31 años de Hollowman, ¿La canción que inventó el Death 'n' Roll?

Sí, no, tal vez, no sabes no contestas. Qué decís, fueron ellos o en realidad fueron otros y estos se llevaron la dudosa fama... Lo que sí parece cierto es que con la salida de su polémico "Wolverine Blues" en 1993, este subgénero llamado Death 'n' Roll empezó a correr y a extenderse como de una plaga se tratara... Estos cinco chavales de Estocolmo, que habían cambiado el decorado de la escena extrema sueca en 1990 con su debut "Left Hand Path", iban a volver a darle otro revolcón y a modificar las reglas del juego para las bandas escandinavas... "Hollowman" puede ser un buen punto de inicio para explicar todo lo que vino después. Si no es la culpable, seguro que fue una buena cómplice de todo esto que se llamó Death 'n' Roll...

Aunque os pueda parecer muy extraño, al final todo empieza y acaba en el rock. Si ya lo decía Lemmy, que todo se resumía en ser una puta banda, sucia y bastarda de rock and roll. Si hacemos una cronología de géneros y subgéneros, todo empezaría por ahí, seguiría por el Hard Rock e iría evolucionando por el Heavy Metal, Thrash, Death y finalizaría en el Black Metal. Más o menos y a grosso modo esos serían los troncos principales, por donde irían brotando las distintas ramificaciones. Si quisiéramos ser más retorcidos e ir al inicio de todo. Cómo surge el Rock, ya nos meteríamos en terrenos más confusos y complicados donde nadie es capaz de dar una respuesta clara. Algunos dicen que todo viene del blues de los negros de Louisiana (acordaros que uno de ellos es negro). El llamado "Louisiana Blues" ¿Por eso lo de "Wolverine Blues"? ¿En realidad, quién coño lo sabe? tampoco creo que sea necesario meternos en esas profundidades existenciales y metafísicas para hablar de Entombed. Que venga de donde venga, la cosa se centra en que durante finales de 1993 la escena sueca death metalera iba a pegar un giro radical. Un 4 de octubre de ese año saldría a través del sello británico Earache Records, el "Wolverine Blues", el para muchos el álbum maldito y el que jodió toda la historia. Los traidores de Entombed, unos peseteros que habían vendido su alma al diablo para pegar el salto al mainstream. Habían pasado de ser pioneros en el sonido death de Estocolmo, para convertirlo en una especie de revival hard rockero setentero, mezclado con el punk, el hardcore y los gruñidos propios del death.

Todavía recuerdo una tarde (de las muchas que pasé) con tan solo 16 años, en aquella inolvidable tienda de discos llamada "El Bronx", donde tantas discusiones y debates interminables escuché sobre él, a la par que iba descubriendo vinilos y CD´s. Unos completos vendidos decían sobre estos cinco de Estocolmo; Nicke Andersson, Ulf Cederlund, Alex Hellid, Lars Rosenberg y, el ya fallecido, Lars-Göran Petrov, donde la mayoría del personal los puso a parir. Era el tercer largo y la gente llevó una profunda decepción. Se esperaba una continuación de ese sonido único y crujiente que cortaba troncos como si fuera una motosierra. Las expectativas eran tan altas que hasta el dueño de la tienda, un tal Miguel, había comprado una buena remesa de ellos, pensando que se los iban a rifar y la realidad fue muy distinta. Muchos de ellos le quedaron ahí, en las estanterías, mucho tiempo. Cierto es que este elepé volvía a romper la baraja y daba otro giro al sonido que nos tenían acostumbrados. A ese tan característico y distintivo que habían creado en "Left Hand Path" y que se extendió como la pólvora, llamado "Buzzsaw" o, en castellano, "sonido sierra" que los llevó a la fama y, junto a ellos,  al productor Tomas Skogsberg y a sus estudios "Sunlight". Es imposible hablar de Death Metal y no mencionar a Entombed. Estos tipos sin saberlo habían creado todo un movimiento, un estilo, una forma nueva de hacer death metal en suelo europeo.

Soplaban vientos de cambio, y estos tíos nunca fueron de repetirse mucho en sus trabajos. La prueba la tenéis en que desde su primer álbum de 1990, con esa portada tan icónica de Dan Seagrave, en color azul, obra maestra que fue copiada hasta la saciedad, esta gente fue modificando su propuesta, disco a disco. Bien es cierto, que el volantazo no había sido tan brusco como en este tercer largo y no sé si es que eran unos inconformistas, culos de mal asiento o realmente el Death Metal se la soplaba y todos no eran más que una panda de chavalotes jugando a ser malotes. Sobretodo os lo digo por uno de sus cerebros, el Sr. Andersson, que parece que enseguida se cansó de todo eso y se montó sus garage/rock, en forma de The Hellacopters. Igual ya había que sospechar cuando en las fotos promocionales salían con camisetas de Sonic Youth, Kiss y Motörhead. ¿Sonic Youth, no me jodas, Lost...? Unos death metaleros luciendo prendas de esa mierda. Pues sí, tíos. No os acordáis, donde salían con ellas puestas (en la foto de arriba, las tenéis). No quiero decir que les molaran, pero si las llevaban era por algo. E igual ahí está la clave de todo. A mí me da que estos chavales, os digo chavales porque de aquella rondaban los 18 años, todo este rollo del death metal, me parece que no fue más que una moda pasajera. Pero vaya moda, tíos. Tres primeros discos se marcaron estos suecos, que definieron todo un sonido. Y digo tres, porque para mí, a pesar de que voy a ir en contra de la opinión mayoritaria, este "Wolverine Blues" me parece un gran álbum.

Me molan mucho los discos transición. Esos que conjugan el pasado de una banda con el siguiente paso que van a dar y con este full-lenght, pasó eso. Que se trata de un trabajo bisagra. Un puente que recogía su death primigenio para fundirlo con esos toques rockeros, punkarras y hardcorianos que a tenor de lo leído por ahí, algún iluminado le daría en llamar Death 'n' Roll. Yo al principio me pensé que era una evolución de su sonido. Hoy ya no lo tengo tan claro. ¿No sería tal vez que estos tipos lo que le molaban eran esos rollos y, lo que hicieron, fue plasmarlo y llevarlos al terreno del Death? La combinación no la veo tan estrambótica y, hasta si me apuráis, puede que fuera acertada. Por algún lado había que salir. Sin riesgo no hay recompensa, ya lo sabéis. O eso, o seguir exprimiendo la fórmula "Left Hand Path" o "Clandestine" todavía más...

Yo entiendo que después de dos monumentos al death sueco como fueron los anteriores, estos tipos quisieran probar otras cosas. Había que buscar otro reto, volver a reinventarse. No se conformaban con ser reyes, querían ser dioses, y para eso acordaros de lo que hicieron Slayer con "South of Heaven", donde siguieron siendo brutales pero de otra forma. Y estos suecos buscaron algo parecido. Si a eso le sumáis la situación del metal en los 90's y que estos Entombed iban por libre, labrando su propio camino. Se puede entender que intentaran explorar otras vías, ampliar su caladero de seguidores y echar las redes más allá de las costas suecas. Por lo menos, llegar tan lejos que pudieran pescar en las costas de Florida. Estamos hablando de gente con fuerza creadora. La peña copiaba de ellos, no al revés. 

La propuesta resultó ser tan arriesgada como peligrosa, y más, en un estilo como el death metal poco amigo de concesiones. Mezclar el rock setentero con el death sonaba muy guay, pero no necesariamente a un rockero le gusta el death, como a un deather le gusta el rock. La respuesta fue acorde al reto, y el disco mayoritariamente incomprendido. Por lo menos dentro de los círculos más trves no funcionó como esperaban. Si su intención era expandir mercado y triunfar en los USA, iba a ser que no... 

Hay quién dice que fueron una banda de dos discos, y se acabó. Pudiera ser. Con este "Wolverine Blues", también conocido por el disco del "Lobezno", (el antihéroe de los X-Men, aunque ellos dijeron que todo se trataba de una coincidencia), empezaría su decadencia y ya nunca más se recuperaron. Si pincháis el álbum, yo no veo tanta decadencia. Habían cambiado un poco, eso sí, pero "Eyemaster" sigue siendo un cañonazo de groove death, con una batería totalmente explosiva. Si había algo que tenían estos tipos, era la batera completamente anárquica y punkarra del Andersson, que le daba ese punto tan genuino y particular. Gran hacedor de breaks y patrones, era una de las cosas que más me gustaban de ellos. "Rotten Soil" igual, con esa mezcla punk/hardcore y groovera. Es cierto que en los solos es donde más se percibe ese poso rockero, con un tono en las guitarras entre retro y vintage, que para nada desluce. En la homónima es donde ya se empieza a oler de manera intensa el tufo a Death 'n' roll, pero no me digáis que no tiene un riffaco de la hostia. "Demon" me parece bestial y, en "Contempt", hasta parecen una banda doom. Era una nueva propuesta que quería pasar los riffs de Led Zeppelin, MC5, Thin Lizzy, Black Sabbath y Danzig a través de ese nuevo sonido de guitarras que había surgido entre Cederlund y Skogsberg. Desde luego hay que reconocer que tiene su punto. Y aquí había la combinación perfecta de un retro heavy/hard/death, que descolocó al personal y provocó que muchos se bajaran de su carro.

Entombed en el 93

En la cara B es donde encontramos a la prota de este reportaje, la de "Hollowman". La pista donde se quitan la careta y ya muestran todas las cartas. Ahí metidita, escondida en la octava posición, para que la gente no se espantara, se destapa como una de las abanderadas que inspiró todo este movimiento denominado Death 'n' Roll. Por algo la eligieron para grabar un videoclip en representación de todo lo que bullía en su interior: Un Lobezno del Blues. Al final, lo que querían plasmar era un blues brutalizado y asalvajado, que no entusiasmó a la mayoría, aunque no impidió que generaran todo un subgénero y una corriente de bandas que poco después quisieran imitar ese sonido. Entre ellas, ahí tenéis a gente importante como sus paisanos Desultory con "Swallow the Snake", los holandeses Gorefest y su "Soul Survivor", unos Carcass y el "Swansong" o, unos finlandeses Convulse presentando "Reflections". Como veis, por todas partes empezaron a salir seguidores de ese llamado death y rock and rolll.

El experimento no había gustado y la banda entró en un período de stand by, tardando cuatro años en sacar nuevo material. Regresarían en 1997 con un peor, pero bastante escuchable "To Ride, Shoot Straight and Speak the Thrut", que venían a decirnos algo así como; "Corre, dispara recto y di la verdad". Donde lejos de corregir su error, se mostraban todavía más alejados de su death metal para abrazar ya sin tapujos esa nueva corriente que habían inventado. La acogida entre la comunidad old school fue todavía peor y tras este elepé, Nicke Andersson haría lo mismo que el título del disco, se piraría y con él toda la inspiración. Poco después, Uffe Cederlund también se largaría y a partir de aquí la banda quedaría muy desdibujada. Huérfanos de su principal compositor, entrarían en una deriva estilística que poco tenía ya que ver con su death metal rompedor. "Same Difference" es mejor ni escucharlo. Intentarían obrar la resurrección en los años 00's con "Uprising" y un mejor "Morning Star", pero ya nada volvería a ser igual. Su tren ya había pasado. La gente los había olvidado... Sin el Sr. Andersson no habría redención posible. Acabarían todos en los tribunales por ver quién se quedaba con el nombre de la banda. Por un lado L-G Petrov montaría sus Entombed A.D. y,  Cederlund, Hellid y Andersson por otro, los cuales, finalmente, se quedarían con la placa, al conseguir ganar el pleito sobre la marca Entombed. En 2021, desgraciadamente, fallecería el Petrov con tan solo 49 años.

Tomas Skogsberg en los Sunlight, actualidad

Surgieron entre la rebeldía de cuatro críos escandinavos, arrasando y marcando el paso, igual que un rayo, y como un rayo se diluyeron. Su máximo compositor se aburrió de aporrear la batería como si fuera un living death y el resto no fue capaz de ampliar el legado. Con todo, para la historia dejaron ese sonido "Buzzsaw" maravilloso, al parecer, mientras el Cederlund hacía el ganso en la grabación del "Left Hand Path", cuando se le dio por conectar una guitarra Ibanez, afinada varios tonos por debajo, a través de un pedal Boss (El mítico HM-2) y esta, a su vez, a un ampli Peavey, transformando para siempre la escena death metal sueca. Años después diría el propio protagonista que no fuera él, sino un tal Leif Cuzner, también guitarrista, que había estado con ellos grabando varias demos cuando todavía se llamaban Nihilist. Sea como fuere, la fama se la llevaron ellos, junto con el Skobsberg "El padrino del Swedish Death Metal", que vería ahí un filón para convertir sus estudios en la cuna del death metal europeo. Los Morrisound del Scott Burns, pero en Suecia.

Siempre me quedó una sensación extraña con ellos: Mezcla de amor/odio y también pena, porque, aunque parece claro que fueron unos grandes capullos, también fueron unos grandes innovadores, capaces de crear tres iconos del death sueco, que mercaron a toda una generación de pubertosos como yo. El Nicki siempre dijo que fueran una banda de death metal, pero a su manera. Desde luego un poco peculiares eran, aunque eso no reste para reconocerlos como leyendas y su final haya sido algo triste y poco acorde a su grandeza. "Left Hand Path" y "Clandestine" (me vais a permitir que añada también "Wolverine Blues") quedarán para siempre en el Olimpo del Death Metal. Hasta la próxima, amigos!!!

A la memoria de Lars Göran Petrov (1972 - 2021) DEP.

Lars en un bolo, DEP