martes, 17 de septiembre de 2024

Las 10 de Dave Murray

David Michael Murray, más conocido como Dave Murray debe de ser una de las estrellas del heavy metal más anónimas y discretas que se conocen. Un hombre reservado y tranquilo del que nunca se han conocido grandes escándalos, y siempre a la sombra, como buen y fiel escudero, de Steve Harris desde casi sus inicios, limitándose a tocar su Fender Stratocaster en cuerpo y alma para Iron Maiden. Con este humilde reportaje os propongo recorrer un poco su figura a través de sus contribuciones a La Doncella. Un secundario de lujo, un jugador de equipo, que maravilló a Steve Harris con su forma de tocar y del que nunca quiso desprenderse. Junto con Adrian Smith haría una de las duplas guitarrísticas más míticas y famosas de la historia del Heavy Metal: las famosas Twin Guitars... Puede que no sea el más talentoso y el mejor compositor de la banda, pero seguro que sin su maestría a las seis cuerdas, su dedicación y compromiso, Iron Maiden nunca hubiera sido lo mismo. Aquí va mi reconocimiento y homenaje a su figura con Las 10 de Dave Murray...


Dave Murray con su Fender, años 80´s
10 son las canciones que ha compuesto a lo largo de su época más clásica en Iron Maiden. Esa que va desde su primer y homónimo disco de 1980, hasta el "Fear of the Dark" en 1992, que es donde creo que los británicos ponen fin a su era más dorada. He preferido hacerlo así para centrarnos en su primera etapa cuando vivían sus momentos más gloriosos. No todas ellas las compuso en solitario, algunas son compartidas con otros miembros de la banda pero, sí todas, llevan su sello inconfundible. Ese que salía de sus inseparables Fenders Stratocasters que sería su marca de hachas de referencia. Guitarrista completamente autodidacta, criado en los años 60's, en un barrio humilde de la pequeña ciudad de Edmonton, al norte de Londres, su origen modesto, en donde su casa el dinero escaseaba, y las peleas entre sus padres eran constantes, forjarían para siempre su personalidad y su forma de enfrentarse al mundo. Su vida cambiaría radicalmente cuando con tan solo 15 años por la radio escuchó el "Voodoo Child" de Jimi Hendrix y, a partir de ahí, la guitarra se convertiría en su obsesión y la música en su pasión.

Siendo amigo de Adrian Smith, el Little Dave (así es como lo llamaba su madre) tendría la oportunidad de su vida cuando conoce a Steve Harris, que llevaba apenas 6 meses al frente de Iron Maiden, y este quedó completamente maravillado con la destreza y melodía que desprendían sus dedos. Entrando inmediatamente en La Doncella como guitarrista fijo. No todo sería así de fácil, ya que Harris, mal influenciado por el cantante que llevaban de aquella, un tal Dennis Wilcock, despediría al pobre Dave (cosa que le pesaría de por vida) por líos de faldas... El destino, siempre terco y caprichoso, se ve que quería que Dave Murray fuera guitarrista de Iron Maiden, que Harris y el propio Wilcock, tan sólo unos meses después, volvieran a llamar a Murray para quedarse para siempre como uno de los guitarristas más legendarios de Iron Maiden.

Los Twin Guitars, Dave Murray y Adrian Smith, años 80's
Esto es un poquito una breve introducción para daros unas pinceladas de sus difíciles comienzos. Donde el dinero escaseaba, pero su tenacidad, amor y lealtad por la banda lo transformaron en un pilar fundamental que lo llevaría a convertirse en un  fiel escudero de Harris hasta nuestros días. Con Adrian Smith haría una máquina perfecta, un binomio letal y certero, que los convertiría en una de las duplas más recordadas y queridas del Heavy Metal, creando escuela y marcando a toda una generación de chavales. Si Dave era la perfección, la fluidez y un sonido un poco más sucio, Smith era la pura melodía. Esas dos guitarras eran como una tela de araña. Una bomba de melodías y armonías que esculpirían auténticos himnos y llevarían a Iron Maiden a convertirse en la mejor banda de heavy metal del mundo.

Cuando hablamos de Maiden, todos los focos y luces van proyectados siempre a Harris, Dickinson o Smith, como sus máximos genios y creadores, y es verdad, pero si hay un arma secreta, tapada y poco reconocida, un as escondido, ese es sin duda, la guitarra de Murray. Su carácter reservado y hogareño, unido a su poca contribución compositiva, lo han relegado siempre a un injusto y despreciado segundo plano. El cara de muñeca, de sonrisa eterna, el hombre tranquilo no era un gran compositor, pero sí poseía una técnica magistral que le daba ese toque mágico a los temas compuestos por el resto de la banda. Esa llave secreta se conoce como técnica del Legato. Estilo personal y complejo de interpretar, también conocido como ligado, que Dave manejaba a la perfección y que le daba una gran fluidez y velocidad en las notas, interpretando las partes muy rápidas, consiguiendo un sonido muy suave y particular. Os puedo asegurar que, sin su forma y calidad interpretativa, esas composiciones magistrales de  Harris, Dickinson y Smith no serían lo mismo. Pero, para entrar ya en materia y comprobar todo eso, que mejor que  empezar por abordar sus composiciones (algunas de ellas nunca tocadas en directo) en Iron Maiden desde el principio...

1. Charlotte the Harlot ("Iron Maiden", 1980)

Por orden cronológico aquí está la primera de esas canciones. Un tema que aparecería en su mítico primer y homónimo disco. Un álbum especial, lleno de himnos. Qué os voy a contar a estas alturas que no sepáis de piezas como "Running Free", "Phantom of the Opera" o "Strange World". Pero, ahí escondida, casi al final, estaba esta "Charlotte the Harlot", un tema siempre considerado menor, dedicado a una prostituta ficticia llamada "Charlotte" (aunque ellos o más bien Murray nunca lo dejaron claro) que firma en exclusiva el propio Dave, donde nos cuenta los peligros que pueden llevar a un hombre cuando se enamora de una mujer de mal vivir. Tema más complejo de lo que parece, donde la historia seguiría siendo recordada en la canción "22 Acacia Avenue", continuaría en la de "Hooks in You" y finalizaría en la parte trasera de una motocicleta en "From Here to Eternity". Joder, para el Murray. El más discreto de todos y se casca casi un tema épico, de saga, que duraría hasta el "Fear of the Dark". Hay que ver lo que dio de si la historia de amor entre un cliente y una fulana.




2. Sanctuary ("Iron Maiden", 1980)

Otro tema de la época del debut de Maiden, aunque este, en sus inicios no salía en la edición europea del disco, sólo en la estadounidense. Cosa que subsanarían en la reedición de 1998. "Sanctuary" sería uno de los singles del disco, y la primera en la que, junto con Murray, le echarían una mano en la composición, Di'Anno y Harris. El tema cuenta la historia de un asesino, fugado de la ley, que buscaba refugio en el amor incauto de una mujer. Hay cierta controversia sobre la verdadera autoría de esta pista. Unos dicen que la canción original fue escrita por un guitarrista llamado Rob Angelo, y que la banda le pagó 300 libras por los derechos. Y otros, que el tema fue de siempre compuesto por los propios Maiden. Sea como fuere, lo más llamativo fue la portada donde salía la mascota Eddie cargándose a la mismísima primera ministra británica Margaret Thatcher, lo que provocó un gran revuelo y una publicidad adicional buscada por uno de los cerebros en la sombra de Maiden, como era el super mánager Ron Smallwood. A partir de aquí, esta pieza se haría fija en sus directos, donde la utilizaban mucho para finalizar los mismos. Para ilustraros la calidad del tema, os dejo la interpretación que hizo la banda en directo, en la monstruosa y épica gira "World Slavery Tour" (84-85), donde se puede observar las leyendas que eran estos tipos y por que llegaron a lo más alto del Heavy Metal.


3. Twilight Zone ("Killers", 1981)

Dejamos sus influencias punk, para adentrarnos en su segundo disco. El "Killers", con una de las portadas más terroríficas de todas. Donde salía un Eddie totalmente asesino. En este álbum la contribución de nuestro querido Murray sería casi testimonial, firmando únicamente un tema a medias con el jefe Harris. La pista se llama "Twilight Zone" e iría de cuarto sencillo, donde curiosamente, no fue incluida en la edición británica del álbum. Este posiblemente sea uno de los temas más desconocidos de todos los que llevan la firma de Murray. Y, para este humilde servidor, donde Paul Di'Anno hace una de las mejores interpretaciones vocales de su carrera. Un tema rápido que volvió a generar mucha polémica en la prensa de la época, donde decían que salía un Eddie voyeur espiando a una mujer en su dormitorio. En realidad estamos ante la primera canción de amor de la banda, donde en verdad su mascota contactaba con su amante desde el más allá. Lógicamente, los medios de aquella interpretaron lo que les dio la gana. También decir que en una entrevista hecha a Adrian Smith, este dijo que fue un tema hecho deprisa y corriendo y que él había escrito parte de la armonía, aunque nunca fue reconocido.


4. Still Life ("Piece of Mind", 1983)

Es el turno del cuarto disco de estos colosos. El álbum más literario, cinéfilo y mitológico de todos (el preferido de Harris). "Piece of Mind" es como una viaje por pasajes de la historia (no olvidemos que Dickinson es historiador) y una debilidad personal. Después del insuperable "The Number of the Beast" le otorgo la medalla de plata en su discografía. Aquí se encierra una de mis piezas preferidas compuestas por El Maestro de Edmonton. "Still Life" me parece una de las grandes composiciones más olvidadas de su discografía. Un corte sublime y exquisito, iniciado como un susurro, donde cantan sobre un joven obsesionado con los espíritus que moran en un estanque, para acabar arrastrado junto con su pareja al fondo del mismo. El tema tiene un embrujo especial, si la escucháis os pasará como al protagonista de la canción, acabaréis como él, hechizado por unas melodías iniciales como fantasmagóricas bajo la voz de Dickinson que pone la guinda a un corte mucho mejor de lo que parece. Se acabaría uniendo McBrain para explotar la canción y llevarnos al delirio. "Still Life" sería interpretada en directo durante un tiempo, hasta que, tal vez, quién sabe, acabó siendo atrapada por la maldición del joven del estanque.



5. Deja-Vu ("Somewhere in Time", 1986)

No soy un gran seguidor de este álbum. El disco futurista y más experimental de Maiden, con una portada llena hasta el más mínimo detalle de curiosidades, tiene temazos, pero ese sonido sintetizado en las guitarras siempre me ha tirado para atrás. No me acostumbro, lo siento, tíos. Nuestro protagonista aquí se dejaría ver en un sólo tema, la de "Deja-Vu", ayudado por Steve Harris, sería su única contribución para esta obra arriesgada (para algunos maestra) de 1986 llamada "Somewhere in Time". El corte trata sobre un tema tan misterioso como interesante, la paramnesia, esa sensación de estar viviendo una experiencia que ya se ha vivido previamente. La banda aquí lo aborda de manera natural, sin rodeos, con un estribillo totalmente arrasador. Ese "Feel like I´ve been here Before" cantando por Dickinson eleva el tema, pero sin llegar a convertirlo en lo mejor del disco y tampoco para ser llevado a sus directos.



6. The Phropecy ("Seventh Son of a Seventh Son", 1988)

Llegamos a una de sus cimas musicales y de todo el heavy metal. Es la hora de número 7. El "Seventh Son of a Seventh Son". Su disco, ahora sí, casi conceptual basado en una novela de Orson Scott Card, donde desarrollan la vida de joven ficticio llamado Alvin Maker (hijo de un séptimo hijo) -de ahí que fuera poseedor de unas facultades adivinatorias sólo al alcance de seres especiales-. Y muy especial es toda esta monumental obra de los de Harris. "The Prophecy" aparenta discreta, pero es que en medio de semejantes hits, hasta las mejores composiciones os pueden parecer pequeñitas. Cualquier canción del disco es una masterpiece. Para muchos, su última gran obra y cuando, a partir de aquí, su magia empezó a desvanecerse. Pudiera ser, la profecía del 7, fue una obra maestra absoluta, una especie de portal a otra dimensión, donde toda la banda, incluido Murray, estaban tocados por un hechizo especial del que nunca más disfrutarían. Hay también quién dice que con este álbum empezarían a jugar en serio con su vena progresiva. En cualquier caso, disco misterioso y esotérico, que abría una puerta a otros mundos y donde parece que un vidente andaba suelto...




7. Public Enema Number One ("No Prayer for the Dying", 1990)

En ninguna oración para los moribundos, nuestro entrañable Dave se despachó con nada más y nada menos que dos temas. La segunda vez que El Mago de Edmonton contribuía con dos piezas que llevarían la firma de su pluma. La primera sería esta buena "Public Enema Number One" donde la banda llegaba muy agotada y desgastada entre luchas internas al final de los 80's. Adrian Smith había abandonado la nave y El Espadachín de Oro matinaba su partida de La Doncella. Con un grupo tratando de superar la fuga de Smith y adaptarse al nuevo miembro Janick Gers. Los británicos parieron el que durante años fue considerado su peor disco. Después de un maravilla sonora como "Seventh Son of a Seventh Son" era difícil sacar un trabajo. Con todo, todavía seguían siendo Iron Maiden, y el álbum, aunque flojo, salvaba los muebles. En parte, gracias a composiciones como esta "Enemigo público número uno" donde Murray haría por primera vez pareja compositiva con Dickinson, en una de las mejores del disco para denunciar a los gobiernos y políticos que joden a personas como las mencionadas en la canción. 



8. Fates Warning ("No Prayer for the Dying", 1990)

Más estándar y convencional sonaba esta segunda contribución de Murray al octavo disco de la banda. "Fates Warning", con un aroma hard rockero y sin la brillantez de la anterior, le costaba subir el nivel del disco. La banda trataba de recuperar su sonido clásico, volver un poco a su esencia, temas más cortos y directos, menos excelencia y más ir al grano, pero la inspiración no aparecía. Las mastodónticas giras y las guerras intestinas por el poder y control del grupo desangraban a La Doncella. Tampoco la producción brillaba y todo era un quiero y no puedo. A pesar de las circunstancias, el tema ofrece unas buenas cabalgadas, que tampoco dieron para ser incluida en sus conciertos y aborda un tema siempre fascinante que ya os comenté en el reportaje de Manowar: ¿Nuestras experiencias no son más que un cúmulo de casualidades o nuestras vidas ya están predestinadas?




9. Chains of Misery ("Fear of the Dark", 1992)

Y los temibles 90's llegaron para el heavy metal, cogiendo a los fanes sin saber que el esgrimista estaba a punto de emprender su carrera en solitario. Todo era un secreto a voces, menos para los seguidores, que todavía no se lo creían. Iron Maiden estaba en una completa encrucijada. Con el grunge devorando todo, el heavy metal se encontraba for sale. Menos para Steve Harris, que se armó de valor y ante la adversidad, siguió apostando sin contemplaciones por el heavy metal.  Conseguiría rehacerse del flojo "No Prayer for the Dying" entregando un mejor "Fear of the Dark" que devolvía a la banda a los primeros puestos y a encabezar por  segunda vez el mítico "Monsters of Rock" de Donington Park. Murray no quería perderse la fiesta y se apuntó al festín con dos buenas Murray's songs. En primer lugar iba esta metafórica y profunda "Chains of Misery", con una gran historia, pero metida en una música que no luce, por quedar eclipsada, enterrada en el fondo del disco, donde sobresalían joyas como la balada por antonomasia de La Doncella "Wasting Love" y por preceder a lo que sin lugar a dudas debe de ser una de las mejores composiciones de toda la carrera de Dave Murray: "Judas Be Me Guide"



10. Judas Be Me Guide ("Fear of the Dark", 1992)

Murray y Dickinson, años 80's
Broche de oro final para cerrar esta historieta sobre la figura de Dave Murray, con un (su) temazo en mayúsculas "Judas Be Me Guide" es una de las grandes tapadas del "Fear of the Dark" y me atrevería a decir de toda su producción discográfica. La última asociación magistral con Dickinson, para regalarnos un tema soberbio. Letrísticamente interesante y musicalmente completo. Lástima que se quedó incomprensiblemente relegada al olvido y que nunca han tocado en directo. Hoy, aquí, le presentamos su merecida pleitesía. Se abren las puertas del templo en una apoteosis final con "Judas Be Me Guide". Sólo la entrada es para santiguarse, enlaza perfecta con un ritmo endiablado. Y ese estribillo cantando por Dickinson, la convierten en la guía de Judas perfecta para llevarnos al éxtasis del reportaje. Con miedo a la oscuridad, la época clásica de La Doncella de Hierro llegaba a su fin, Bruce emprendería su aventura en solitario, y la banda se encomendaba a probar el experimento Blaze Bayley, aunque eso, es otra historia...





Dave Murray, años 80's
10 canciones os pueden parecer poca cosa, y seguramente tengáis razón. Aunque si las metiéramos todas juntas en un mismo disco, el álbum sería bastante bueno. En todo caso, ha quedado claro que las fortalezas de este hombre no eran la composición, eran otras... Lo más bonito de todo es esa sensación final de que Dave Murray podríamos ser cualquiera de nosotros...

Hasta aquí esta mi pequeña contribución a este modesto guitarrista, que surgió de la nada, y que se fue haciendo a sí mismo con trabajo y dedicación. Acabaría siendo el segundo miembro original más longevo después de Steve Harris, y el único que, junto con este, ha participado en todos los discos de la banda. Un tío como tú o como yo, un currante de la música, un chico de barrio, que sin hacer ruido llegaría a lo más alto del heavy metal. Y, lo más importante, nunca se creyó nada. Podía andar por ahí presumiendo, paseando sus ferraris llenos de tías, y a dedicarse a malgastar su fortuna por el mundo adelante. Pero muy lejos de eso, que yo sepa, todavía vive con su mujer de toda la vida y la hija que tienen en común en una remota isla de Hawái, echando unas partidas de golf (su único vicio de rico) con su colega Nicko Mcbrain de vez en cuando. Nunca ha dado un problema, ni ha querido un mayor protagonismo que limitarse a tocar su guitarra, en ese lado derecho del escenario, para mayor gloria de Iron Maiden. Así ha sido, y así seguirá... como tiene dicho en las pocas entrevistas que ha concedido: cuando las luces se apaguen, echen el telón y Maiden diga adiós, su hobby será tocar blues en un algún garito perdido de Londres. Esperemos que para todo eso todavía queden bastantes años... Hasta la próxima amigos.

5 comentarios:

  1. Muy chula tu reivindicación a la figura de Dave Murray. Todos los fans sabemos que el tío es de perfil bajo, que no es más que un tipo discreto en una banda en la que otros son los destinados a llevarse la gloria, pero él es la argamasa necesaria para mantener esa piedras unidas. Como dices, un jugador de equipo, de esos que hacen grupo y se llevan bien con todo el mundo... Me lo he imaginado muchas veces mediando entre Harris y Dickinson mientras estos se peleaban.

    Como compositor da para lo que da, pero también la composición en Maiden es cosa de otros, para eso ya están Bruce, Steve y Adrian, que de genio van sobrados. También es necesario alguien sin ego que sepa dar un paso atrás. Curiosamentem de todas estas, me quedo especialmente con dos de sus composiciones tardías, Public Enema Number One y Judas Be My Guide, que han sido desde crío dos de mis favoritas personales. Siempre he sido un fan de estas canciones menos habituales de Maiden y hasta tengo una lista de Spotify con algunas de las que más me gustan. De hecho, siempre he pensado que eso es lo que hace realmente grande a la banda, que incluso aquellos temas tapados y menos populares de sus álbumes clásicos son una pasada. Hay muchas bandas grandes que más allá de sus singles, poco tienen que rascar. No es su caso y hay todo un mundo en sus trabajos más allá de las canciones conocidas y que tocan habitualmente en directo. Yo siempre he reivindicado la conveniencia de que hicieran alguna gira con este material menos habitual y se olviden de una puñetera vez de las Fear of the Dark, The Trooper, Run to the Hills... que estamos hasta los cojones de ver en directo. Por eso mismo, es tan bienvenida una Alexander the Great ahora que por fin se han animado a tocarla en directo. Por si a alguien le apetece pegarle una escucha a mis favoritas poco habituales, en las que, por cierto, figuran casi todas las de esta lista...

    https://open.spotify.com/playlist/7dsSaPOn5xGCjsjsVUDnWV?si=9ce927bb480c40c9

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    1. La verdad es que es muy curioso este Dave Murray. Siempre me llamó la atención lo humilde y reservado que siempre ha sido. Joder, presume un poco coño, que te lo has ganado, pero nada... El fulano ahí eterno, con su sonrisa de oreja a oreja y enchufado en su guitarra, soleando con los dedos y moviendo la boca como si las dos cosas fueran acompasadas. Es que ni ha grabado un disco en solitario, ni ha montado otra banda y, prácticamente, no ha hecho nada en solitario, salvo algunas cosillas sueltas como el proyecto ese de Hear n' Aid, donde metió algún solo... no tengo constancia de que hiciera nada más. Hombre, no tiene el talento de un Harris, Smith o Dickinson, pero no sé, tío... Tienes el caché para poder soltarte un poquito, y hacer algo más personal. No creo que no sea capaz de grabar unas buenas canciones el solo aunque no sean de Heavy, más rockeras o bluseras, que creo que le mola mucho el rollo blues. Algunos dirán, y para qué, si el hombre es feliz así. Cierto, pero toda la vida de escudero, permítete un capricho, sobretodo él que puede... En fin... una personalidad muy curiosa. Una estrella del heavy de lo más humilde que recuerdo. Y no nos olvidemos, es uno de los grandes guitarristas del heavy metal. No como compositor, pero sí como miembro más longevo después de Harris en la Doncella, que lo ha conseguido todo en el heavy.

      En relación con sus temas, me quedo con la de Still Life, que me encanta. Me parece un gran tema. De hecho la mantuvieron mucho en los directos en los 80´s. Después la fueron quitando y sería un tema para volver a tocar. Es que es lo que dices, los Maiden tienen un fondo de catálogo tan grandioso, que hasta las más escondidas de sus discos harían un concierto de la hostia. Te imaginas que hicieran un bolo con estas 10 que he puesto. Sería un conciertazo. Por lo menos, más fresco y renovado que siempre escuchar las trilladísimas que has mencionado.

      Y ya para terminar, decir la joyaza que es "Judas Be Me Guide". Pufff, termendísima... y decir que nunca la han tocado... No me jodas... Esa pieza para terminar un concierto sería el éxtasis absoluto. Qué coros, qué ritmo, que entrada, solos... todo... Una canción soberbia... Y ya aprovechando, otra que me mola mucho del "Fear... es la de Weekend Warrior, que me pone muy palote. Tiene un rollete muy cachondo y desenfadado. Le da una variedad y le cambia el tempo al disco de manera brutal... Por temas como estes, por eso me quedo antes con el "Fear.... que no con el "No Prayer...

      Bien apuntado lo de la lista esa de Spotify... Le voy a dar un tiento... Seguimos trabajando, Witch...

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  2. Ya te vi la lista, Witch... Muchas coincido contigo, menos en dos: La de "Fates Warning" y la de "Deja-Vu" me parecen bastantes flojillas (no malas, ojo) pero quitando esas dos... Te compro el listado. Bien metida esa "Sun and Steel" que muchos dicen que es un relleno y a mí me parece un buen tema. Incluyes muchas del "Piece of Mind" que soy un enamorado de ese disco. Me parece el segundo mejor de la Doncella.

    "Total Eclipse" otra para reivindicar en los directos. "That Girl", puff... tremenda... "The Prisoner", bueno... Yo aquí me corro... "Chains of Misery", bien metida, y eso que dicen que es una mierda, y creo que, aunque no es un temazo, está muy bien. Por lo menos, para variar un poco el menú de las de siempre... Una de las que pondría yo es la de "Weekend Warrior", que ya sabes que me encanta. Otra sería la de "Hooks in You" que también me gusta mucho. Y ya para terminar una que me vuelve loco del primer disco; "Strange World"...

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    1. Fíjate, a mí Weekend Warrior me parece de lo peor que ha grabado nunca Maiden, en su época clásica, claro, desde entonces hay mucho más. Otra que me mola mogollón es Women in Uniform, pero no la encontré en Spotify.

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    2. Lo sé, Witch. Además, no te lo discuto, porque debo de ser yo el único que le mola ese tema...jajjaja..En general, tiene una opinión muy mala. A mí es que me mola ese aire en plan fiesta que tiene. Es como si no te lo esperaras al final del disco, y le da un toque como desengrasante. Lo más sorprendente es que parece una composición de Dickinson, y la firma el Gers con el Harris, que a este último no le pega nada..jajajajj.. No sé, soy mucho del Fear... Lo escuché mucho, y con el rollo de que fue el último de Dickinson, todavía le cogí más cariño...

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