Los heavies no saben retirarse

Hoy me toca el difícil papel de villano. He decido criticar a mis ídolos y los de miles de heavies y metaleros del planeta. Las grandes películas tienen un antagonista que lo pone difícil al héroe. Voy a hurgar en la herida de las bandas heavies que no saben retirarse. Las míticas, legendarias y gloriosas, los estandartes que nos quedan en alto dentro del género no saben jubilarse, el retiro de los héroes no existe, no quieren ni saben tomar ese camino y acaban utilizando triquiñuelas poco éticas para permanecer sobre los escenarios aunque se caigan a trozos o canten como el culo. Hablaré de nuestros amados Scorpions, Iron Maiden, Judas Priest, Kiss, AC DC, Deep Purple, Ozzy Osbourne, Dokken, Uriah Heep, Pantera, Saxon…

El pasado 2 de diciembre en el Madison Square Garden de Nueva York, Kiss daban su último concierto (en teoría). Era el fin de la gira “End Of The Road Tour” que ha durado cuatro años y ha dado la vuelta al mundo diciendo adiós ante miles de fans. Un gira con los éxitos de siempre de Kiss y con los mismos trucos. Estirando al máximo un show, un gran show porque Kiss han sido unos grandes, de los más grandes que se pudieran ver en directo. Pero en estos últimos años llegaron rumores de que utilizaban pistas pregrabadas y algún que otro arreglo en los directos. El principal señalado era Paul Stanley y su pérdida de voz. También era evidente que era un show muy exigente para unos integrantes que llevan 50 años como Kiss, Paul Stanley tiene 71 años y Gene Simmons 74. Pero Kiss no han acabado, seguirán bajo la forma de avatares. ¡Cuánto le cuesta a los grandes grupos de rock y heavy afrontar el retiro!

Presentación de los avatares de Kiss.

En este último concierto dieron la sorpresa, han creado los avatares de los integrantes para que sigan como Kiss y continúen realizando shows cuando Simmons y compañía estén tomando el sol junto a la piscina. Kiss no se retiran, quieren ser eternos. La empresa Industrial Light & Magic ha sido la encargada y tienen experiencia con Abba. Crearon el Abba Voyage que es visitado por miles de personas en Londres. En un vídeo mostraron a los asistentes al concierto y a medio mundo que comenzaba una nueva era. ¿Será un amago de retirada? ¿Harán conciertos virtuales mientras ellos amasan dinero desde sus casas?

Me retiro pero vuelvo.

Lo que ocurre con Kiss les pasa a prácticamente todas las grandes e icónicas bandas de hard rock o heavy metal, no saben retirarse, se niegan. Yo apostaría a que regresarán a los escenarios cuando haya un buen pedazo de pastel. Ahí tenemos a unos cuantos que dijeron adiós en giras multitudinarias, anunciadas a bombo y platillo, y regresaron sin sonrojarse si quiera, como Scorpions o Judas Priest. Este es posiblemente el más rastrero de los actos después de no tocar o dejar a medias un concierto. Scorpions anunciaron la despedida en 2012 y después de diez años siguen diciendo adiós. Los fans ahí siguen dándoles cuerda. Kiss anunció el “Farewell Tour”, el final de la banda de rock and roll más grande de la Tierra, editaron el directo “The Last Kiss”, era el año 2002, veinte años y cientos de conciertos después llegó la definitiva. Judas Priest, como los Scorps, hicieron una gira de despedida el “Epitaph Tour” que finalizó en 2012 (eso dicen pero no se acabó) pasando hasta dos veces por España para asegurarse de que todos los fans de Judas españoles pudieran dar sus respetos a la más grande banda de heavy metal, el año que viene sacan nuevo material y será el tercero con sus giras correspondientes después de aquello. Ozzy Osbourne es quien empezó diciendo que se iba, era el año 1992, gira “No More Tours”, como es el madman regresó con la gira “Retirement Sucks Tour” (la jubilación apesta) y todos muertos de risa, este tío es la monda. Luego hubo gira de retiro con Black Sabbath que parece ser que cumplirán y luego volvió a otra gira en solitario, pero los graves problemas de salud le han obligado a decir adiós en 2022. Es decir, o están muy muy mal de salud o no se retiran.

Ozzy en su primera despedida en 1992

Tirar de sentimientos y nostalgia para que la gente acuda a verte en tu despedida sobre los escenarios (pagando claro) y luego digas que como todo el mundo quiere que sigas pues que vas a hacer felices a los fans y no te retiras. Toda esa gente (entre la que me incluyo) comprando camisetas en el último concierto de la banda de tu vida para inmortalizar tan triste epitafio, dejándote entre la entrada, la camiseta y los litros de cerveza para ahogar la emoción unos 200 euros pero te vuelves a casa satisfecho de haberte despedido en vida y asistir de verdad al último concierto de la banda que llena tu corazón de metal y acero. Qué forma más rastrera de jugar con los fans pero como somos así… cuando vuelven de gira para hacernos felices allí estamos los primeros con la camiseta que te compraste en la despedida coreando y gastando otros 200 eurillos para recordar los viejos tiempos. Es que son los Judas (pon aquí el nombre de la banda que elijas).

El truco de los sustitutos

Siempre ha habido bajas. Las grandes bandas tienen desgracias y uno de sus integrantes muere o en el mejor de los casos decide dejar el grupo porque esta hasta los mismísimos de los demás y se pira para montárselo por su cuenta. La banda que se queda colgada toma la decisión de buscar un sustituto, un nuevo miembro que imite bien. Entre las bandas con desgracias tenemos a los AC DC, Metallica, Queen o Led Zeppelin por mencionar algunos muy populares. Se puede discutir que en estos casos sigan con el nombre, la marca porque siguen el resto y al fin y al cabo es una desgracia. Pero ¿es necesario poner el nombre Queen con el signo más (+) Adam Lambert o Paul Rodgers? Lo más ético sería cambiar el nombre de la banda porque Queen incluye a Freddy Mercury y si él no está es otra banda. Es la llave que abre todas las puertas, es el pilar, el resto son importantísimos pero por sí solos no son Queen. Metallica sin Cliff Burton no son los mismos Metallica, posiblemente no sean Metallica. Led Zeppelin sin Bonham lo tuvieron claro y lo dejaron, es cierto que hicieron unos conciertos de reunión pero fue algo puntual, estos sí siguieron la ética, entendieron lo que era Led Zeppelin.

Queen + Adam Lambert

Es cierto que están sometidos a muchas presiones por discográficas, managers o público. Les piden, ruegan y pagan porque sigan con la marca. La marca cuesta mucho hacerla brillar para en un momento hacerla desaparecer. La marca está para usarla y seguir, y todos o casi todos siguen aunque no sea lo correcto.

Voy a contar una anécdota. Dos viejos heavies anclados en los 80 se enteran que Judas Priest tocan en su ciudad. Se gastan los 80 euros por barba para ver a sus Judas. Estamos en 2018 o 2019 cuando Tipton anuncia que tiene Parkinson y no puede tocar conciertos completos, tiene pequeñas apariciones. El otro guitarrista de la dupla mítica de Judas Priest, KK Downing, hace años que se bajó del barco. En el arranque del directo salen los sustitutos de los guitarristas míticos, Andy Sneap y Richie Faulker, los dos fans de la vieja guardia están queriendo reconocer a sus ídolos de las seis cuerdas pero no son los que tocan. Ante el desconcierto empiezan a dudar de que sea una se esas banda tributo que tanto abundan. Preguntan a los que tienen al lado y se enteran de toda la historia (claro es que antes nos enterábamos por El Pirata o el Diskokross), uno de ellos se siente estafado y quiere marcharse, el otro le dice que después de pagar se queden a ver cómo sigue el invento. ¿Es lícito que Judas Priest sigan bajo esa denominación sin Downing y Tipton? Cuanto menos es discutible.

Otros que perdieron integrantes fundamentales a lo largo de su dilatada carrera fueron Deep Purple, la superbanda de los 70, sobrevive desde hace décadas sin Jon Lord y Blackmore. Uriah Heep, coetáneos de los Purple, continúan bajo el liderato de Mick Box (76 años) único integrante que queda de la formación inicial, tras la muerte del carismático David Byron y la salida de Ken Hensley que era el compositor principal de sus mejores temas. Este año Saxon anuncia la retirada de si guitarrista fundador Paul Quinn, pues le han encontrado un sustituto rápidamente en Brian Tatler. ¿Tiene sentido este cambio de cromos? El caso más sangrante es la reencarnación de Pantera sin los hermanos Abbott, los que fueron la esencia de la banda no están, Phil Anselmo que fue quien rompió la baraja en su día decide reunirse con Rex Brown y honrar la memoria de los fallecidos. La memoria está en los fans que acudieron a sus conciertos cuando eran de verdad Pantera, en sus discos, las canciones, todo lo demás es puro negocio. Si quieres hacer un homenaje a los Abbott que se lo merecen, haces un único concierto reuniendo a amigos de la profesión y tocáis todos los éxitos. Pues en la gira lo están petando.

Los años pasan factura

Phil Anselmo era un torbellino en la década de los 90. Cantaba con todo, se movía y saltaba como poseído, se dejó la voz en los escenarios (y en la post fiesta). Ahora no está ni para cantar boleros pero ahí lo tienes tirando de los grandes éxitos de Pantera y de la nostalgia de los fans, según le falla la pila pone el micro al público y arreglado. Otro recurso es buscase quien te haga los coros y te apoye en las voces.

Los "Pantera" actuales.

David Coverdale se aferró a seguir girando como Whitesnake y tuvo que llevar un cantante de apoyo, Dino Jesulik, en su última gira. Coverdale uno de los mejores cantantes de hard rock de la historia siguió en los escenarios con muchas limitaciones vocales. Algo similar le ocurre a Don Dokken que sacó nuevo trabajo este año bajo el nombre de Dokken y se va de gira con movilidad reducida en un brazo y con las cuerdas vocales mermadas tras una operación, se subirá a los escenarios sin Pilson, Lynch ni Brown. Los fans irán a verlo, por supuesto. Axl Rose de los reunificados Guns n Roses también se une al club de los destroza éxitos.

Evolución de Axl

Si el repertorio es exigente pues quitamos lo que más nos cueste y fuera. Eso hicieron Deep Purple, el portento vocal de Ian Gillan se esfumó en los 80 y decidieron no volver a tocar “Child In Time”. Rob Halfold de Judas Priest ante la pregunta de por qué sigue cantando “Painkiller” a pesar de las dificultades dijo que cuando no pudiera no subiría al escenario. La última vez que lo vi cantar esa montaña sufrí tanto como él, hay canciones que están hechas para cantar en plenas facultades, en cuanto no estas al 100% no llegas. No es una cuestión de edad es de capacidad, Glenn Hughes, ex Deep Purple, puede cantar lo que quiera a sus 72 años, es un milagro pero conserva una voz maravillosamente personal. La mayoría de formaciones veteranas del rock duro y el heavy metal sufren el mal de las cuerdas vocales, ahí es donde más se nota el paso del tiempo y los esfuerzos de una carrera sobre los escenarios de varias décadas. También hay enfermedades, operaciones de espalda, hombro, malas recuperaciones de articulaciones, Parkinson… todo lo que sufren las personas de cierta edad. ¿Por qué siguen a pesar de los dolores, esfuerzos y achaques?

Todos se aferran a sus grandes clásicos, a los escenarios y esgrimen que son muchos fans los que les alientan a seguir. Y es cierto que es el apoyo de los fans los que les permite continuar. Son músicos y seguirán girando mientras les apoye el público. Lo que se traduce en lo siguiente mientras el respetable pague la entrada, nosotros seguiremos tan felices. No nos desviemos, el motivo principal es el económico.

Motivo económico

Me encantaría que el universo del hard y heavy fuera menos material pero es evidente que nadie iba a girar por medio mundo si no obtuviera un beneficio económico. Nadie trabaja por nada o sacrifica su tiempo, su familia y su salud por hacer feliz a los fans. Lo primero es ganar dinero y luego está lo demás. Algunas cifras nos hablan qué arrastra a estas bandas y todo su séquito de ayudantes y técnicos por los cinco continentes.

Kiss ha ganado con el “End Of The Road Tour” más de 250 millones de dólares, si lo dividimos entre los cuatro años que ha durado, más de 62 millones al año. Por cada uno de los conciertos han ingresado entre 500000 y 700000 dólares. No está claro si incluye el merchandising y otros ingresos derivados. De este dinero no hay que descontar nada por viajes ni por hoteles, eso lo pagan también los promotores. Esta gente mueve dinero, en una palabra.

El año 2022, The Rolling Stones facturaron 179 millones de dólares por 20 conciertos (casi 9 millones por show). Def Leppard & Mötley Crüe: 173 millones de dólares por 35 conciertos (casi 5 millones por show a repartir entre las dos bandas).

Aunque se quiere mantener en secreto, según diversas fuentes el caché de Iron Maiden por concierto es de 1 millón de euros. Scorpions 750000 euros. Metallica, ACDC y Guns n Roses no se mueven por menos de 3 millones por concierto. Los promotores pagan el traslado de las cientos de personas que trabajan para que estos shows sean posibles, además de alojamiento y comidas. En 2016 cuando Guns n Roses se presentó en el festival de Coachella ganó 14 millones de dólares.

El Abba Voyage, que es lo que aspira a realizar Kiss, está generando unos 2 millones de dólares semanales según Bloomberg. Este invento virtual es visitado por miles de personas y los verdaderos integrantes de Abba están en su casa.

No es criticable que ganen mucho dinero, pero es el dinero lo que les mueve, a esto añadimos que disfrutan de los conciertos y del contacto con sus fans. Es un negocio redondo. ¿Pero si no haces un show pleno? ¿Es lícito seguir aunque falten miembros fundamentales? ¿Es ético aunque la gente compre la entrada y cantes con pistas de fondo, hagas medio karaoke?¿Una banda mítica tiene que acabar en el escenario aunque no puedan hacer en condiciones algunos temas? Se les excusa y ellos siguen porque todos les amamos.

¿Es necesario seguir hasta que no puedes más? ¿Necesitamos los fans estas muestras de sacrificio? ¿Los shows que representan siguen siendo de la calidad que corresponde a su mítico legado?

Habrá excepciones pero generalizando NO. Un excepción son Iron Maiden, siguen todos sus integrantes, están en condiciones de hacer las canciones clásicas y ofrecen grandes shows pero otros no pueden decir lo mismo. Otra excepción es la reunión de Helloween, hacen buenos shows y tienen a todos los integrantes fundamentales: Weikath, Hansen, Grosskopf, Kiske. Que los culpables somos los fans que seguimos comprando y agotando las entradas de sus conciertos, SI. Pero esto no es ético para lo que yo entiendo como heavy metal. El heavy metal es una expresión musical extrema y exigente al máximo. Los conciertos son dos horas de temas a volumen brutal, con una velocidad de ejecución y complejidad muy altos, donde los integrantes se mueven constantemente, donde se canta y toca llegando al límite. Quiero que me envuelva esa intensidad, sentir la corriente eléctrica, toda esa maquinaria de acero y me pase por encima. Eso no nos lo da la nostalgia, el querer disfrutar de aquellas canciones que nos marcaron y que son temazos. Eso es avivar recuerdos como quien quiere tener fuego y solo tiene ascuas.

Me quedo con la rajada de Dee Snider de hace unos años, hablando sobre la retirada de Twisted Sister en 2016. "Odio a los que hablan mierda y me enorgullezco de no serlo. Igual que con la jubilación, nos estamos jubilando. Y la gente sigue diciendo: '¿Y cuándo es la reunión? Vuestra separación fue en 2016. ¿No hay reunión? […]"No, no vamos a reunirnos. Siempre lo he dicho. El Metal Hall of Fame de California nos indujo, nos reunimos, hicimos tres canciones juntos. Nos lo pasamos como nunca y fue un momento puntual. La gente podía verlo online, fue genial. La gente lo ve y dice: '¿Por qué no volvéis? Estuvisteis increíbles'”. "No, ya está hecho. […] ¿Pero subir a ese escenario y ofrecer un set completo, tener esa responsabilidad? No va a pasar porque no digo gilipolleces como hace la mayoría de la gente".

"La gente se enfada cuando digo eso. 'Te estás burlando de Scorpions, KISS, Mötley, bla, bla, bla, bla'. Sí, vale, ¡pero yo no les he dicho que te retiren! De hecho, no tienen que hacerlo. Sus fans no quieren que lo hagan. ¡Que se queden para siempre! Rush se quedó hasta que Neil falleció. Metallica dice que no creen que vayan a retirarse nunca oficialmente, y que quizá dejen de tocar cuando... No quiero poner palabras en su boca, pero es divertido”.

"Pero no me vendas una camiseta de 'No More Tours'. No me vendas una entrada premium. No me vendas un libro de la gira. No me vendas esas cosas y luego cambies de opinión. Tres años de gira de despedida y luego '¡cambiamos de opinión porque no hemos tocado en todas partes!".

"Blue Öyster Cult tienen chaquetas de gira 'On Tour Forever'. Me aterra, pero esa es su declaración: 'Nunca nos retiraremos. Siempre estaremos tocando'. Que Dios les bendiga, y nunca les avergonzaré por salir ahí fuera y seguir haciéndolo. Están viviendo su sueño, y hay gente que viene a verlos: que Dios los bendiga”.

"Pero no salen ahí y dicen: '¡Firmamos con sangre! ¡Hasta aquí hemos llegado! ¡Adiós!'. Tres años después, les agitan grandes cheques en la cara y te dicen: '¡Hemos vuelto! Hemos vuelto'. Y ahora los miembros están envejeciendo y siendo reemplazados por otros. Vaya una gilipollez. Mentira".