Tower - Shock to the System (2021 Cruz del Sur Music)

1. Blood Moon (3:13)

2. Prince of Darkness (4:22)

3. Metatron (2:45)

4. Running Out of Time (3:53)

5. Lay Down the Law (4:49)

6. Hired gun (3:50)

7. The Black Rose (3:20)

8. On the Line (2:53)

9. In Dreams (6:58)

10. Powder Keg (2:58)

Si esta banda me pilla 10 años antes, cuando yo mismo estaba armando mi propia aventurilla heavy, no habría tardado mucho en convertirse en una de mis escuchas habituales y pasado a incorporarse a mi colección junto a otros que sacaban material interesante por aquel entonces. Ya sabéis, Portrait, RAM, Enforcer, Ghost, In Solitude, Grand Magus, Bullet y todas aquellas historias que pegaron fuerte hace algo más de una década. Pero no, me pillaron tarde y no me enteré ni de la edición de su debut, en 2016, ni de la posterior de este cojonudísimo “Shock to the System" en 2021.

La cosa es que, hace un par de meses, cuando empecé a abandonar mi última fiebre blackmetalera y recuperar el pulso clásico, se me dio por rastrear alguna de las “novedades" que habían salido en los últimos 2/3 años, cosa que, obviamente, llevaba tiempo sin hacer, y el nombre de estos neoyorquinos empezó a aparecer con frecuencia. Unos segundos de “Blood Moon" me bastaron para tenerlo muy clarito, esta es la mierda que me gusta. El 90% de las bandas de heavy metal que pululan por la tierra en la actualidad me la traen al pairo, pero estos chavales me han conquistado al brinco. Primero, “Shock to the System" suena exactamente cómo debe. La producción es puramente analógica. Las guitarras casi ni tienen distorsión, la batería no esconde ninguna de sus imperfecciones, el bajo respira con cierto espacio y la voz de Sarabeth Linden es, sencillamente, apabullante. Pura energía desbocada. La tía tiene una personalidad, y unos ovarios, de acero. Artificios de estudio, los justos y necesarios y, ante todo, una banda tocando sus instrumentos y poca magia tecnológica. No más que un tipo con buen oído, Sasha Stroud, y un equipo en condiciones. Por otra parte, me congratula ver como, poco a poco, el mundo del heavy metal deja de ser el desconcertante campo de nabos que muchos tuvimos que padecer durante décadas y ver como un grupo de chavalas se ponen el mundo por montera y, enfundadas en sus encueradas galas, le demuestran a algunos gilipollas que este no tiene porque ser terreno exclusivo para machitos. Benditas sean esas Mandy Martillo, Annick Giroux, Erica Stoltz, Christine Davies, Sarah Ann, Emma Grönqvist, Madeline Smith, Tanya Finder, Stacey Savage, Devorah Levine, Amy Lee Carlson... a las que se la sopla su imagen, si son más guapas o más feas o si venden más o menos discos luciendo palmito en la portada. Llevamos desde el principio de los tiempos sufriendo heavies a calvos, gordos y feos... ¿por qué cojones tenemos que medir el valor de una artista por su apariencia física? Hasta los huevos estoy de pajilleros babeando en Internet por una chica de escaso talento con las tetas al aire... Se trata de una evidencia de que algo, por fin, está cambiando, aunque a algunos les joda. Pocos ejemplos mejores se me ocurren ahora que una Sarabeth Linden que hace su presencia verdaderamente imponente a lo largo de estos diez temas.

Queda claro, “Blood Moon" es, entonces, un pepinazo. Un trallazo de apertura que en tres minutitos demuestra que Tower van muy en serio. Sirve de estupenda carta de presentación, pero no será, ni de lejos, lo mejor ni lo más interesante de este “Shock to the System". Con “Prince of Darkness" vamos poniéndonos serios y Sarabeth empieza a tomar protagonismo. Esta chica tiene carácter, sin duda. La música de Tower no sería lo mismo sin ella, la eleva a otro nivel. Su voz rebosa garra, sus líneas vocales son singulares, esos estribillos no te van a dejar indiferente y, si “Blood Moon" era una exhibición de potencia, en “Prince of Darkness", con su aroma 70's, aparece la melodía, la versatilidad y el buen gusto. 

Esa será una de las claves de “Shock to the System". La cohesión es máxima y, aún así, no hay dos temas que suenen iguales. Todo es heavy metal, clásico hasta el extremo, pero Tower tocan con solvencia varios palos y lo hacen siempre bien. “Metatron" amaga incluso con influencias orientales en su arranque para luego desplegar sus alas metálicas con poderío. Metal y rock a partes iguales para una instrumental con pelotas. “Running Out of Time" hace gala de una clásica cabalgada... no hace falta inventar nada nuevo para hacer buen heavy metal. Sobrados de convicción, con sabor NWOBHM, algo de proto-speed y la mirada puesta en Iron Maiden, en Saxon, en Scorpions, en los de siempre, y en alguno más: Raven, Oz, Tank, Angel Witch... básicamente, en todo el puto buen heavy del 80-83, vamos. James Danzo y Mike Penley destapan el tarro de las esencias metálicas y Sarabeth Linden, psicóloga de carrera, por cierto, cada vez suena con más autoridad. Vaya vozarrón se gasta la muchacha y en “Lay Down the Law" se basta ella solita para levantar la canción... que tampoco es que sus colegas la dejen de acompañar. Un pelín más elaborada y melódica, hace gala de algo más de repertorio y cierra por todo lo alto una cara A inmaculada. ¿Qué nos espera para la B?

“Hired Gun" demuestra que más buen heavy metal. Ahí, con esa guitarra desnudita del arranque, apreciaréis lo sencillos que son los parámetros técnicos de la grabación. Parece que no hay ambición, no se busca ninguna superproducción, pero al estallar los demás instrumentos todo encaja como un puzzle. Si hace 40 años se grababa buen heavy metal como tiene que ser, ¿qué cojones hemos estado haciendo desde entonces? Tower y Sasha Stroud demuestran lo fácil que era, en realidad.

Más heavy y más rock con “The Black Rose” y “On the Line". Parece que además de al viejo metal británico, me quieren sonar a la buena época de sus conciudadanos Riot. Otros de Brooklyn... ¿Joder, es que los de Reale tuvieron algún momento malo? Los solos de guitarra me hacen recordar el frenesí de “Killers" y la voz de Sarabeth pensar en otra amazona neoyorquina como Maryann Scandiffio que comandaba con puño de hierro aquellos poco reconocidos Blacklace a mediados de los 80. No se van a quedar cortos de munición para la recta final y se guardan dos de las mejores. Yo quizás habría terminado con “In Dreams" porque soy bastante de finales grandilocuentes, pero no porque “Powder Keg" no sea un zarpazo de buen heavy metal con un regustillo setentero a lo Thin Lizzy. Lo que ocurre es que me encanta “In Dreams". Bastante más larga que las demás, intensísima y con una Sarabeth Linden tremenda, desarrolla recursos que sólo habíamos visto hasta ahora esbozados en “Lay Down the Law”. Toquecillos progresivos por aquí y por allá, cierto gusto por la épica... nada que no hubieran ya ensayando bandas como Diamond Head en su día, pero detalles al fin y al cabo que apuntan a posibilidades de crecimiento para el futuro. Estoy plenamente convencido de que uno de los mayores problemas que aquejó a muchas bandas de aquello que se llamó NWOTHM hace ahora década y media fue precisamente esa falta de crecimiento musical. El limitarse a repetir el mismo truco una y otra vez, algo que hasta a los más comprometidos nos acabó cansando.

Cinco años tardaron Tower entre su debut y este “Shock to the System”... esperemos que no les lleve tanto sacar un sucesor en condiciones, aunque ya llevan tres añitos de sequía, así que no sé... Si continúan con esta marcada línea ascendente o, al menos, consiguen mantenerse en términos de calidad, daré el tiempo por bien empleado. Por el momento, ya han conseguido que esté pendiente de sus futuros movimientos y es más de lo que pueden decir la inmensa mayoría de las bandas del panorama actual. Si te gustan las bandas de heavy metal con aguerridas muchachas al frente... Si en los 80 disfrutabas con Warlock, Chastain, Malteze o Blacklace (o los has descubierto más tarde y te molan) y, últimamente, con otros como Satan's Hallow, Sanhedrin o Smoulder, no dejes pasar de largo a estos Tower, es difícil que vayan a decepcionar a cualquier fan del buen heavy metal de principios de los 80.

8,5/10