A sugerencia de nuestro amigo y colaborador BurnRain, me dispongo a dar buena cuenta de alguno de los trabajos de la que es, sin ningún género de dudas, la banda más grande del heavy metal japonés, Loudness. Primero, porque el tratamiento recibido por muchos de sus álbumes más destacados en El Portal del METAL es verdaderamente lamentable. Y, segundo, porque, a pesar de resultar un nombre familiar para casi todo el mundo, tenemos la sensación de que, en el fondo, son unos grandes desconocidos para el público occidental de la actualidad. O, por lo menos, no en la medida que seguramente merecen. Así que vamos a comenzar por el LP que les dio la alternativa internacional, el tremendo “Thunder in the East” de 1985.
Tras dos álbumes de cierta repercusión en su país, con “The Law of Devil's Land” de 1983 se empezó a oir hablar de Loudness también por Europa, al hacerse cargo Roadrunner Records de su edición europea en lugar de la también holandesa Megaton. Sin embargo, sería su cuarto “Disillusion", comercializado por la propia Roadrunner junto a la también clásica Music for Nations, el que plantaría la semilla definitiva en occidente. Grabado en los SARM Studios de Londres (en los que se dejó para la posteridad “A Night at the Opera", sin ir más lejos), Loudness tenían el acierto de comprometer en esta ocasión su identidad puramente japonesa para presentarnos una versión mucho más digerible para la audiencia occidental. Con clara vocación de asentarse a nivel internacional y en un movimiento deliberado por asimilar su sonido con el estándar del momento, “Disillusion” suponía el trampolín ideal para cimentar su carrera posterior y dar el salto a Estados Unidos, la Meca para toda banda de heavy metal a mediados de los 80. Aunque también supuso un punto de inflexión para todos aquellos nostálgicos de su primera etapa, que consideran que buena parte de su personalidad se perdió en este mismo instante.
Y la maniobra surtió efecto, tras una gira estadounidense, Joe Gerber, mánager de Twisted Sister, ayudaba a Loudness a firmar un contrato con ATCO que se refrendaba con la edición de este “Thunder in the East" en el mes de enero de 1985, el primero de una banda japonesa con un sello americano. Atrás quedaban las letras en japonés y su identidad nacional se limitaba a todo lo referido a temática y estética de la banda. Musicalmente, “Thunder in the East” ya no sonaba muy diferente de como lo hacían Accept o Judas Priest en aquel mismo momento y sólo era la voz de Minoru Niihara la que les aportaba un carácter singular. Normalmente considerado el eslabón más débil la banda, el resto de miembros son instrumentistas consumados, Minoru Niihara era un vocalista ciertamente limitado para lo que se estilaba en el mundo del heavy metal de altos vuelos, aunque también era su mayor nexo de unión con la tradición japonesa y una seña de identidad muy propia de aquellos Loudness de los 80.
El riff de arranque de “Crazy Nights" es verdaderamente monstruoso, pero brutal nivel “Balls to the Wall" o "2 Minutes to Midnight", ojito, y es que “Thunder in the East” ponía el foco sobre un guitarrista, con una trayectoria bien larga ya, que nada tenía que envidiar a los Van Halen, Lynch o Malmsteen que maravillaban en aquel instante. Hablar de Loudness sin destacar el papel de Akira Takasaki me parece, cuando menos, atrevido. El repertorio y ejecución técnica de este hombre están sólo alcance de un puñado de guitarristas dentro del mundo del heavy metal y el sonido de su guitarra es una auténtica salvajada. Vale que la impresionante producción de Max Norman ayuda mucho, pero lo he visto un par de veces en directo y os garantizo que me quedé alucinado. Es de esos pocos casos en los que en ningún momento echas en falta un guitarra de acompañamiento. Un verdadero espectáculo el fulano, aunque sus pelos de Bruja Avería de la actualidad asusten al más pintado.
Y sus compañeros no le van precisamente a la zaga. Como es habitual en las bandas japonesas que llegaron después de ellos, el despliegue técnico de Munetaka Higuchi y Mashayoshi Yamashita es digno de mención y, como decía, al único que no encuentro a un nivel de primera fila es a Minoru Niihara. No es que cantara mal el hombre. Tiene un timbre bastante adecuado y se nota esfuerzo en sonar agresivo y con actitud, pero hay cierta particularidad en su voz que a más de uno le va a costar. Hasta el punto de que sería el mismo Max Norman el que años más tarde convencería a sus compañeros para prescindir de sus servicios y alistar a un vocalista que sonara “menos japonés”, a la postre, Mike Vescera, ex de Obssession. En mi caso, me acostumbré pronto a su voz, hoy incluso lo considero parte intrínseca del sonido de Loudness y hasta comprendo a aquellos que dicen que, con su marcha, se diluyó su último rasgo distintivo para convertirse en otra banda más de heavy metal americanizado. No les falta cierta razón, sin embargo, ese “Soldier of Fortune" sería otro discazo que apuntar a su carrera, aunque esa es historia para otro día.
¿Por dónde iba? Que los tíos tocan de putísima madre y, si no me creéis, le pegáis unas escuchas a la "proggie" “Run for Your Life" y me contáis. Técnica, velocidad, garra, precisión y carisma... vamos, que Loudness son un pedazo de banda del copón y Akira Takasaki un puto monstruo de las seis cuerdas que mea por encima de muchos supuestos virtuosos. Himnos de heavy metal cargaditos de testosterona como “Crazy Nights" o “Like Hell”, medios tiempos épicos como esa “Heavy Chains", con una segunda mitad de impresión, trallazos como “Get Away” o mi favorita, “Clockwork Toy", con Takasaki, Higuchi y Yamashita totalmente desatados... hay momentos de auténtica complejidad instrumental por ahí, muy por encima de la media acostumbrada en el heavy metal de la época. Loudness le dan a todo y bien, además. Cada tema tiene un riff característico e inolvidable (para más señas os remito a “We Could Be Together") y un solazo antológico, algo que sólo encuentro al alcance de los más grandes y Akira Takasaki lo es. Un GUITAR HERO con mayúsculas. Cuando Max Norman nos lo permite (ya sabemos que es un productor muy enfocado al sonido de guitarra y aquí es demoledor), Mashayoshi Yamashita tiene también sus momentos de lucimiento. Y el tristemente desaparecido Munetaka Higuchi se encarga de dejar bien claro durante estos 10 temas en casi 42 minutos (¡perfecto!) que era una bestia parda de estilo muy clásico, en la línea de los Clive Burr, Ian Paice, Nicko McBrain... en la vida he visto yo a este detrás de un doble bombo, ni falta que le hacía.
Adiós le decían en “Thunder in the East" a esos detalles rarunos que aparecían, menos con cada álbum, durante sus primeros años. No sé si influencia de la música tradicional de su país, detalles prog o simples extravagancias, eran habituales las salidas de tono en sus años “japoneses" y ya se escuchaban con cuentagotas en “Disillusion”, su esfuerzo más occidental hasta la fecha. En 1985 desaparecían por completo de su propuesta, para desgracia de aquellos seguidores que ponen en valor su primera trilogía y lo consideran el material más genuino de la banda. Yo no soy uno de ellos y considero que su mejor etapa arrancaba precisamente aquí y se alargaba durante la segunda mitad de los 80 con cuatro álbumes realmente apabullantes. La cara B demuestra que no hay ideas peregrinas, no hay excentricidades, no aflojan en esas “Run for Your Life", “No Way Out" (que me parece la menos buena), “The Lines Are Down", la obligatoria baladita “Never Change Your Mind" o la ya mencionada “Clockwork Toy", que no ofrecen otra cosa que no sea puro heavy metal de los 80, de ese que tanto me gusta... con cierto acento nipón, aunque cada vez más disimulado, todo sea dicho.
Para apoyar este lanzamiento, giraron por Estados Unidos junto a Mötley Crüe y Stryper con una actuación estelar en el Madison Square Garden en el que fue, durante muchos años, el mayor hito de la música japonesa fuera de sus fronteras. Un puesto 74 en el Billboard y varios cientos de miles de copias despachadas de “Thunder in the East” sólo en Estados Unidos los contemplan y todos ellos son logros que hay que reconocerles. Los hechos están ahí...
Hay que poner a los clásicos en su sitio y por eso se me revuelve el estómago cuando leo que unos tales X Japan son más grandes que Loudness. Amon Amarth hoy en día se permiten el lujo de llevar de teloneros a Accept y no llegan ni a olerles el culo en sus momentos más inspirados. Cuando Loudness estaban haciendo todo esto, X Japan se arrastraban miserablemente por las calles de Tokyo editando demos de mala muerte y eso también es un hecho irrefutable. Si X Japan alguna vez llegaron al Madison Square Garden, en buena medida se lo deben a estos Loudness que plantaron allí su bandera 25 años antes. Vale que Loudness nunca serán unos Maiden, ni unos Judas... ni siquiera unos Accept (aunque en EEUU tuvieron un éxito muy parejo), pero que nadie se atreva a cuestionar ni un ápice de su grandeza. Y creo que hablaré más de ellos en el futuro... palabra del Dictador.
Desde luego la mejor banda nipona de lejos, seguida de cerca por ANTHEM. Pero vaya, los pioneros y que lograron el status y la fama, LOUDNESS. Y por mérito propio, no solo Akira es un monstruo (bruja avería, pero cómo toca el tío jaja, escuela George Lynch y Eddie Van Halen total) con esos riffs afilados y unos solos bestiales. También Munetaka le daba con una técnica sensacional, de gran pegada y el bajista no era manco. El mas flojo siempre lo hemos dicho es Minoru, pero pese a sus limitaciones es un signo de identidad, pero claro, lo hubieran petado mas con un voceras mas top.
ResponderEliminarEste disco es muy completo, le abrió la puerta al mercado internacional (hay un giro tremendo respecto a los dos primeros que yo no digiero muy bien la verdad), creo que mas completo que lightning strikes, junto con hurricane eyes son los dos que mas me llegan con este voceras. Pero el mas maduro para mi curiosamente es el primero con Vescera, ese soldier of fortune, que lo gozo como un enano. La producción de Norman aquí se nota mucho y aunque hay algún tema mas irregular, en general se disfruta del tirón, para mi las mejores crazy nights (los coros son muy Accept no?) , clockwork toy que va a degüello , sin miramientos,así como las veloces like hell y get away, sin olvidar la melódica y atractiva we could be together.
La portada tal vez un poco sosilla aunque muy colorida. Lo de X Japan lo comparto, no juegan la misma liga, aunque tampoco son mancos, aquí esta claro que los abuelos nipones del metal son LOUDNESS, pese a que hace tiempo no sacan nada que realmente me motive y es que se metieron en terrenos muy NU/Industrial que a los mas clasicotes nos dan urticaria.
Necesario rescate Witch, estos tíos se ganaron su fama con discos tan guapos y adictivos como este. sayonara baby!
Pues fíjate, la portada es básica, cierto, pero a mí siempre me ha gustado. Me parece muy identificativa de la banda. Con ella mantenían parte de su identidad japonesa y yo creo que era una carta de presentación bastante guay ante el público de la época. Al menos, les aportaba un aire personal, algo que los distinguiera de las demás bandas de heavy del momento. Otros como Tokyo Blade o Samurai flirteaban con la cultura japonesa, pero ellos eran genuinamente japoneses y hacían un heavy metal de mucha calidad, fácilmente escuchable para el público de Occidente.
EliminarYo soy súper fan de Soldier of Fortune, aunque es uno de esos discos que comentaba con unfer que casi hay que escuchar como una banda independiente. Para mí es como si hubiera unos Loudness con Minoru, estos, y otros con Vescera. Mucha gente crítica ese álbum por haber americanizado su sonido y cambiado de cantante, pero el cambio, en realidad, había empezado años antes y lo único que cambia ahí es la voz. Que, objetivamente, es mucho mejor. La cuestión es que entiendo parte de la nostalgia por la ausencia de Minoru Niihara, pero es un discazo igualmente. De la época con Niihara, siempre he pensado que este es el más completo, también seguido de Hurricane Eyes. Luego, personalmente prefiero la versión japonesa de Lightning Strikes, Shadows of War, que reseñé hace un tiempo en el Portal. También está cantado en inglés, pero cambia el orden de los temas y a mí se me hace mucho más coherente. Pégale una escucha así, es curioso como puede ganar un álbum solo cambiando la secuencia de canciones.
Tremendo disco de Loudness! Mi preferido de ellos, es bestial como suena y los temas están buenísimos. Crazy Nights es una maravilla, ese riff es inmortal. Lo de Akira es bestial en este discazo! Un hacha de otro nivel. Discazo de 9 puntos este Thunder... Saludos Witch!
ResponderEliminar¡Totalmente de acuerdo, Paradise! Un 8,75 le pongo yo a este Thunder in the East, ya ves, y sería un 9 si Minoru Niihara fuese un poco mejor vocalista. De hecho, ese es el único aspecto en el que considero que Anthem superan a Loudness. Ya te digo que, con el tiempo, me acostumbré a él y lo considero el vocalista por excelencia de la banda, pero eso no quita que lo considere algo limitado. ¡Para Akira Takasaki un 10!
ResponderEliminarNi cuando Jeff Waters en el DVD de Ten Years in Hell, meciono a Akira Takasaki, además de Eddie Van Halen, Mathias Jabs entre otros, como los modelos de Guitarristas a seguir por ser técnicos, melódicos, veloces, me interese por Loudness. Ya en la Reseña de Lost de Dead End, hice mención de que nunca he sentido atracción por la cultura asiática, sea Japonesa, China o Coreana y todavía no me lo explico. Pero en tu ilustrativa Reseña, aclaras que se hizo el esfuerzo por borrar cualquier vestigio de la misma, para este disco y vaya que lo lograron. Estamos ante un disco de Heavy Metal ochentero por los cuatro costados. Potente, melódico, con la clara influencia de Accept principalmente, meten coros iguales y el riffeo es pura escuela de Wolf, al igual que los solos y eso ya es mucho decir para el estratosférico Guitarrista Japonés. Cierto que el punto débil es la voz, pero, Minoru lo hizo a la altura, cumple, su voz es potente, sin ir mas allá, pero es solida. Entonces un contrato con Atlantic Records, de la mano del manager de Twisted Sister, la producción de Max Norman y la rotación en MTV, le dan éxito en USA, que cosa y siendo extranjeros, lo que no pudo ser para Icon y King Cobra, crueldades de la vida y no es que no lo merezcan, es que cayeron en buenas manos. La producción es nítida, la guitarra no suena oscura, pero si tiene sonido “gordo”, lo que lo hace tener un punto mayor de accesibilidad, bien ahí. Todas las canciones están bien trabajadas, desde Run for your Life (temazo), hasta la muy melódica Could be Together, mas en la línea de Dokken. Los temas rápidos, potentes y de primera, hasta la balada tiene unos armónicos de Guitarra fantásticos. Sin lugar a dudas Akira se gano el respeto de todos, técnico, veloz melódico, con cadencia, se abrió paso el oriental. En definitiva me gusta el Thunder in the East, disco que en esos años me hubiera dado alegrías, como lo hace ahora
ResponderEliminarComparto nota
Un Saludo Witch y gracias por la Reseña
De ahí la idea de rescatarlos, RockS. Cuando Burn me dijo que los conocía de toda la vida, pero que nunca se había parado con ellos, pensé que igual eran unos grandes desconocidos para muchos. Le recomendé el Soldier of Fortune, por eso de que es el que suena menos japonés y un par de días después estaba alucinando a colores. Igual exagero, sino que te cuente él mejor, si nos lee...
EliminarEste era ya su quinto álbum, ojo. Para mí gusto se van poniendo interesantes a partir del tercero, The Law of the Devil's Land, pero lo gordo empieza con este Thunder in the East y se extiende durante la segunda mitad de los 80. Estos cuatro álbumes hasta Soldier of Fortune me parecen dignos de la mejor banda de heavy norteamericano. Yo sí que asocio su sonido bastante a Accept en este álbum, aunque tampoco tengo claro que sean influencia directa, que igual sí. Son dos bandas con una evolución bastante paralela, Accept siempre un paso por delante, quizás. Pero las coincidencias no quedan ahí. Ambos intentaron con ahínco hacerse un hueco en el mercado estadounidense en la segunda mitad de los 80, pero nunca llegaron a traspasar la frontera del disco de oro. Y, otra vez más, en el 89 las dos bandas probaron la misma fórmula, cambiar a su vocalista de siempre por uno americano y más melódico, aunque aquí Loudness salieron bastante mejor parados. Si bien no a nivel de éxito, en cuanto a calidad, Soldier of Fortune le da cien vueltas a Eat the Heat. Bueno, y me juego lo que sea a que también debió vender a algo mejor.
En resumen, te recomiendo mucho darle a fondo a este Thunder on the East, a Lightning Strikes, Hurricane Eyes y Soldier of Fortune. El EP Jealousy del 88 no está mal, pero es su material menos bueno de esos años. Aún así, tengo pensado reseñarlo en el Portal próximamente. Un saludo, RockS.
Aproximadamente por una hora pude disfrutar de Loudness en el Rock Fest de Barcelona, hace unos cuatro años. Era increíble comprobar como las tres guitarras que llevaban Accept y las dos de Judas Priest, no llenaban ni la mitad de lo que llenaba una sola como la de Akira Takasaki. Este tío es un portento. Sonaba alto, cristalino, virtuoso y cualquier calificativo que lo enalce a la altura de un dios, y encima material clásico.
ResponderEliminarThunder In The East, o mi segundo preferido de Loudness, ya que el primero para mi gusto es su cuarto trabajo Disillusion que fue con el que los conocí, con temazos como Crazy Doctor, Esper o el instrumental Exploder, que me vuela la cabeza. En este aún conservaban esa esencia "japonesa", aunque el salto a Thunder In The East para abrirse horizontes, no podía empezar mejor que con Crazy Nights (sólo digo que mi riff favorito de todos los tiempos es Balls To The Wall...). Disco machacado hasta la saciedad.
Sus trabajos siguientes, aunque los adoro, no me entraron tan bien como los anteriores. Repito: me encantan estos discos, pero espero que nadie se rasgue las vestiduras cuando afirmo que Soldier Of Fortune es el que menos me gusta. Digo el que menos, de hecho es un discazo, pero aún contanto con un pedazo de vocalista como Vescera, noto que carece de ese poder más incisivo que si poseían
sus obras anteriores, tanto en las voces como en la guitarra. Insisto: discazo, pero estos ya no eran mis Loudness "clásicos".
Un saludo.
No me rasgo las vestiduras, Odín, porque es una opinión bastante extendida, no te creas. Incluso yo he leído a bastante gente que dice que se queda con su primera etapa japonesa por encima de todo lo demás (The Birthday Eve, Devil Soldier y The Law of Devil's Land) y que considera que, al buscar un sonido más internacional, perdieron su personalidad original. Supongo que se debe un poco a que yo tampoco suelo ser muy entusiasta de los sonidos exóticos, pero me quedo claramente con lo que vino a partir de Disillusion. Sobre ese LP, reconozco que me gusta y que suena muy bien, pero sigo notando cosas un poco rarillas, con unos ritmos por aquí y por allá que no pegan mucho con un álbum de heavy metal. Por ejemplo, Crazy Doctor y Esper son dos temazos sin nada que reprochar, pero no me dirás que una Butterfly no suena rara de cojones, o que ese ritmo de Revelation al 1:30 no está fuera de lugar... Yo lo veo un muy buen disco, pero te confieso que, de vez en cuando, sueltan cosas que me dejan un poco a cuadros. No me cabe la menor duda de que alguien ajeno a la banda les debió ayudar a ver que les convenía purgar esos elementos extravagantes de su música y hacerse más digeribles para el público occidental, si querían ser aceptados fuera de sus fronteras. No me extrañaría lo más mínimo que fuera el propio Max Norman cuando los cogió en este momento, porque justo coincide con su colaboración con la banda.
EliminarLo de Soldier of Fortiune es también una opinión bastante generalizada. Sólo tienes que ver lo irregulares que son sus valoraciones en metal-archives, sin ir más lejos. Yo entiendo que el seguidor de Loudness se pueda sentir alienado, en el fondo hay rasgos distintivos de su personalidad que ahí se diluyen. Obviamente perdieron peso metálico y la voz de Vescera supone un cambio considerable, pero en mi caso es una auténtica debilidad. Me encanta Mike Vescera y ese álbum me parece una delicia de heavy metal melódico, con una calidad asombrosa. Cada tema vale su peso en oro, aunque es cierto que son "otros" Loudness. También por eso mismo no fue ese el álbum que quise reseñar para recordar a la banda, porque no me parece el más representativo de lo que fueron en los 80.
Respecto al Rock Fest, allí los vi yo dos veces, en 2015 y 2016 y fueron una pasada. De verdad que lo de Akira Takasaki en directo es algo acojonante. Es lo que dices, él solito, sin acompañamiento, llena más que bandas con tres guitarras. Solea y casi ni echas de menos una rítmica. Músicalmente pueden no estar al nivel de los años 80, pero el tío a ivel técnico sigue siendo una auténtica máquina. Un saludo, Odín.
Loudness con una gran reseña!! Es un grupo que estoy descubriendo ahora porque en su día escuche algo de sus discos de finales de los 90 y no me llamaron. Pero en los 80 son otra cosa, Disillusion o Lightning Strikes, y este trueno en el este que gozarán los seguidores del hard heavy con tintes contundentes a lo Accept/Judas o más melódico estilo Dokken/Michael Sckenker con un guitarrista estratosférico a los mandos: Akira Takasaki. Lo de este hacha es para meterlo sin dudarlo en el top ten de mejores guitarristas del cotarro. Y no me refiero a guitarristas pura técnica y virtuosismo, me refiero a los que saben construir riffs para canciones y luego atacan con solos agresivos o melódicos según proceda, vaya maestría. Es tan bueno que los que tiene a su lado en la banda se quedan pequeños. La base rítmica aguanta con solvencia sus envites y donde falta algo de brillo es en la voz de Niihara, que en la balanza queda algo descompensado con el portento Takasaki.
ResponderEliminarEl disco es una sucesión triunfal partiendo de la inmensa Crazy Nights y siguiendo por Like Hell, Heavy Chains... hasta que llega el final donde los percibo perdiendo fuelle en los dos últimos temas son los que me dejan más indiferente, cerrar con una balada tiene sus riesgos porque o son muy buenas o directamente se olvidan, y Never Change Your Mind con un cantante de primera línea habría sido otra cosa, queda en correcta. Puede que sea yo que las baladas no me van.
Para mí, un 7,5-8, por encima de la media. Bandaza para catarla con gusto.
100% de acuerdo en tu valoración, Burn, aunque a mí me gustan todavía más que a ti. Está claro... Yo el tema más flojito lo veo No Way Out, con un ritmo de guitarra un poco rarito... Me parece el único residuo excéntrico que queda de los Loudness primerizos. Luego, The Lines Are Down recupera sensaciones. La balada no me vuelve loco, pero eso es lo habitual, yo también soy muy poco de baladas y son muy pocas las que me tocan la patata. Técnicamente, los tíos son muy buenos. Takasaki está a un nivel estratosférico, yo lo considero uno de los mejores guitarristas del heavy metal, pero el resto de la banda no le va a la zaga. Higuchi y Yamashita son una base rítmica mucho más que solvente, especialmente él batería que era muy bueno. Obviamente, el punto débil es Niihara, pero para eso tienes luego a Vescera también. Me alegro de haberte hecho darles una oportunidad, tío, un placer.
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