Los 10 del Dictador para... true Norwegian black metal

Lo comentaba hace bien poco en la reseña de Djevel, con los años me he ido dando cuenta de que, en realidad, poco unía musicalmente a las bandas del black metal noruego de aquella segunda oleada de principios de los 90. Incluso, si lo pensamos bien, todos ellos tenían una personalidad bien definida y diferenciada a nivel conceptual. Desde el misticismo astral de Emperor, a las epopeyas vikingas de Enslaved, cada una de estas formaciones hacía gala de una identidad muy propia a pesar de la corta edad de sus miembros. Algunos incluso no superaban la adolescencia. Como todo fenómeno juvenil, porque es lo que fue, no no engañemos, todos estos tomaron caminos muy diferentes en poco tiempo y, en apenas tres años, nada quedaba ya del black metal noruego tal y como fue concebido en origen. Aún con todo, diré que pocas escenas me impactaron como esta, teniendo en cuenta que viví estas ediciones en primera persona o no mucho después de su salida. Ahí van mis diez favoritos, escogiendo uno por banda en esta ocasión...

1. Emperor - In the Nightside Eclipse (1994 Candlelight)

El Santo Grial del black metal noruego… bueno, aquí cada uno tendrá su favorito, muchos se quedarán con el que viene inmediatamente después. Sea como fuere, un álbum básico no, lo siguiente, para entender el black metal. Al menos en su vertiente más elegante e intelectual. Emperor vendrían encarnando el lado civilizado del estilo, gente cultivada, con ciertas inquietudes filosóficas y artísticas. Músicos consumados casi desde sus inicios que en ningún momento se conformaron con aquello que se esperaba de ellos. Como todo el que tiene esta amplitud de miras, a Ihsahn se le fue la historia de las manos y acabó cayendo en la autocomplacencia y un barroquismo desmesurado. Sin embargo, en sus inicios, Emperor eran la banda de black metal total. Más diestros que cualquiera de sus contemporáneos, ya se atisbaba en aquellos chavales a músicos y compositores de relativo mérito, apártandose bien temprano de la impresión de desaliño que habitualmente deja el estilo, sobre todo entre los no iniciados. “In the Nightside Eclipse” suena bien, muy bien, de hecho, las composiciones están pensadas, la portada es un lujazo y la atmósfera insuperable. Si alguien busca una clase maestra de cómo utilizar los teclados en el black metal, aquí la tiene. Bueno, algunos dicen que en algún momento se pasan un pelín... a mí tampoco me lo parece. Si me pusiera muy exigente, podría decir que Ihsahn no es precisamente el vocalista con más presencia del black metal, pero no pasará a la historia por eso. Una pijada en un trabajo de esta calidad, realmente. Disco, además, acompañado por ese aura de misticismo que le aporta toda la leyenda negra que lo rodea. Un álbum realmente mágico e irrepetible.

2. Mayhem - De Mysteriis Dom Sathanas (1994 Deathlike Silence Productions)

Y, si de leyenda negra hablamos, ninguno como “De Mysteriis Dom Sathanas". Grabado por Euronymous, auténtico gurú y cabeza visible del black noruego a principios de los 90, Hellhammer, Attila y Varg Vikernes, como no, junto a Pytten en los Grieghallen, tardó más de un año en ver la luz tras su concepción. Entre medias, como ya todos sabréis, Vikernes se cargó a Euronymous y, supuestamente, Hellhammer se comprometió con la madre de este último re-grabar las líneas de bajo en la edición final, cosa que nunca hizo, según él, porque “les parecía buena idea que víctima y asesino figuraran en la misma grabación”. Independientemente de todas estas historias ya perfectamente documentadas, “De Mysteriis Dom Sathanas” es clave para comprender qué es el black metal noruego. Este álbum es EL black metal. Con todas sus miserias, Euronymous concibió tal forma de expresión como llegó hasta nuestros días y su mérito musical no se lo puede arrebatar ningún suceso sensacionalista. Imitado miles de veces por un buen motivo, no hay nada que suene más negro, más pérfido y más vicioso que esto. Una auténtica joya de principio a fin, de esas que puede costar comprender, como me ocurrió a mí en su momento, pero que, una vez te atrapa, no deja escapatoria. Te absorbe hasta lo más profundo de un ponzoñoso agujero negro para después regurgitarte desnudo, indefenso y pegajoso. Imprescindible.

3. Satyricon - Nemesis Divina (1996 Moonfog Productions)

Satyricon fueron los últimos, de entre los grandes de la escena noruega, en terminar de romper. Me encantan “Dark Medieval Times" y “The Shadowthrone", ambos alumbrados en el blasfemo año de 1994, pero no fue hasta 1996 cuando consiguieron sacar su manifiesto definitivo. Probablemente, el último gran clásico del black metal noruego, con permiso del “Anthems to the Welkin at Dusk” de Emperor y “Eld” de Enslaved. Lo cierto es que, para esas alturas, casi todos sus colegas estaban ya fuera de juego: Euronymous bajo tierra, Samoth, Faust y Vikernes en el talego, Darkthrone un poco apoltronados con “Total Death"... así que el camino quedó libre para que Satyr y Frost se convirtieran en líderes indiscutibles de la escena. Y así lo hicieron. “Nemesis Divina" arrasó con todo en 1996 y consiguió cimentar una leyenda de la que Satyricon han vivido de forma parasitaria durante los últimos 27 años, sin volver a sacar un trabajo que realmente mereciera la pena. Aquí estamos ante una obra de arte de esas verdaderamente perfectas. Todo funciona: portada, producción, composiciones, presentación, imagen... para crear la obra de black metal definitiva. Aún recuerdo la impresión que me llevé en su día al verlos posar de esta guisa en la portada de la Grind Zone. Es oscuro, pero también evocador. Melódico y también agresivo. Moderno y a la vez tradicional. Místico a la par que violento... Dual, como la vida misma, o la muerte, o ambas a un tiempo. Nadie puede resistirse a una pieza maestra como esta, de esas que te salen una vez en la vida, sino que se lo digan a Satyr...

4. Immortal - Pure Holocaust (1993 Osmose Productions)

El pasado día 1 de este mismo mes cumplió 30 años otros de esos álbumes verdaderamente fundamentales para mí. Joder, 30 años ya, quién lo diría, 28 desde que yo sé de su existencia, en realidad. Immortal fueron capaces ya en 1993 de dejar su testamento definitivo, la obra por la que deben ser recordados, por mucho que sus fans más modernos afirmen que la carrera de la banda se puso seria en 1999. Paparruchas, los auténticos Immortal son los de su primera trilogía y “Pure Holocaust" su pieza clave. Pinchar este CD es como si una ventisca te golpeara la puta cara. Como un témpano de hielo que te ensarta cual pincho moruno allá por donde la espalda pierde su casto nombre. Frío, desolador, gélido, inhóspito, inclemente... como sentarse desnudo sobre una capa de escarcha y que los huevos se te peguen al suelo. Abbath, Demonaz y Grim, supuestamente este último no, aunque yo siempre he querido pensar que él también, destaparon una caja de Pandora que escupió 33 minutos de tormenta, viento, hielo, nieve y odio. No necesitas más, ni menos, para crear un álbum, perdonad el guiño, verdaderamente inmortal. Y la imagen de portada, lejos de la ridiculez de otras ocasiones, jodidamente icónica. Maravillosa pesadilla helada. 

5. Borknagar - Borknagar (1996 Malicious Records)

En 1995, Øysten Garnes Brun, algo frustrado por el escaso éxito de sus primitivos Molested, decidía montar una aventura en la línea de lo que pegaba en el momento tirando de algunos colegas de escena. ¡Cuidadito! Garm de Ulver, Ivar de Enslaved, Infernus de Gorgoroth y Erik de Immortal. Sin embargo, en lugar de replicar lo que otros estaban haciendo en sus bandas de origen, Øysten fue capaz de aparecer con una propuesta genuina y diferenciadora, imposible de confundir con cualquier otra banda de la época. De nuevo, esa singularidad noruega que le dio a cada álbum lanzado en estos tres/cuatro años una sonoridad propia e intransferible. Lo de Borknagar empezó siendo un black metal en apariencia sucio y furibundo, pero que escondía pasajes de una belleza deslumbrante. Una oferta muy dual también, con un contraste muy marcado entre arranques de despiadado black metal noruego y gloriosos cánticos vikingos, con una producción algo estridente de Pytten que, me consta, tira a algunos para atrás. En futuras ofertas suavizarían mucho las aristas y Century Media los acabó convirtiendo en una banda mucho más accesible. Es muy recomendable también su segundo trabajo, un domesticado “The Olden Domain", aunque nunca volverían a brillar como en este impresionante álbum de debut. Cierto es que se le podrían llegar a reprochar esos interludios pelín pintorescos, pero yo estoy muy hecho a ellos y ni siquiera me molestan. Este CD me encanta, verdaderamente.

6. Burzum - Hvis lyset tar oss (1994 Misanthropy Records)

No podía faltar uno de Burzum a pesar de que, como le decía a un colega recientemente, van detrás de todos los anteriores en mi lista de preferencias. Me explico. Me encantan los cuatro primeros LP's de Burzum (todo lo que vino tras el encarcelamiento de Vikernes me la pela), pero, en todos y cada uno de ellos, me encuentro algo de relleno, alguna cosa que no me termina y aquí atiende al nombre de “Tomhet". Que sí, que ya sé que hay gente que lo flota con las soporíferas monsergas ambientales del otrora conocido como Count, o Greifi, Grishnack, pero a mí me parecen auténticamente insufribles. Lo que nos encontramos aquí es una jodida obra maestra, “Det som en gang var", seguida por dos canciones muy correctas, “Hvis lyset tar oss" e “Inn i slottet fra droemnen", y un tema ambiental de cierre absurdamente largo, el citado “Tomhet", que puede tener su gracia un par de minutos, pero catorce... Con todo, más que suficiente para dar lugar al black metal depresivo y, de paso, dejar su huella en la historia. Que sus fechorías han ayudado para que Vikernes ganara mayor notoriedad, me parece indudable, pero cualquiera se atreve a cuestionar su legado en apenas año y medio: cuatro LP's y un EP verdaderamente históricos. Que en el mismo tiempo y con la mitad de material editado, tendría una discografía aún más consistente, tampoco me parece menos verdad. Una maravilla de escucha, con todo ello. Otro totalmente imprescindible para comprender el género.

7. Ulver - Bergtatt: Et Eeventyr i 5 Capitler (1995 Head Not Found)

Ulver fueron una de esas raras anomalías que, de cuando en vez, surgían en medio de la tempestad noruega. Por aquí pasaron en algun momento varios de los personajes más inquietos de la época, como Garm (Borknagar, Arcturus), Skoll (Ved Buens Ende, Arcturus, Fimbulwinter, Den Sakaaldte...), Sverd (Arcturus, Covenant, Emperor), Shagrath (Dimmu Borgir, Fimbulwinter Nocturnal Breed, Chrome Division...), Czral (Aura Noir, Ved Buens Ende, Cadaver, Satyricon, Dødheimsgard...)... Con lo que ya se puede suponer que eran unos tíos destinados a salirse del molde. En 1995 debutaron con estos 34 minutitos de abrumadora belleza. Es de esos que no me habría importado que durara un cuartito de hora más. Aquí hay black metal, sí, pero también muchísimo más y en dosis bien generosas, además. Pasajes acústicos, etéreos cánticos celestiales, sonidos ambientales, preciosista instrumentación, producción cristalina... Os diré que “Bergatt" me ha parecido siempre una piedra de toque fundamental para comprender la aparición del black metal atmosférico inspirado en la naturaleza que tanto seguimiento ha cosechado en los últimos 20 años... Ulver, básicamente, arrancan con esa historia y su debut es una joyita que no se puede dejar pasar. También os digo, sus bandazos posteriores desconciertarían al más ecléctico.

8. Gorgoroth - Antichrist (1996 Malicious Records)

Puede parecer extraño que meta aquí un EP (aunque ahora se ve que esto se considera un LP), pero es que me parece que en este “Antichrist", Gorgoroth culminaron su sonido. “Pentagram" está aún a medio cocinar, “Under the Sign of Hell" les quedó demasiado crudo y lo que vino después está tan pasado que ya ha perdido su sabor. “Antichrist” está en su punto justo y la única pega es que sólo dure 25 minutos. Oye, que para un EP no está nada mal, “Pentagram" sólo duraba cuatro más y, supuestamente, es un LP de pleno derecho. La lástima es que esta, siendo la pieza central de su discografía, pueda pasar desapercibida por su consideración de lanzamiento menor... no cometáis semejante equivocación. Black Metal satánico a ultranza, llevado hasta sus últimas consecuencias, aunque con un gusto melódico y una elegancia poco esperable en una banda de este corte. Tuve suerte porque me crucé con este CD muy prontito en una tienda de discos de segunda mano ya desaparecida aquí en Vigo e inmediatamente se incorporó a mis escuchas habituales. Me pregunto yo quién fue el colgado que se compra esto en 1996 para venderlo poco después de su salida. Bueno, bienvenido sea. Sólo siento la decepción inicial que me llevé con “Under the Sign of Hell" y “Destroyer" poco después, aunque al primero de ellos he acabado encontrándole el encanto más allá de su desastrosa producción. Nada que ver con el excelente trabajo de Pytten en este “Antichrist". Siempre he pensado, no obstante, que esa “Possessed by Satan" era muy mejorable. Las otras cuatro, porque “En stram lukt av kristent blod" no es más que una intro, una gozada. A la batería tenemos a un tal Frost, por cierto, que no le pega nada mal al asunto.

9. Enslaved - Frost (1994 Osmose Productions)

Otros a los que llegué gracias a la italiana Grind Zone ya que los mencionaban con frecuencia hacia el 94-95. Es increíble la cantidad de nombres que acabaron resonando en mi cabeza de leerlos en sus páginas. Enslaved eran una película que, para mí, sonaba muy novedosa de aquella... black metal vikingo. ¿Qué coño podía ser aquello? Pero lo cierto es que el concepto pegaba bien y visualmente tenía mucha fuerza. Encargué el CD en la tienda habitual y lo primero que me encontré fue una maravillosa introducción que aún hoy sigue estando entre mis favoritas. Si queréis hacer algo de este palo, ahí tenéis un ejemplo cojonudo. Tras esto, pura devastación con “Loke". La temática podía ser muy mitológica y todo lo que queráis, pero Enslaved eran unos putos animales y a la batería tenían a un muchacho que poco después se descubriría como uno de los más rápidos del planeta con “Anthems to the Welkin at Dusk", Trym Torson. Enslaved estaban entre lo más bestia de su generación, aunque no se olvidaban de “paganear" cuando era necesario, que para eso eran muy vikingos ellos. Explorarían dicha faceta más en profundidad en otros trabajos como “Eld” o incluso el anterior “Vikingligr veldi", aunque durante aquellos primeros años eran una banda de viking black que ponía mucho más acento en esto último. Luego ya se irían por otros derroteros más indies y progresivos. Grandes músicos los tres, Ivar Bjornsson, por cierto, apenas llegaba a los 17 cuando grabó esto. Un geniecillo en potencia. Otro clásico con una portada sencilla, pero preciosa.

10. Darkthrone - Transilvanian Hunger (1994 Peaceville Records)

Igual que en el caso de Burzum, no soy un fanático descerebrado de Darkthrone, sino que tiendo a ver sus defectos con cierta facilidad, lo que no quita que “Transilvanian Hunger" sea una joya de auténtico black metal noruego. Sólo que una muy poco pulida. Por ello comprendo perfectamente a los que no ven la genialidad en Darkthrone asomando por ningún lado. Lo cierto es que los cabrones ponen mucho empeño en ocultarla, mira que sus álbumes suenan como el culo. Sin embargo, para todos aquellos que penséis que no es algo totalmente deliberado, escuchad su debut. Cierto día de 1992, Euronymous acabó de sorberle la sesera a Gylve y Ted y la consecuencia directa fueron estas cerdadas con las que nos castigaron de “A Blaze in the Northern Sky" en adelante. Una cosa os digo, si algo es imitado hasta la saciedad, como es el caso, es que algo de brillante tiene. “Transilvanian Hunger” son 39 minutos de ira desatada. De maldad, furia, mala baba y violencia. Ahora, con un aura de oscuridad y un halo de misterio difícil de igualar. El sonido parece un mal chiste, para nada profesional, como el resultado de una grabación de local de ensayo con un radiocassete viejo y, paradójicamente, funciona a la perfección y no hace más que añadir magia al resultado final. No se trata de nada accidental, para que nos entendamos. Vamos, que estos tíos aparecieron con la mierda más anticomercial que te puedas echar a la cara y lo acabaron petando igualmente. “Norsk arisk black metal" (black metal ario noruego), vaya cojones. Una punkarrada, aunque una puta genialidad, en definitiva.

No están todos, eso seguro, y algunos podéis echar de menos a Dødheimsgard, Carpathian Forest, In the Woods..., Aeternus, Arcturus, Gehenna, Dimmu Borgir (cuando aún eran una banda de black, no el mal chiste posterior)... yo qué sé, aunque creo que, nombrando un trabajo de cada banda, prácticamente menciono a todos los que yo encuentro esenciales. Y, de sus carreras, estos fueron los más relevantes para mí, los que más huella me dejaron. Hasta 7 de los 10, por cierto, grabados en los Grieghallen con Eirik “Pytten" Hundvin. Detalle que no me parece cosa baladí cuando tenemos en cuenta las considerables diferencias en el sonido de todos estos trabajos (ahora que me venga alguno diciendo que le suenan todos iguales). Como guía de iniciación, este es el lugar adecuado para empezar. Ahora bien, el black metal no es apto para todo el mundo. Algunos pensaréis que es una basura infumable y que no son más que una panda de niñatos haciendo ruido. Muchos no alcanzaréis a percibir su maravillosa singularidad como movimiento y no es nada malo. Esa es su naturaleza y así debe ser. ¡Hasta otra!