tampoco había ya tanta competencia) y da muestra de una de las últimas producciones decentes de Peter Tägtren. Con sus cosillas, un señor discazo.


3. Riot - Inishmore (Metal Blade)

Ahora resulta que no tenemos muy claro cuándo salió este álbum, pero para mí ha sido siempre del 98, que es lo que pone en mi CD comprado poco después de su salida en su propia ciudad natal. Se ve que la edición americana y europea de Metal Blade son de comienzos de 1998, pero el sello japonés Zero Corporation ya lo había sacado a la luz a finales de noviembre del año anterior, así que vosotros decidís. Yo sé lo que cuenta en mi caso y por eso esta en este top. Riot seguían a su puta bola. 20 años de carrera a sus espaldas, 10 álbumes en circulación y lo mismo de siempre, unos outsiders. Y quizás eso mismo fue lo que los hizo tan irresistibles. Mark Reale es uno de los mayores genios ocultos de la historia del rock y “Inishmore" no iba a ser una excepción. De nuevo, nos encontramos ante un trabajo de hard rock y heavy metal al más alto nivel. Por fin, sin la sombra de Steve Loeb, Riot podían volar solos para iniciar la que fue, según sus propias palabras, la etapa más estable de la banda. Con la misma formación desde 1993, ahora con un contrato con la poderosa Metal Blade y con un productor de verdad que no hacía las veces de mánager sin escrúpulos, Paul OrofinoRiot gozaron de una situación realmente confortable al filo del cambio de milenio. La calidad nunca les faltó, pero durante aquellos años pudieron dedicarse a hacer lo que les gustaba y se notó a la perfección en una retahíla de álbumes a los que sólo les podemos reprochar sonar un poco similares entre sí. Sus señas de identidad, las mismas desde el genial “Nightbreaker" y constantes durante aquellos años con DiMeo al frente. Exquisito heavy metal melódico, aires powermetaleros, una influencia constante de los Rainbow de Dio y un cantante que sonaba mucho a David Coverdale. Nunca fueron tan constantes y reconocibles. Es escuchar una sola nota y saber que son ellos, algo que, a mí, personalmente, no me disgusta lo más mínimo. “Inishmore" es, por lo menos, tan bueno como “Nightbreaker" y “The Brethren of the Long House" y aquellos ya lo eran mucho. Una gozada de banda, como siempre.


5. King Diamond - Voodoo (Massacre Records)

King había pasado cinco largos años en silencio enredado con la triunfal reunión de Mercyful Fate a principios de los 90, pero desde “The Spider's Lullabye", su ritmo fue verdaderamente febril, editando hasta 7 álbumes en la segunda mitad de la década sin resentirse demasiado y haciendo incluso dobletes como este de 1998 o el de 1996. El 24 de febreron veía la luz este “Voodoo" en el que King trasladaba la historia hasta Lousiana y sólo cuatro meses más tarde un “Dead Again" del que hablaré un poquito más abajo... porque es un poquito más flojo, también. Después de un “The Graveyard" algo anodino, al que no le faltaban sus buenos momentos, claro está, King recuperaba en este “Voodoo" buena parte del ímpetu que en 1996 había destinado a su banda madre... en este 1998 serían los Fate los que saldrían un poco peor parados. Sólo un cambio de formación, con John Luke Hébert (ex-Chastain) a la batería en lugar de Darrin Anthony, servía para insuflar a estas 14 nuevas canciones de una energía renovada. Cuidado, una horaza de álbum que no se hace particularmente larga se nos marcó aquí el King, pero a él se lo podemos permitir con la excusa de los álbumes conceptuales. Considerable mejoría también en la producción, a medias entre King, Andy LaRoque y un tal Sterling Winfield (habitual colaborador de Pantera), y una bonita portada de Kristian Wåhlin, que rápidamente nos traerá la de “Them” al recuerdo. Solidísimo séptimo álbum en solitario del auténtico rey de Dinamarca.


6. Naglfar - Diabolical (War Music)

En aquel lejano 1998 me compré en una tienda de discos aquí en Vigo el "Destroyer" de Gorgoroth después de fliparlo cosa fina con "Pentagram" y "Antichrist" no mucho antes (por la razón que fuera, me salté “Under the Sign of Hell” de aquella), pero fue una soberana decepción. La primera colaboración de Infernus con el que sería su vocalista más célebre, Gaahl (que no cantaba entonces más que un tema), me pareció un verdadero despropósito y rápidamente me encaminé de nuevo a la tienda con la esperanza de cambiarlo por otra cosa. Muy amablemente, el tendero atendió mis razones y me ofreció la posibilidad de escoger una alternativa, con lo que, la que había sido mi segunda opción aquel día, acabó finalmente entre mis manos. Lo curioso es que mi turbulenta historia con Naglfar ya venía de atrás. Un año antes, le había pedido a un colega que me comprara el debut de estos suecos en un viaje que hizo a Madrid y, en su lugar, me apareció con el de sus casi homónimos alemanes que incluí en el top del '97, con lo que tampoco salí perdiendo tanto con el cambio. Todo esto ilustra la magia y el misterio de aquel mundo pre-internet y pre-teléfonos móviles en el que este tipo de confusiones eran tan frecuentes y, como podéis ver, a veces, afortunadas. Así, después de varias vicisitudes, acabé escuchando a aquellos Naglfar que años antes me habían vendido en la mítica Grind Zone como una alternativa más que válida para mis adorados, y desde entonces desaparecidos, Dissection. Vamos a ver, hay alternativas mejores, una un poco más arriba en esta misma lista, pero oye, estos Naglfar no están nada mal. El mismo black/death sueco profuso en melodías por el que conocemos a Dissection, pero lo suficientemente cañero y comprometido para que los más trues podamos decir que nos gustan sin sentir cierto bochorno. No es que sea una obra maestra, pero si os gustan Dissection, os deberían gustar Naglfar... y hasta me atrevería a decir que bastante. También he conocido a algunos que los desprecían abiertamente, pero a mí esta primera etapa con Jens Rydén al frente me parece muy respetable y, este “Diabolical", un trabajo realmente notable.


7. Death - The Sound of Perseverance (Nuclear Blast)

The Sound of Perseverance” es mi menos favorito entre los álbumes de Death, pero no por ello es malo. De hecho, diría que me cuesta reconocerlo como álbum de la banda y por eso siempre lo he dejado un poquito de lado. Dicho esto por el propio Schuldiner en vida, la idea era sacarlo ya con el nombre de Control Denied, pero la codiciosa Nuclear Blast, cegada por la avaricia, obligó a la banda a editar un álbum más bajo el nombre de Death y así sacar un poco de rendimiento a su entonces flamante fichaje estrella... Poco tiempo les duraría el pobre Chuck, aunque lo han exprimido a conciencia a lo largo de las ultimas dos décadas y media (hasta 16 lanzamientos han aparecido desde entonces entre Nuclear Blast y Relapse). Por esa misma razón, musicalmente, “The Sound of Perseverance” será siempre el rara avis en la carrera de Death... hasta esa portada de Travis Smith veo un poco fuera de lugar. Con todo, Chuck era un puto genio y esto sigue siendo metal de primera categoría. De death metal, poco o nada, por supuesto, pero de gran calidad, igualmente. Lo que ofrecían Chuck y compañía en esta ocasión, tras la enésima desbandada (ahora figuraban unos, para mí entonces desconocidos, Richard Christy, Shannon Hamm y Scott Clendenin), era una especie de metal extremo progresivo, cada vez más cerca del heavy metal, con una instrumentación esmeradísima y estructuras cada vez más complejas... hasta demasiado para mí, en ocasiones. Chuck intentaba afinar la voz hasta donde alcanzaba, pero cantar no era lo suyo y de ahí la incorporación de Tim Aymar de Pharaoh para Control Denied. Fue un álbum que disfruté en su día, como todo lo que nos dejó este verdadero genio, pero yo lo veo ya un poquito pasado de rosca para lo que era su banda madre. Sinceramente, creo que debería haber salido como Control Denied, aunque eso, seguramente, lo habría condenado al olvido, como ha pasado con aquel estupendo “The Fragile Art of Existence" que salió sólo un año después y que a mí, al menos, me suena un poco más coherente.


8. Opeth - My Arms, Your Hearse (Candlelight Records)

Estoy lejos de ser el mayor fan de Opeth que camina sobre la faz de la tierra y la demostración la tenemos en que, hasta ahora, no habían asomado por ningún top, pero no quiero dejar de decir que, en los 90, me parecieron una de las bandas más personales e interesantes del panorama extremo. Desde que los conocí en 1996 con “Morningrise”, hasta su "Still Life" de 1999, diría que los seguí con cierta fidelidad y no fue hasta el cambio de milenio, ya estando yo metido en historias bastante más lúgubres y putrefactas, que les empecé a perder la pista. En este “My Arms, Your Hearse"  los veo en un punto de madurez idóneo, para mi punto de vista. Sin el exceso compositivo de sus inicios, ni la insoportable petulancia que percibo en el Mikael Akerfeldt de los últimos años. En 1998 seguían siendo una banda de death metal, con una creatividad y un buen gusto desbordantes. Por un lado, simplificaban un poco sus estructuras y hacían temas algo más directos y accesibles, para ser ellos, claro, sin superar en ningún caso los 10 minutos de duración, lo que nos deja un disco relativamente corto con sólo 52 minutos (los dos anteriores pasaban de la hora ampliamente). Por otro lado, seguían ahondando en una deriva progresiva que los iría alejando paulatinamente del death metal, relativamente controlada a estas alturas y, sobre todo, muy tolerable para oídos poco entrenados como los míos. Poco a poco, perdería el interés en ellos, pero he de reconocer que, en 1998, seguían siendo una banda sumamente interesante con una musicalidad al alcance de muy pocos en su escena. ¡Malditos suecos, qué buenos son!


9. Solstice - New Dark Age (Misanthropy Records)

En 1998 dudo yo siquiera que supiera de la existencia de estos británicos, o como mucho me sonarían de nombre, pero hoy los tengo como imprescindibles dentro de su mundillo. Tanto que en este 1998 los pongo ligeramente por delante incluso de unos verdaderos favoritos de la escena como son Solitude Aeturnus, pero es que este disco es muy bueno, ¡joder! Lo dije hace un tiempo en el Portal... quien no se sienta verdaderamente poderoso escuchando las melodías de “The Sleeping Tyrant" es que no tiene sangre (de metal) corriendo por sus venas. Y lo mismo se puede aplicar a “Hammer of Damnation”... hay que reconocer que el mamonazo de Rich Walker tiene un puto don para sacar melodías inolvidables de su guitarra. Solstice seguro que no son los más rápidos, tampoco los más técnicos y, seguro, tampoco los más agresivos, pero pocos suenan tan inspiradores como ellos y, en el fondo, tienen un poquito de todo lo que nos gusta en el buen heavy metal. Pueden llegar a los fans del metal más épico y por supuesto a los del doom, o quizás a ninguno de ellos, yo qué sé, tampoco le doy muchas vueltas, a mí me parecen muy buenos y me tocan la fibra. No tantos consiguen emocionarme de esta manera. Si algo puede suponer un reto en este “New Dark Age" probablemente sea la voz de un Morris Ingram que no es exactamente el vocalista más ortodoxo. De marcado acento del norte, su apasionado recitar tiene más de trovador medieval que de vocalista de heavy metal. Estoy convencido de que no es una voz para todo el mundo, pero en el contexto de Solstice encaja a la perfección y, lo más importante, suena convincente. Ahora, entendería que alguno lo pusiera como excusa para no entregarse definitivamente a este “New Dark Age". No es mi caso y yo, definitivamente, me rindo al poderío de estos hijos de la pérfida Albión.


10. Mercyful Fate - Dead Again (Metal Blade)

Lo confieso, pero el esfuerzo de 1998 de Mercyful Fate entra en el top por los pelos... porque son ellos. Si llevara otro nombre en la portada, seguramente se quedaría fuera y no dudo en que alguno de los que podáis sugerir en su lugar vaya a ser mejor. Pero qué queréis que le haga, hasta en su momento más bajo, los daneses son una debilidad personal. “Dead Again" es, sin el menor género de dudas, su álbum más flojo, pero me gustan tanto y 1998 tuvo tan poco destacado que, aún así, les alcanza para colarse en mi top del año. Aquí es justo donde creo que King empezó a flaquear un poco fruto de esa actividad tan exigente en la que se embarcó desde 1993 y el genio de Hank Shermann no fue suficiente esta vez para compensar la sequía. Y, lo que más lamento de todo, tampoco estaba Michael Denner para aportar su saber estar y batirse en duelo con Shermann. No tengo muy claro que le pasaría a King con Denner, pero muy cabreado debe estar con él para haberlo dejado otra vez fuera también de su reunión desde 2019. Con todo esto, “Dead Again" sigue siendo un álbum disfrutable, puro Mercyful Fate, con King ganando estima conforme avanza y un trabajo excelente de Hank Shermann y un guitarra que me gusta muchísimo, Mike Wead, habitual colaborador de King desde 1990 y actual guitarrista en sus dos bandas. Técnicamente, más que correcto, como no podría ser de otra forma. Sin embargo, un aspecto mejorable esta vez sería la producción de Sterling Wingfield teniendo en cuenta el buen trabajo cuajado en su hermano del mismo año, “Voodoo". Su trabajo allí, bastante mejor que aquí. Ni siquiera Kristian Wåhlin, que también se encarga de la portada, dio lo mejor de sí teniendo en cuenta lo extraordinario de la ocasión. Pero, como el resto del álbum, resulta discreto para el estándar de la banda. Pura cuestión de fanatismo en mi caso, lo reconozco.


Como veis, la cosa estaba jodida. Haciendo repaso, me he ido acordando de otros que salvaron los muebles aquel año: Helloween, Enslaved, Solitude Aeturnus, Carpathian Forest, Nile, Arch Enemy, Inquisition, Virgin Steele, Pink Cream 69, Morbid Angel, Bolt Thrower, Behemoth, Marduk, Grave Digger, Bethlehem, Horna, Incantation... Todos sacaron discos dignos aquel año, pero incluso la mayoría de ellos habían vivido ya momentos mejores. Las cosas como son, visto ahora con la perspectiva del tiempo, en 1998 el heavy metal tocaba fondo (eso por no citar las mierdas que estaban editando algunos) y, como consecuencia, yo me hundiría cada vez más en las profundidades del abismo blackmetalero, algo que se comprobará si al final sigo haciendo tops de años venideros. De momento, esto dio de sí 1998, ahora os toca a vosotros...

26 comentarios:

  1. Bueno, me da que este va a ser el último año en el que pueda aportar una lista de diez discos que realmente me apasionen. He estado ojeando lo que saldría en el siguiente año y, buff, la verdad es que sí, queda algo de buen material, pero dudo el hecho de aportar algo que no sea alguna cosa de Black Metal y poco más.

    Resulta que este ´98 me ha hecho recordar discos que en su día pinché muchísimo, pero con el paso del tiempo se han ido desinflando hasta un punto casi anecdótico el hecho de que rara vez vuelva a ellos: Hammerfall, Nightwish, Grave Digger, Primal Fear o Iced Earth, todos ellos sacando trabajo este mismo año. Ya veremos si al final se cuela alguno de ellos en el top.

    1. DAWN - Slaughtersun (Sin dudarlo, éste ocupa el primer puesto.)
    2. DARK FUNERAL - Vobiscum Satanas
    3. KING DIAMOND - Voodooo
    4. MERCYFUL FATE - Dead Again
    5. RUNNING WILD - The Rivalry
    6. VIRGIN STEELE - Invictus
    7. COVENANT - Nexus Polaris (Nunca me han gustado demasiado Dimmu Borgir, pero este disco me encanta).
    8. BORKNAGAR - The Archaic Course (Para algunos, aquí se domesticaron, pero para mí es un disco mágico y épico).
    9. KATATONIA - Discouraged Ones (sin guturales, pero tiene un rollo depresivo oscuro que me atrapa).
    10. ENSLAVED - Blodhemm (Para mí uno de sus mejores discos)

    Podrían entrar Amon Amarth, Marduk, Riot o Cannibal Corpse, pero bueno, también has hecho que rescate a esos Solstice que veo que me van a gustar y no tenía demasiado controlados. Hasta la próxima.

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    1. No te digo yo que, si me hubieras preguntado en 1998, no hubiera puesto el Slaughtersun en el primer puesto, pero ahora, 26 años después, creo que ya no me gusta tantísimo como en su día. Me sigue pareciendo un discazo, no hay duda al respecto, pero es un álbum que pide tijera a gritos. Vendría siendo un equivalente black al In Search of Sanity de Onslaught, un discazo que, con 15 minutos menos, habría sido una puta joya. Y, aún así, sigue siendo muy bueno.

      De hecho, es algo que me ocurre con muchos álbumes de esta época, cosas que escuchaba hasta la saciedad y se me han ido desinflando con los años. Dark Funeral, por ejemplo, me encantaban en 1998, pero hoy me aburren soberanamente, sacando el primer EP y el debut. Vobiscum Satanas hoy me parece un ladrillazo infumable, después de tres canciones exactamente iguales, estoy deseando quitarlo. Nexus Polaris también me gustó mucho de aquella. Recuerdo comprármelo en una excursión de COU en Madrid poco después de salir... hoy no soy capaz de escucharlo. Lo conservo por pura nostalgia y completísimo. Katatonia desde que Renkse dejó los guturales no me enganchan y Borknagar sin Garm tampoco me convencen. Te confieso que le tengo bastante manía a la voz de Simen Hestnæs. Y eso que aún aguanté escuchando hasta Empiricism, pero ya este Archaic Curse no me dicen gran cosa. Y Virgin Steele me gustan hasta los House ofAtreus, pero prefiero sus álbumes ochenteros y los dos Marriage. El Blodhemn es también el último que me resulta interesante de Enslaved, aunque no está a la altura de su trilogía inicial.

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  2. Yo sigo diciendo que a partir de 1995 lo bueno se acaba. Para mí es el año frontera. El Muro de Adriano. No digo que en los años siguientes no salieran buenos discos, pero se nota que todo iba perdiendo gas. La mayoría de bandas clásicas andaba o desaparecidas o perdidísimas, experimentando, probando cosas, tratando de sobrevivir entre electrónica, grunge, groove, góticos y rollos así. Algunos dignos, pero otros horribles...

    De tú lista, Witch, mantendría algunos y añadiría otros. Por ejemplo:

    Cradle of Filth "Cruelty and the Beast". Que posiblemente sea su último gran disco, álbum que cierra una buena trilogía iniciada con "The Principle...", continuaría con "Dusk and... y finalizaría con este.

    Grave Digger "Knights of the Croos", que si no es el mejor, uno de los mejores de todos los que hicieron.

    Therion "Vovin". Su obra maestra. El disco en donde lo bordaron. La mayoría dice que fue el "Theli". Yo creo que fue en este donde mejor juntaron las piezas y consiguieron fundirlas en su máxima expresión.

    Y a partir de aquí, mantendría algunos de tú lista: Bruce Dickinson, Running Wild, Death y alguno más, pero sinceramente, me parece un año de pena, tío... Es un querer y no poder... También te diría el de Sentenced "Frozen", pero madre mía, mira cómo estábamos... Que venían de un "Amok" y en qué se habían convertido...

    Para mí año muy flojo...



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    1. Ay, Cradle of Filth, aquella banda de adolescencia con la que no pude trascender a la edad adulta. Reconozco que me encantaron entre 1995 y 1998, incluido ese Cruelty and the Beast... incluso te confieso que llegué a pensar durante un breve espacio de tiempo que podían ser los "nuevos Iron Maiden". Ahora siento hasta un poquito de vergüenza al recordar aquello, pero lo atribuyo en parte a mi inocencia juvenil. Tuvieron su momento y no estaban exentos de cierta calidad, pero es una de esas bandas que hoy en día no soy capaz de escuchar. No hace mucho me intenté poner Dusk... and Her Embrace y no pude con él. Ya no puedo escuchar música como aquel chaval de 17 años que se dejaba impresionar por aquellos aspirantes a vampiritos. Hoy encuentro todo aquello un poquito ridículo incluso, aunque reconozco que tenían cierto valor musical.

      Grave Digger no están mal, pero la gracia me dura un par de discos. Me quedo con The Reaper y Heart of Darkness y los aguanto hasta este Knights of the Cross, que es el último que me compré en original, pero tampoco es un álbum que me entusiasme. Y Therion, tío, no me interesan un pimiento, ni Theli, ni Vovin, ni nada de todo aquello. Sólo le veo cierta gracia a sus dos primeros álbumes y tampoco demasiada, no te vayas a creer.

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    2. Pues a mí no me parecen una banda para adolescentes, más bien todo lo contrario. Desde luego por sus letras no se les puede achacar nada de eso. Me parecen bastante buenas. Tampoco es que me fije mucho en sus letras, también tengo que reconocerlo.

      Joder, y que se parezcan a Iron Maiden, no veo que sea nada malo, sería peor que se parecieran a Julio Iglesias o Isabel Pantoja..ajajjajajaj....

      Yo creo que se les dio mucha caña, junto con los Dimmu Borgir, por salirse del tiesto de los cánones del black metal noruego, que parece que eran los que tenían la patente de corso de lo que era auténtico y lo que no. Ya vemos donde están unos y donde están otros. Empezando porque unos acabaron en el trullo y otros en el cementerio. Los Cradle of Filth, siguen todavía ahí, y tienen una discografía bastante coherente, que yo hace mucho que no sigo, pero a más o menos han hecho siempre lo mismo, sin salirse demasiado de su sonido. Vamos, que siempre han hecho extremo. Con los chillidos agudos, totalmente estridentes y repelentes (por lo menos para mí) del Dani filth siempre ahí. Me pasa lo mismo con el falsete del Sr King Diamond y no digo nada..ajjajajajaj

      No seré yo quién los defienda. Aunque sus tres primeros discos me parecen muy buenos. Ah, y otra cosa. Que estos tíos los metieron en el saco del black metal, y los tiros no iban por ahí.

      Yo les tengo reconocimiento, porque fueron capaces de ofrecer otra cosa y abrir una ventana nueva de aire fresco en un movimiento ya muy viciado y cargado, que ya había perdido mucho de su encanto.

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    3. Lo que comentaba es que fueron una de esas bandas que escuché mucho cuando era un adolescente, pero que ya no conseguí seguir disfrutando después. Hablaba de mi caso personal, pero sí, también te confieso que los veo un poco como banda juvenil, un caso no muy diferente al de unos Slipknot o un Marilyn Manson. Imagen muy efectista, letras muy llamativas y mucho sensacionalismo: desnudos, polémica, sangre, tenebrismo gótico... No he seguido su carrera desde el 2000, pero no tengo yo la sensación de que hayan tenido una discografía muy sólida desde entonces, musicalmente hablando, por los comentarios que he leído y lo poco que he escuchado...

      Sin embargo, tú mismo que ya estabas allí, tienes que ser consciente de que, a mediados de los 90, sí eran considerados una banda de black metal. Recuerdo las conversaciones cuando llegué al Bronx a finales de 1994 y allí se les tenía entonces como la nueva revelación del black metal. En tiempos de The Principle of Evil Made Flesh no se les separaba de Emperor, Mayhem, Immortal o Dissection y, si recuerdas, en 1993 hicieron una gira Emperor/Cradle of Filth por Reino Unido. Después, ellos mismos hicieron un esfuerzo claro por separarse de todo aquello, pero, entre 1993 y 1996 eran una banda de black metal como cualquier otra. En mi caso, me ha resultado muy difícil tomármelos medianamente en serio años después y ya no soy capaz de ponerme entero un Dusk... and Her Embrace o un V Empire. En cambio, nunca he dejado de escuchar a bandas como Emperor, Dissection, Immortal, Mayhem, Burzum, Enslaved o Satyricon.

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    4. Creo que hay muchos prejuicios y envidias con estos tipos. Tuvieron éxito saliéndose del canon que marcaban los de Inner Circle, y ya saltaron todos como buitres. Que si eran unos poser, que si unos falsos heavies. Hasta les llamaron los Harry Potter del metal. Bueno, solo hace falta ver las discografías de unos y de otros, para comprobar quienes eran los poser.

      Yo no los voy a defender. Hace tiempo que no los sigo, más que nada por esa voz del Dani Filth que me taladra el coco. Esa especie de shriek, se me hace espantoso. Y después, que de la formación de su primer disco ya no queda nadie (solo el propio Dani Filth).

      Las puntuaciones de sus primeros discos en Metal Archives son totalmente contundentes. Otra cosa es que no gusten, que es muy respetable.

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    5. Prejuicios, muchos, envidias, por mi parte ninguna. Yo creo que los puedo analizar con cierto conocimiento de causa porque los escuché con asiduidad durante los años 90 y fui bastante seguidor de la banda entonces. No puedo decir lo mismo durante los 2000, eso sí. No digo que The Principle of Evil Made Flesh, V Empire, Dusk... and Her Embrace y Cruelty and the Beast sean malos álbumes, ojo. En su día me gustaron, y mucho, pero, como me ha ocurrido con alguna otra banda de aquella época, hoy en día ya no me resultan interesantes. Yo no hablo de ser más o menos poser, porque eso, con 44 me la trae totalmente al pairo. Lo que digo es que, 30 años después, sigo escuchando De Misteriis Dom Sathanas, Pure Holocaust, Storm of the Light's Bane o In the Nightside Eclipse y, en cambio, The Principle of Evil Made Flesh o Dusk... and Her Embrace ya no me apetece escucharlos y, cuando lo intento, me aburro muy pronto. Para mí son un ejemplo claro de material que no ha envejecido bien o que no ha conseguido crecer conmigo.

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    6. Es que a mí ya no me la dan con queso o, por lo menos, ya no tanto. Y por eso me escaman estas actitudes de muchos que van de duros criticando a otros, cuando es todo lo contrario. Te dejo un extracto de una entrevista que le hicieron al Dani Filth, para que, no tanto tú, sino, para los chavales jóvenes, que no se crean muchas cosas que se dicen en este mundilllo.

      (Extracto entrevista a Dani Filth en 2023)
      En los 90, Cradle of Filth y Dimmu Borgir eran la gran sensación en la escena del black metal, pero los fanáticos del black metal de la vieja escuela odiaban a ambas bandas. Os odiaban simplemente porque tuvisteis éxito. ¿Tuvisteis problemas con los fanáticos del black metal true a lo largo de los años?

      No… digamos que no demasiados. Yo tengo muchísimos amigos que están en grandes bandas de black metal y… he pasado mucho tiempo con gente que está en bandas de true black metal (hace el signo de poner entre comillas). Alucinarías que poco trues son algunos de ellos en su día a día… empezando por la música que suelen escuchar. Y no lo digo en un mal sentido, ellos son geniales, pues sino no serían mis amigos.

      Puede que el hecho de haber sido amigos de tantas bandas es lo que mantuvo a los lobos alejados de nosotros. Siempre ha habido unos cuantos imbéciles como cuando giramos con Behemoth en una gira en la que compartíamos ambos cabezas de cartel. Algunos de sus amigos que andaban por allí eran absolutamente imbéciles y nos decían: “no sois una banda true”, y nosotros respondíamos: “que os jodan, largaros de aquí”…

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    7. Yo hoy en día hablo única y exclusivamente del aspecto musical de aquellos Cradle of Filth de los 90, que es la etapa en la que yo considero más influyente. No creo yo que nada de lo que hicieran del año 98 en adelante se pueda considerar realmente relevante en el mundo de la música. Lo que me ocurre a mí es que aquello que proponían a mediados de los 90 ya no me parece interesante. Me ha ocurrido lo mismo con otros álbumes de black metal melódico o metal gótico de aquella época. O también con el power metal melódico al que hacía referencia más arriba o incluso el melodeath de unos In Flames o unos Dark Tranquillity... Son cosas que pegaron fuerte en su momento, que me gustaron entonces, pero que no he sido capaz de seguir escuchando conforme fui haciéndome mayor. No tiene nada que ver con "truismos" en mi caso...

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    8. Ya, Witch, Pero si vamos a eso, te podría decir lo mismo con gente que adoré en los primeros/mediados 90´s y ahora casi no escucho. Me estoy acordando de gente como; Amorphis, Entombed, Carcass, Burzum.... Yo que sé, hay tantas con las que lo flipé y ya ni me acuerdo de cuando fue la última vez que los pinché....

      En relación a los Cradle date cuenta que casi a cada disco cambiaban de formación. No recuerdo un disco que lo grabaran exactamente los mismos. En los tres primeros nunca se repite la misma alineación. Y en los siguientes, me parece que fue una cosa parecida. Y así es muy difícil fidelizar a la gente. Para mí fue una cosa que no me gustó. En general, no me gusta que los grupos cambien de personal como de calzoncillo.

      Acuérdate de la movida que tuvieron con la disquera que les sacó el primer disco, que fue un puto culebrón. Después, la mitad de la formación se les piró y fue cuando montaron otro grupo. En fin, yo no soy su abogado..jajajajajja

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    9. No, pero no es el mismo caso, tío. Ahí es donde marco yo la diferencia a nivel personal y tienes que comprender que así es como lo vivo yo, no pretendo convencer a nadie de mi punto de vista. Cada vez que recupero un Hvis Lyset Tar Oss, un Left Hand Path, un Tales from the Thousand Lakes o un Heartwork flipo como el primer día y eso mismo no me ocurrió las últimas veces que me puse Dusk... and Her Embrace, Enthrone Darkness Triumphant, Wolfheart o The Gallery. No depende del momento en que yo los conociera, de lo que me transmitieron en su día o de la frecuencia con la que los escuche ahora, la diferencia para mí esta en las sensaciones que me provocan hoy en día. En lo que siento cuando miro al pasado y los analizo. Cuando los escucho desde el lugar donde me encuentro en la actualidad. Para mí hay discos que siguen totalmente vigentes y que disfruto al volver a escucharlos y otros que no. Esto último me ocurre con Cradle of Filth. Igual no lo comprendes, pero es lo que me pasa. He repasado en más de una ocasión alguno de sus álbumes a lo largo de la última década y ya no me hacen sentir lo mismo que hace 30 años. En cambio, hay otros clásicos de otras muchas bandas que sí, que no han envejecido para mí.

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  3. Aquí va la mía... como siempre casi sin orden.

    1 Symphony X Twilight in olimpus.... venían de una racha que ya quisiera Dream Theater. Y los confirmaron con un super album.

    2 And oceans... the dynamic gallery of thoughts. Los finlandeses llegan tarde al black metal melódico, pero no lo hacen tan mal.

    3 Falkenbach - Magni... llevan la llama de los Bathory vikingos al máximo nivel.

    4 Vingin Steele - Invictus; para mí su mejor disco. Por encima de los Marriage I y II.

    5 COF- Cruelty; su última gran obra

    6 Opeth- My arms . Estaban en su punto óptimo de mezcla de death, progresivo y melodía.

    7 Diabolical Masquerade - Nightwork; para despejar tanta tristeza que evocaban los "nuevos" Katatonia, el Nystrom se puso las pilas con su proyecto black.

    8 Covenant- Nexus polaris. Proyecto paralelo de los Dimmu que les salió mejor que el grupo madre...
    9 Blind Guardian- Nightfall . No es su mejor disco, pero está bastante bien y la temática me atrapó durante varios años.
    10 King Diamond - Voodoo. Cualquier cosa que saque el Rey, debe estar en la lista del año.

    Y dejo fuera FF con Obsolete, Opera IX con su Sacro culto, el primero de los coreanos Sad Legend, Bal Sagoth con el Battle y Labyrinth con el return to heaven denied...

    Y dos grandes decepciones; Anthrax y su Vol 8 nefasto y Pyogenesis con Mono. Menudo par de castañazas.

    Todavía no era tan mal año; vendrían peores...

    Un saludo, JC.

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    1. Hay varios que citas por ahí que escuché en su momento y nunca me dijeron gran cosa. El Twilight in Olympus me lo dejó entonces un colega guitarrista que estaba muy flipado con Michael Romeo. Me consta que son grandes músicos, pero ese tipo de progresivo nunca me ha dicho gran cosa, así como sí que soy muy fan de las primeras bandas prog de los 80: Fates Warning, Queensrÿche, Crimson Glory, Savatage, Sacred Blade, Heir Apparent...

      Por aquel año, fue cuando empecé a escribir en el Bloody 'zine, y Dani me dejó bastante material que salía por la época. Él era bastante fan de ...And Oceans y reconozco que eran buenos, pero no me engancharon. También me dejó los dos primeros de Falkenbach y más o menos lo mismo... nunca he sido mucho de viking/pagan metal más allá de Enslaved, Kampfar y poco más. Extrañamente, luego me compré Ok nefna tysvar Tu y Heralding - The Fireblade, pero sólo eran una banda más de tantas que manejaba aquellos años...

      Otro que me dejó fue el Nightwork. Es curioso porque me habían gustado mucho Ravendusk in My Heart y The Phantom Lodge, dos CD's que aún conservo originales, pero este me pasó totalmente desapercibido. Algo en él no me enganchó en su momento y ya nunca conseguí cogerle el punto.

      Blind Guardian me gustaron hasta Imaginations from the other Side, sin embargo, Nightfall in the Middle Earth me pareció siempre un coñazo de álbum. Aquí fue donde esta gente dio un giro hacia algo que no me interesaba lo más mínimo y nunca más volví a prestarles atención.

      Me ha gustado lo de nombrar las decepciones del año. Para mí, en aquel 1998, fueron especialmente decepcionantes el Sin/Pecado de Moonspell, el Frozen de Sentenced, el Aégis de Theatre of Tragedy, el Discouraged Ones de Katatonia y, por supuesto, el Virtual XI. Pyogenesis nunca me gustaron (después descubriría el material anterior a su debut) y Anthrax, en 1998, ya no me interesaban, así que nunca llegué a escuchar Vol. 8.

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  4. Hostiaaas. Rectifico Katatonia o Borknagar y calzo el Magni...de Falkenbach.

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  5. Ahi va,variadillo como siempre

    Anthrax-Vol8:Un buen disco con Bush todavía a las voces y con intervenciones de Dimebag y Anselmo y dando caña aunque de una forma mas alternativa
    Korn-Follow the Leader:Le tengo bastante cariño porque lo cogí en Tipo Mérida,que cerró hace bastante.Me sorprendió bastante esa atmosfera oscura al escucharlo corriendo aunque no es Heavy ortodoxo.
    Cradle ov Filth-Cruelty...:Los descubrí hace bastante con este disco y me gustó bastante.Hace poco me hice con uno original(el otro estaba grabado)y es una pasada aunque es mejor centrarse en la música que en las letras
    Amon Amarth-Once sent from the Golden Hall:Descubiertos gracias al Portal por Hawkmoon después de empacharme demasiado con las de siempre..Un buen debut de Death vikingo mezclado con Black-Thrash y algo de Doom.

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    1. De estos, el único que puedo valorar con cierta objetividad es el Once Sent from the Golden Hall, que me pareció un álbum bastante interesante en aquel momento. Por alguna razón, lo metí en el mismo saco que los de Dawn, Naglfar y otras bandas más corrientes como The Moaning o Raise Hell. Me lo dejó el mismo colega que el de Symphony X y Blind Guardian y lo escuché con cierta frecuencia de aquella. También he de confesar que nunca más me volví a interesar realmente en la banda. De los otros, ya comenté algo y a Korn los odio con toda mi alma. Desde en primer día aborrecí todo lo relacionado con el nu-metal. Es un charco que sí puedo decir que nunca pisé.

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  6. 1. Nightfall in the middle earth (Blind Guardian): Uno de los puntos culminantes del power europeo. El desarrollo conceptual del disco terminó de consolidar su estatus e incluso llegó a circular el rumor de que habían existido conversaciones con la banda para la banda sonora del Señor de los Anillos. Junto al Imaginations me parece su mejor trabajo.
    2. Mechanical Animals (Marilyn Manson): el anticristo del metal moderno mostrando su cara más glam y más ganchera. Todo este disco es icónico (ya empezado por su portada xd) y está plagado de clásicos.
    3. Hellbilly Deluxe (Rob Zombie): otro "must have" icónico de la época xd. El 98 fue uno de los años clave para el rock/metal industrial ya solo por este trabajo y el anteriormente mencionado de Manson. El género ya había explotado años antes, pero se fue expandiendo y ambos discos, aún siendo diferentes entre si, muestran una cara más ganchera del estilo sin perder ni su fuerza ni su identidad.
    Tenía una deuda pendiente con White Zombie por aquí, porque en el top del 92, no hice realmente lista por orden de preferencia y no destaqué La Sexorcisto como me habría gustado, y en el del 95 se me olvidó poner Astro Creep 2000 (ambos discos fundamentales de los 90 que tendrían que tener una posición destacada en mis tops 10 xd).
    4. My Chemical Wedding (Bruce Dickinson): creo que en este coincidiremos la mayoría por aquí xd. Increíble como estaba Bruce justo antes de volver a Maiden. Es un disco de digestión más lenta que el Accident of birth, pero no sé si será todavía mejor. The tower es mi canción favorita de toda su carrera solista.
    5. Ja, Zoo (Hide): disco clave en la escena japonesa de los 90, como lo fue cada uno de los trabajos que publicó este genio la verdad. Con X Japan se convirtió en un icono, pero en solitario tuvo un éxito enorme también (en la escena asiática claro está). Un músico adelantado a muchos de sus compañeros de escena.
    6. System of a Down (System of a Down): mi preferido de ellos junto con el Toxicity. SOAD es una banda de Nu metal, pero tiene mucha esencia propia difícil de clasificar, y ya se les notó desde el primer momento.
    7. Follow the Leather (Korn): más Nu metal xd, pero es que es la época. Aunque es el disco comercialmente más exitoso de la banda, para mí no es su mejor trabajo. No obstante, tiene muchos momentazos y clásicos que a día de hoy siguen sonando con la misma frescura que en aquel momento.
    8. Vain Glory Opera (Edguy): uno de los trabajos power con más encanto de aquellos años. En aquel momento Tobías aún no había desarrollado al 100% su estilo vocal, y no es un trabajo tan teatral y barroco como lo que vendría después, pero tiene toda la esencia de la banda y excelentes temas. Un disco que recuperó de vez en cuando y siempre lo disfruto mucho.
    9. The sound of perseverance (Death): cambio radical respecto a lo anterior jajajaja. Me ha costado meterme con esta banda dado su estilo extremo, pero con los años, le he pillado verdaderamente el punto a algunos de sus discos. Este, Symbolic y su crudo y cavernoso debut son los discos que más me gustan de ellos. (P.d si, entré al disco gracias a Voice of the soul, y luego me muy acostumbrando al resto xd)
    10. Queens of the Stone Edge (Queens of the Stone Edge): mezcla de metal alternativo y stoner, se nota bastante el aire de Kyuss todavía. Gran carta de presentación del que sería el gran proyecto de la carrera de Josh Homme.

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    1. QOTSA es el ejemplo de que en la musica es mejor comer que ser un muerto de hambre.Escuché algubas canciones pero me parecia demasiado popular y yo prefiero el Stoner mas tirado.
      El Hellbilly se mr olvidó poner y el Follow the Leader lo empecé a escuchar un dia con el mp3 en clase de Edicación Fisica

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    2. Buff, estamos lejos llegados a estas alturas Rock4... con la diversificación de los 90, cada uno tiramos por nuestro lado y en 1998 veo que poco teníamos en común en gustos. Citas a Korn, Marilyn Manson, Queens of the Stone Age, System of a Down... músicos/bandas cuya propuesta aborrecí desde el primer día. Aquí no puedo tener casi ni opinión ya que son bandas que nunca en mi vida he podido ni escuchar.

      A Blind Guardian y Edguy sí que he de reconocer que los escuché bastante en aquel momento. Tuve Nightfall in the Middle Earth grabado en cinta y había alguna canción que me gustaba, pero siempre me pareció un álbum largo, autoindulgente y pomposo. Supongo que no soy tan seguidor de la fantasía épica como para encontrarlo realmente interesante. Para mí, Blind Guardian, llegan hasta Imaginations from the Other Side.

      También tuve en su día Vain Glory Opera y Theater of Salvation... Durante un breve espacio de tiempo escuche algé de aquel power metal melódico de finales de los 90. Ya lo comenté en la introducción, creo que la falta de verdaderos referentes me hizo agarrarme temporalmente a lo que había entonces y uno de los únicos asideros fueron álbumes como Powerplant, Fireworks, Legacy of Kings, Return to Heaven Denied, Symphony of Enchanted Lands, Oceanborn o Vain Glory Opera. De todos aquellos álbumes, que tuve originales en su día, creo que sólo conservo Powerplant y es porque Gamma Ray ya se habían ganado mi respeto previamente con trabajos tan consistentes como Heading for Tomorrow, Insanity & Genius o Land of the Free. No porque realmente lo siga escuchando. El resto, los debí vender hace ya más de 20 años...

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    3. Yo con esos grupos tampoco puedo. En su momento los escuché y ninguno, ninguno me gustó. Y mira que les di oportunidades (a unos más que a otros, la verdad), pero nada. No hay manera. Y a día de hoy, no significan absolutamente nada para mí. Tanto que cuando los "dinosaurios" dejen los escenarios, como tengan que llenar estadios con los nu metaleros y los del rock industrial, conmigo que no cuenten.

      Todo esto desde el respeto más grande, que sólo es mi punto de vista, claro.

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    4. En mi caso fue odio a primera escucha... Ya bastante pronto le empecé a coger cierta manía a las bandas de groove metal, a pesar de escuchar en su día álbumes como Vulgar Display of Power, Far Beyond Driven, Chaos A.D., o Burn My Eyes. Pero los Korn, Slipknot, Deftones y demás no me gustaron desde un primer momento y el día que Sepultura se subieron a ese carro también los descarté por completo. Chándal metal le llamábamos de forma despectiva. A Marilyn Manson lo conocí en el 95 con Portrait of an American Family y tres cuartas partes de lo mismo. Una primera escucha y ya sabía que eso no era para mí. Nunca he sentido el más mínimo interés por el nu-metal, el rock industrial o el stoner...

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  7. Poco que comentar aquí. Mi lista no llega a 10. Realmente de lo que salio este año es poca la atención que le he dado. De tu lista me gusta lo que se refiere al Heavy Metal, pero son discos que tengo mucho tiempo sin repasar y no me ha parecido el momento, es como dices, se nota la falta de ideas. Aquí agregaría el Psycho Circus de Kiss, que es para mi el mejor de los discos de su trilogía final. Es que soy fanático a muerte de ellos, crecí con esa banda, en su época de oro. Se que no eres aficionado a los discos de los 70,s, pero podrías hacer un top de 25 a 30 discos de esa década, es decir no irnos año a año, sino los discos mas importantes y llamativos de la década que lo comenzó todo. Seria muy interesante, hay discos y bandas muy importantes, que ayudaron a darle vida a casi todos los géneros del Metal.

    Un Saludo

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    1. Mala idea no es, ciertamente, puedo intentarlo, pero no sé si mis dominios me alcanzarán para escoger 25 "favoritos" de los 70 y, seguramente, sería un reparto entre Judas Priest, Black Sabbath y Rainbow, que son las bandas que realmente me gustan. Confieso que la década de los 70 es mi gran desconocida en lo que a hard rock y heavy metal se refiere. Siempre que hago acercamientos, me quedo a medias. Lo que escucho me agrada, pero echo en falta algo y siempre acabo decantándome por el plus de potencia que aportó los 80. Intentaré hacer una criba inicial y, si me sale algo, me pongo con ello. Aunque también es un guante que podrían recoger Burn o Lost. Ahí queda la idea...

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  8. Ademas de los que nombras, tienes a Led Zeppelin, Deep Purple, Uriah Heep, UFO, Thin Lizzy, Aerosmith, Kiss, Alice Cooper, Grand Funk Railroad, Sir Lord Baltimore, Budgie, Nazareth, Scorpions, Blue Oyster Cult, Queen, Montrose, Rush, Bad Company, Sweet, AC/DC, Ted Nugent, Van Halen y pare de contar.

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    1. Si por nombres, no es, claro que no. Te prometo que, en algún momento u otro, he escuchado todas esas bandas, pero nunca he llegado a sentir un interés genuino por ninguna de ellas. Incluso en aquellas bandas que vienen de los 70, pero que tuvieron carrera en los 80, estoy mucho más interesado en estos últimos discos que en los primeros. Judas Priest, Scorpions, Thin Lizzy, Black Sabbath, Alice Cooper o KISS me gustan mucho más en sus etapas ochenteras. La única excepción a esta regla son Rainbow, que alcanzaron el cielo con Dio al frente.

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