Mientras duran los ecos de la magistral guitarra de Jeff Kollman (recordad, el hacha que salía en el disco de los ex UFO, Phil Mogg y Pete Way, "Chocolate Box") no podía dejar pasar la ocasión, y ahora que está la cosa caliente y aprovechando que las cuerdas de su guitarra BC Rich todavía vibran , traeros más cositas de este grandísimo hacha. Pues bien, tíos, descubrí que este seis cuerdas antes de entrar a grabar el proyecto de la dupla Mogg/Way, me enteré que tenía una banda de heavy/prog la mar de interesante. Se llamaba "Edwin Dare" (antes llamados "vxn") con la que sacó tres discos. De todos, el más interesante me pareció el primero, del año 92, titulado "The Unthinkable Dead..." que os presento hoy y dónde sigue con sus magistrales lecciones de técnica, vibrato y feeling, pero mucho más joven y en la primera banda seria que montó, un poquito más escorado al heavy/hard ochentero, algo power y con toques de prog o técnico como gustéis en llamar, que en el próximo disco será más predominante.
Aquí vais a poder apreciar a un "malabarista del mástil", que ya de joven estaba tocado por los dioses para hacer sonar las seis cuerdas como muy pocos lo pueden hacer y, lo que es más importante, toda sus habilidades las pone al servicio de la canciones y no al revés, como pasaba en muchas ocasiones. Un mago de la guitarra que perfectamente podía ir en los G-3 que monta Joe Satriani, y nadie diría nada.
Bajo la bandera de cuadros, y ahí os va la primera, "Do Me Right", ¿Qué os dije? ¿El tío es bueno o no? ¿Habéis visto como arranca la máquina y el riffazo que se casca? Palanca a tope y toda una declaración de intenciones, avisándonos de que aquí hay un guitarrista de nivel. Inicio explosivo e incendiario, cargado de testosterona (tenía unos 20 años el fulano), poniéndose de rodillas ante todo un Eddie Van Halen, de hecho siempre se declaró muy fan del neerlandés y del enorme Randy Rhoads. ¿Y del resto de la banda qué me decís? El vocalista también me parece cuando menos bien digno y competente, con buen chorro de voz. Un tal Bryce Barnes, también paisano del Kollman (Ohio, USA) y que no tengo constancia de que participara en más historias. El bajista, otro animal, Kevin Chown, un virtuoso de las cuatro cuerdas (cómo no) y otro corre bandas de aquí para allá, desde Mike Terrana, pasando por Tony MacAlpine y ahora prestando sus servicios en Tarja (la ex de los Nightwish) la gente tiene que comer, chavales. Este álbum lo produciría y grabaría nuestro protagonista absoluto, Kollman, echándole una mano el cantante y la otra su hermano, Tom Kollman (DEP), que también tocaba la batería y que aquí prestó sus baquetas para la causa. No sabía que tenía un hermano batería, joder, esto ya parecen los hermanos, Eddie y Alex Van Halen, que también tocaban la guitarra y la batería respectivamente.
Con la siguiente, "It´s not for the World" se relajan un poco y se cascan un medio tiempo de libro, del de toda la vida, pero llevado con una elegancia exquisita. Aquí podemos apreciar al vocalista con más calma, qué bien lo hace. Buena voz, muy dulce y con un tono muy cálido. Fijaros como canta encima del riff, las estrofas navegan con la guitarra del Kollman y este lo adorna en los finales. Nada nuevo bajo el sol, pero muy efectivo. Hasta que vienen lo solos, entonces es cuando la técnica y el virtuosismo lo acapara todo. Como veis esto sigue molando y mucho, es verdad que todavía es pronto, sólo llevamos dos temas, pero ya os aviso que el disco resistirá bien las escuchas, tendrá sus bajones, pero la obra aguantará bien el tipo. No en vano nos esperan catorce cortes y una versión por delante, que van a merecer la pena.
Para ir apuntando cosas negativas, que también las tienen, se podría decir que la portada es bien cutrilla, parece una viñeta de "eljueves" y la producción no fue todo lo buena que se merecían las canciones. Para ser producido por la propia banda, no está nada mal, pero con otro productor esto hubiera cogido otro nivel. El sonido por momentos suena algo amateur e ingenuo, sin el empaque que daría otro fulano de categoría a los controles. La compañía que les sacó el trabajo tampoco era para tirar cohetes, más bien todo lo contrario, un sello creado por la propia banda, "Marmaduke records", así que podríamos decir que ellos se lo guisaron y ellos se lo paparon, no sé si lo quisieron así o es que nadie se lo quiso editar, como no extrañaría nada siendo el año que era, un 1992 que musicalmente iba por otros derroteros, y el heavy metal clásico estaba desahuciado y abandonado por la industria. ¿Cómo sería este trabajo con pelas y presupuesto detrás?, pues imaginaros... Un despelote.
Yo no os voy a pedir que os despelotéis, pero con la tercera del Lp, "The Killer" siguen con su finura y clase. Aquí es donde empieza a saltar algo su vena prog, que os comentaba al principio y a ponerse algo serios. Me parece el primer tema de peso del disco, donde ya muestran cierta madurez compositiva. Sobretodo al principio, con ese inicio teclados muy solemne, que van subiendo, arropando a la guitarra, con cierto recuerdo a los Fates Warning del "Perfect Symmetry". El vocalista se pone un poquito más seriote y cambia el registro a más grave. Me gusta cuando, antes de entrar el estribillo, en el pre-coro, el voceras se cabrea y empieza a subir las octavas. Muy bueno. Aquí se aprecia lo bien que sabían hacer armonías y melodías, alternándolas. Hasta el bajista se suma a la fiesta, con esos patrones que mete en medio de los temas, tema de los importantes.
Esto todavía no ha terminado y para la cuarta todavía siguen en la cresta de la ola, en "A Right and a Wrong Way" aquí se cascan un tema mezcla de acústico y eléctrico muy guapo. Un corte muy cachondo y festivo. Con sabor al oeste americano y bluesero. A mí me suenan mucho por el inicio desenfado y fiestero a los Helloween, hasta en las voces me recuerdan al Andi Deris, ya, no me hagáis ni puto caso, pero no puedo quitarme a las calabazas de la cabeza. No me extrañaría nada que los de Weikath sacaran inspiración de aquí.
Ahora sí que, a partir de aquí, la cosa se desinfla un poco, no podía seguir así hasta el final, son catorce temas, ¿Quién cojones les mandó meter tanta canción?, si lo hubieran dejado en diez, esto era otra cosa, pero al final el Lp así fue y así quedó. Ahora meten la versión que os había dicho, "Oh Darling" de los Beatles, que ojo, a mí no me estorba, pero quizás no viene mucho a cuento, no sé que os parece. Unos dirán que es un buen contrapunto para desengrasar y cambiar la dinámica, y otros un cagada. Pudieron haber metido una versión de Maiden o de Metallica, por decir algo. El caso es que fue la banda de Liverpool los afortunados, y la verdad es que suena muy bien, hay que reconocerlo. La llevan a su terreno y la endurecen un poco haciéndola sonar más rockera. Tranquilos, que lo van a solucionar rápidamente con la siguiente pieza, "Don´t Need No Money" donde vuelven a enchufar las hachas y al heavy, con más groove y una de las más modernas del trabajo, quizás de las más discretas de todo lo que llevamos escuchado, ya os decía que empezaba una zona un poco turbulenta del álbum, sólo serán estas dos porque para la siguiente nos resarcen con una que puede que sea una de las mejores. ¿Os gustan los Crimson Glory? pues aquí vais a tener un tema que perfectamente podía ir en un disco de ellos, en el "Trascendence" por ejemplo, si no me creéis pincharos "Just a Heartbeat Away". Corte duro y oscuro, bien siniestro, con esos arpegios acústicos empapados por los teclados, hasta que explotan los riffs bien gordotes, TEMAZO!!! perdonad que lo ponga en mayúsculas, pero vaya cambio de tercio meten aquí. Es que eran muy variados, y sabían tocar cualquier cosa, todos grandes instrumentistas. Nadie se esperaba esta pieza. Para mí un giro magistral. Aquí se sacan un conejo de la chistera. El disco es una montaña rusa de sonidos, emociones y sentimientos. Saben acariciar y ser dulces, y al mismo tiempo pueden morder y sonar agresivos, nada que decir, chapó para estos "Edwin Dare".
Con las bromas, ya nos hemos despachamos las siete primeras. Yo creo que la travesía ha sido más que satisfactoria y a merecido la pena. Si habéis llegado hasta aquí, gracias, tíos. A pesar de su bisoñez y sus defectos, lo escuchado me hace levantar el pulgar hacia arriba bien alto. Aquí hemos saboreado de todo; heavy, hard rock, power, algo de country, blues y todo muy de la tierra del "Big Mac". Witch me dijo que sonaban mucho a los Queensrÿche, y yo le dije que también a los Crimson Glory, pero más accesibles y rockeros, y claro está a los Van Halen. Yo creo que mezclan todo eso y más bandas. Todo el álbum será un compendio de estilos sin llegar a definirse claramente por unos ni por otros. Ahora os toca a vosotros opinar a qué más os suenan.
Sólo quedan siete más para acabar y no os voy a dar mucho la chapa. Posiblemente, las mejores ya las hemos pasado, pero el heavy seguirá sonando a tope y todavía quedarán unas muy buenas por salir, las más metaleras están escondidas al final del trabajo, así que creo que os deberías de quedar, vosotros veréis, avisados estáis. "Burning Feeling" hace la octava del disco, y los coros doblados haciendo el estribillo me parecen de lo mejor, tema hard, de los discretos, pero muy adictivo y pegadizo. La siguiente me gusta mucho más, "Face the Truth", las líneas vocales y los coros me encantan. Otra vez esa perfecta simbiosis guitarras y voces, el riff principal está muy manido y visto, muy prototípico, pero con esa magia especial que le da la guitarra de Kollman. La parte del puente con esos teclados bien rockeros, preludio del solo, me parecen una gozada. Ya os digo que me mola mucho esta canción.
Vamos con la que creo que es la peor del disco, "Love Poisons the Mind", la más extraña y moderna del plástico. Aquí se parecen a los Pantera del "Far Beyond Driven", con unas voces un poco estrambóticas. De las más experimentales. Un tema muy bizarro, de las raras del trabajo. Se ve que aquí arriesgaron un poco y quisieron hacer algo distinto de lo habitual. Sólo salvaría la parte lenta del puente y el solo. Una que podría haber quedado fuera y no pasaba nada. Ahí os la dejo para que cada uno saque sus impresiones.
En "Edwin Shreds" meten un interludio de apenas un minuto, totalmente accesorio a modo de cuña toda instrumental y acústica, que nos trae los vientos de "La Meseta de Los Apalaches". No os olvidéis que son de Ohio.
Nadie pregunta por una balada. Pues amigos, aquí la tenéis, por cierto, bien conmovedora y preciosa cuando entra el estribillo, muy bien llevada por el cantante. "When We Had it All" le pusieron, "cuando lo tuvimos todo" viene a decir (me encanta el título). Otra vez esos coros doblados que les quedan tan bien, y un solo acústico de Kollman que nos vuelve a sorprender, cerrando el vocalista a capela. Pista muy bonita y que no desentona para nada.
Ya sólo nos quedan dos para terminar, y vaya dos, colegas. Faltan los Judas Priest por salir, pero no los clásicos, los del "Painkiller", pero más bestias y thrashers, no me jodas. Pues sí, parece que el disco de los patrulleros infernales les marcó de alguna forma, que aquí los tenéis, hasta el vocalista aquí se parece al Rob Halford, con esos agudos y falsetes que mete. Impresionante el voceras, llevamos todo el tiempo hablando del Kollman, pero cómo canta el Bryce Barnes, muy versátil y con recursos. Si alguno se había dormido con la balada se va despertar de verdad. Vaya trallazo de heavy lleno de groove se metieron aquí. "Take Your Stand" se llama y si me decís que es un tema de thrash metal, también os lo compro. El más brutal, metalero y diabólico de todo el álbum. Quién se iba a esperar este cañonazo ahora, pues nadie. Y ahí está una de las virtudes de este álbum: La sorpresa.
Ahora sí que acabamos con la última "Waiting for the Chance" que a mí aquí sí se me parecen mazo a los Queensrÿche. Esta es más dinámica y agradecida que la anterior. Más agradable de escuchar. Un torbellino de riffs, solos y sonidos, llena de cambios de ritmo. Las guitarras a toda velocidad, solos de vértigo, la vena "shredeer" de Kollman aquí va a tope. Esta canción es de las más prog, virtuosas y complejas de todo el plástico, ya os había dicho que os quedarais hasta el final porque reservaban todavía dos buenas piezas. Kollman se desata, destapando todo su tarro de las esencias, con un cierre monumental de todo su arsenal, este tema es para su lucimiento personal. Toda la banda lo hace, encargándose de cerrar su hermano Tom a la batería, al más puro estilo "Painkiller".
Como epitafio final podríamos decir que el disco se divide en dos partes: La primera, más heavy rockera, cachonda y desenfada y, una segunda parte, más dura y metalera. Quizás les quedó un disco demasiado disperso y como queriendo tocar muchos palos. Todavía eran una banda joven, en crecimiento y que andaban buscando su sonido. La producción no les acompañó (la portada menos) y posiblemente metieron demasiados temas, pero al hacerlo todo ellos, suelen pasar estas cosas, que se peca de megalómanos. De todas formas, para mí buen disco, quizás muy tardío y fuera de tiempo, cuando el heavy metal clásico estaba en horas bajas. Era muy difícil que esto funcionara. Para el siguiente trabajo, "Can´t Break Me" del 94, más Heavy/Prog, maduro y centrado, con un sonido más profesional, moderno y actual, pero tampoco funcionó y, para su último intento del 98, "My Time to Die" volvieron un poco a sus inicios, pero nada, el éxito no estaba destinado a esta gente. Después de esto, nuestro Jeff Kollman se embarcaría en multitud de historias: Trabajaría como músico de sesión, montaría un trío de rock progresivo llamado, "Cosmosquad", tocaría el bajo con los MSG de Michael Schenker (hasta con el bajo era bueno) y entraría en el proyecto de Phil Mogg y Pete Way, grabando el "Chocolate Box" que os reseñé el otro día. Después, continuaría tocando con Glen Hughes, montaría bandas de funk rock y fussion, sacaría discos en solitario, en fin, no pararía de tocar y tocar, pero nunca conseguiría dar el salto al estrellato, siempre en un perfil medio-bajo. Así que, no descarto en el futuro traeros más cosas de este guitarra, pero, de momento, yo no sé vosotros, pero a partir de hoy, estos "Edwin Dare" van a pasar a mi colección de discos.
7,5/10
Chicos, comentaros que no encontré un video con el disco entero. Os he puesto el primer tema del álbum. Si os interesa os dejo en enlace donde sale todo el trabajo por pistas. Gracias. Saludos!!!
ResponderEliminarhttps://www.youtube.com/watch?v=vR9pfeu2SKk&list=OLAK5uy_kHMMCDA74HeDHXM5TpxAo8Riqp2mwntSg
Buen descubrimiento Lost, a la primera escucha, me vino a la mente Van Halen, pero sobretodo Mr. Big, banda que incluía a Paul Gilbert, Billy Sheehan y Eric Martin. Ese Hard Rock fresco, dinámico, con un toque Funk, por ese Bajo melódico y no rítmico que caracteriza a ese género. El cantante con esa voz melódico y potente, con un bajista más que competente y con un hermano capacitado para todo lo que le suelta aquí Kollman, solo había que componer y mostrar. Aunque pareciera que se les fue la mano, por haber metido catorce canciones, tiene tanta variedad que no aburren, además que la suma de todas las canciones, apenas pasan los cincuenta minutos, claro rasgo juvenil: lo mucho y de prisa. Kollman me parece espectacular, incluso esta mejor aquí que con Mogg y Way, aquí esta desatado y en total control, ya mencionas que además de coescribir las canciones, coprodujo el Álbum. Tiene mucho color en su guitarra, melodías, armonías, cadencia y los solos tremendos, con razón Mike Varney lo recluto para su factoría. Creo que si alguien como Coverdale lo hubiera escuchado, se lo lleva, tiene mucho de lo que al gran cantante de la Sepiente Blanca le gusta, ya que lo otro que le da dinamismo a las canciones son las líneas vocales, que son de primera, en perfecta simbiosis con los arreglos. La portada, como bien dices, parece la caricatura de un periódico, de una revista de esas picantes, eran unos muchachos en este momento.
ResponderEliminarMuy buen aporte Lost, comparto la nota.
Un Saludo
Lo de Paul Gilbert también se pasó por la mente. Tienen los dos un estilo parecido, así cuando meten esos licks en medio de los riffs, a toda velocidad, que el Gilbert lo hacía mucho, sobretodo con los Racer X y también en los Mr Big, como bien apuntas. Seguro que el "lean into It", el de la portada de la locomotora, los influenció. Y lo de Van Halen es muy claro, el primer tema es todo un homenaje al Eddie, después a medida que van pasando los temas, va perdiendo esa influencia, pero todo el disco tiene el sello Van Halen. Es que el Jeff Kollman este la verdad es que un fuera de serie el tipo, cuesta creer que este hombre no llegara más lejos, siempre en perfil muy discreto. El tío todavía toca y saca discos en solitario, pero claro, su época ya pasó. Una pena, porque era un guitarra capacitado para codearse con los grandes. Mira que el Satriani tiene llevado a peña en los G-3, pero este Kollman nunca lo ha fichado. Yo creo que es tan bueno como Petrucci, Steve Morse, Lukather o Andy Timmons, pero se ve que este tío no ha tenido suerte, y no ha estado en el momento preciso y adecuado.
EliminarY lo de este disco, es verdad que no se hace pesado porque es muy variado, pero si hubieran metido sólo 10 temas, el disco ganaba muchos enteros. Es que a veces parece que no sabes si tiran por el heavy o por el hard rock, están siempre ahí jugando entre dos mundos. Y lo de los Crimson Glory, me parece muy clara su influencia, hasta la penúltima del plástico me recuerda a los Judas del "Painkiller", pedazo trallazo meten ahí. Eran muy buenos, tanto sabían tocar melódico como más agresivo, se movían muy bien con los instrumentos. El bajista también muy bueno, con esos patrones de funky, que bien has apuntado. Gran cantante, versátil, con gran tono, era capaz de cantar melódico como más agresvio, que empastaba perfecto con la guitarra del Kollman. Una banda muy cualificada, pero claro, estamos el 92 y el heavy clásico no interesaba. Aparte, sin un sello potente detrás que te promocione, esto estaba condenado al fracaso. De hecho, este disco nunca se ha reeditado y te apuesto lo que quieras a que no se enteró ni el tato cuando salió. Sólo hay copias en CD, y bastante caras.
Después, con el segundo disco que sacaron quisieron hacer un rollo más actual y personal, que también está muy bien, "Can´t Break Me", del 94, ya más moderno con un sonido más profesional y enfocado al heavy/prog, estilo Dream Theater o Fates Warning, que igual me animo a reseñarlo.
Nada, estos tipos salieron muy tarde y no tuvieron apoyo discográfico en condiciones y así era muy difícil que estos Edwin Dare cuajaran.
Muchas gracias por pasarte y darle una oportunidad al álbum. Saludos!!!! (Te espero en la próxima).
Ey Lost! Vaya sorpresa! No esperaba este disco. Los tenia por ahí y lo puse a este y me gusto! No sabia que estaba Kollman en esta banda. ES un muy buen disco pero se hace largo, con 3 temas menos hubiera quedado mas redondo, las influencias que citas son muy visibles. A veces son mas hard rockeros, otras mas heavys y otras mas prog! Un disco de 8 puntos, espero la próxima man! Abrazooo
ResponderEliminarSabía que te iba a sorprender..jajajaj.. Me alegra que te haya molado. Yo tampoco sabía nada de estos Edwin Dare, fue a raíz de seguir al guitarra, Jeff Kollman que me los topé y dije, joder!!! Están bien guapos.
EliminarEs lo que dices, es un álbum muy variado y todo terreno. Pican un poco de todo, y a lo mejor ese puede ser un problema, que no sabes muy bien de qué palo van, pero igual es lo que dices, un disco de un 8.
Gracias, Paradise, por pasarte y dejar tú granito a modo de comentario. Cuento contigo para las próximas.. Un Abrazo, Capooooo!!!!