Los Mejores Monsters Of Rock

 

El origen de los actuales macrofestivales de varios días como Wacken o Hellfest fue el Monsters Of Rock. El festival pionero con bandas de heavy metal fue referencia y ejemplo para los festivales del nuevo milenio. Es cierto que se realizaba en un único día pero el concepto de ver las mejores bandas heavys del momento sobre un gran escenario nació con el festival inglés. La idea fue de los promotores Paul Loasby y Maurice Jones que pensando en hacer un gran concierto de fin de gira de Rainbow imitaron lo que se hacía en Reading pero focalizándolo en ese género emergente que era el heavy. El lugar elegido fue el circuito de carreras de Donington Park en Leicestershire. El mítico Monsters Of Rock incluyó a las mejores bandas de heavy metal en su mejor momento: la década de los 80 y principios de los 90. En Donington se celebró de manera anual en el mes de agosto desde 1980 a 1988 y de 1990 a 1992. Comenzó a decaer desde 1994 a 1996, dejando de hacerse en 1997. Luego se vendió “la marca” para que se celebraran festivales en el nuevo milenio pero ya no era  lo mismo, incluso se transformó en crucero.

En sus orígenes y época dorada, lo maravilloso es que salió de la Gran Bretaña a otros países debido al éxito y auge del género, celebrándose en Alemania Occidental desde 1983 a 1991; en Suecia desde 1984; Italia desde 1987; España, Francia y Países Bajos desde 1988; en Polonia, Hungría, Austria y la Unión Soviética desde 1991. Se expandió a EEUU en 1988. De todos los Monsters que se celebraron he seleccionado los tres más brutales y significativos. Ahí va mi top 3 de Monsters of Rock: Donington 1980, Schweinfurt 1988 y Moscú 1991.

1980 – Donington Park

La primera edición tenía como cabeza de cartel a los Rainbow con Graham Bonnet, gira “Down To Earth”, razón principal por la que lo he seleccionado y porque fue el último concierto de Cozy Powell con la banda arco iris. Si a eso le sumamos que tocaron algunas de las mejores bandas de heavy metal de la historia como Judas Priest, Scorpions, Saxon o Riot, no hay duda de que aquel sábado 16 de agosto fue un día memorable. Cierto que hubo complicaciones, unos días antes llovió y el día del concierto había zonas embarradas. En las pruebas de pirotecnia de la batería de Cozy Powell se produjo una explosión que dañó parte de los amplificadores por lo que el sonido del concierto perdió potencia. El bajista de la banda Touch bebió de una botella de cerveza que tenía una abeja dentro que le picó y tuvo que irse al hospital.

Centrándonos en lo musical, abrieron Touch que tuvieron el problema del bajista picado por la abeja y que prácticamente lo único destacado en su currículo fue participar en aquel festival, los asistentes aprovecharon su actuación para ir desperezándose y calentar motores escuchando su elegante AOR.

La cosa se puso seria con la salida de los neoyorquinos Riot, que venían de publicar su segundo LP “Narita” con Guy Speranza y el maestro Mark Reale a las seis cuerdas, secundado por Rick Ventura, Kip Leming y Sandy Slavin. Lástima que no se grabara video de su actuación, solo tenemos algunos audios que salieron en recopilatorios como “Monsters Of Rock” como la incendiaria “Road Racin’”:

Los jóvenes Saxon salieron a comérselo todo, capitaneados por Biff Byford y secundado por la dupla Oliver-Quinn, Gill y Dawson. Presentaban unos de sus trabajos más icónicos y uno de los mejores discos de la NWOBHM, y qué leche, de la historia del heavy metal, “Wheels Of Steel”. Unos Saxon que estaban de dulce porque apenas un mes después del concierto sacarían “Strong Arm Of The Law”.

Los canadienses April Wine llegaron en medio de aquel torbellino. Lo suyo no era el heavy de tachuela y cuero sino más bien el rock ecléctico, eso sí sin que les falte un ápice de calidad. No todo era hard o heavy en aquellos Monsters. 

Otros muy celebrados fueron los germanos Scorpions, eran unos veteranos por aquel 1980, venían de editar su séptimo Lp, “Animal Magnetism” y poseían un repertorio muy sólido y sobre todo una banda en pleno rendimiento, con la formación clásica Klaus Meine, Rudolf Schenker, Matthias Jabs, Francis Buchholz y Herman Rarebell.  Aquí otra muestra en vivo de aquel día:

De los dioses del metal, Judas Priest, no hubo registro oficial y nada de su actuación salió en forma de vinilo y menos en vídeo. Los que asistieron dicen que fue brutal, venían con unos de sus trabajos más celebrados respaldándoles, “British Steel” que vio la luz unos meses antes. Los Judas de entonces eran una banda curtida en la década de los 70 con discazos como “Sad Wings Of Destiny”, “Stained Class” o “Killing Machine”. Es curioso que esta fuera la primera y la última vez que estuvieran en unos de los Monsters Of Rock míticos.

Como cabezas de cartel, Rainbow, último concierto de su gira “Down To Earth”, último concierto de Cozy Powell con la banda del arco iris y también la última vez de un Graham Bonnet que no hacía migas con el jefe Richie Blackmore, a pesar de todo el espectáculo que formaban y cómo sonaban era de lo mejor. Rainbow lo completaban Roger Glover al bajo y Don Airey a las teclas. Como especial tocaron “Stargazer” que no hicieron el resto de la gira. Su actuación fue filmada parcialmente permitiendo revivir aquella noche mítica.

El primer Monsters fue un éxito de público y tuvo uno de los carteles más potentes. Sin duda un día grande en la historia del heavy metal.

1988 – Alemania

Hasta la novena edición no aparecieron Iron Maiden en el festival. Los Iron Maiden que estaban en el trono del heavy metal, ese año 88 habían sacado una obra maestra: “Seventh Son Of A Seventh Son”. Fueron cabezas de cartel del Monsters en su periplo por distintos países: Alemania, Italia, Francia, Países Bajos y, por supuesto, España. Aquellos conciertos en Madrid, Pamplona y Barcelona fueron míticos pero yo me he quedado con el celebrado en Alemania, aunque por cartel sería el de Donington pero se tiñó de desgracia porque fallecieron dos personas por avalanchas durante la actuación de Guns N Roses. En Alemania no estuvieron Axl y compañía pero sí Testament y Anthrax, y los Kiss sin maquillaje. Además, Doro Pesch como maestra de ceremonias. Un auténtico cartelazo completado con Great White, Treat y David Lee Roth.

Los primeros en salir en Schweinfurt el 27 de agosto fueron Treat, la formación sueca de hard rock que venía de sacar su plástico más afamado, “Dreamhunter”, plagado de melodías con gancho y un estilo que a muchos les recordará a otros suecos, Europe. Abrieron aquel día y ante una gran audiencia dejaron retazos de su clase y buen hacer, liderados por Robert Ernlund al micro.

Los americanos Great White fueron los siguientes en el escenario, banda veterana de hard rock con estilo entre Dokken/Motley y raíces setenteras a lo Aerosmith, que traían las canciones de “Once Bitten” con muchas tablas que mantuvo al público enganchado con su actuación.

Pues todo iba de dulce, melódico ambiente hasta que salieron unos tipos representantes del Bay Arena, Testament que traían bajo el brazo su último trabajo “The New Order” y que habían debutado apenas un año antes con “The Legacy”. La vida son contrastes, la llegada de Testament fue como la caída de una bomba atómica, el thrash dejó a los asistentes en un estado de euforia. La grabación atestigua las ganas de comerse el mundo de una banda que se erigía en aquel 1988 como una promesa del thrash metal que con los años llegarían a lo más alto. Los incendiarios Testament de aquel día eran: Chuck Billy, Eric Peterson, Alex Skolnick, Greg Christian y Louie Clemente.

Manteniendo la explosión thrash, subieron al escenario Anthrax en el mejor momento de su carrera, adelantando temas como “Antisocial” o “Make Me Laugh” de su aclamado “State Of Euphoria” que saldría un mes más tarde de la actuación y con la resaca de su tremendo “Among The Living”. Formación clásica: Belladonna, Ian, Spitz, Bello y Benante. Una dupla thrash de primer orden la que pudieron vivir los asistentes al Monsters.

Después de la tormenta, llegó David Lee Roth, todo un animal de escenario, el ex de Van Halen que en solitario era conocido por su LP “Eat ‘Em And Smile” del 86 y que en ese verano de 1988 presentaba “Skyscraper” deudor del sonido Van Halen y de la magia guitarrística de Steve Vai. Muy buenos discos y muy buena banda que respaldaba al gran Diamond Dave, entre ellos el virtuoso Steve Vai. Los germanos pudieron disfrutar de un gran directo. Pero desgraciadamente no hay grabación de sus actuaciones en esos Monsters.

Los reyes del glam rock, Kiss, bajaron al barro sin maquillaje y sin efectos en la gira Monsters Of Rock para ofrecer sus éxitos de más de quince años de carrera como “Rock And Roll All Nite” o “Detroit Rock City” y presentando su último disco entonces, “Crazy Nights”. Unos Kiss muy dinámicos y enchufados con el público, sin duda, uno de los platos fuertes del día.

Un día que comenzó con hard melódico, siguió cañero con Thrash, luego un poco de glam y el colofón sería el mejor heavy británico. Iron Maiden, cabezas de cartel, gustándose en su trono, descarga avalada por una década de grandes canciones y mejores conciertos. La doncella incontestable en 1988, los mejores Maiden de la historia presentando “Seventh Son Of A Seventh Son”. El heavy metal hecho decibelios, distorsión y acero. Estaban en ese punto perfecto entre veteranía y juventud, con un set list incontestable. Por desgracia no hubo grabación oficial del show en Alemania pero sí en Donington que os dejo por aquí, la escenografía fue la misma en Alemania y el resto de la gira Monsters.

1991 – Moscow

Un concierto especial por el momento socio político que vivía la antigua URSS. Es de los Monsters más salvajes y multitudinarios, se congregaron oficialmente medio millón de asistentes, extraoficialmente se habla de más de un millón de jóvenes. El contexto: el régimen comunista de la URSS esta cayendo, Mijaíl Gorbachov estaba cambiando el sistema político y económico, algunos altos cargos militares intentan un golpe de estado un mes antes del festival.

El evento se celebra el 28 de septiembre de 1991 en el Aeródromo Túshino de Moscú. Debido a la masiva afluencia de público y tras los acontecimientos en los que se encuentra el país las medidas de seguridad son excepcionales, se movilizan miles de militares. Las imágenes del concierto son espectaculares y al mismo tiempo sorprende que aquel polvorín no estallase, contra todo pronóstico fue un éxito. La grabación del concierto quedó para la historia.

La banda local EST fueron los encargados de abrir. El grado de excitación era tal entre el público y las letras eran tan incendiarias que se produjeron tumultos y disturbios entre policía y espectadores, agresiones que obligaron a detener la actuación. Las autoridades querían suspender el festival pero los organizadores salieron y lograron calmar a las masas. EST pudieron terminar su actuación. Según el New York Times, hubo un centenar de heridos, un número indeterminado de arrestados y el número de efectivos policiales eran 1000 pero había miles de militares ocultos en camiones junto al aeródromo para disolver aquello en el momento que fuera necesario. Solo los deseos de dar una imagen de libertad y “normalidad” lograron que el Monsters Of Rock de 1991 en Moscú saliera adelante.

The Black Crowes salieron y calmaron los ánimos. La idea de pluralidad musical de los Monster Of Rock ayudó en esa ocasión a que el festival tuviera un respiro necesario. Siempre se incluyeron bandas de estilos diversos, no solo heavy metal sino que en medio del cartel siempre había alguna banda de rock o AOR que diera diversidad y englobara a más público que al de un solo género. Los “cuervos negros” desplegaron ese rock deudor de los 70, hippie, de paz y amor.

Uno de los platos fuertes llegó con Pantera, la banda tejana no estaba entre el cartel del año 91 pero se cayeron Queensrÿche y les propusieron formar parte, estaban grabando “Vulgar Display Of Power” y salieron del estudio de grabación solo para dar el concierto. Aquello fue echar gasolina al fuego. Pantera en su momento álgido. Nadie es su sano juicio habría dejado seguir aquel concierto, fue demencial, allí Pantera se movieron como pez en el agua.

Le tocó el turno a Metallica, si hasta aquí el concierto tenía tintes épicos, aquí ya alcanzó el nivel de epicidad máxima. Metallica estaban fraguando la mayor de las traiciones pero todavía mantenían el crédito, y vaya si tocaron en Moscú, con lo más granado de su excelsa discografía hasta aquel momento incluyendo el álbum negro. Hay bandas que parecen destinadas a triunfar y torear en las plazas más difíciles. Solo ver cómo miles de personas vibran (policías incluidos) con “Enter Sandman” es la respuesta al éxito que los de San Francisco alcanzaron y contra todo pronóstico mantuvieron. Aquel 28 de septiembre se pudo ver a Metallica en la cúspide, no eran los cabezas de cartel pero la cima del concierto fueron ellos.

AC/DC cerraron el Monsters en Moscú. Los promotores y el staff no se lo creían. Los australianos no serían la cima del concierto pero no se anduvieron cortos, sacaron todos los ases que tenían y eran muchos. Un repertorio de éxitos contrastados y conocidos en todo el mundo. Angus de colegial en plena forma y un Brian Johnson incombustible. Aquel 91 era la gira “The Razors Edge”, unos AC/DC curtidos y en buena forma.

Aquel histórico festival quedó recogido en un VHS llamado “For Those About To Rock – Monsters In Moscow”. El festival más brutal, épico y monstruoso de la historia, aquel día en Moscú fue una locura que por extraño que parezca venció la música heavy. 

Esta ha sido mi elección de Monsters, hay muchos y para todos los gustos. He tenido muchas dudas pero me subiría ahora mismo al DeLorean para poder vivirlos sin dudarlo. Bueno, el de Moscú con cierta distancia del escenario por favor.

Monsters Of Rock supuso el comienzo de una de las características fundamentales del heavy metal, que sus seguidores hicieran comunidad entorno a los conciertos, de forma que fuera un espacio donde convivir, disfrutar y descubrir bandas (y a otros seguidores del género). Si el género ha sobrevivido al tiempo y a las crisis en parte ha sido al empeño de las bandas en tocar y el público de asistir a festivales de este tipo.