Discos malditos capítulo 2: Overkill - I Hear Black (1993 Atlantic Records)

 

1. Dreaming in Columbian (04:00)

2. I Hear Black (05:38)

3. World of Hurt (05:19)

4. Feed My Head (05:37)

5. Shades of Grey (05:16)

6. Spiritual Void (05:14)

7. Ghost Dance (01:46)

8. Weight of the World (04:07)

9. Ignorance & Innocence (05:00)

10. Undying (05:26)

11. Just Like You (04:13)

Recogiendo el guante del "Bruxo" Witch (Dictador Supremo), me sumo a su buena idea de los "discos malditos". Yo también tengo algo de maldito... jajaja..., así que, aquí me presento con mi contribución. La putada fue elegir un álbum que cumpliera y se acercara lo máximo posible a la temática de la sección. Después de barajar unos cuantos, al final, me decanté por uno muy especial para mí (seguramente los haya mejores, pero los dejo para otra ocasión). No sé si es muy maldito, pero desde luego, controvertido y raro lo es un poco (yo también lo soy... jajaja). No es otro que "I Hear Black", de la banda de los dos granujas y cachondos  Sres. Bobby "Blitz" Ellsworth y su inseparable escudero al bajo D.D. Verni, Overkill (también llamados los "Motörhead del Thrash"). Por qué este disco: primero, por el cariño y reverencia que les tengo a estos dos tipos (no es que los conozca de nada, no tengo ese gusto) y, segundo, porque este álbum me resulta muy especial y me parece que no tuvo la acogida que se merecía. Aparte de todo eso, siento un gran respeto por estos fulanos. Unos currantes natos que lo pasaron putas para poder llevar a esta banda adelante (como le pasó a  tantos otros) y después de muchos años luchando, con su fichaje por Nuclear Blast y la edición de su cojonudo álbum "Ironbound" en el 2010, consiguieron tener algo de reconocimiento masivo (entre comillas) para afianzarse y empezar a cosechar cierto éxito. Muchos años de curro, al final tuvieron cierta recompensa. Un Bobby Ellsworth, que estuvo casi al borde de la muerte y que eso le llevó a replantearse la vida. Superó un cáncer y un derrame cerebral mientras actuaba en un bolo en Alemania, y el tipo, una vez recuperado, siguió subiéndose a un escenario para seguir dando caña. Otros hubiéramos arrojado la toalla, pero este fulano le echó un par de huevos a la vida, y siguió rockeando. ¡Ole, sus cojones! Por eso, ante un animal así no queda otra que rendirse ante sus pies y, por eso, entre otras muchas cosas, me pongo a defender este "I Hear Black". Su disco más maldito, más proscrito, despreciado y olvidado (algunos hasta lo llamaron apestoso). Supongo que sus detractores (que son muchos) tendrán sus razones, pero otros, como yo, en cambio, encontramos cosas interesantes. Vale, que algunos dirán que no tiene su sonido de bajo y guitarras característico que los hizo inconfundibles (no estoy muy de acuerdo), ni la pegada y garra de sus inicios (aquí puede que sí). Ni tampoco la velocidad, ni la furia (bueno, vale). No es thrash puro, es cierto, pero eso no quita que sea un buen disco de metal. Tampoco es grunge, ni industrial, ni pop, ni nada, como hicieron otros. Ni se cortaron el pelo. Tampoco se pusieron traje y corbata. Ni tampoco salieron en fotos fumando puros ni habanos (fumaban otras cosas peores... jajaja). Mutaron y evolucionaron como hicieron la mayoría. Seguramente tuvieron que sacar este disco para que la banda no desapareciera. Desde aquí no trato de convenceros de nada, sólo faltaría, pero si me dejáis que nos traslademos a aquel controvertido 1993, igual os ayudo a comprender el porqué de este cambio.

Bobby Ellsworth en un bolo, 2015

La banda en los primeros 90´s no atravesaba por un buen momento. La industria y el grueso de fanes habían dado la espalda al heavy tradicional. Las bandas que nos molaban estaban en una auténtica encrucijada. Nadie quería apostar por esos sonidos. ¿Qué hacer entonces? Seguir repitiendo fórmulas aunque eso te condenara a la insignificancia y a tocar en garitos con cuatro gatos. Hombre, eso suena muy bien; ser auténticos y fieles a tus principios y tal. Ya, joder, pero me levanto por la mañana y no tengo nada que llevarme al plato. Qué hago, me busco otro curro por no renunciar a mis ideales, me voy a vivir debajo de un puente como un homeless. O trato de evolucionar el sonido adaptándolo a las modas. No veo nada de malo en eso. Se puede hacer sin venderte como una fulana al mejor postor. No los culpo por eso. Desde la óptica del fan siempre esperamos que la banda nos ofrezca lo que nosotros queremos, pero qué hay de lo que quiere el grupo o de lo que realmente necesita para seguir subsistiendo. Creo que puede haber un equilibrio. Y si algo tienen estos Overkill es el crédito suficiente, ganado a pulso durante años, de que lo que hicieron fue de tratar de seguir vigentes. Les pudo salir mal o bien, se pudieron equivocar, pero su espíritu de compromiso con el metal siempre estuvo ahí. A todo eso, hay que sumarle que Metallica había barrido el planeta con su "Black Album". Ni grunge, ni groove, ni industrial, ni hostias en vinagre. Los "Four Horsemen" rompieron la baraja y demostraron que haciendo metal también podían patear cabezas y conquistar el mundo. Y vaya si lo consiguieron. Despacharon 30 millones de copias hasta la fecha y pusieron el mundo a sus pies. Algo que nunca antes se había visto en una banda que venía del thrash. Si ellos lo consiguieron, entiendo que el resto de agrupaciones de la Bay Area y de otras partes del planeta, también lo buscaran. Scott Ian en una entrevista, dijo una frase muy sincera: "Todos buscamos un "Black Album" pero sólo los de Hetfield/Ulrich lo consiguieron". Frase reveladora de que todos ansiaban un disco que los jubilara y les abriera el paso hacia el Olimpo del Metal para toda la eternidad. Así que ya os aviso, que si no os va mucho el "negro" de los de San Francisco, mucho me temo que tampoco os va a ir este "I Hear Black". Os lo digo, porque los dos álbumes tendrán muchas conexiones. No soy mucho de números, pero la ecuación simplificada sería algo así: Black Sabbath + Black Album + Pantera= I Hear Black. Por probar, tampoco perdéis nada.

Bobby Ellsworth con Lemmy (D.E.P.), años 80

El cambio de formación en el seno de los New Yersey era más habitual con algunas idas y venidas. A eso hay que sumarle que acababan de fichar por una multinacional como "Atlantic" (algo debieron presionar) y el panorama metálico era el que era. Todos somos muy trves, pero las bandas comen y beben, y también pagan facturas. Esta gente bajó las revoluciones y experimentó. Llamadlo comercialidad, bajada de pantalones, pero lo cierto es que siguieron siendo heavies. Los fanes no lo entendieron, no se podía esperar otra cosa. El trabajo no se escuchó ni se le dio ninguna oportunidad. Que igual no era todo lo bueno que se podía esperar y las canciones se alejaban de la furia y agresividad de sus inicios, estoy de acuerdo, pero el trabajo, para mi gusto, mantuvo el tipo. Se pusieron a experimentar con el groove, partes oscuras a lo Black Sabbath, cortes más lentos y pesados, influencias del blues, stoner rock, hasta algo de grunge. Si algo en claro tiene este trabajo, es que demostró que también eran capaces de componer otras canciones y sabían tocar otros estilos. Hasta un sorprendente Bobby "Blitz" Ellsworth se atreve a cantar en otros registros, demostrando que también sabía entonar y no sólo pegar chillidos como una rata de alcantarilla. Pero dejemos que el bueno del apodado "Blitz", nos cuente en una entrevista hecha en el 2020 qué opinaba de aquellos convulsos años 90: "Los 90 fueron una época dura para muchas bandas de thrash. ¿Cómo fue para Overkill? Los 90 es una de las épocas de mayor orgullo para Overkill. Fue cuando se nos pusieron los pelos de punta. Un día había 200 fans del thrash en una habitación compartiendo una cerveza de barril, al día siguiente había ocho. Y resulta que nosotros éramos cuatro de ellos. Nos dijimos: 'Si queremos hacer esto, tenemos que retocar esta puta cosa o simplemente irnos a casa a vivir en el sótano de nuestros padres y preguntarnos por qué nadie aprecia nuestra puta genialidad'. Nos hicimos cargo de la gestión, seguimos de gira. Me puse sobrio, tenía que tener la cabeza despejada para afrontarlo. Pero lo conseguimos. Lo veo como separar a los hombres de los niños. Nos convirtió en lo que somos hoy." (No hay más preguntas señoría. Que cada uno saque sus conclusiones).

Formación que grabó "I Hear Black", 1993. Bobby Ellsworth (abajo, izda), Gant (de pie, izda), Mallare (en medio), Verni (arriba, dcha), Cannavino (abajo, dcha)

Dicho esto, la banda venía de un grandísimo (por lo menos para este servidor) "Horrorscope" que no nos engañemos, ya dejaba entrever que algo se estaba cociendo en el interior de la agrupación. Ya se olía que aquí empezaba a rezumar un juguillo groove y algo oscurete, el monstruo se estaba transformando. La pareja de hachas era la dupla: Cannavino/Gant (muy buenos, por cierto) que habían entrado para ayudar a materializar el nuevo giro que buscaban los dos jefazos de la banda (Ellsworth/Verni), continuando hasta el mejor considerado "W.F.O." Dos buenos guitarras que para mí fueron todo un acierto y le dieron un plus de calidad a la banda. Parece que tanto Bobby como Verni querían dar otro aire a la agrupación, y el seis cuerdas que había grabado sus discos clásicos, Bobby (otro Bobby... jajaja) Gustafson no estaba muy de acuerdo con eso y empezaron los malos rollos con los dos cerebros pensantes y acabó con este fuera del combo, y la contratación de los mencionados guitarristas. Qué hubiera pasado si hubieran seguido con este y les hubieran hecho caso. No lo sé, pero la realidad es que la banda todavía sigue y no les va nada mal.

Contraportada en vinilo del álbum, 1993

El grupo también contrata a un nuevo batera, Tim Mallare, que suple la salida del que fuera el que grabara los discos de la banda desde el "Under the Inluence" hasta el "Horrorscope" (desconozco los motivos, pero me lo intuyo). Con todo esto, el grupo se meten en unos estudios de New York a registrar este "I Hear Black". Si el cambio de dirección fue criticado, la producción también se llevó lo suyo. El trabajo de Alex Perialas (productor del álbum) fue muy cuestionado, ya que decían que el sonido no tenía la fuerza y pegada necesarias. Ya sabéis, cuando algo no gusta, todo son pegas. Es verdad que pudieron haber cogido a otro fulano de más renombre, pero no olvidemos que este tal Perialas era un productor reputado de marcado perfil metalero (recordad, trabajó con Anthrax en su "Spreading the Disease", en el "Game Over" de los Nuclear Assault, Testament con su "Legacy", etc.), así que otro punto a favor para estos Overkill que su espíritu no era cambiar la chaqueta, sino más bien dar otro aire al grupo. Digo yo que si quisieran cambiar de dirección claramente, hubieran cogido a otro tío más metido en el grunge o en otro rollo más alternativo (mi opinión). En ese sentido este "I Hear Black" es un álbum que se sale de lo habitual que venían haciendo, pero conservará todavía puntos en común con su sonido clásico.

Alex Perialas en sus Pyramid Studios, en 2018, donde se grabó "I Hear Black"

Para mí el disco suena bastante bien, que igual le falta un poco de contundencia a la batería y que suena un poco hueca, puede ser, pero a mí me mola como respira el trabajo. Suena muy directo y cercano, como si estuviera tocado en vivo, y los instrumentos suenan bien equilibrados. Hasta el repiqueo tan famoso del bajo de Verni, sigue apreciándose si os fijáis un poco ("World of Hurt", por ejemplo). Por eso os digo que estos tipos no estaban haciendo algo muy alejado de sus comienzos, sólo habían bajado un poco el pistón y las revoluciones, pero vayamos por partes: El trabajo comienza raro, es verdad, empieza a sonar "Dreaming in Columbian" y parecen los tambores de la selva amazónica. Como muy tribal y psicodélico. Todo muy oscuro y con unos ecos o coros algo bizarros. Las guitarras muy groovies como entrecortadas. A ver, esto es otro animal, está claro. Si vienes del "Feel the Fire" o del "Taking Over" te puedes llevar una hostia. Cierto, pero dejemos que el trabajo avance y nos vayamos aclimatando al nuevo bicho.

D.D. Verni en los 80

Con la homónima del álbum parece que la cosa se asienta un poco. Aquí se parecen mazo a los Black Sabbath, todo el disco estará impregnado con el sonido de los de Birmingham. Muchos riffs parecen salidos de la Gibson SG de Iommi. La velocidad y la furia ya os podéis hacer a la idea de que la han dejado aparcada y no va a aparecer, por lo menos como en sus inicios. Esto es más pausado y a medio tiempo. Sonido más pesado y oscuro. Era la tendencia de moda y hacia donde estaba derivando el metal. A mi me gusta el tema. El Bobby se cabrea un poco y suelta algún que otro grito, y hacia el minuto 02:53 ya se parecen más a ellos. Una pista que perfectamente pudo haber ido en el anterior álbum, y hubiera quedado de puta madre. Mucho empleo de pedal Wah Wah en los solos y acabamos el corte. Alguno ya estará cagándose en la puta madre de alguno, tranqui, coño. Aguantad un poco, troncos...

Charly, la mascota de Overkill

Si seguís por ahí, vamos con la tercera: "World of Hurt". Esta me mola mucho, tíos. Tiene una atmósfera y un rollete muy guapo. Me parece de las más logradas del trabajo. A los que os mola el latido a lata del bajo de Verni, aquí lo tenéis, veis como no hay que ponerse nerviosos. Yo creo que aquí hacen un medio tiempo bien potentorro, oscuro y con huevos. Un tema bien hecho, gran fusión de música y letra. Los Black Sabbath creo que todavía siguen por aquí. Para mi una canción perfecta donde combinan modernidad y conservan su esencia. 

Cara A del disco, vinilo original

En "Feed My Head" vuelven los tambores pero esta vez en una de las más thrasher del plástico. Tema bien cañón y con un estribillo excelente. Buenas melodías de guitarra sobre unos riffs bien gordotes. Algo así como el "Sad But True" de los Metallica. Los solos también bien macarras y acelerados. El Sr. Blitz gustándose, atreviéndose en otros tonos más melódicos, parece mentira que fuera capaz de cantar así. Este tema me pone a tono.

Cómo lo lleváis, colegas. Sé que alguno ya me ha mandado a tomar por la backdoor. Tranquilos, con alguno ya no contaba, pero igual otros estáis todavía por aquí. Ahora sí que viene un tema jodido, posiblemente el peor de todos. Una especie de semi balada raruna. "Shades of Grey" hace acto de presencia. Un corte muy experimental con las voces más extrañas que le he escuchado a Ellsworth en mi vida, pero cuidado, que no lo hace nada mal, imprimiéndole mucho sentimiento y delicadeza. Aquí sí que se pusieron a jugar. De las más grunge y light de todas, la que menos suena a ellos. Canción que pudieron obviar, pero ahí está. A mí no es que me escandalice, pero os puedo entender que no os mole. Lo mejor, es que lo malo, cuanto antes lo pasemos mejor.

Venga, pongo la siguiente a ver si mejora la cosa. Además, abrimos la cara B. "Spiritual Void" es la que está sonando. Otro carallo más, ¿no?... jajjajajajaj... Ahora estamos con el stoner rock. A mí aquí se me parecen la hostia a los Pantera, macho. Una especie de groove cruzado con sonido sureño. Yo que sé, a los Black Label Society, o de ese palo. Vale, sé que a los que no os entra el disco estáis afilando los cuchillos para despedazarme... jajaja... Tranquilos, que la cosa no ha acabado... Esta fue elegida para grabar un videoclip. De aquí salvaría la parte de los solos, que son un gustazo y, si veis el video, da gusto ver a la banda como se mueven. Pinta de heavies totales, look y estética totalmente "black" (ya sabéis a que disco me refiero).

Cara B del disco, vinilo original

La siguiente, "Ghost Dance" es una instrumental intrascendente, como una cuñita a modo de relax en mitad del disco, muy oscura, pero sin más historia. Esta no cuenta...

Con "Weight of the World" me vengo arriba. Aquí aceleran y meten doble bombo, de las más rápidas de todo el plástico. El sonido de bajo que os mola tanto de ellos, lo tenéis aquí otra vez (así que eso de que el disco no suena a ellos, ojo). Un tema acelerado y hasta algo punkarrilla. Corte macarra, con un cambio de ritmo muy guapo en el ecuador del tema. Otra de las mejores. Solos disparados y veloces. Supongo que aquí no habrá pegas...

Afrontamos la recta final, muchachos (los que todavía sigáis por aquí). "Ignorance & Innocence" vuelven a los medios tiempos y al rollo Sabbath. Es que el álbum tiene mucho de los de Ozzy y Iommi, ya os lo avisé. Un cencerro de batería se escucha por ahí, cierto poso sureño se muestra sutilmente. Las guitarras a tope de graves, riffs muy gordotes que lo inundan todo. Me gusta esta pista. Tiene un ambiente muy guapo, con una parte lenta donde queda el Sr. Verni dando una lección de feeling y maestría al bajo. Otro que también sabía tocar otros patrones y no sólo un simple acompañante más.

Agradecimientos, interior disco "I Hear Black", 1993

"Undying" empieza totalmente siniestra y provocadora, muy rollo a su temazo "Coma". La más épica y killer del disco. Esto es un trallazo, así de claro. El arranque de guitarras y su aparición es una de mis debilidades de toda la obra. La caja disparadísima... Diosss, cuando entran esas hachas... El "Enter Sandman" de Metallica lo tenéis aquí en versión Overkillizada, como zurran aquí, colegas. Me flipa mucho este corte. Ejemplo de clase y elegancia, los solos bien metidos. Canción bien hecha y ejecutada, sólo flojea un poco por los coros un poco mariconas que tiene, pero un corte de puro metal moderno, con un cierre majestuoso y lento. Con deciros que mientras hacía esta revisited, tuve que ponerla varias veces. De las mejores para mí.

Acabamos, tíos, ya con la última. Cerramos el chiringo con "Just Like You". De las más groovies y panterizadas, pero donde también pisan algo el pedal. Yo ya hubiera cerrado con la anterior, pero tampoco me parece un mal tema. Sobretodo por el cambio que hacen sobre el min. 02:13, con unas guitarras acústicas punteando sutilmente dando una atmósfera bien tenebrosa. No me mata, pero tampoco me estorba. 

Cubierta interior con la formación que grabó "I Hear Black", 1993

En definitiva, hasta aquí mi humilde reconocimiento a un disco que me gustó en su día (de hecho lo tengo en casete original y, lógicamente, en vinilo. Y en CD, cómo no, también) y estos días, al retomarlo, me sigue pareciendo un gran trabajo. Con los años no ha perdido su encanto. Sigue sonando arriesgado, vanguardista y contemporáneo, que si bien tiene sus defectos, mostraba a una banda tratando de sortear malos tiempos. Un espejo que reflejaba la situación tan confusa y jodida del heavy clásico. Para mi gusto salieron airosos, demostraron que también sabían reconvertirse y adaptarse, sin renunciar demasiado. El respetable no lo apoyó y la banda enseguida corrigió el rumbo un año después con el mejor considerado, aunque no mucho más, "W.F.O.".

Cuando se va a cumplir el 30ª aniversario de este álbum, me parece una buena ocasión para volver a darle una nueva oportunidad. El paso de los años da otra perspectiva de las cosas y, a lo mejor, lo volvéis a descubrir. Lógicamente, me quedo con un "The Years of Decay", "Horrorscope" o si nos ponemos más clásicos, con sus dos primeros discos, pero este "I Hear Black" me parece que no se le trató como se merecía. Me lo tomo como una rara avis dentro de su discografía, fruto de su tiempo y entendiéndolo dentro del contexto espacio-temporal que se vivía, que para mí no empaña para nada su dilatada carrera, ni menoscaba su compromiso con esta música. Se atrevieron con su disco más "negro" y bastardo que apestaba para los fanes más ortodoxos del grupo. En cambio, para los que somos más tardíos y empezamos en esto en esa década tan perdida, lo vemos con otros ojos. Seguramente, ni es tan bueno, ni es tan malo. Sólo distinto. Cómo reza el estribillo de "I Hear Black": Do you believe me? I was there. And did ya hear it? Yeah!... Pues eso. Hasta la próxima, amigos!!!

7/10