Rage cumplen 40 años, Peavy Wagner lleva media vida creando power metal, haciendo canciones y dando conciertos. Cuatro décadas desde sus inicios como Avenger y aquel “Prayers Of Steel” del 1985. Posiblemente la carrera musical de Peavy sea la más prolífica del heavy metal, en 40 años: 25 LPs y 14 EPs, más de 250 canciones. Para celebrarlo sacaron el pasado 29 de marzo nuevo material en forma doble. Lleva por título "Afterlifelines" y es una muestra del power metal actual que Peavy puede abanderar sin discusión. Este señor del acero comenzó en Alemania con compañeros como Running Wild, Grave Digger o Helloween, bandas que salieron a toda velocidad como estandartes del speed metal y fueron moldeando el género del power. Injustamente el nombre de Rage no se ha colocado en el pedestal y va siendo hora de hacerlo por méritos y por persistencia.El primer disco se llama "Afterlife" y es representativo del
power cañero característico de Peavy y sus chicos con elementos thrash y groove, otros más modernos como esos estribillos melódicos y algunos
amagos de guturales; así arranca con “End Of Illusions” espíritu power
salpimentado con groove; más sujeto al power veloz y melódico es uno de los
adelantos llamado “Under A Black Crown” con algunos toques modernetes; con más
influencias thrash, “Afterlife” y muestra la variedad tanto en riffs como en
solos que presentan Rage y son obra de Jean
Bormann un completo desconocido en nuestro mundillo. Se ve el buen gusto de
Peavy para encontrar socios desconocidos para su banda. “Afterlife” uno de los
mejores cortes, donde Peavy se despide con unos guturales tímidos y que
mantiene una voz rasposa a pesar de ir camino de los 60 años.
Otro terremoto “Dead Man’s Eyes”
va propulsado por las baquetas de Vassilios
Maniatopoulos que aparece en los créditos de Rage desde el 2016. Siempre
rodeándose de sangre nueva que le transmite esa vitalidad para mantenerse al
pie del cañón; cortes como “Mortal” son muy actuales pero no desentonan con su
catálogo clásico; otra característica que ha hecho mantenerse a Peavy a flote a
parte de un personalidad aguerrida contra la adversidad ha sido ir
reinventándose a lo largo de las décadas, ha ido evolucionando su estilo, se ha
mantenido vigente y no una reliquia del pasado.
Encarando la segunda mitad del
primer disco, el poderío no decae en temas como “Waterwar” o “Justice Will Be
Mine” una gran dosis de power metal coreable pero cañero al mismo tiempo. Tal
vez “Shadow World” se pasa de moderna con unos vocales que no me convencen y es
que el riesgo de ir integrando otros elementos a un estilo hace que los fans
más veteranos de la banda busquemos los rasgos más clásicos del estilo; cierran
el disco primero con “Life Among The Ruins” que puede ser de los pocos cortes
flojos de la descarga.
Para el disco uno, "Afterlife", de
diez temas y una intro, el resultado sería de un notable, es cañero, potente,
con buenos cortes, producción que hace destacar al trío, suenan cañón aunque a
mí me han sobrado un par de cortes y eso que en total no llegan a los 40
minutos. Como veterano hay algunas moderneces que no me han convencido pero de
forma global es un buen trabajo donde Peavy sacará tres o cuatro temas para su
setlist en directo y serán muy disfrutados por el personal.
El disco 2 lleva el título de "Lifelines", utiliza elementos
orquestales, arreglos de violín y piano donde ha colaborado intensamente Marco Grasshoff que es teclista en algunas
bandas menores de power metal melódico como Redrum o PowerWorld.
Cuando Peavy explicó este nuevo trabajo ya indicó que este segundo disco podía “recordar a álbumes como XIII o Lingua
Mortis” y efectivamente puede recordar pero no es lo mismo. En aquellos fue
pieza clave un compositor llamado Christian
Wolff y demostró tener amplios conocimientos para aunar el metal con la
orquesta. "Lingua Mortis" es un señor disco con buenos temas y el sentido de un
disco de metal integrado en una orquesta, estaban equilibradas las fuerzas y se
veía un proyecto muy serio, un concepto musical muy bien trabajado.
"Lifelines" es un disco de power metal sinfónico flojete en los
arreglos y en ideas. La parte metálica es contundente y está rodeada por estos
arreglos que en el 80% de los temas no aportan nada. Lo cierto es que arranca
muy cañero con el single “Cold Desire” y promete bastante pero se va
desinflando y encima tienen esos aires de banda sonora barata pululando
alrededor. Recordará a aquel funesto "S&M"
de los Metallica que grabaron con
orquesta, un disco sin sentido y sin gusto. También se lanzan con una balada, “DyingTo Live” que es sorprendentemente de lo más destacable de este segundo disco,
donde no solo Peavy sala airoso sino que tiene el acompañamiento a la voz del
guitarra Jean Bormann con buen resultado. Más allá van perdiendo fuelle y se
van apagando en un segundo disco que se hace muy largo y sensación que hacer 20
buenos temas (más de dos horas de música) es una tarea complicada hasta para un
señor del acero como Peavy.
La conclusión es que celebres el cuarenta aniversario de Rage/Peavy Wagner con el disco 1 "Afterlife", un disco de power con caña, un disco muy Rage y dejes el disco 2 bien guardadito.
Qué gusto da ver como grupos como Rage no se "arrugan" con la edad...
ResponderEliminarEste es el enésimo disco que publican más que notable para ellos. Y es que, habrá algún disco que guste menos y otros que gusten más, pero en general, malos no tienen. A mí me gusta más la tesitura de voz que Peavy ha cogido con la edad; un poco más desgarrada que para este power/hevy que practican, viene que ni pintada. Mucho más que cuando, en los primeros discos, intentaba forzar agudos. Lo dicho, muy buen disco de un grupo que la pega que les pongo es que se prodigan poco por España, en comparación con otros grupos Alemanes que "viven" aquí.
Por cierto, todo esto referido al primer disco. El segundo, no está mal, pero no llega a los LMO y demás.
PS: y patadón en los **** para el señor Smolsky, que decía que el componía todo lo bueno en Rage....
8.5
Buenas JCSG, es cierto que Smolsky salió de Rage y parecia que se llevaba parte de la banda pero mi época favorita es con Manni con los magníficos Perfect Man, Trapped y The Missing Link. Peavy es esta banda y siempre encuentra buenos compañeros a los que saca lo mejor de ellos, luego cuando salen de Rage y lo intentan por su cuenta pues no es lo mismo. Manni cuando salió de Rage fue a Grave Digger y estuvo unos añitos, finalmente salió formó su propia banda y ni me acuerdo de cómo se llama. Smolsky formó Almanac al salir de Rage y bueno el resultado no esta mal aunque va por otra historia con tres cantantes más melódicos.
ResponderEliminarLa voz de Peavy ha ido a lo más natural con su edad y sus años de desgaste, esta bien, más que bien para un tío que va a cumplir 60.
Grandes 40 años de Rage, incansables y con buenas cosas, maravilla power del bueno.
Gracias compañero por pasarte a esta fiesta de aniversario!!!
Rage fueron una de mis bandas de heavy metal predilectas a mediados de los 90, pero desde que se enredaron en aquella historia de la Lingua Mortis Orchestra, perdieron totalmente el interés para mí. Yo también me quedo sin duda con la etapa de Manni Schmidt. Entre Perfect Man y The Missing Link entregaron su mejor material. Yo conseguí seguirlos hasta End of All Days, ya sin Manni y con el hermano de Chris y Sven Fischer a las guitarras. Este y Black in Mind tampoco estaban nada mal, aunque ya no era exactamente lo mismo. Después, cuando entró Smolski, soy consciente de que vivieron una segunda juventud, pero yo ya no conseguí reengancharme y sus discos posteriores me dieron mucha pereza. Ya no soy yo mucho de ese power metal de sonido moderno y guitarras musculosas y lo mismo me ocurre con este nuevo trabajo. Hoy en día, no me atraen mucho como banda, ya no escucho otras historia de este estilo y, si me paro en algún momento con Rage, es en virtud del pasado. Hace poco, para preparar un poco su visita a Vigo, le pegué un repaso a sus últimas obras y vi buen nivel. Reconocí a los Rage que me gustaron en su día, pero te confieso que esta no es ya una propuesta que me haga darles muchas oportunidades. Y menos, con un disco doble en el que uno de los volúmenes recupera aquel pasado sinfónico que en su día me apartó de ellos. Los Rage de la actualidad son material digno, están en buena forma, pero ya no son para mí. Técnicamente no se les puede reprochar nada, no obstante, pero este trabajo me parece imposible que pueda dar el nivel durante sus 21 temas.
ResponderEliminarWitch, aunque yo tampoco los siga con fervor, ese que tenía hace 30 años... todavía reconozco elementos de su estilo que me mantienen vivo en sus nuevos trabajos. No es lo mismo porque hay algunas moderneces que no me gustan pero puedo salvarlo y disfrutar de un buen puñado de temas.
ResponderEliminarA decir verdad, lo único sinfónico de Rage que me gusta es el Lingua Mortis, XIII no me entusiasma mucho y este último me pareció un pegote. En definitiva es una banda con la que he pasado muchas etapas y me veo hasta algo identificado con Peavy como superviviente de un género que tuvo su momento álgido y también caída.
Saludos powermetaleros
Por supuesto, Burn, yo me pongo este Afterlifelines y reconozco a la banda que me gustaba tanto cuando tenía 14-15, por eso me acerqué a verlos hace unos meses cuando tocaron en Vigo. También es innegable que ya no soy el mismo que hace 30 años y hay cosas que de aquella me enganchaban y ahora ya no lo hacen. Como es lógico, ahora me pongo un Secrets in a Weird World o un The Missing Link y conecto con aquel chaval de 14 años que flipaba con ellos, pero no estoy tan seguro de que si salieran hoy en día me fuera siquiera a molestar en escucharlos. Supongo que eso es lo que me ocurre con los Rage actuales. Los pincho y reconozco el estilo de Peavy, lo que sin duda es algo bueno, pero yo ya no soy el que era y esto no me llena. De lo que no me cabe duda es de que esto debería seguir gustando a quien disfrute de este tipo de power metal hoy en día. En concreto, estoy pensando en un colega que es super fan de la banda que debe estar encantado con esto...
EliminarGracias por traer este discazo Burn! El tio Peavy es raro que falle, lo veo un álbum ganchero y con muy buenas melodías!!! El disco 1 es fantástico, te pega en el cerebro! Y el disco 2 es mas irregular, tiene temazos y alguno mas flojo! Pero que le vamos a reprochar al tio Peavy. Un gran compositor con una carrera bestial. Por muchos mas Peavy!!! Ah , creo que el guitarrista la rompe!
ResponderEliminarBuena reseña Burn y bien ahí trayendo novedades. Opino sobre el disco 1 que es el único que tengo escuchado. En cuanto tenga tiempo me pondré con el 2 pero por lo que voy leyendo es como que muchas ganas no me dan, jaja. A ver, en general y en mi opinión estrictamente personal creo que el gran error de Rage fue siempre no saber cortar los discos. Por ejemplo, la etapa con Smolski es fantástica, pero nos encontramos con discos largos. Creo que el único que editaron de 10 temas es Carved in stone de esa etapa. Los demás son discos que superan como mínimo los 50 minutos o la hora de duración. Eso sumado a que Rage es una banda que me encanta pero tampoco es que tenga tantos elementos como para hacer discos con tanto minutaje. Creo que si hubiesen editado discos de 35/40 minutos estaríamos hablando prácticamente de un discazo tras otro. Pero bueno, esto es una percepción muy mía, no tiene por qué ser correcta. Este disco se me hizo más llevadero que el anterior Resurrection day. Creo que hay mejores temas, mejores melodías y mejor sonido incluso. Suena muy bien la banda y el guitarrista se acopló perfecto. Yo no lo conocía a este Jean Bormann pero no lo hace nada mal. Peavy siempre ha sabido rodearse de la gente ideal para cada entrega. Saludos !
ResponderEliminarGrocriaz, tiene su disfrute, Peavy sabe el oficio. Que se podría condensar más? Siempre hay algún tema que gusta menos y se podría quitar pero en general no encuentras rellenos. Hay bandas que con menos han conseguido mucho más.
EliminarPeavy se ha dado el gustazo de ir cambiando de compañeros y de estilo, metiendo una cosilla de aquí y otra de allí, en eso no le gana nadie, ha sabido amoldarse a los tiempos. Ha sobrevivido década tras década y sigue dándolo todo. Tiene mucho mérito. Habrá épocas que guste menos lo que hace pero no se puede negar que siempre lo ha hecho bien, son discos con calidad. Discos que apreciamos los seguidores del género. Eso es decir mucho. Yo me quedo con la primera época, siempre fui muy fan del speed/power, las florituras que vinieron después están bien pero no son lo que más me gusta de Rage.
Un saludo y gracias por aportar tu punto de vista. Arriba los Rage!!