Cuando la NWOBHM se empezaba a hundir y la gente ya no les hacía ni caso. La mayoría de bandas empezaron a seguir desesperadamente la estela gloriosa que dejaban a su paso los Def Leppard y Maiden, pero hubo otras, que decidieron no seguir la masa. Les llamaron bichos raros, extravagantes y bizarros. De todo, menos guapos, y que prefirieron adentrarse por senderos más peligrosos, que cruzaban bosques encantados y pasaban cerca de brujas hechiceras. Uno de ellos fueron estos Deep Switch. Engendrados en el útero de una ramera en una noche de niebla cerca del condado de Norfolk (Inglaterra), mientras un gato maullaba bajo una luna llena, estos tipos encendieron un interruptor y lanzaron al mundo este "Nine Inches of God" que trataba de despegarse un poco de todo el movimiento de la "Nueva ola del heavy metal británico" intentando meter nuevas variantes, a ver si conseguían no ser ignorados y afrontar los nuevos tiempos con algo de soltura. Quizás demasiado raros y extravagantes, demasiado adelantados y provocadores para aquellos mediados 80's y como os podéis imaginar, recibieron el más absoluto desprecio. Sólo después de muchos años, y cuando ya todo estaba perdido, la gente se acordó de ellos y fueron a su encuentro. Tal vez la culpa no fue de nadie, sino de su destino, que estaba marcado desde el principio, ser unos "Born to Lose".
La cosa llegó a tal extremo que los llegaron a llamar los "Britain's Clowns" (los payasos británicos), y también los "Monty Python" del metal, vamos, como una especie de comediantes del tres al cuarto, sin tomarlos nunca muy en serio. Desde luego, algo de eso buscaban, porque el tono de las letras y los títulos de las canciones dejan entrever cierto humor mordaz sarcástico (muy británico, por cierto) y anticlerical que planeará a lo largo de todas las pistas del álbum. Esto pudo ser uno de los defectos que se les achacaron, y por lo que para mucha gente no terminaron de convencer. Demasiado floridos y folklóricos, con unas pintas que no se adecuaban al modelo representativo de los "metalheads" ingleses. Se salían del molde de lo que eran los mandamientos sagrados del estilo pero, era lo que querían y a ellos se la sudaba, iban por libre, lo que pretendían era agitar y revolucionar todo el cotarro.
Más adelante pondremos el disco y veréis como hasta os sonarán a una banda de heavy progresivo, que era un término que de aquella casi no existía. ¿Qué coño era eso del heavy progresivo? Por eso os digo, que estos cuatro oriundos de la ciudad de Norwich, vienen a ser unos adelantados a su tiempo, unos provocadores convencidos de que sus bazas eran otras. Seguro que si no fuera por bandas así, que se atreven a ir más allá de lo establecido, a romper las reglas, el heavy no progresaría ni evolucionaría, dando inicio a otros estilos y géneros, pero no nos metamos en rollos filosóficos que no vienen a cuento, eso lo dejamos para que cada uno divague y opine lo que quiera. Desde luego, lo que sí os advierto, es que estos Deep Switch no os van a dejar indiferentes como le pasó a la mayoría de fanes de la época.
Si os atrevéis a adentraros en su mundo, os espera uno de los discos más underground, proscritos y "sui géneris" que se parieron en aquellas tierras, no sin dolor y con mucho sufrimiento, en un larga madrugada fría y desolada, hasta que al final este hijo espurio salió a luz. Le pusieron "Nine Inches of God" y aunque al principio consiguieron mostrarlo algo entre la concurrencia, enseguida tuvieron que taparlo y envolverlo en el baúl de las causas perdidas. Habían conseguido lo más difícil, poner el trabajo en las estanterías de las tiendas (todo lo hicieron ellos, sin apoyo de ninguna discográfica). El problema fue que no tuvieron el tiempo necesario para que la gente lo escuchara, y el disco fue devuelto a las distribuidoras. Sólo necesitaban un trozo más de tiempo, que nunca llegó. Corría el año 84 y las bandas dependían de que los álbumes aguantaran en las disquerías, aún por encima, en donde vivían, que era una zona boscosa y apartada de Norwich, les hacía depender de algo de dinero y de un vehículo, cosas que no tenían, por lo que las dificultades se acrecentaban (al parecer, eran gente humilde con pocos recursos), así que se buscaron la vida como pudieron para meterse en unos estudios que había en el centro de la ciudad, en unos sótanos de mala muerte ubicados en la plaza del mercado, llamados "The Kitchen", consiguiendo grabar unos pocos temas con un sonido horrible, recibiendo unas críticas también espantosas, que más o menos se lo esperaban, pero no pudieron evitarlo, sin medios ni recursos, es lo que hay, amigos. El sonido era tan malo que los palos les llovieron como chuzos. De todas formas, no perdieron la fe, siguiendo adelante y fue gracias a la portada del álbum, por cierto, hecha por el padre de uno de ellos (no había pelas para pagar a un portadista), la que consiguió despertar la atención de un locutor de la BBC Radio, Tommy Vance, que fue el que les dio algo de bola por las ondas y, a partir de aquí, el disco empezó a sonar, igual como va a empezar a hacerlo para vosotros... Como si fuera también un speaker radiofónico os preparo para "Pigfeeder" (no os confundáis con una marca de ginebra) algo así como "piara de cerdos", ya os dije lo de su humor sarcástico e irreverente, la letra va en contra de la iglesia y de sus estamentos. Lo que estáis escuchando seguro que a alguno lo descoloca un poco, esto es un nuevo ente, empieza cañero pero se va transformando. No es el típico sonido heavy británico que tanto exportaron. El tema empieza con un riff prototípico, pero cuando empieza a cantar el cantante, un tal Mark Atlas, ya te das cuenta que esto es toda una "metalmorphosis". Un voceras con gran variedad de registros, desde unos más graves y barítonos, como operísticos, y otros, mas cafres y típicos, hasta por momentos como angelicales y querubines, que lo hará muy bien a lo largo de todo el álbum. La producción tampoco es demasiado buena, más bien lo contrario, pero como os comenté lo grabaron como pudieron, todo pagado de su bolsillo. Lo más sorprendente y novedoso es el giro que hacen sobre el min 03:00, una mezcla de rap con heavy que a más de uno lo partirá por la mitad, y a mí, en cambio, me parece una genialidad. No creo que esto fuera muy común por aquellos años, mezclar el rap con el heavy, pues aquí estaban estos tíos para hacerlo. Algunos diréis que esto es un crimen, sí, tíos, un crimen maravilloso.
Con "Time Machine" ya normalizan más la cosa, y nos dejan que nos recuperemos de semejante sacrilegio. ¿Pero cómo se atreven a fusionar semejantes estilos? Esto sólo lo hacen unos auténticos visionarios o pirados, que muchas veces viene a ser lo mismo. Desde luego hay que echarle un par de pelotas para atreverse con estos inventos de aquella. Con lo fácil que era seguir los cánones establecidos, ¿para qué romper las reglas? Qué mas da, troncos, si seguramente el resultado iba a ser el mismo. Su triste final, ya estaba escrito.
La tercera es la que da título al disco "Nine Inches of God" y siguen con ese rollo progresivo de la anterior. Esta suena más a medio tiempo, con una buena progresión de ritmos, apoyados por unos teclados muy eclesiásticos. Los calificaría como unos "Therion británicos", pero no me hagáis ni puto caso. Esta tiene un tono más oscuro y donde combinan voces y coros, y nos relatan el encuentro de una monja con el maligno, posiblemente siendo engendrada por este. Trasgresión total de los estamentos religiosos y donde echan más leña a la hoguera de los aquelarres. ¿Qué les pasaría para tenerles tanta inquina?.
Todo el álbum viene siendo una lucha contra la iglesia y sus principios. Siempre revirtiendo todo lo que nos han contado, como si fuera un disco conceptual y de temática profundamente antirreligiosa. Unos completos blasfemos y provocadores, amén de su defensa por los desprotegidos y despreciados. Supongo que algo así se debían de sentir ellos, unos marginados.
Con "The Poison Lake" siguen igual, golpeando con el martillo en los callos de los sacerdotes y de la curia romana. Parece que los curas no les caían muy bien. Esta es de las más heavies de todo el disco, con una fuerte pegada y donde el vocalista empieza a pegar unos buenos chillidos.
"Simon de Montford" fue el apodo que se puso el batería. Que en verdad se llamaba y se sigue llamando, Simon Dawson y que ahora es el bataca de la banda de Steve Harris, British Lion. Ese personaje histórico que fuera un profundo católico sirve para confirmar la profunda ironía que se llevaban estos Deep Switch, aquí reconvertido en un batería de heavy, profundamente anticristiano...
"Lovers of the Dream" es la balada del disco, con una letra preciosa y un sonido dulce y muy melancólico, de verdad que me ha conmovido un poco. Es muy tristona, con una música muy simple, pero que te llega al corazón. Hacía tiempo que una balada no me calaba tan adentro, no sé si me estoy dejando llevar por las emociones, pero he tenido que ponerla varias veces para captar ese sentimiento tan profundo que transmite. Cogí las letras y me puse a traducirlas, mirad que guapas:
"Cuando la nieve caiga suavemente, cuando la luna solitaria brille, te oiré llamarme a través de la noche silenciosa. Encontraré el amor en mi interior y tú lo liberarás, porque sabrás que siempre he tenido la llave"
"Cuando la lluvia caiga a través de tu corazón vacío, yo seré el refugio, yo haré el papel. Y cuando la tormenta esté rompiendo a lo largo del mar abierto, puedes enamorarte, puedes enamorarte de mí"
Igual os parece una cursilada, que también, pero algo tiene que te coge y te agarra muy fuerte. A mí por lo menos, si su intención era esa, lo han conseguido. Escuchadla, veréis como os va a emocionar.
Ya sólo nos quedan dos y acabamos, amiguitos. Sólo metieron ocho temas, porque no tenían más. Aunque quisieran hacer el trabajo más extenso no había nada más donde rascar. Todo lo que habían compuesto lo metieron en el trabajo. No se guardaron nada y así fueron para adelante.
Para la penúltima vuelven a ese rollo desenfadado y cómico del principio, de ahí que les pusieran lo de los "Monty Python" del heavy, porque aquí el título ya nos avisa de por dónde van a ir los tiros, "Poor Bastard!" (pobre bastardo).
Dejaron para el final la más larga, "Spinning on the Wheel" de siete minutos de duración, que comienza como una nana o un cuento de hadas para dormir, para después transformarse en un tema eléctrico y bien rockero. Posiblemente, la más épica y donde dejan entrever su lado folk como si fueran unos Jethro Tull. A lo largo de todo el corte será como un viaje por donde pasaremos por infinidad de emociones. Mucha melodía, cambios de ritmo y donde nos deleitan con los mejores solos de todo el álbum. Es como una rueda que gira sin parar. Un tema muy iniciático que nunca revela su significado. Un historia de lucha y superación constante, y que sólo quién la recorre, al final, encontrará la luz.
Las letras de estos tipos me han gustado mucho. Mucha magia y brujería he notado en ellas. Misterios del amor, muerte y tristeza nunca resueltas, pero al final lo rematan todo con un mensaje de esperanza: "No todo está perdido, coge tú espada y lucha. Fight, Fight, Fight!!!"
Hasta aquí mis humildes líneas para una banda, que si bien no eran unos musicazos, me han hecho pasar un rato de puta madre. No he necesitado grandes dotes instrumentales, ni giros musicales imposibles. Sólo mucha honestidad y sentimiento. Hacía tiempo que no me sorprendía tanto una banda de la NWOBHM. Me han parecido mazo de frescos y espontáneos. Un banda intentando otras cosas. Y, lo más importante, me he sentido muy especial escuchándolos, y eso hace la hostia que no me pasa. No sé si estos tipos fueron unos genios o unos mediocres (eso ya cada uno) pero lo que sé, es que cada corte tiene algo único, una melodía, una estrofa o una parte que se te queda en el recuerdo.
Nadie se dio cuenta de este disco, no sería hasta el año 2010 que fue reeditado y cuando empezó a ponérsele la etiqueta de disco de culto. Así que no seáis vergonzosos y pegadle una chupada a la teta de la monja de la portada, que para eso la enseña, coño!!! (Yo ya la probé y está buenísima..jajajajj).
8/10
Pues mira Lost, la primera escucha que le di a estos tipos me dejó bastante indiferentte, principalmente por la voz del cantante. El tío se mueve en varios registros muy teatrales y aunque no es un portento, a mí, al menos, me ha encantado el disco. La propuesta para un año como 1986 es arriesgada de cojones, sobre todo como digo, por el tratamiento que reciben las voces.
ResponderEliminarMe han gustado especialmente "Pigfeeder" con ese riff clonado de Crazy Train, "Nine Inches Of God" con ese ritmo a medio tiempo tan peculiar o "The Dark Angel", donde por momentos son como unos pseudo Mercyful Fate y en
otros rock progresivo setentero.
Ya digo algo diferente, pero que le he encontrado un encanto especial. Y otra cosa que me mola es cuando la sección rítmica se queda ahí sola machacando el compás y vuelven a entrar las guitarras, algo bastante usual en varios temas.
Imagino que este disco será bastante difícil de conseguir en fisico, pero vaya, que no sea por no intentarlo.
Un saludo y nuevamente gracias por traer estas rarezas. No sé cómo habría reaccionado en 1986 ante este disco...seguramente no habría pasado del primer tema, jajaja...
Es que el disco tiene un toque bastante particular. No sé si es por la voz del fulano, que va jugando así a veces como operística, entre barítono y tenor. A veces más dura y en otras más melódica. O por ese toque que tiene el trabajo, como muy irónico y desenfado. Como muy satírico, que le da un punto muy personal. Es que hoy en día suena bastante diferente, imagínate en el año 86, cuando la peña escuchó esto (los pocos que lo hicieron) y si ves las pintas de los fulanos, flipas. Parecen unos comediantes ambulantes..jajajjaja Así les fue que no se comieron nada, los putearon a base de bien y la gente pasó de ellos. Eran muy extravagantes para aquellos años.
ResponderEliminarA mí me tienen parecidos a una banda que se llama -Hell- que empezaron en el 82, pero nunca sacaron disco hasta el 2011. Que eran así como muy ocultistas y con temáticas brujeriles y antireligiosas como estos Deep Switch.
Es que el primer tema "Pigfeeder" empieza bien, cañero y heavy (con un riff muy del "Crazy Train", bien visto) pero después se vuelve un rollo más bizarro, como una mezcla de rap, y metiéndoles unos sonidos rarísimos, que no tengo ni idea qué son. Toques como de heavy progresivo. A veces me recuerdan como a unos Therion pero más heavy metal. La verdad es que te descolocan un poco, pero suenan mazo frescos y distintos. No son la típica banda de NWOBHM, eran otro rollo. Nunca sabes si están en plan serio o se están cachondeando de todo. Tienen también partes folk, como en la última, que me parece una de las mejores, la de "Spinning of the Wheel". La balada también me gustó mucho, con una letra guapísima.
Esto tuvo que ser, cuando salió, un descoloque flipante. Los pusieron de vuelta y media. Después, se reeditó en el 2010, y la gente decía: Obra maestra y tal. Lo que es la vida..jajajajaj
La reedición en CD no es muy cara, estuve viendo, y lo tienes por 15 - 20 pavos. Que viene con un CD extra, con las demos del disco y algunas pistas inéditas. La que está prohibitiva es la edición original en vinilo, que vale unos 200 €. Ya sabes, que el disco lo editó la propia banda y supongo que habrá muy pocas copias.
Gracias por darle a estos pirados de Deep Switch..jajjajaja.. Por aquí seguiré procurando traer cosas que se salgan siempre de las normas. Un saludo, y gracias.
Una cosa, que se me olvidaba. El batería que tocó en este disco, Simon Dawson, está ahora en la banda de Steve Harris, -British Lion-. También prestando sus servicios detrás de los parches..
ResponderEliminarYa decía yo, a quienes me suenan estos Británicos? Fue escuchar las acústicas del intro de Spinning on the Wheel (mi canción favorita y me gustan todas) y me dije; “ya está”, me suenan a los Jethro Tull, del Álbum Aqualung, que digamos es el más Heavy de ellos. Claro, falta la Flauta, pero el fraseo de Jinx, en todo el disco, es básicamente la manera como entonaba las líneas vocales el gran Ian Anderson, que de paso se las daba de Bufón, con mucha extravagancia y demás parafernalias. Igual el fraseo de la Guitarra del Reverendo Nice, suena al gran Martin Barre, creo que es indudable la influencia de los Jethro, ese Rock Progresivo que tenían al comienzo de su carrera, antes de las Obras conceptuales que desarrollaron. Claro Anderson, no hizo referencias antirreligiosas, creo, o por lo menos de una manera tan frontal como si lo hacen estos malvados del Deep Switch. Claro que, si yo, escucho Bandas Cristianas de Heavy Metal o de Thrash, también voy a escuchar las Satánicas y me importa un coño las letras, lo que me interesa es la música y aquí está muy bien ejecutada, con arreglos muy bien desarrollados y muchas progresiones, sin perder potencia y fuerza. Todo amparado en una muy buena producción, tan buena, que si no dices que vienen de la NWOBHM, no lo hubiera ni siquiera imaginado en mil años, como afirmas, pretendieron apartarse de dicho movimiento y lo lograron, suenan muy diferente a las Bandas de esa escena. Fue una buena estrategia, pero no funciono, estaban adelantados?, muy posiblemente, ya que, si ahora, se le da tratamiento de Obra Maestra o de Banda de Culto, fue 24 años después, se dice que nunca es tarde, pero aquí sí lo fue.
ResponderEliminarComparto nota estimado Lost, menos de 8 imposible. Sigue así, “embasurandome el Disco Duro, todavía me sobra algo de espacio”. JAJAJAJA.
Un Saludo y gracias por esta rareza, que es de primera.
Lo de las influencias a los Jethro Tull lo comenté en la reseña, es que el disco tienen algunas cositas de folk, lo que pasa que es lo que dices, al no meter flautas pues parece que lo disimulan más. Por momentos, hasta parecen una banda de heavy progresivo, que era algo que de aquella aún sonaba a chino. Ya existía el rock prog, pero en el heavy esa etiqueta estaba todavía en pañales, sólo los Fates Warning que se pueden considerar de los pioneros empezaron a hacer algo de prog a partir del año 88, con su disco "No Exit" y los Dream Theater no debutaron hasta el 89, así que, en cierta forma, estos Deep Switch ya eran unos adelantados.
EliminarA mí una cosa que más me flipa, es lo frescos y distintos que suenan, es que te pones el disco hoy en día, y hasta suena bastante actual, como muy contemporáneo. Imagínate en el año 86, cuando la peña lo escuchó, unos extraterrestres totales. Unos bichos raros, como unos cómicos ambulantes que hacían un show mezclando el heavy con el humor más sarcástico, y aún por encima antirreligioso. Eso tenía que ser una bomba de aquella. De hecho los conciertos que hacían, la peña flipaba (los cuatro gatos que iban) con las pintas que tenían.
Desde luego eran unos provocadores natos, y en cierta forma, unos adelantados. Y claro, tan raros eran que la peña no los entendió. Yo creo que arriesgaron e hicieron bien. Total seguir imitando a Saxon y a Iron Maiden no les iba a llevar a ningún sitio, así que, de perdidos al río. De todas formas, si los hubieran apoyando alguna discográfica algo puntera, a lo mejor, estábamos hablando de otra cosa. El álbum lo produjeron todo ellos y al llegar a las tiendas, la gente no les hizo ni puto caso y fue devuelto, pero con otra promoción y apoyo, que pudiera aguantar más el disco en las disquerías, igual acabarían despertando. También lo pudieron intentar con otro álbum más, pero no quisieron seguir luchando. Por lo que pude averiguar, era gente bastante humilde, de pueblo y no tenían casi recursos.
El batería está ahora con la banda de Steve Harris, British Lion, así que, muy malo no debe de ser el tío. Los otros creo que dejaron el mundo de la música. Hasta el cantante era bastante bueno, y el guitarra no es que fuera un virtuoso, pero sabían hacer canciones bien hechas.. La balada me parece un temazo, además con una letra bien currada y sentida.
A veces traigo discos que los escuchas y dices; joder, están bien y tal, pero no vuelves a ellos, pero con este disco, apreciado RockS, Volverás..jajajajaja
Saludos y gracias por pasarte. Te espero para las próximas. Chao!!!
Seguro que vuelvo. De hecho, no lo he podido soltar desde que lo escuché. Un abrazo.
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