Eliminator - Ancient Light (2022 Dissonance Productions)

1. Arrival (05:06)

2. Silent Stone (04:20)

3. Ancient Light (05:19)

4. Goddess of Live (05:09)

5. The Sculptor and the Stone Lady (05:06)

6. Lord of Sleep, Dreammaster (04:41)

7. The Library (04:37)

8. Mercy (04:05)

9. Foreverless (06:31)

10. The Nightmare of Aeon (05:45)

Alguno al ver esta portada y leer el nombre de esta banda -Eliminator- habrá dicho: Otra banda más de los 80´s, olvidada y despreciada que trae el pesado del Lost. Pues no, tíos. Esta vez vamos (y creo que por primera vez) con algo reciente. Un disco recién salido de las mentes privilegiadas de unos británicos (¿otra vez?) un 14 de enero del año pasado. Nunca había osado atreverme con algo tan reciente, pero amigos, no os preocupéis, porque aquí la calidad está asegurada. Normalmente, la política que es habitual trabajar en "El Dictador", es la de  traer discos antiguos, ochenteros y que no tuvieron una muerte digna. Somos como desenterradores que vagamos por los cementerios en busca de ataúdes que alberguen joyas que quedaron sepultadas por la indiferencia y el paso del tiempo. Tan pronto encontramos una, procedemos a escarbarla diligentemente y, una vez que el féretro queda a la luz, lanzamos nuestras palas, traspasando sus maderas para alcanzar su corazón y, de un certero golpe, enviarlo al lugar donde se merecen. Igual que si fuéramos el profesor Van Helsing en la escena del film "El Beso del Vampiro" (Hammer, 1963). Pero esta vez, apreciados metaleros, no ocurre eso, estamos ante una banda bien viva, rebosante de energía y vitalidad. De momento, no vagan entre los muertos, caminan entre los vivos. Se pusieron -Eliminator- y les denominan como "Trad Metal" (metal tradicional), y en su segundo largo, "Ancient Light", nos ofrecen un disco rotundo de genuino heavy metal del bueno, del que se cocina en ollas de barro y con fuego de leña.

Cinco fulanos, relativamente jóvenes (ninguno sobrepasa la cuarentena) que se han bebido a borbotones toda la discografía de los Iron Maiden y nos la han devuelto en forma de 10 buenas canciones que me hacen pensar que igual está resurgiendo un nuevo revival de heavy clásico, igual que pasó por el 2010 (¿os acordáis?). ¿Por qué demonios la doncella no ha vuelto a sacar un disco así? Estos tipos les podrían haber mostrado el camino correcto del que se perdieron hace ya bastantes años (Harris, escúchate el disco). Beben del riachuelo mismo de dónde manan los mandamientos sagrados del estilo. Tienen esa energía, vitalidad, nervio y pulso implacable que tenían las obras maestras del heavy metal británico de los 80´s. De algún lugar oculto y apartado del noroeste de Inglaterra estos cinco oriundos encontraron la fórmula secreta para crear un buen disco de heavy metal a la vieja usanza. De esos que se forjan con un martillo golpeando encima de un yunque. De los que nos devuelven a aquella década dorada dónde andábamos mendigando con cintas "TDK" para que alguien nos los grabara.

Esa misma fórmula, que sólo algunas bandas descubren y con el que consiguen recrear el espíritu del heavy de antaño, y traerlo a estos días como si fuera algo novedoso. Algunos diréis: otros imitadores más haciendo lo de siempre, tal vez, tíos, pero cuando es así de bueno, sólido y convincente, hay que darles su merecido espacio. No os creáis tampoco que estos Barones de Lancaster empezaron hace dos días, ni hace cuatro, un poquito más, ya en el 2007 andaban por ahí revoloteando, pero no sería hasta el 2011 que debutaron con un Ep y, para el 2018, lanzaron su primer disco "Last Horizon", también muy recomendable. En ese trabajo ya se asentaría la line up definitiva que grabaría los dos álbumes que tienen, incluido este "Ancient Light". Ya sabéis amigos, muchas veces resulta muy difícil encontrar a la tripulación adecuada. Gente que tenga la determinación y el sacrificio necesario para dedicarse a esto y no esperar sacar nada a cambio. Así que, cuando esto se consigue, es cuando la maquinaria se pone en marcha y esto empieza a carburar. Parece que ahora sí, que la cosa va en serio y estos tipos se lanzan a muerte con este álbum. 

Para encargarse de todo el apartado técnico (producción, grabación, mezcla y masterización) confiaron en un señor que a priori no estaba en las quinielas, un tal Chris Fielding, que igual a alguno le puede sonar  por ser el bajista y vocalista de los -Conan-, esa buena banda de stoner/doom que llegó a levantar cierta expectación con la densidad de ultratumba que desprende su debut "Monnos". Un hombre no muy conocido en estas lides, pero bastante curtido en las producciones de discos y con una extensa labor con infinidad de bandas desde el 2008. Otro que tiene su cuartel general ubicado en tierras británicas (esto va a ser Made in Britain total). Yo no lo conocía en esa faceta, pero aquí se descubre como un buen productor, acertando de pleno con este "Ancient Light". Le ha dado ese puntillo vintage y sucio al sonido, pero sin perder fuerza. La banda suena clásica pero también actual, con brillo y mucho brío. A mí al principio no me convencían las voces del vocalista Danny Foster, demasiado llenas de efectos. Fue lo que más me costó para lanzarme a reseñar el elepé. Mucha reverb y en los primeros cortes daba la sensación de que el voceras no daba el nivel. En este tipo de bandas un buen vocalista es fundamental. Es lo que marca la diferencia entre un grupo bueno y otro mediocre. Creo que un poquito menos de reverberación hubiera sido mejor, el tipo no lo necesita, pero si dejáis que el disco avance, ese efecto se va diluyendo y hasta parece que le queda guapo al trabajo. Este productor (también británico) todo es british (hasta el sello, Dissonance Productions) aprendió el oficio trabajando con el famoso Simon Efemey (acordaros, el que produjo las obras maestras de los Paradise Lost, el "Icon" y "Draconian Times") y por eso os digo, que hay que tener confianza en él, porque este caballero sabía lo que se hacía. Supo ecualizar la mesa en las coordenadas correctas. 

En las producciones de hoy en día ya no se suele usar mucho ese recurso, era habitual en la década ochentera, que se puso muy de moda y todo Dios quería sonar así, de ahí que cuando os pongáis el disco os notareis raros. Algunos dirán que se utiliza para enmascarar a los cantante mediocres, no lo discuto, pero aquí no es el caso, el vocalista es más bueno de lo que parece y, aunque por momentos da la sensación de que no luce, podéis picharos su primer largo (el del 2018) donde su voz no tiene tantos efectos y comprobareis que el fulano da el pego con el micro. Fue con la quinta pista de este "Ancient Light" la que me quitó la venda totalmente, "The Sculptor and the Stone Lady" fijaros qué título: "El Escultor y la Dama de Piedra", joder, es que titulándose así, esto tiene que ser un pepino. Indudablemente, amigos, temazo absoluto del disco, lleno de épica y cambios de ritmo. Esta fue la que me enamoró totalmente de ellos. Toda la grandeza de la NWOBHM está concentrada aquí. Excelente composición repleta de riffs rasgueantes y viciosos, guitarras acústicas, partes lentas, cambios de ritmo y, la traca final, cuando el voceras lo da todo y los hachas echan el resto a base de melodías y armonías al unísono. Los pelos de punta, colegas. 

Temas así son los que me han metido en el heavy, y ver que en pleno año 2023, esto me sigue emocionando, me recuerdan que elegí la música correcta. A la que no pasa de moda. No me había equivocado cuando en un lejano 92, me cosí aquellos parches en mi cazadora y colgué en mi habitación los posters de Dickinson y Halford.  Ya con la primera del plástico esto apuntaba maneras, pero parecía que con la segunda, "Silent Stone" la cosa bajaba un poco, demasiado maidenesca para mi gusto, aunque es comenzar con "Ancient Light" y esto coger carrerilla y disiparme todas las dudas. A partir de aquí, esto se pone bien guapo, ya es un desenfreno total de  guitarras trabajadísimas a lo Murray/Smith, melodías de calidad, que conectas al vuelo y mucha actitud. Los años esplendorosos de la doncella reunidos y metidos en sus canciones. Las visiones de una camisa de fuerza encadenada en la esfinge de Guiza. Una luna llena, que ilumina una torre en medio del desierto. Todo eso, estos -Eliminator- saben cómo recrearlo. Devolvernos a la aldea donde se baten los duelistas mientras destellan sus cuchillas. A aquel mal que hacen los hombres cegados por la profecía. En la de "Arrival" lo demuestran y todo parece recordar al sonido del bueno, al del número de la bestia, a aquel sonido que tenían aquellos discos míticos salidos de las manos del añorado Martin Birch (Dep), esos en donde aparecían en sus portadas la mascota de Eddie en las tierras de los faraones o el tridente de los Judas. Aquí todo fluye inexorable, todo es cercano y familiar. Un viaje a los mejores tiempos del heavy, al aroma inconfundible de lo clásico. Al sudor de los esclavos que dibujaba Derek Riggs en aquella portada del 84. Incluso para la cara B consiguieron conservar ese espíritu. En "Lord of Sleep, Dreammaster" hasta se parecen a la entrada del "Electric Eye" de los Judas, mezclada con el "Aces High" del bendito "Powerslave". El estribillo muy de Helloween, de los primeros discos que enlaza con "The Library", donde suenan los redobles de Clive Burr (Dep) igual que hacía para abrir "Invaders". 

Es que es un disco que te despierta las mismas emociones que sentía cuando era un chaval y me pinchaba los clásicos de Maiden, Judas, Helloween o Saxon. Ese escalofrío que sentí cuando miré por primera vez el coño peludo de una mujer. Esa emoción y liberación total de encontrarte en el lugar adecuado. Puede que igual con "Mercy" flojeen un poco, con un estribillo que parece decir: Así, así, asiiiiiii... Seguid así, chavales, que os voy a comprar el disco. Esta me parece de las más agresivas y cañeras, casi thrash. El vocalista se desgañita enfurecido, exprimiendo su garganta al máximo. Leí por ahí, que los etiquetaban como disco del año (puede ser), otros de Masterpiece!!! (bueno, tampoco nos pasemos) Yo lo dejo en; Resurrección, disfrutad mientras dure. Igual que hacen los ecos de las guitarras del "Infinite Dreams" del prodigioso "Seventh Son of a Seventh Son" que parece que suenan en "Foreverless" todo apunta a que es un balada, pero vuelven a acelerar, nunca hay espacio para que la tregua y el descanso se acomode. El álbum tiene un ritmo vertiginoso. ¿Os acordáis del estribillo del "Caught Somewhere in Time"? pues lo tenéis aquí, el "Somewhere in Time" también tiene cabida para estos tíos. Y lo mejor es que, las sorpresas todavía no se han terminado, amigos. Para el final atacan con los Manowar que dibujaba Ken Kelly (Dep), (me refiero a la época "Fighting the World" en la que estaba el apreciado Ross the Boss) en "The Nightmare of Aeon", las tropas de DeMaio se aparecen como una pesadilla maravillosa, mezcladas con los cánticos de "The Defender", cerrando de manera apoteósica al más puro estilo "Rime of the Ancient Mariner". 

No quiero que esto se termine, pero la llama de esta "Luz Antigua" ya no tiene más gas. Joder, qué putada, tíos!, lo estaba disfrutando como un enano. Me lo he fumado todo, troncos. Hacía mucho que no me sentía tan pletórico y poderoso. Tan lleno de poder y energía escuchando un álbum de heavy clásico tan bien hecho y ejecutado. Me quedo a la espera de que su resplandor me vuelva a iluminar. Vosotros, mientras, tenéis que darles una oportunidad a estos -Eliminator-. No os penséis que por ser un disco del 2022 no va a merecer la pena. Todo lo contrario, colegas. Estos tíos merecen nuestro empujón y aliento, tienen las ganas, ilusión y la fuerza necesaria para conseguirlo. Escuchadlo y comprenderéis por qué les hemos dado cabida aquí. 

¿Qué sucederá con estos tipos? Lo más seguro es que acaben en nada, pero a veces ocurren milagros. No hace mucho, en octubre del 22, estuvieron por tierras alicantinas descargando su metal en el "Mediterranean Metal Maniac Fest II" (no digáis nada, pero creo que el kalimotxo les moló de cojones... jajajajja), así que yo de momento no me muevo hasta que saquen su tercer trabajo. Su obra definitiva y que marcará su vida o su muerte. Su entrada para siempre en el templo de los elegidos o si se quedarán eternamente llamando a sus puertas. Suceda lo que suceda, escuchándolos me he sentido inmortal, por lo menos durante sus 50 min que dura. Igual como si llevara el estandarte de la llama eterna del buen heavy metal por los caminos, hasta encontrar un cruce y cederla a alguien que la quiera llevar hasta la próxima encrucijada. Ahí os la dejo, amigos. Cogedla y llevadla con orgullo. Quién sabe si más adelante os esperarán miles de fans para daros el relevo. 

7/10