Tsunami - Tsunami (1983 Music For Nations)

1. Fire Water (04:22)
2. The Runaround (05:42)
3. Teaser (03:22)
4. Revenge (02:56)
5. Call Off The Dogs (02:37)
6. Fade To Black (04:18)
7. You'll Never Lay A Finger on Me (03:50)
8. Face of Death (03:56)
9. Ninja (03:38)
10. Masters Of Night (02:50)

No nos llega la vida para descubrir la cantidad de buenos discos que hay enterrados por ahí. Tendríamos que morir y nacer unas cuantas veces y aún así no seríamos capaces de descubrirlos todos. Hoy os traigo otro buen ejemplo. Del año 83 y de la ciudad yankee de San José (California), tengo el inmenso honor de traeros a estos Tsumani, con su debut del mismo año y titulado con el mismo nombre. No me confundo si os digo que no tenéis ni puta idea de estos tipos, ya, yo tampoco, troncos. Otra puta casualidad del destino, que en mis innumerables incursiones así a lo loco, sin más utensilios que mis manos, aparecieron ante mis ojos. Unos jovencísimos Metallica los tuvieron en algún bolo de teloneros (incluso compartieron cartel) y los dos tienen una canción que se llama "Fade To Black", seguro que alguno ya estará pensando en que aquí hay plagio. Nada de eso, pájaros, la coincidencia será sólo en el título, pero la música irá por otros derroteros. Aunque la de estos Tsumani hay que decir que salió primero, un año antes. Si es coincidencia o no, no tengo ni idea, pero ahí está el dato. Dos canciones con música distinta pero con el mismo título. ¿Al Hetfield y al Ulrich les molaría tanto el nombre que se lo pusieron también a su famoso y recordado tema, o se trata de otra casualidad del destino? A saber, tíos, pero no deja de ser curioso que los dos temas se titulen igual. 

Soy consciente de que al deciros que el trabajo es del 83, os vendrán a la cabeza la inmensidad de obras maestras que se parieron en ese glorioso año. Uno de los más especiales y singulares de nuestra amada música, marcado a fuego en vuestros corazones, pero si sois unos tíos curiosos con ganas de ir más allá de los clásicos de esa época, estos Tsunami no os harán olvidar esos discos, pero os descubrirán que también había otros luchando por triunfar que no lo hacían nada mal.

Empezarían en el 80 los dos guitarras japoneses (dato importante) junto con el vocalista, actuando por garitos de mala muerte de la zona de la bahía de San Francisco, consiguiendo despertar algún interés entre la gente, lo que les dio pie para grabar este debut. Especialmente, era recordado uno de los hachas por su particular guitarra con la que salía al escenario. La "Rising Sun" le llamaban, por la extraña forma que tenía, como una especie de Gibson Explorer (muy usada por James Hetfield) pero con una forma más extraña y con el dibujo de un Sol Naciente, de ahí el apodo que le pusieron.

Durante esos primeros 80's nuestros queridos Tsunami seguirían girando con bandas como; Y&T, Motörhead, Dokken, Hurricane o Michael Schenker Group, llegando a alcanzar el puesto 60 del Billboard con la balada "The Runaround", así que esta peña llegó a tener su momentito de gloria y cierta fama, aunque poco duró la cosa. Siguieron vigentes desde el 83 hasta el 2004, pero sólo grabaron tres discos, este que os traigo hoy, otro editado en el 90 "Tough Under Fire" y el último lanzado en el 2004, "Stand Against the Wickedness". Como veis, muy poquito bagaje editado y mucho espacio entre discos. ¿Os preguntaréis que pasó aquí? Pues la historieta de siempre. No se comieron nada con este debut y se produjo la desbandada padre. Se piraron todos, quedando sólo el bajista. El resto; vocalista, batería y los dos hachas japoneses se dieron el piro. Y atención a esto, porque los dos fulanos que se encargarían de las seis cuerdas serían dos nipones, y ya sabéis el buen nivel instrumental que se gastan los del Sol Naciente. Pues aquí están, los dos metidos en un combo USA de heavy/hard metal. El resto de la banda son americanos. Cómo cayeron aquí, ni idea. Lo que sí es cierto, es que en los primeros 80's en el estado de California había un alto porcentaje de asiáticos por ahí, así que igual no es tan extraño que dos acabaran formando una banda de heavy.

Decía un buen amigo de uno de los guitarristas: "Pensé que serían grandes, pero realmente no sé lo que les pasó". Se refería a Tomotaka Yamamoto, y como una moto os pincho el primer tema del disco; "Fire Water", el vocalista Doug Denton pega unos chillidos, y ya estamos dentro. Puro Van Halen de los inicios, sonido de  guitarras escuela total del tristemente fallecido Eddie y voces a lo David Lee Roth. Es que los dos hachas, pero especialmente este, eran fervientes seguidores del neerlandés. Del solo ya ni hablamos, parece el "Eruption", con esa misma distorsión y mucho sonido delay, consiguiendo ese efecto eco que era un sello y característica del que popularizó el tapping, aunque no lo inventaría él. 

Para la siguiente reservaron la balada. Su tema fetiche y una de las mejores de todo el álbum "The Runaround" (curiosamente los Van Halen grabarían años después un tema con el mismo título). Con este tema, su primer single, fue con el que consiguieron colarse en las emisoras norteamericanas de la época. Nada menos que unas 200 radios, que se fueron rotando esta canción (otras del disco también lo conseguirían), pero esta seguramente fue la que más pegó, y no es para menos. Muy emotiva y de las más épicas. Todos los discos tienen su momento especial y este es uno de ellos (habrá más). Aquí estos tipos lo demuestran poniéndonos el vello de punta. Imposible no conmoverse con esas voces del vocalista. Con una entrada acústica y arpegiada, unos sutiles armónicos nos trasladan otra vez a la costa oeste americana y a uno de sus paisanos más ilustres, los Y&T, la banda de Dave Meniketti también sería un invitado de honor para estos Tsunami, y uno de los grupos de los que sacarían inspiración para crear este infravalorado álbum debut. En este tema dejarán su huella más marcada. Preciosa balada, "La Huída" la titularon, con una letra sobre el desamor y las encrucijadas de la vida. Si querían emocionarnos y conquistarnos, no os quepa duda que lo han conseguido. Este corte yo lo hubiera colocado un poquito más abajo, pero se ve que querían convencernos sin que el disco se dilatara mucho tiempo.

Mientras os dejo que os recuperéis después de estos seis minutos tan intensos de puro feeling tan bien llevados por la pareja de hachas japoneses Yamamoto/Miyazaki, fijaros que decían de ellos por aquel entonces: "Tsunami was a criminally forgotten Heavy Metal band from California that formed in the early 80's". Criminalmente olvidados venían a decir, y no sé si llegó a ser un crimen, pero una putada gorda creo que sí, porque aquí había calidad y una banda bien montada y cualificada, aunque la portada la pudieron hacer algo mejor, y la producción tampoco fue una maravilla. Desde luego la primera hace honor al título, una mega ola asesina dispuesta a arrasar con todo. El lumbreras que estuvo detrás no se estrujó mucho el coco. Diseño muy básico, minimalista y cutre, que no creo que su intención fuera ganarnos las monedas contemplando la misma. Con el sonido pasó igual, todo denota falta de pasta y aunque la discográfica fue Music For Nations por aquel año 83 estaba comenzando y todavía no tenía la fuerza que conseguiría años después. Tanto el de la portada como el productor no fueron nadie de renombre, unos desconocidos igual que la propia banda. Aún así, el álbum suena muy digno, sin la pegada y fuerza que sería lo conveniente, pero sirve para apreciar y disfrutar de la banda sin problemas.

"Teaser", "Revenge" y "Call off the Dogs", serán los títulos que nos esperan para terminar la side A, y aunque ya no iban a superar el momento vivido con la balada, mantendrían el nivel por todo lo alto. Todas ellas siguen esa mezcla de riffs heavies con hard rock, con potencia, sin despegarse del todo de uno ni de otros, tan eléctricos y chispeantes como la marca del sonido made in USA de finales de los 70's.  Si una cosa tenían estos Tsunami es que con la cara B no iban a permitir que el disco flojease en ningún momento. Algo que ocurría frecuentemente en las producciones de la época, donde las segundas partes bajaban mucho el listón.

Aquí no va a ocurrir eso, nos lo van a demostrar con el primer título que inaugura la segunda parte, y como os comentaba más arriba, con una canción que iba a llevar el mismo título que los Metallica le pondrían a la mítica balada del "Ride the Lightning". "Fade to Black", de música totalmente opuesta pero coincidentes en el mismo título. No sé si consciente o inconscientemente, pero los dos temas llevaron el mismo título. Fundido en negro sería la traducción, pero más bien habría que decir "Fundido en Van Halen", porque la banda fundada por los hermanos Eddie y Alex fundirían a fuego a estos Tsunami.

Le seguirían dos buenas piezas como "You'll Never Lay a Finger on Me" y "Face of Death", que nos sirven de puente para conectar con el segundo momento más especial del álbum, "Ninja" no podía faltar en el repertorio, un tema de clara alusión a la cultura nipona. Esos mercenarios de élite que eran capaces de hacer las acrobacias más inverosímiles tendrán su alusión aquí a modo de canción. Igual que la de "The Runaround" el tema empezará acústico y sentido, con un repiqueo de guitarras mezcladas con el ruido de unas olas que nos traerán la brisa de un mar en calma. La ola asesina de la portada, dispuesta a arrasar con todo, ahora se había convertido en un ligero oleaje, como si fuera un medio tiempo donde el sonido de las guitarras vienen y van, unas veces más fuertes y otras más suaves, empujándonos de vuelta a la bahía de San francisco donde nos esperarán los "Señores de la noche", Masters of the Night", para dar por finalizado este primer asalto en modo de álbum de los Tsunami.

Hasta 1990 no volverían al mercado discográfico, ya con casi toda la banda fuera y sólo quedando en el seno del grupo el bajista, el resto habían abandonado la nave. Lo que pasó durante todos esos años es un misterio. Ninguno de ellos montó otra banda ni tampoco se enrolaron en otras agrupaciones, simplemente desaparecieron de la escena musical. No sería hasta el año 2015 cuando la formación original volvió a juntarse para dar un concierto benéfico en su ciudad natal y recordar aquellos ilusionantes primeros 80's donde sus canciones llegaron a sonar en las radios de la época. Quizás pensando en que eso les iba a dar alguna oportunidad pero la realidad fue muy distinta, su buena pareja de guitarristas junto con un cantante más que competente no fueron capaces de captar el interés de la gente y ahí se quedaron olvidados en algún rincón del tiempo esperando a que alguno de vosotros se anime a escucharlos. Vale que en ese año había cosas mejores y se editarían verdaderos pepinazos, pero si os decidís a darles una oportunidad, descubriréis unos 38 minutos de buen heavy/hard americano que aunque no es una obra maestra, bien pudo merecer mejor suerte.

7.5/10