Rio - Sex Crimes (1986 Music For Nations)

1. Pay for love (03:41)

2. Under Pressure (03:42)
3. Atlantic Radio (03:15)
4. Highschool Rock (04:09)
5. Guilty (04:38)
6. When The Walls Come Down (03:46)
7. Danger Zone (04:12)
8. Sex Crimes (04:07)
9. Dirty Movies (04:42)
10. Bad Blood (02:57)

En ocasiones uno tiene la suerte y la satisfacción de encontrar rarezas como la de estos británicos -Rio- y su disco del 86 "Sex Crimes". Cuántas veces te pasas horas y horas, picando piedra, cribándola, igual que un buscador de oro del siglo XIX, y nada. Tierra y barro. Así te pasas días, semanas o meses tratando de encontrar alguna pepita que te recompense. Hasta que un día, pum! salta la portada de estos tipos. No hay recompensa sin sufrimiento  y la suerte también juega mucho, colegas (los gambusinos lo saben bien). Algo tiene esa cubierta que me empujó a seguir escarbando hasta desenterrarla del todo, seguro que alguno de vosotros al verla, pasaríais de largo, un travestido pensaríais (yo también tuve mis dudas) pero otra vez esa intuición que tenemos que a veces no falla. No sé si por el color rojo de fondo que tiene o por la modelo de apariencia hermafrodita (engañosa) que sale (guapísima por cierto), una tal Nikki Diamond (nada de pornografía, tíos) eso pensé yo, que fuera una actriz porno del momento pero, parece ser, por lo poco que pude averiguar de ella (hay muy poquita información) que de aquella era una modelo que prestó su esbelto cuerpo para salir en la portada de estos -Rio-. Con esas alas blancas, sosteniendo una soga del mismo color y con una tanga negra (supongo). Como si fuera una querubina diabólica que te mira fijamente y de manera lujuriosa, como retándote a probar sus encantos, allá me lancé yo. Un doble juego, buscado o no, pero que yo, como buen voyerista que soy, no me pude resistir, tíos, lo sé, la carne es débil y si su intención era engañarme para ajusticiarme, lo ha conseguido. Me he rendido ante sus encantos.

Diez latigazos que me metió la tía a modo de canciones. Al primero le llamó "Pay for Love" y me gustó tanto que no pude resistirme a los nueve que quedaban. Qué manera de comenzar. El primer azote es de las hachas, potentes y  directas, muy afiladas, sonando cremosas y crujientes, qué gran guitarrista llevaban, muchachos. El Riff es muy bueno, pero el solo es mucho mejor, el autor de tocar esas seis cuerdas, un desconocidísimo Jon Neil. Quedaros con ese nombre porque si hay una cosa que merece la pena de este disco es el trabajo exquisito de este hacha. Los coros altísimos (muy presentes en todo el álbum), repitiendo sin descanso el estribillo, "Pay for Love", sin parar, hasta que se os quede grabado y bien clarito. Si queréis amor; "Pay for Love" (en el 86 ya lo sabían). La primera sensación que me deja es la de unos primeros Ratt, del "Invasion of your Privacy" aunque este "Sex Crimes" no va a ir por ahí, tendrán conexiones, pero será otro trabajo el que nos muestre el camino...

Al parecer, estos tipos a principios de los 80´s montaron esta historia pero con otro nombre, "Bombay" fue su primera encarnación para la banda, pero parece ser que ya había otro grupo que se llama igual y decidieron cambiarlo para -Rio- (la banda de pop/rock Duran Duran también tienen un disco llamado así, no sé si por ahí irían los tiros), a mi personalmente no me gusta ni uno ni el otro, sería el último nombre que pensaría para poner a una banda de heavy metal, pero al final este último fue el que perduró y con el que sacaron sus dos discos que tienen. Como un rio de potencia y melodía nos ponemos con el segundo golpe de látigo, "Under Pressure" y os iba a decir que suena a los primeros Skid Row, pero coño!, si todavía no habían debutado, los de Sebastian Bach lo harían tres años después, así que la comparación no nos vale, pero seguro que vosotros encontraréis la adecuada. Con estas dos canciones catadas a mí personalmente si me dicen que el disco es del año 90, me lo creo y, aunque la producción rezuma sabor a los 80´s, no pasaría nada si lo ubicáramos a principio de esa década. Era una gente que mostraba un sonido algo adelantado a su tiempo. En este corte dan buena fe de ello, canción vanguardista con muchos arreglos de sintetizador, unas cuñitas modernas que meten y tema que se podría pinchar unos años después  y nadie diría nada. Como nada podéis decir de la producción, buen sonido que sacaron, mejorable, por supuesto, pero te da un buen impacto así de primeras  (de todo ello se encargó el bajista, Steve Rodford), con mucho brillo y bien compensada entre graves y agudos, que en los 80´s pecaban mucho de acentuar lo primero y tapar lo segundo.

Entre Jon Neil y el citado Steve Rodford recaerá todo el peso musical y artístico. Guitarrista y cantante, junto con el bajista, serán los que escriban estas diez canciones que irán navegando entre unas más heavies y otras más melódicas y hard/Aor como la tercera del plástico "Atlantic Radio" de la que grabaron un video y uno de los singles potenciales del álbum. Un tema muy radiable y seguro que enfocado a las emisoras, una canción Hard FM, con una melodía simple de sintetizador pero super ganchera y adictiva. Quizás el mayor azucarillo del disco.

El que se encargaría de las teclas sería un tal James Stevens que sería reclutado posteriormente junto con el batera Baesley Drake, en la ciudad de St Albans (comarca de Hertfordshire) a 30 km del centro de Londres, urbe con más pubs por metro cuadrado de todo el Reino Unido y que tiene el honor de poseer el pub más antiguo de las islas o eso leí por algún lado (lo que explicaría muchas cosas), y donde se formarían estos desconocidos -Rio- en algún momento del 84, sólo tres añitos de vida que tuvo esta gente, porque en el 87, un año después de editar este buen "Sex Crimes" podrían punto final a esta aventura. Una pena porque para el cuarto tema reservan otro latigazo de heavy metal, donde nos vuelven a conectar con el heavy incendiario y abrasador del primer corte. En "Highschool Rock" vuelven a sonar esos riffs heavies con mucho ligado. Otra exhibición más del guitarrista y donde me recuerdan al gran Gary Moore (Dep) y a su tema "Run for Cover", fijaros, porque el tempo y las hachas son clavadas, qué diablos importa!, lo hacen de puta madre. Es que este Jon Neil suena mucho al genial Moore, (El genio de Belfast como lo calificó el teclista Don Airey). Los dos son expresivos y tienen un fraseo técnico, melódico y muy blusero. Es normal, tíos, daros cuenta que ambos discos se grabaron en el mismo año. "Run for Cover" (este saldría primero)  y este "Sex Crimes" se registraron durante el 85, y los dos elepés se conectaran a lo largo de sus diez temas.

Sólo nos queda "Guilty" pare cerrar la primera vuelta, y no sé a vosotros, pero yo lo estoy gozando, por mi podían quedar otras cinco canciones, que no me cansaría nunca de escuchar a estos -Rio-. Supongo que ninguno os esperabais esta potencia y calidad detrás de esa portada. Es que este "Sex Crimes" es uno de los Lp´s más injustamente ignorados de aquella época y creo que esa cubierta confundió mucho al personal. Así que vosotros no cometáis el mismo error y probad la segunda cara, porque va a ser tan buena o más que la primera.

"When The Walls Come Down" se encarga de ello, y qué maravilla, tíos. Qué bien suenan estos tipos. Empieza el batera tocando su kit, sonando un cencerro (recurso que usarán mucho) y el hacha acompañando con acordes abiertos. La línea vocal es perfecta, igual que la base rítmica, y de los solos ya ni hablamos, de escándalo. Puede que sea una de las mejores de todo el álbum. Ya sabéis que en los 80´s las caras B´s las abrían a lo grande.

Más AOR es la siguiente, "Danger Zone", donde las teclas y los coros son protagonistas, inundándolo todo. Y otra vez me viene el recuerdo de Gary Moore con su disco "Run for Cover". No sé si es por las teclas o por los solos, o por ambas cosas, pero el caso es que no paro de asociarlos. Sólo en las dos últimas "Dirty Movies" y "Blad Blood" se despegan algo del influjo de Moore (no mucho) para rendir homenaje a otro coloso como Ritchie Blackmore (también británico) con sus Rainbow, escuchad el riff y ya me contaréis. 

Terminan con una acelerada y rápida "Blad Blood" y una de las más cañeras. Otra vez el cencerro de la batería sonando y un nuevo homenaje al hard rock setentero. Los coros a tope haciendo el estribillo, "Bad Blood" una y otra vez, hasta que los solos toman el mando, en un momento precioso, perfecta simbiosis entre armonía y melodía. Un tema que hasta el propio Biff Byford de los Saxon estaría orgulloso. 

Desgraciadamente este álbum nunca se editó en CD (sólo está disponible en vinilo) y, como pasaba con muchas bandas de aquella segunda década prodigiosa de los 80´s, su primer disco solía ser el mejor y para el segundo muchas trataban de endurecer su sonido para ir con la moda de aquellos años, pero la mayoría acababa sucumbiendo y desapareciendo. Aquí anduvo el potente sello "Music for Nations" detrás y a saber lo que pasó. Lo más seguro es que el trabajo no se vendiera bien  y acabaran siendo abandonados. Como pasó con tantas otras, pensarían que lo mejor sería dedicarse a otra cosa y así fue. Con este "Sex Crimes" intentaron fusionar la elegancia del Aor británico con el hair metal que venía de los States, pero la cosa se ve que no funcionó y otra banda arrojada al baúl del olvido. Tan arrojada fue que debió de quedar bien escondida dentro, porque debe de ser de los discos que he reseñado, de los más desconocidos de todos. No os engaño si os digo que muy poquita gente lo conoce. Quizás debido a la poca promoción, un nombre poco adecuado, una portada confusa, cambio de dirección entre su primer largo y el segundo o un sonido poco personal... No lo sé, tíos, pero lo que está claro es que si os gusta coleccionar rarezas bien ignoradas, desconocidas y de calidad, aquí tenéis una de verdad.

8/10