martes, 1 de octubre de 2024

Discos malditos capítulo 14: Barón Rojo - Desafío (1992 Avispa Records)

Decían que todo era un desatino, que cómo iban a seguir sin Sherpa y Hermes. La banda haría un exorcismo para eliminar al enemigo a batir. Ni ningún político se interpondría en su camino, y mucho menos, Ali Baba y los 40, podrían con ellos. Esta es la historia de lucha y superación de los hermanos de Castro por continuar con Barón Rojo hasta el final. En 1992 se enfrentaron a un "Desafío". Demostrar que todavía les quedaban muchas noches de rock and roll y que aún eran hijos del blues. Si crees como yo, que este disco es mucho mejor de lo que se piensa. Entonces, eres bienvenido a este malditos, el primer desafío de Barón Rojo...

¿Qué es lo que hacían mal? ¿Era algún pecado querer seguir con la banda a pesar de que los otros dos no querían hacerlo? Al grupo le sobraban señores censores, traidores e inquisidores. Lo que necesitaban era una nueva discográfica, y la encontraron en Avispa, Chapa se había ido al cuerno. Armando y Carlos, ambos guitarristas, eran hijos de una generación perdida. Esa que estuvo ahí, de los primeros, que llegarían a grabar en Londres su "Volumen Brutal", en el estudio propiedad de Ian Gillan de Deep Purple. El mismo donde Bruce Dickinson inmortalizaría sus gritos en "The Number of the Beast". Serían capaces de llegar a tocar en 1982 en el festival de Reading, junto a pesos pesados como; Iron Maiden, Twisted Sister, Gary Moore o los M.S.G. Hasta hubo la posibilidad de ir de teloneros de los AC/DC con su tercer disco "Metalmorfosis", e incluso se barajó la oportunidad de que fuera producido por el mismísimo Mutt Lange (el maestro de la reverb), pero todo se quedó en un casi sí, pero, que al final, fue todo no. 

Barón Rojo en Argentina, 1984 (Sherpa, Armando, Hermes y Carlos)

De sobra es conocido el mal ambiente que se vivía en la banda. Grandes broncas entre cuatro personalidades fuertes, cuatro egos que chocaban constantemente, y que se esas fricciones, cuando conseguían equilibrarlas, producían grandísimos temas, surgía la magia. Dos bloques dentro de la misma banda irreconciliables. Por un lado, los hermanos de Castro, Carlos y Armando y, por otro, José Luís Campuzano "Sherpa" y el batería de origen uruguayo, Hermes Calabria, apodado "Hermes", que mantenían un pulso constante por llevar la voz cantante. Sin olvidarnos ni un instante del 5º Barón, la gran letrista, Carolina Cortés (esposa de Sherpa), que como si fuera el 5º Beatle, sería un pilar fundamental en la composición de los mejores temas del grupo, especialmente, en el apartado letrístico. 

Barón Rojo tocando con Bruce Dickinson, Reino Unido, 1982

Las cosas habían llegado a un punto de no retorno. No se conocen muy bien las causas. Unos se tiran los trastos a los otros, y tampoco quiero decantarme por un bando o por el otro. En realidad, las razones las saben ellos. No quiero entrar en ese debate, ni convertir a los Barón Rojo en una especie de dos bloques, una trinchera en la que, o estás con uno, o estás con otro. El caso es que a finales del 89, Sherpa y Hermes saltaron del barco. Cúmulos de circunstancias, como cansancio de grandes giras, el estancamiento musical, la falta de un horizonte claro, y, la cada vez menos pujante escena heavy, habían hecho mella en la banda. Visto así, sólo quedaban dos opciones: una, chapar la banda, dejarla hibernada hasta que soplaran vientos cálidos o, seguir con el grupo. Los hermanos optaron por continuar la historia. Todo es muy respetable, algunos estaréis de acuerdo, y otros no, pero no hay que olvidar que el 50% del nombre del grupo era de ellos y, si me apuráis, en el terreno compositor mucho más, porque si bien es cierto que Sherpa y su mujer, Carolina Cortés, compusieron mucho, Hermes todo lo contrario (o bastante menos), por lo que es complicado determinar de quién es más el nombre o hasta que punto fue buena idea seguir. Si me preguntáis por lo último, mi opinión, creo que igual lo más sensato habría sido aparcar el avión y reflexionar, sopesar bien el siguiente paso. No pasaba nada por tomarse unos cuantos años (los que fueran) y volver más seguros y confiados. Bien con Sherpa y Hermes otra vez  o, sin ellos, pero con una formación sólida y con una discográfica fuerte que creyera en ellos, y no con los de Avispa, que los dejaron tirados a las primeras de cambio. Carlos y Armando no lo vieron así, querían la revancha y no quisieron esperar a que la cosa se enfriara. 

Formación que graba "Desafío", Niko, Carlos, Ramakhan y Armando, 1992

En todo caso, tíos, los hermanos estaban ante un reto muy jodido. Hicieran lo que hicieran, el resultado seguramente iba a ser el mismo... El heavy no interesaba, y mucho menos en España, la puntilla fue la explosión del grunge y toda la movida alternativa, que si ya de por sí, la cosa iba chunga, con todo eso comiéndole claramente la tostada al heavy, convertían la hazaña en toda una heroicidad. De ahí que el disco si titulara "Desafío", porque en realidad era un gran desafío, en donde necesitaban reemplazar a un músico tan carismático como el Campuzano, redefinir su sonido en un momento de transición y continuar con su legado... El recambio de Sherpa fue primeramente con Pepe Bao, conocido principalmente por haber estado en bandas como Manzano, y, para la batería, ficharon al tristemente desaparecido, José Antonio Nogal, alias "Ramakhan", que venía de haber estado con los Tritón. La sorpresa fue comprobar que también habían metido a un vocalista exclusivo, como un frontman dedicado, algo que se les pidió desde siempre, que aceptaran probar a un cantante en condiciones. Lo cierto es que un tal Maxi González (también proveniente de los Tritón) no cuajó y, aunque llegaron a girar así durante un año y a hacer un bolo en Francia, el experimento con un cantante al frente no hizo más que apoyar la teoría de los hermanos de seguir como estaban. Con Carlos como voz principal y, su hermano Armando, apoyando, como voz secundaria.

Todo parecía cada vez complicarse más. La partida de Sherpa y Hermes sonaba ya a una maldición de los faraones de Egipto, imposible de reemplazar, y el Barón no levantaba cabeza. Volaba a ras del suelo. El siguiente paso fue quedar como cuarteto, su esencia de siempre, y meter al bajo a Niko del Hierro, proveniente de los Ñu del José Carlos Molina, y que todavía no había montado los exitosos Saratoga. Con esta formación consiguieron meterse en unos estudios de la capital española, los famosos M-20, para por fin grabar su octavo disco.  Bajo la batuta de Carlos de Castro, que se encargó de la producción. Un día de marzo de 1992, en plena tormenta proveniente de Seattle, sale "Desafío" . El disco de la resurrección, su ave fénix, el nuevo vuelo del Barón que pretendía volver a surcar los cielos igual que hicieran a principios de los 80's. El resultado fue un disco rotundo, muy muy sólido, que igual no tenía himnos, pero sí 9 temas rockosos y una versión (en realidad son 10), potentes y bastante bien producidos, que presentaban a unos Barón Rojo renovados sin el pedigree de tener a Sherpa y Hermes en sus filas, pero muy serios.

Cubierta interior vinilo "Desafío", 1992

Musicalmente al disco no se le podía reprochar nada. Buenas composiciones, donde fundían letra y música de manera descarnada, y donde Carlos de Castro, cantaba muy bien. No vamos ahora a pedirle peras al olmo, pero su voz, dentro de sus limitaciones, todavía daba el pego. Las guitarras atronaban y la batería era contundente. Muy meritorios son los solos, que suenan pletóricos y todo daba la impresión de cohesión, un álbum compacto de puro heavy/rock, con aroma total a los Barón Rojo más cañeros.  

Esta era su apuesta de banda para afrontar los 90's, quitarse la maldición de Sherpa y tratar de combatir el avance imparable del grunge, devolver la ilusión y destruir la desidia generalizada hacia todo lo que olía a heavy clásico. Vale, no es el "Volumen Brutal" ni el "Metalmorfosis", pero creo, humildemente, que supera a unos inconsistentes (por no decir flojos u otra cosa) "No va más" y "Obstinato", y con "Tierra de Nadie" tengo mis dudas, lo voy a dejar ahí por la canción que daba título a su disco de 1987, pero como mínimo, este "Desafío" superaba a sus dos últimas placas.

"Te espero en el infierno" hacía de presentación de esta su nueva reencarnación a los Barón Rojo 2.0. Un temazo lleno de rabia para liberar toda las frustraciones acumuladas. El fallecido Jose Antonio Nogal, como si fuera Scott Travis en el "Painkiller" de Judas, hacía de maestro de ceremonias, desatando la batería con un break de entrada revelador de que los hermanos iban a muerte. Toda una declaración de intenciones. Las letras ya no eran los versos poéticos de Carolina Cortés, cierto, esas frases proféticas, encadenadas en una fonética perfecta, los habían sustituido por un ataque frontal y directo a todo lo que se movía. No dejaban títere con cabeza para demostrar que también había vida sin Sherpa ni Hermes. Dejaban claro que los hermanos no iban a tirar la toalla así de fácil. Se presentaban desafiantes y resilientes. 

Contraportada, CD "Desafío", 1992

Con "Ali Baba y los 40 criminales" entiendo que se referían a Los 40 Principales de la cadena Ser, esa emisora infame, que sólo apoyaba la música más popera y comercial. Las flores del mal, y Ali Baba sería el dueño de la misma, la voz de su amo. El caso es que aquí esas guitarras son puro fuego. Como crujen las jodías. Parecía que se habían ido los dos más listos, y quedaban los dos más tontos, pero nada más lejos de la realidad. El nuevo Barón de los hermanos de Castro era un animal más vehemente y visceral, lleno de mala hostia. No exagero si os digo que aquí hicieron una acercamiento muy logrado de unos Judas cruzados con unos Accept todo lo más aproximado que se podía conseguir en una España de 1992, con sus limitaciones y carencias dentro del metal.

"Señor censor" es como si Angus Young de AC/DC se pusiera a tocar el "Thunderstruck" pero más lento. Otra de sus composiciones mordientes y voraces, reivindicativas en contra del sistema imperante y del poder establecido que siempre los jodió.

Es cierto que se había perdido ese lirismo poético en las voces, y ya no había esa pulcritud sinfónica de antaño. Todo se había sustituido por más garra, sentimiento y pasión... Un nuevo Barón más directo y al grano, heavy, que seguía luchando contra  "El enemigo a batir". Los Barón Rojo siempre enemigos número uno, y los rivales a batir por las élites imperantes, que siempre les molestó la gente que no seguía sus dictados. Los jerarcas del Opus Dei eran como hormigas intentando que fueran todos los días a misa y leyeran el ABC.

Edición en casete de "Desafío", 1992

Qué aburridos eran los domingos hasta que llegaban las "Noches de rock'n'roll" donde bajaban un poco el pistón, para hacer algo menos cabreado y más rockero/blusero. Hasta buscaron un exorcismo para abrir la segunda parte de este "Desafío". Pero ni con esas, más bien el exorcismo lo necesitaban los fanes, que no les dieron ni la más mínima oportunidad al disco. Sin Sherpa ni Hermes no habría redención posible. Querían su dimisión. Se escapaba el tiempo, y La cosa iba finalizando con una preciosa, sentida y cariñosa "Hijos del blues" (Generación perdida). Otra de las grandes, perdurables y criminalmente olvidadas de su discografía. Carolina Cortés, la chica de la ciudad, estaría orgullosa de su letra. El inicio en acústico era para encender los mecheros (ahora serían los móviles) y levantarlos como si estuviéramos dentro de un pabellón esperando escuchar la de "Siempre estás allí"

Esto se va terminando con la versión de los Eisi disi, donde bordan de manera casi idéntica una arrolladora "Girls Got Rhythm" de ese icónico disco de los australianos llamado "Highway to Hell", cuando aún bebía (perdón, quería decir vivía) el inmortal Bon Scott. Y es que esta gente instrumentalmente eran impecables. Grandes instrumentistas con estudios de conservatorio, que se aburrían entre tanta partitura y trajes de frac, y decidieron pasarse al otro lado, a ese lugar marginal, donde moran los malditos y se acaba muy mal.

Contraportada disco en directo "Barón al rojo vivo", 1984

Aquí no es que no estuvieran Sherpa o Hermes, la cuestión no es esa. La cosa ya estaba perdida desde hace unos cuantos años. En algún momento de aquellas fechas, donde paseaban el "Volumen Brutal" por Europa y parte de Sudamérica, la batalla se perdió. Un caso perdido, que según cuenta Vicente Romero "Mariskal" creador del sello "Chapa Discos", productor y mánager de infinidad de bandas, entre ellas de estos Barón Rojo. Hubo un personaje con poder e influencia, que le llegaría a ofrecer un interesante contrato a la banda a cambio de que aceptaran unas condiciones. Entre ellas, acompañar a un prometedor cantante británico, y así poder grabar un disco y realizar una gira potente. El grupo se negó en banda, todo les pareció una humillación y no estaban dispuestos a bajarse los pantalones aunque eso les costara su carrera. Vicente Romero se dio cuenta de que las aventuras del Barón se acababan aquí. El precio del futuro se esfumaba y nadie iba a poner un centavo sobre ellos. Con las maletas llenas de deseos e ilusiones, volvieron para Madrid. 

Sherpa lo sabía, el grupo no iba a dar nada más. El Barón era un avión roto y desgastado. Las cuerdas de acero ya nadie las iba a tensar e inició su carrera como compositor para otros artistas (El Fary, sí, el mismo de "Dónde estará mi carro") o música infantil (No olvidemos que José Luis Campuzano venía de un grupo pop/rock sinfónico llamado "Los Módulos"). Así como, dibujante y escultor, que daba más pasta, que los Barón Rojo que eran una pena. Esta es la verdad, Barón Rojo acabaría tocando por pueblos y aldeas, metidos en una furgoneta y comiendo un bocadillo. Hasta que, al final, y por fin, en 2009, los hermanos se abrieron a reflotar el Barón original que los dos desertores del rock habían abandonado. Todo ya era muy tarde, tercos unos y los otros, la reunión se hizo tarde, mal y arrastro, de mala manera y sin ganas y, aún por encima, mirando cada uno por sus intereses (osea por su cuenta corriente). El resultado fue más de pena que de mierda (aunque también).

Cubierta interior disco "Larga vida al rock and roll", 1981

Esta es un poco la historia de esta gente. Fueron muy grandes, y estuvieron ahí, seguro que vendieron millones, con personajes como Bruce Dickinson, Ian Gillan o Michael Schenker cruzándose en su camino, pero, se podría decir, que entre todos la mataron y ella solita (casi) se murió, porque de momento, el último vuelo  todavía no lo han hecho. El "Desafío" se podría decir que fue superado, aunque no aceptado ni reconocido por los fanes, que nunca admitieron que los hermanos siguieran sin Sherpa y Hemes. Es cierto que algo de la magia del Barón se había perdido, como esa voz más melódica y variada de Sherpa, y esos temas tan épicos, epopeyas legendarias como "Hijos de Caín" o "Tierra de Nadie", pero eso no quiere decir que no pudieran volver a aparecer, "Desafío" era un buen comienzo a otros Barón, un primer paso para demostrar que eran capaces de pilotar la nave ellos solos. Con unos pequeños ajustes y reparaciones, el caza podría volver a hacer alguna pirueta. Los hermanos necesitaban un poco de tiempo y una oportunidad que nadie les dio (aunque vendió unas 50.000 copias). Todo el mundo les dio la espalda y, poseídos por Satán, aquí se acabarían para siempre. A partir de aquí se harían una banda irrelevante que viviría más o menos decentemente de su pasado... 8 discos hasta 1992, con canciones inolvidables, bandas sonoras de mucha gente, de las mejores que se han hecho en el rock cantando en la lengua de Cervantes hasta nuestros días. Por eso, hoy, aquí, ahora y siempre. Su triste final no empañará su huella: Larga vida al Barón!!!!

7.5/10

A la memoria de José Antonio Nogal "Ramakhan" (Dep).

José Antonio Nogal "Ramakhan" (Dep)

10 comentarios:

  1. Baron Rojo... mi primer concierto con 14 años. Qué recuerdos... Gira del Obstinato y comienzo del declive. Allí ya se veía que no había química ninguna entre los 4. Prácticamente ni dirigirse al público, y uno de los hermanos tocó 3/4 partes del concierto de espaldas al público y también a sus compañeros. En fin...

    Respecto al Desafío y la posterior carrera del grupo, no se puede decir nada que no se sepa ya. Los hermanos son unas máquinas con sus instrumentos pero, vocalmente, no pueden hacer frente dignamente a su legado. En estudio vale, pero luego hay que defenderlo en un escenario.

    6 pelado a este Desafío que casi parece más un reto.

    Por cierto, los he visto en la Feria de Albacete hace unas semanas y, tengo que decir, que de todas las veces que los he visto sin Sherpa a la voz, esta ha sido la que mejor han defendido un set completo.

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    1. Pues a mí este "Desafío" me parece bastante bueno. Por lo menos me parece mejor disco que el "No va más" y el "Obstinato", que ya se notaba que la cosa entre ellos ya iba muy descaifenada. Por lo menos en este "Desafío" recuperaron la garra y la potencia. Les salió un disco muy cañero. Más heavy. Volvieron un poco a ese volumen alto que tenían en "Volumen Brutal" y "Metalmorfosis".

      La gente nunca admitió que siguieran sin Sherpa y Hermes. Esto se lo tomaron con la banda de los hermanos, y en parte es así, pero con todo, el trabajo lo veo muy digno. No era fácil seguir sin el Sherpa y, sobretodo, también sin la mujer de este. La Carolina Cortés. Date cuenta que perdieron un binomio compositor muy importante. Sherpa daba un toque muy sutil y épico a la banda. Además aportaba más variedad en la voz. Por eso digo, que dadas las circustancias, este "Desafío" lo veo como un renacer a unos Barón más duros y directos. Una reconversión bastante lograda. El Carlos todavía cantaba bastante bien. Y los dos recambios eran bastante buenos. Fíjate que después el Niko del Hierro montó los Saratoga, que le fue muy bien. Y el Ramakhan era un batera muy poderoso, con mucha pegada. Yo creo que este equipo podía funcionar. Pero entre lo del grunge, el poco tirón del heavy en España y que no estaban Sherpa ni Hermes, la gente no los apoyó.

      A partir de aquí, sí que se podría decir que Barón Rojo era la banda de los hermanos. Aguantaron bastante bien el tipo hasta que el Carlos se fue quedando poco a poco sin voz, y hoy en día, es una pena verlo cantar. Desafinando, no llega a los tonos, una pena. Probaron una vez meter a un cantante dedicado, pero les salió mal, y nunca más quisieron meter cantantes. Ya sabes que son muy suyos.

      Para mí, ya te digo. Creo que con "Desafío" hicieron su último gran disco.

      Gracias por pasarte y comentar. Un saludo, JCSG.

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  2. Tremenda reseña Lost! Bien detallada y hecha con pasión! Este disco nunca lo escuche! Asique me pondré a ello!!! Saludos rockers!

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    1. Dale, Fletín!!!!! Es el primero que sacaron sin Sherpa ni Hermes. Tiene mala fama, pero para mí, es bastante bueno. Para mi gusto, mejor que el "Obstinato" y el "No va más". Ya me contarás, a ver qué te ha parecido. Te espero en el Infiernoooooo!!!!! jajjajajaja

      Un saludo, y gracias por pasarte... Aguante!!!!!

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  3. Vinieron a Mérida con Iron Maiden,Slayer y unos cuantos mas hace tiempo y sin Sherpa(este vino un par de veces en plan acustico y otra con Julio Castejón)ni Hermes creo y los puso la organización despues de Maiden a la 1 de la mañana y todo el mundo yendose.También vinieron el año pasado pero no pude ir.
    Por cierto¿viste el documental?da mucho mal rollo

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    1. Sí, lo vi. Siempre tuvieron muy mal rollo entre ellos, y siguen igual. No hay manera de que se entiendan. Ahora ya no creo que se reconduzcan porque están, tanto unos como otros, en el final de sus carreras. Tuvieron la opción en el 2009, aunque ya era algo tarde, todavía se encontraban en buena forma, pero lo hicieron todo por la pasta, y fue una puta pena. Ver a unas leyendas como ellos salir a un escenario, con dos luces y una pantalla pixelada de fondo, te caía el alma a los pies. De las reuniones más cutres que se recuerdan en el heavy. El caché todo se lo metieron para el bolsillo, y no quisieron renunciar a nada, para no invertir ni un euro en un buen juego de luces o algo de atrezo en el escenario. Si hasta les ofrecieron grabar un DVD/CD de la gira, pero tampoco aceptaron porque no les pagaban lo que querían... En fin, una pena...

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  4. Yo los vi hace unos años en Pontevedra con Obús y fue una mierda bastante gorda. Igual yo no iba muy predispuesto a disfrutarlo, pero me pareció bastante decadente. También te digo, Barón Rojo, más allá de Volumen Brutal y Metalmorfosis, no me interesan demasiado. Esos discos son dos putas joyas, al mismo nivel que cualquier banda internacional de heavy metal de la época, así de claro. Ya todo lo que vino después... Creo que aguantan el tipo dignamente hasta Tierra de Nadie y desde No Va Más dan bastante penica. Siempre se salva un par de temas por cada álbum, pero, en general, los veo flojos, además de que suenan como el culo. El bajón que pegaron a nivel de sonido con En Un Lugar de la Marcha es terrible. Pasar de tener unas producciones de primer nivel a esa mierda es algo intolerable. Y no me vale lo de que tuvieron que venir a grabar a España y no había medios, los discos que graban Obús, Ángeles del Infierno o Banzai a mediados de los 80 suenan poderosos como el trueno al lado de Barón Rojo, jajaja. No hay que ser condescendientes por lo grandes que fueron, un Maldito Sea tu Nombre le pinta la cara a cualquier disco de Barón post Metalmorfosis sin dificultad.

    Recuerdo haber escuchado este Desafío en los 90 y olvidarlo por completo. Supongo que de aquella no encontré nada muy allá por lo que retenerlo en mi memoria. El otro día me lo puse cuando me dijiste que lo ibas a reseñar y no está mal, es un disco medianamente digno. La producción es pasable, aunque si lo comparamos con lo que se hacía por el mundo adelante en 1992, otra vez quedan bastante en evidencia. La voz de Carlos de Castro nunca me ha gustado (prefiero claramente los temas cantados por Sherpa) y la base rítmica, pues correcta, sin más. Tocan lo que tienen que tocar. Me habría gustado escuchar a esos Barón en estudio con Maxi González, el tio no lo hacía mal con Tritón. No creo que hubiera cambiado mucho la historia, pero seguramente habría mejorado las prestaciones de Carlos de Castro y habría permitido que este se concentrara en las guitarras. Hay un vídeo en Youtube por ahí, aunque resulta bastante complicado escuchar la voz:

    https://youtu.be/f-DplPZuJuI?si=5k6lzV_OvqdC5cLV

    En definitiva, Barón tuvieron un momento clave en 1983 con el que deberían haber pegado un empujón para ver si llegaban a algo. Quizás fue cosa del idioma, quizás no tuvieron la oportunidad, pero al volverse a España y hacer las cosas "a su manera", creo que se convirtieron en una banda irrelevante que lleva viviendo 40 años de una leyenda enorme, pero bastante breve... Aunque hay muchos en el mundo del heavy metal como ellos, mirad a Anvil. Igual estoy siendo un poco duro, pero su toma de decisiones de 1984 en adelante creo que es, cuando menos, cuestionable. Una pena porque llegaron a ser brillantes en sus primeros años de historia.

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  5. Con Obús no esto de acuerdo. Los dos primeros suenan espantosos. A partir del tercero, "El que más" es cuando empezaron a sonar algo decentes. Aunque yo me quedo de calle antes con Barón Rojo que con Obús, vamos, sin pensarlo un segundo. Y con Ángeles del Infierno también...jajajajjj

    Y lo de Maxi González, pues sí, hubiera molado que lo aguantaran un poco más, pero es que la cosa no funcionó. Es así. Se les pidió mucho que metieran un cantante en condiciones, pero después nadie apoyó la historia. Y entre que los hermanos no estaban muy convencidos, y que la peña tampoco empujó, fue la escusa perfecta para volver a su esencia.

    Yo creo que la formación del "Desafío" pudo haber dado más juego. Estaba el Niko del Hierro, que era un tío que tenía algo de talento y que después se montó con el Jero Ramiro los Saratoga, y mira dónde llegó. Y el José Antonio Nogal "Ramakhan" era un batera muy poderoso, con pegada que aportaba mucha energía al grupo. Yo no sé que más se le puede pedir a ese disco. Creo que es una continuación muy digna. Desde luego, se come al "No va más" y al "Obstinato", y eso que estaban Sherpa y Hermes, pero la gente nunca aceptó que los hermanos siguieran solos. En fin. Están los Judas Priest sin KK Downing y Glenn Tipton, y parece que no pasa nada, nadie protesta, pero Barón Rojo se ve que no podía seguir sin los otros...

    No sé, Witch. Yo creo que tuvieron su momento con "Volumen Brutal" y "Metalmorfosis" que los grabaron en Reino Unido, pero se ve que nadie los quiso apoyar en condiciones. Una, porque la discográfica que tenía los derechos de esos discos para editarlos fuera, Kamaflage Records, se fue la mierda. Dos, parece que hubo cierto interés, pero en realidad sólo los querían de comparsa para potenciar a un cantante británico. Tres, se vinieron para Madrid, y los de Zafiro Records, se quedaron con la pasta de las ventas millonarias de sus trabajos y, al parecer, no les dieron un duro, ni invirtieron nada en promoción y publicidad. Si es que hubo posibilidad de ir tres meses de teloneros de AC/DC, y todo se fue al garete porque la discográfica no quiso adelantar ni un duro de la gira. Cuatro, no se tragaban entre ellos. El grupo era una pelea constante. Así ya me dirás a dónde puedes ir, con una banda que era una caja de dinamita a punto de explotar. Y cinco, la nula visión de negocio de los hermanos. Que sólo miraban el tema económico. Si sólo hay que ver la reunión del 2009 que aquello fue de pena.

    Pudieron haber sido mucho más grandes, pero entre que no tuvieron nada de suerte con discográficas, mánagers, ni nadie que los supiera llevar. Y que ellos eran muy talentosos, pero con nula inteligencia para llevar una banda, ni miras comerciales. Como decía en el reportaje: entre todos la mataron y ella solita se murió..

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    1. No, si a mí Obús no me gustan ni un pelo, pero no me negarás que El Que Más, que es del 84, suena bastante más potente que En Un Lugar de la Marcha, que sale un año más tarde. Hablaba de las grabaciones de Barón y de cómo dieron un paso atrás en calidad después de Metalmorfosis. Joder, es que los discos grabados en los Estudios Mediterráneo aquellos años suenan de puta madre, pero no se puede decir lo mismo de las grabaciones de Barón en Madrid de esa época. No creo que hicieran bien grabándose a sí mismos sin un productor en condiciones. Hasta cuando Carlos de Castro producía otras bandas sonaban bastante mal... Y no me digas que yo no rajé bien a gusto de lo de Judas sin Tipton y Downing en el Portal, mira que dije veces que para mí ESO no son Judas Priest.

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    2. Ese intro te hace emocionar. Te avisa que lo que viene es candela y en este caso en un disco de Barón Rojo, la gran Banda de España y de Hispanoamérica en general, que se atrevía a editar un disco sin el 50% de los miembros originales. Vamos que los sustitutos no eran mancos, pero ya lo explica Carlos en el documental, falta el toque comercial que Sherpa le daba a la Banda y que él y su hermano, no habrían sabido darle, es decir la musicalidad, los ganchos necesarios para vender muchos Discos y aquí no está ni lo uno ni lo otro. Por eso los fans pasaron de largo, no es el Barón de siempre, es otro, potente y todo, con brillantes y poderosas guitarras, pero eran la versión 2.0, que no supera la primera. Del debut hasta Tierra de Nadie, hay un montón de canciones, que son lo mejor que hicieron y que jamás superarían, además no está Sherpa para tomar el micrófono, que era un rasgo distintivo del Barón, dos voces, un lujo que en la mayoría de las Bandas no se da y que ofrecen una variedad necesaria para que seas una Banda grande y te digo, que me gusta mucho mas Carlos que Sherpa, pero esa alternativa de tener dos voces era muy atrayente, sabias que si cantaba Sherpa, luego vendría Carlos en la siguiente o viceversa, una dualidad, una versatilidad que ofrecían y que no encontrabas en otro lado. Además que la sección rítmica que ofrecen Niko y Ramakhan, es potente, cañera, pero no tienen la musicalidad de Hermes y Sherpa, que le daban ese sabor, que le aporaba, un toque de elegancia rockera, a las canciones. Otro detalle importante es que el peso de la composición de los temas es solamente de lo hermanos y si no tienes la competencia de Sherpa y su esposa, como que puedes terminar acomodándote y no terminas de pulir bien los temas y más si no va a ver otro que presente los suyos y puede que sean mejores. Así que Lost, no fue capricho de los fans, eran varios los factores que los impulsaron a pasar de largo y aun así 50.000,00 fieles a la banda los respaldaron, claro que no alcanzo para llegar cerca de las producciones anteriores. El Desafío como álbum me gusto y tiene sus momentos brillantes. Para mí un 7,5 como disco de Hard & Heavy y un 7 como Disco de Barón. Es un Disco maldito, pero no por malo, todo lo contrario, pero no mueve el piso, de sus obras anteriores.
      Gracias Lost por la Reseña, desde que la publicaste me metí de lleno en su discografía, repasando, además de este, todos esos grandes Discos, a leer otras reseñas, a ver de nuevo el Documental y a recordar los buenos tiempos con mis amigos, que cuando le dábamos play a sus discos, era como si nos íbamos a un lugar desconocido, donde solo nosotros podíamos disfrutarlos, en un trance total. Como dice Onan en la reseña de En algún lugar de La Mancha, al escuchar hoy sus discos “te permite, por un rato, volver a ser quien fuiste”.
      Un Saludo

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