Avalon - Why Now (1995 InsideOut Music)

1. Why Now (05:06)

2. Rhythm of My Heart (04:53)

3. Never (04:48)

4. True Mental (05:54)

5. Follow Me (06:05)

6. Foreplay (01:35)

7. Just Try (06:03)

8. More than Words Can Say (05:45)

9. Ever and Ever (live) 05:21)

10. One Night (live) (06:07)

Cada vez estoy más convencido de que los discos no los escoges, pasa igual que con los libros, te escogen ellos a ti, y por qué os lo digo, porque con estos -Avalon- me ha ocurrido algo parecido. A simple vista y leyendo el nombre de la banda, pudiera ser que su atractivo, que mi atracción hacia ellos fuera la alusión directa que hacen de la isla legendaria, de mismo nombre, que sale en la mitología celta y donde según cuenta esta, habitaba en ella la hada Morgana. Me mola, pero, la cosa no va a ir por ahí, no era eso, tíos, algo me decía que el aroma que desprendía este disco no era el de las islas británicas. El perfume venía de otro sitio, de una mujer, sí, pero de carne y hueso que toca el bajo con estos germanos. ¡Toma!, lo sabía, esto olía algo a conejito (uhmm...), y efectivamente, a uno muy hermoso, el que posee Petra Hasselkuss, también teutona, que es como se llama la tía que toca las cuatro cuerdas en estos -Avalon-, y que en el 95 saca este elepé "Why Now", en compañía de otros cuatro fulanos, también paisanos y todos unos desconocidos en esto del prog salido de tierras bávaras. La presencia de esa bajista es lo que me ha llevado hasta ellos, estoy convencido, colegas. Si es hada, hechicera, bruja o el espíritu de "Mary" (la prostituta que se hizo monja), no lo sé, pero algo en mí me decía que aquí había algo y seguro que esta tal Petra, jefa y ama de estos -Avalon- tuvo algo que ver. Tampoco fue la portada, bastante espartana, pero al mismo tiempo, con un cierto simbolismo religioso cristiano disimulado u oculto (lo digo por esa espada en forma de cruz que sale), y menos los de InsideOut Music encargados de editarles el disco, lo que me atrajo hasta aquí.  Disquera que no es que siga mucho y que se hizo famosa cuando empezaban los 90´s  reeditando en Europa material de bandas prog yankess que estaban despuntado como los Symphony X o Shadow Gallery,  y que en la actualidad se dedica casi en exclusiva a trabajar todo ese estilo, seguramente os sonarán mucho por ser una casa que tiene en su escudería casi todos los trabajos de la banda del Arjen Lucassen, Ayreon, del Devin Townsend y proyectos paralelos de gente muy famosa dentro del mundillo prog, como el vocalista de Dream Theater; James LaBrie, Geoff Tate, Derek Sherinian o  Mike Portnoy. Con estos muniqueses no iba a ser la excepción, y por esos derroteros va a sonar este "Why Now". 

También tendremos heavy/hard clásico y gotitas de power, todo ello aderezado con una mostaza llamada melodía. Y es que, amigos, en los mediados de los 90´s el bacalao en esto del heavy técnico, progresivo o cómo lo queráis llamar, venía de los States y lo cortaban los Dream Theater, Fates Warning, Queensrÿche o Symphony X, y de todos ellos van a tener algo estos -Avalon-, que se mostrarán como unos de sus mejores y más desconocidos discípulos. Era la época donde los músicos querían llevar sus habilidades al extremo. Lo cool era ver quién era el más técnico, más virtuoso o quién hacía los acordes más raros. Los mástiles se retorcían y echaban humo, y las bases rítmicas, bajo y batería, junto con los teclados se cruzaban en patrones imposibles. La moda era querer sonar preciosista y enrevesado, complejo. Ahí estaban los "Inside Out" y  "Parallels", de Jim Matheos. Los "Images and Words" (pilar básico) y "Awake" (sobretodo este), de los Petrucci y Cía, "Parallel Minds" de los Conception y el "Promise Land" del genial DeGarmo, pero de este elepé en concreto van a coger poco (no había mucho que coger), serán los primeros de los Queensrÿche los que le van a marcar el compás a estos centroeuropeos. Especialmente su disco del 88, una obra maestra conceptual llamada "Operation: Mindcrime" de donde sacarán el libro de instrucciones para montar este desconocidísimo "Why Now".

Unos -Avalon- que aquí se presentan como un conjunto muy hecho, profesional y con una base rítmica que será de lo mejorcito del álbum. La tal Petra (dueña y señora de estos teutones) junto con el batera, Peter Key y la afiladísima hacha de su único guitarrista, Sebastian Eder, harán una tripleta de mucha categoría. Banda que ya andaba por el 90 buscándose las habichuelas, intentando asomara la cabeza, sacando algunas demos y que no son el típico combo melódico, facilón y de tecladitos simples, queriéndose sumar a la moda del europower, destinado a chavales imberbes haciéndose los tipos duros con la cara llena de granos. Aquí hay una banda seria y con tablas. Finos en la ejecución y sin prisas en la elaboración. Por la forma que tienen de abrir el disco ya lo comprobáis, la cosa la entregan a fuego lento, refinada y elegante, pero es que para la segunda es igual, y para la tercera lo mismo. Una tríada inicial con; "Why Now", "Rhythm of My Heart" y "Never", que despejan cualquier duda sobre su calidad. Unos temas muy sólidos, medios tiempos cuidados, unos un poco más acelerados que otros, con buenas composiciones de peso, bien asentadas, y una banda bien engrasada y rodada, que toca muy bien y con precisión de cirujanos. Pensé que todo esto sería gracias a las habilidades de un gran productor detrás, pero nada de nada, un guitarrista llamado Bobby Altvater prácticamente desconocido en esto de las producciones y que no había trabajo con nadie antes, fue el que se encargó de todo el tinglado técnico, así que, podríamos decir que este "Why Now" fue fruto de la habilidad que atesoraban estos oriundos de la ciudad de Múnich.

Pero es que fijaros que riffaco de inicio se cascan en la cuarta "True Mental", medio sincopado, que parece salido de la misma guitarra de un Paul Gilbert en sus tiempos en los Racer X.  La verdad es que había que preguntarse dónde estuvieron metidos estos tipos, resulta hasta obsceno pensar que no tuvieron más reconocimiento. No sé qué falló aquí, porque la discográfica era potentilla, es cierto que estaba empezando, pero ya habían firmado un contrato de distribución con los de Spv y además eran todos germanos. Gente toda de la tierra, embarcados en un mismo barco, pero con parte de la tripulación sin la fe y el convencimiento necesario para llevarlos a su destino. Más afortunados fueron los Vanden Plas, que estes sí consiguieron llegar más lejos y labrarse un carrera más prolija y reconocida, quién sabe si empujados por nuestros protagonistas de -Avalon-. Tampoco puedo dejar de acordarme de otros alemanes grandiosos como los Letter X, que también se quedaron por ahí tirados y olvidados...

Ya hemos visto que dominaban muy bien los medios tiempos, pero es que en las lentas también destacaban, sabían hacer sus baladas y canciones con sentimiento como en la de "Follow Me", donde brilla esa base rítmica tan poderosa que os decía al principio. Ese bombo y bajo golpean al unísono sin compasión y la voz del cantante que se parece mazo al Andi Deris, arropada por los coros del estribillo, crea un ambientillo evangelista de adoración que me hacen confirmar mis sospechas de su gusto por el rollo religioso de corte cristiano. Yo creo que algo de Metal blanco tenían, y por ahí pudo ser una vía de agua que ayudó a hundir el buque..

"Foreplay" y "Just Try" las marcan como independientes, pero se escucharán unidas y se fundirán en un solo tema. Otra vez ese inicio in crescendo que tanto les gusta hacer, ese estilo de tema que va entrando poco a poco, sin prisas, todo va tomando forma lentamente. Son muy Queensrÿche del "Operation: Mindcrime", es muy evidente, ese forma de tocar las guitarras, ese tono y ejecución tan elegante, tan del genio Chris DeGarmo. La estructura de las canciones, el tempo, esa atmósfera algo inquietante y oscura, como si fuera un thriller apunto de cometerse igual que se respiraba en la magistral obra donde un yonqui llamado "Nikki" era el protagonista.

"More than Words Can Say" será la última, un poco corto todo, ¿no? Se podría decir que el disco se hace demasiado escaso, sólo ocho temas y dos de ellos instrumentales, parece poca cosa para presentar y más siendo un larga duración. En verdad es un lanzamiento un poco extraño, porque tampoco está muy claro que sea su segundo disco, ni tampoco el primero, sino más bien una cosa intermedia. Una reedición de su primer álbum, pero con mejor sonido y un tracklist en distinto orden, cambiando la portada y el título del álbum. Cosas de discográficas, sus derechos, royalties y demás temas jurídicos que no nos importan.. 
Para al final dejaron dos piezas un poco curiosas, como dos tracks adicionales, para redondear un poco todo y que no quedara la cosa demasiado incompleta. Así de primeras parece que se tratan de dos cortes grabados en directo, pero sólo será el efecto del público el que nos dará esa sensación, las dos canciones , llamadas "Ever and Ever" y "One Night", que venían recogidas en su maqueta del año 92, fueron repescadas y decidieron darle ese toque como en vivo para que pensáramos que están sacadas de algún live. Son como un falso directo, supongo que recogidas en algún estudio y la verdad es que no entiendo muy bien esta jugada. El caso es que van a ser las dos más directas y pegadizas de toda la obra, no tan prog, donde en la primera más se notará su vena power rollo Blind Guardian, pista más accesible y un poco ingenua para continuar y cerrar esta historia, con una más fiestera y ganchera "One Night".

La banda apuntaba a una buena carrera, tenía maneras, habilidades y sutileza en la composición, pero tras este disco fueron abandonados por los de InsideOut Music, viéndose obligados a firmar por un sello muy underground como Under Siege Records que les editó un siguiente e interesantísimo "Mystic Places" donde contaron con las habilidades sonoras de un todavía poco conocido Charlie Bauerfeind, que se había labrado cierto nombre grabando a gente como los Gamma Ray de Kai Hansen, a los brasileños Angra o a sus compatriotas Heavens Gate, pero que todavía no se había hecho famoso, eso vendría unos años después. Y la verdad es que la cuestión sónica mejoró mucho, aquí sonaban ya más grandiosos y profesionales, pero el resultado fue el mismo. Escasa repercusión. La cosa estaba claro que no tiraba y si en tú tercer disco no lo petas, malo. Lo siguieron intentando con dos discos más hasta abandonar la historia por el año 2000. Tirando del hilo de esta gente, al final, me enteré de que todos ellos (incluida la Petra) eran músicos profesionales que habían estudiado música en el MGI y BSM de su ciudad natal, una especie de lo que en los USA es el Berklee College of Music (de los mejores y más prestigiosos centros del mundo para estudiar música, de ahí salieron 294 galardonados con premios Grammy), y que también daban clases particulares de canto y piano de formación clásica, ya decía yo, que esta peña eran de gusto muy refinado, no unos simples curiosos autodidactas. Como veis, eso tampoco te asegura nada, aunque, siempre ayude. Ya lo decía Séneca: "Estudia, no para saber una cosa más, sino para saberla mejor". 

Ahora que la mayoría de vosotros estáis de vacaciones, os recomiendo que entre chapuzón y toallita, mientras la parienta se echa los potingues y se tuesta al sol, cuando estéis a la sombrita, darles una oportunidad a estos tipos, recostaros, poneros cómodos y mientras contempléis la inmensidad del océano, entrad en El Dictador Digital y darles a estos -Avalon- y dejad que su música y la bajista Petra, os la ponga prieta. No son esenciales, pero sí sirven para notar la magia de unos Queensrÿche ochenteros de la mano de unos imitadores de nivel...

7/10