Dr. Mastermind - Dr. Mastermind (1986 Shrapnel Records)

1. Domination (2:41)

2. The Right Way (2:10)

3. Man of the Year (2:49)

4. The Villa (2631) (7:48)

5. We Want the World (2:53)

6. Control (2:33)

7. Abuser (2:52)

8. Black Leather Maniac (2:38)

9. I Don't Wanna Die (6:49)

Los que me hayáis leído en alguna ocasión, sobre todo desde que empezamos con esta historia del blog, sabréis a estas alturas que tengo una mal disimulada debilidad por el universo Mike Varney. No tanto por el despliegue guitarrero, que un poquito también, sino por esa peculiar amalgama de heavy metal ochentero, power metal y un toquecillo de caspa tan típica de las ediciones del célebre mecenas de las seis cuerdas. De alto nivel técnico y excedentes en melodía y potencia, la gran mayoría de las bandas que pasaron por Shrapnel se ajustan como un guante a mis preferencias musicales. Casi todos habréis oído hablar de Racer X, Cacophony, Vicious Rumors, o incluso de Chastain o Steeler, pero ya si nos metemos en los terrenos de los Apocrypha, Ravage, Trauma o Wild Dogs, igual alguno dejáis de hacer pie. Justamente en estos últimos tienen su origen nuestros invitados de hoy al Dictador Digital... Dr. Mastermind.

¿Y quién es el Dr. Mastermind?... que tiene más nombre de villano de peli de animación que de aguerrido metalero. Pues no es otro que Matt McCourt, viejo guerrero del underground americano curtido en batallas del más diverso pelaje, pero todas con un denominador común, el más aguerrido heavy metal libre de aditivos superfluos. ¿Quién? Os preguntaréis algunos. “Fat” Matt, como se le conoce en el mundillo, es un inquieto culo todoterreno que ha prestado sus servicios en multitud de formaciones como Malice, Evil Genius, Mayhem (los americanos), en solitario bajo diversos apelativos y, de forma más notable, en los Wild Dogs a los que me refería en el primer párrafo. Sin embargo, en 1984 salió de la banda que el mismo había formado junto a Jeff Mark y Danny Kurth tres años atrás y montó esta aventura de estrafalaria apariencia. 

Afortunadamente, las extravagancias se quedan en la pinta del propio Matt que aparece luciendo pelucón en la portada de este epónimo LP de 1986, puesto que lo que encontramos al clavarle la aguja al vinilo no es más que el mejor power/speed metal americano que habitualmente nos dispensaba el bueno de Mike Varney. Muy leal al catálogo de Shrapnel si os soy sincero, con un desconocido Kurt James que nos va a dejar boquiabiertos con su concurso durante todo el disco. Nada que nos pueda sorprender viniendo de la factoría Varney, a decir verdad. Poco hemos sabido de este hombre desde este álbum, pero diciendo que antes de Dr. Mastermind, pasó por Steeler, Driver (conocidos más tarde como M.A.R.S.), Black Sheep (junto a un tal Paul Gilbert) y, recientemente, por la banda de Graham Bonnet como sustituto de Joey Tafolla, creo que nos hacemos una idea de que un inútil precisamente no debe ser. 

Y tarda exactamente 5 segundos en demostrarlo con un solazo de corte neoclásico en la brutal “Domination". ¿Pero de dónde ha salido este fulano? Vaya maquinón... no me parece a mí que tenga mucho que envidiarle a los Malmsteen, Gilbert, Moore, Friedman o MacAlpine que empezaban a despuntar por aquella época, sólo que de estos hemos oído hablar porque después siguieron con sus carreras y a James se lo tragó la tierra durante 30 años. Y no será este breve solete lo que más os va a sorprender del álbum, sino que estos 33 minutos de buen power/speed metal son toda una sacada de chorra por parte del bueno de Kurt que se la mide de tú a tú con los primeros espadas de su momento. Si no me crees, ponte los siete minutos y pico de esa “The Villa (2631)" (en este LP divididos de forma algo extraña) que apareció en el “Guitar Masters" de 1989 junto a, atención, Marty Friedman, Greg Howe, Racer X, Apocrypha, Vicious Rumors, Jason Becker, Cacophony y Joey Tafolla. Junto a él, un ex-colega de Wild Dogs, el imponente Deen Castronovo que, como en aquellos tiempos venía siendo habitual, se exhibe como una auténtica apisonadora en los 9 cortes. Los bombos de “Control” son un auténtico despiporre y mucha atención a su demostración al comienzo de “I Don't Wanna Die", ambas ya en la cara B. Al que se le nota algo más exigido es a “Fat" Matt que, como cantante, ya había mostrado sus limitaciones en Wild Dogs. Al bajo se le ve bastante sobrado, pero ya sabemos que esto tampoco era algo muy relevante en aquellas producciones ochenteras y, aún así, se le escucha bastante bien cuando le dejan espacio. 

Un poco más capaz suena en una “The Right Way", que es seguramente la más melódica del lote y presenta a Matt haciendo un esfuerzo por sonar afinado que tampoco le escucharemos en el resto del LP. Conste, es “Dr. Mastermind" uno de esos álbumes de heavy metal en los que, misteriosamente, las voces pasan a un segundo plano, detrás de una guitarra extraordinaria, una batería avasalladora y unas composiciones jodidamente sólidas. Es como si os pregunto, ¿realmente importa mucho la voz en unos Megadeth? Por poner un ejemplo muy llamativo y fácil de entender. Mientras no dé la nota...

Hasta la acojonante “Abuser", que tiene un riffaco del coponazo, la cosa va de lujo y ninguna se puede considerar ni medianamente floja. Mucha tralla, mucha potencia, mucho dominio instrumental y un Kurt James que se despacha un solo, o dos, o tres o los que sean necesarios en cada tema para marcar territorio y presentar su candidatura a guitar hero del momento... ¿Qué le pasaría a este tipo? No debía ver mucho futuro en esto del heavy metal y se convertiría en una persona “normal", pero mira tú a dónde llegó Deen Castronovo tras cruzarse con Neal Schon... La producción de Steve Fontano, por otra parte, de lo más apropiada, como era su norma, salvo muy contadas excepciones. Nítida, con cuerpo, ni excesivamente pulida, ni muy cerda.. suelo encontrar una rama bien fuerte a la que agarrarme con el trabajo técnico de este señor. 

Las dos últimas, en cambio, nos van a desconcertar ligeramente. “Black Leather Maniac", a pesar de ese título que apunta a garrulada sin compasión, es un medio tiempo bluesero que no me termina de encajar del todo con el resto de álbum, aunque es bien conocida la afición de los guitarristas por meter por aquí y por allá temas de influencia blues para demostrar su versatilidad. Tampoco está mal, sólo que preferiría otro tema de heavy metal bien clasicote. “I Don't Wanna Die" es un cierre bastante cumplidor, en la línea de “The Right Way", más accesible y de estribillo facilón. No tiene nada malo, pero está introducida por tres minutos de alarde técnico de Mr. Castronovo que tampoco me aportan demasiado. Sí, toca a Dios y aquí se explaya bien a gusto, pero realmente son necesarios más de tres minutos de solo de batería en un álbum de poco más de media hora. ¿No habría quedado mejor ahí una breve introducción a lo “Painkiller” con la que habría quedado igualmente bien, pero no aburriría al personal? Cierto es que a lo largo del tema hay bastante espacio también para el lucimiento de un Matt McCourt que se muestra más que solvente y, como no, para otro buen solazo de Kurt James que acaba siendo el gran descubrimiento del disco. No son más que dos detallitos sin mucha importancia que simplemente le quitan algo de brillo al final del LP, aunque dudo que vayan a amargarle la experiencia a nadie.

Si has escuchado el “Reign of Terror” de Wild Dogs y te gusta, no tardes en ponerte este “Dr. Mastermind” porque está cortado por un patrón muy similar. Si no los conoces y te molan Cacophony, pero a veces te despista tanto derroche y echas de menos algo más de heavy metal de toda la vida, Dr. Mastermind pueden ser la respuesta. Justamente dan lo que prometen en la pegata promocional: ¡un álbum del que no querrás pasar!”.

8/10