jueves, 8 de diciembre de 2022

Nostalgia Metal

 

La década de los ochenta fue una época feliz para muchos que la vivieron. Si en esos años fuiste niño, adolescente o jovenzuelo, posiblemente viviste una época dorada: jugando a la pelota en el barrio hasta que anochecía, disfrutando El Equipo A o El Coche Fantástico en la tele, o flipando cuando a Sabrina se le salió una teta en Nochevieja. La gente podía vestir como quisiera, colores fosforitos, ropa extremadamente ancha o pantalones de pitillo, bebía litronas en la calle y había cierta permisividad con las drogas (a muchos les llevó de un barrio a otro). Fue una época donde se respiraba libertad por eso de que veníamos de la época del aguilucho. Pero no me puedo dejar lo más importante, emergió hasta su cumbre un estilo musical rompedor, agresivo y visceral, el heavy metal. También impregnó el ambiente del barrio, estuvo acompañando a los muros de ladrillo y a las pintadas, a los cardados y las hombreras, a Naranjito o a la Bruja Avería. Grupos como Obús o Barón Rojo ponían voz a los rockeros patrios o los foráneos Iron Maiden o Judas Priest nos enseñaban los mandamientos en inglés. Si hubiera un listón de uno a diez, el heavy metal de entonces estaba en el diez y se ponía al mismo volumen. Anda que no molaba sacar el radiocasete, a tope el estéreo, con las pilas puestas, a la calle con los colegas para alucinar con Metal Heart, Creeping Death o The Trooper. A los padres les daba dolor de cabeza y los jóvenes cabeceaban en las calles al ritmo del heavy, entonces no sabíamos que aquello era headbanging. Los que seguían a pies juntillas la religión del metal, eran lo heavies con sus melenas, las chupas con parches, muñequeras de pichos y las bambas J’hayber irrompibles.

Todo el párrafo anterior es nostalgia pura y dura, esa sensación de que todo tiempo pasado nos parece mejor. La RAE la define como: tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida. Pero vengo a opinar sobre un fenómeno del siglo XXI: la nostalgia metal. Ese ruido y distorsión, el cuero y el acero forjado en la década gloriosa del heavy metal, llena los oídos de miles de fieles en los últimos 20 años. Es un fenómeno peculiar porque no es que el heavy metal viva una segunda juventud fijándose en aquella época, es que sobrevive reflejándose en aquélla.

Bruce Dickinson regresaba al seno de Iron Maiden en 1999, era la constatación de que todo los fans de la doncella querían volver a los 80. La vuelta a los orígenes tras los escarceos alternativos de Dickinson y con los estertores del grunge de fondo, se materializaban en el LP Brave New World del año 2000. El éxito de la gira siguiente de Iron Maiden con un set list pleno de clásicos de los 80 levantó el ánimo entre las bandas veteranas. El público del heavy metal (el que quedaba y los nuevos cachorros) quería nostalgia, volver atrás en el tiempo, borrar los años perdidos de finales de los 90.

En julio de 2003, Rob Halford hacía lo propio en Judas Priest. Regresaban a los escenarios: Hell Bent Fot Leather, Breaking The Law y Painkiller, el cúlmen del heavy metal clásico, el Himalaya sagrado del cuero y la tachuela. Iron Maiden y Judas Priest, estandartes británicos del heavy de los 80 renacían para llenar estadios a comienzos del siglo XXI. Les siguieron Manowar que andaban alicaídos forjando Warriors of the World (2002) y la reunión de Iommi con Dio en Heaven & Hell en 2006. Otros como Saxon o Motörhead que no se habían rendido en los años del grunge, redoblaban esfuerzos para levantar bien alto el estandarte.

La nostalgia fue creciendo en forma de festivales, la mayor muestra fue Wacken (Alemania), que comenzó tímidamente en la década de los 90 y logro su apogeo en 2006 con más de 62000 asistentes. Los cabezas de cartel de aquel año fueron: Whitesnake, Motörhead y Scorpions. Tres dinosaurios coronados en los 80. El multitudinario Hellfest de este año 2022 tenía a Metallica, Guns N Roses, Scorpions, Judas Priest, Alice Cooper…entre otros. Los mismos grandes nombres de los 80. Y si repasamos los set lists de todos ellos en un 80% son temas clásicos de aquella época. Normal que los dinosaurios del heavy no se retiren y sigan en los escenarios hasta que el cuerpo aguante.

El fenómeno nostalgia metal ha llegado más lejos. Impregna a jóvenes bandas que comienzan su andadura en el nuevo milenio. El futuro es el pasado. Son las bandas revival o la NWOTHM, en 2004 se formaba en Suecia la banda Enforcer, máximo exponente de un estilo inspirado en bandas de los 80. A este grupo de jóvenes bandas con sonido y estética añeja forman parte: Striker, Wolf, RAM, Cauldron, Skull Fist, Riot City… Un movimiento nostálgico de gran éxito en la actualidad con sus luces y sus sombras. A estas bandas que crean nuevo material basándose en los 80 habría que añadir las bandas tributo que directamente tocan los grandes éxitos de Motörhead, Led Zeppelin, Rainbow, Dio… hay de todas las bandas y no les quito mérito porque algunos clavan el sonido pero realmente ¿aportan algo al género? ¿Dónde está el carisma, la creatividad o la personalidad? Son una diversión momentánea para que el público recuerde viejos tiempos mientras se toma unas cervezas. Revivir el pasado, revivir a los ídolos como el famoso holograma del desaparecido Ronnie James Dio.

Es tal la fuerza de este fenómeno que ha llegado a provocar algo cuasi-patológico, sentir nostalgia de algo que no se ha vivido. Hace unos años en un concierto de Judas Priest me puse hablar con unos chicos que no llegaban a los 20 años, iban vestidos con vaqueros con tachuelas y chaquetas con parches de Metallica, Iron Maiden, Baron Rojo y toda la parafernalia fan de un heavy de los 80, melena larga incluida. Casi se me saltan las lágrimas. Estaban apasionados con el concierto de Judas Priest, con el heavy metal de los 80, las grandes bandas, los Monsters of Rock, el espíritu de los heavies, aquella época maravillosa… pero si no la habéis vivido, les dije. Ellos aducían que por lo que les habían contado, las películas y la música heavy. Admitiendo lo magnífico en lo musical y que fue una época de cambios políticos y sociales en España, el heavy fue un género denostado, incluso penalizado, se asoció a delincuencia y consumo de drogas, al que desde los gobiernos y la sociedad se le dio la espalda. Aquella nueva y moderna España abrazó el pop de Mecano o Alaska y la llamada Movida como movimiento musical. Fue una década con atentados terroristas, huelgas de todo tipo y donde mucha gente murió por la heroína. Había yonquis por las calles que robaban a punta de jeringuilla. Además de mucha libertad, también apareció algo tan horrible como el Sida. Fue una época maravillosa pero no Disneylandia, la puta realidad, no fue fácil para mucha gente, el heavy era crudo y es algo que se ha maquillado con el tiempo. A mis chicos del concierto de Judas Priest toda la puta realidad de aquella época no les mermó ni un ápice su nostalgia metal. De aquella época me quedaría con el heavy metal y con la patatas fritas que vendían en la esquina del barrio que tendrían colesterol pero es lo más bueno que he comido nunca.

Si es cierto que hay bandas que buscan nuevos sonidos, experimentan y buscan innovar en el género, sobre todo en el extremo, es cierto que tienen públicos minoritarios. El público no es el mismo que en los 80. Unos chicos que ahorraban para comprar discos e ir a conciertos, que a veces no tenían un duro, trataban de colarse y si no se conseguía, escuchaban desde fuera. Hoy el público lo tiene todo en Spotify o en Youtube, solo se mueven para ver a 250 bandas en un macrofestival de tres días o disfrutar un show que montan los eternos AC/DC. Si el público joven no sigue propuestas rompedoras o transgresoras dentro del metal seguiremos idolatrando el pasado hasta que se agote.

El heavy metal es un mapa infinito de subgéneros, sobrevive cohesionado bajo las bandas legendarias, se mantiene con la nostalgia pero cuando estas bandas de retiren, el heavy metal como género será un reino fraccionado. No hay futuro, vivimos del pasado, la misma canción gira una y otra vez en nuestra cabeza como en un viejo tocadiscos. Led Zeppelin decían en su The Song Remains the Same:

“Luz del sol de California

Dulce lluvia de Calcuta

Honolulu brillante

La canción sigue siendo la misma”.

19 comentarios:

  1. Buen reportaje, Burn. Da gusto leer estas reflexiones que nos ayudan a comprender toda la magia que esconde esta música. Yo, desgraciadamente, no viví esos míticos años 80´s, donde todo fue una explosión y donde el Heavy se expandió y cogió forma. Fueron los años de la libertad, de experimentar. Como bien apuntas, nosotros veníamos de una dictadura, y aquello fue una liberación. Aquí como casi siempre, todo llegaba tarde, mal y arrastro, pero aún así aquellos años tuvieron que ser una pasada haberlos vivido, especialmente en lo que se refiere a nuestra pasión, el Heavy Metal. Aquel pabellón del Real Madrid donde tantas veladas metaleras se vivieron: Por ejemplo, una que los más veteranos nombraron mucho, como fue el bolo de los Metallica en el 87, presentando el "And Justice for All.." con los Metal Church como teloneros, y unas 1.800 ptas el precio de la entrada (una pasta de aquella) pufff, qué tiempos, tío.. Sólo pensarlo se me pone la piel de gallina, qué pena no haber estado allí.. El programa del Mariano García (Disco Cross) que tenía la sintonía del Neon Knights de los Black Sabbath del irrepetible Dio,que me lo escuchaba como un poseso todas las noches.. Maravilloso!!!

    La nostalgia, tío, siempre está ahí, en todo los géneros y situaciones de la vida. Siempre estamos añorando el pasado. Es algo inevitable. Parece que el pasado es mejor que el presente y el futuro. Pudiera ser, tío, pero es algo que ha ocurrido desde el origen de los tiempos.

    Cuando entró el sonido en el Cine, también dijeron que era el fin de las películas, que el Cine tenía los días contados y tal, y fíjate, las películas siguieron creciendo y ese arte continuó con más fuerza y poder. Cuando entró en color y se dejó el blanco y negro, pasó lo mismo. Y ahí sigue.

    Cambian las formas, la manera de consumir las cosas, pero el espíritu sigue ahí en el corazón latiendo, dentro de otro metalhead. Es verdad, que parece que todo está muriendo y que no hay relevo, pero cuando los Dinosaurios dejen de estar, ya surgirán otros, seguro. Es algo que pasa siempre. Llevan diciendo que el Heavy Metal está muerto desde el principio. Ya lo dijeron en los 80´s, en los 90´s, en todas las décadas, ahí sigue. Ahora que no se venden discos y la música está muerta, pero sigue habiendo festivales (cada vez más) y bolos. La gente la consume de otra manera, pero la pasión sigue ahí, la rebeldía del Heavy nunca se podrá matar, porque siempre habrá algo por lo que luchar.

    Lo que pasa es que el Heavy se adapta y muta, ley se supervivencia, y con ello los fans también. Ya no grabamos los discos en cintas, pero se escucha por otros modos, pero se sigue escuchando. TODO ES UN ROLLO MONTADO DEL CAPITAL!!! Siempre haciéndose las víctimas, pero muchas discográficas ahí siguen (acaso en los 80´s no cerraban discográficas???)

    EL HEAVY ES INMORTAL!!! es algo innato en la gente. Ese sentimiento nunca morirá..

    Un abrazo, Burn, y gran reportaje que te hace reflexionar y mostrar el lado humano de nuestra pasión.

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  2. Inmortal, inmortal... No soy pesimista hasta el grado de que todo se vaya a la mierda, pero que lo que quede sea una mierda sí. Yo lo intento con muchas bandas nuevas y se salvan muy pocas. Mi sensación es que no es falta de calidad, es cómo esta montado ahora el mundo de la música, las formas de consumo, la volatilidad, la impaciencia, el público es muy distinto al de hace 40 años. El mundo del entretenimiento ha cambiado mucho, entre internet, Netflix, redes sociales, videojuegos... todo eso es una tentación brutal para perderse durante horas y no ponerte con un disco ahí a darle vueltas. El concepto disco esta muerto y eso también afecta al resultado.
    Mi resumen es que todas las épocas tienen sus cosas buenas y malas, los 80 tuvieron sus luces y sombras pero nos acordamos solo de lo bueno. Si nos centramos en el heavy clásico, no hay color, los 80 fueron su momento, todo lo demás son añadidos con poca importancia. El metal extremo llegó un poco más tarde y en los 90 siguieron desarrollándose pero el nuevo milenio es un desierto, hay más discos y bandas de nunca, como granos de arena.
    Es cierto que cada cierto tiempo las cosas cambian y hay que adaptarse, pero no conformarse. ¿Cuántas bandas heavy generan expectación hoy día? Metallica con un single que es una copia del Hit the Lights edulcorado o el regreso de Pantera a los escenarios sin sus integrantes principales. Yo me vuelvo a mi cueva a sumergirme en lo que hay del 80 al 95 y de vez en cuando veo un oasis.
    Un abrazo Lost, resistiremos dando guerra hasta el fin. Gracias por leer mis movidas.

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    1. Puede ser, Burn. Pero yo creo que hay mucho victimismo por parte de las Discográficas y de los poderes económicos. Siempre quejándose de que no ganan, que está arruinados, y después tienen cochazos y palacetes por todos lados. Es verdad, que a lo mejor no ganan tanta pasta como en los 80`s y 90,s, pudiera ser, pero siguen teniendo ingresos. Los que sí lo pasan putas son las bandas, sobretodo las currantes y obreras, esas sí que lo tienen jodido.

      El Poder siempre quiso destruir al Heavy, les molesta e incordia, porque hace a la gente rebelde. Y ellos quieren controlar a toda la masa. Ya lo hacen, pero por lo menos el Heavy sirve de válvula de escape, por eso no creo que muera nunca. Ahora añoramos a los Maiden, AC/DC, Metallica y parece que no hay relevo, pero cuando no estén, surgirán otras. Igual para nosotros serán peores, pero para los chavales serán igual de grandiosos que fueron para nosotros Maiden o Metallica. Cada generación tendrá sus ídolos. No creo que el Heavy llegue a morir. Es un sentimiento, un modo de vida, una pasión. Eso no se puede matar. Estará más vigente o menos, será mas seguido o no, pero esa músico trascendió lo musical para formar parte de la vida de la gente.

      Mira cuando salió el CD, decían que el vinilo tenía sus días contados, y ahora no sólo sigue vivo que es más demandado que los Compact Disc. Es todo un rollo manipulado por el poder. Siempre lloriqueando, y haciéndose los desvalidos, pero las monedas siguen cayendo en su cuenta. Que si Spotify y demás plataformas les tangan pasta. Son ellos los que les joden pasta a las bandas, que no les dan lo que les pertenece. Es siempre el mismo cuento. Los ricos siempre lloran, pero siempre están forrados. Realmente los que sufren y sufrirán siempre serán las bandas humildes.

      Coincido que posiblemente los 80´s fueron los años mágicos del Heavy, pero los 90´s también creo que hubo muy buen música, y surgieron otros subgéneros. Ahora se nota estancamiento o eso pensamos nosotros, pero en cualquier momento surgirá la chispa, ya verás. El día menos pensado alguien surgirá o moverá la higuera de nuevo.

      Es todo una cadena. Una noria que gira y da vueltas, hasta que, bom!!! Se reinventa todo...

      Un abrazo, y aquí seguiremos luchando... Nos leemos!!!!

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  3. Hola gente, aporto mi humilde granito de arena. Lindo escrito Burn, muy disfrutable. Yo en mi caso no siento nostalgia nunca, la música es mágica y atemporal, sobre todo el rock y el metal. El público de estos estilos es muy fiel, ajeno a las modas. Por eso no creo que muera jamás. Lo que si quizás se está agotando es el metal que llena estadios, pero si uno lo piensa siempre ocurrió lo mismo.

    En cada época sólo unos pocos elegidos fueron siempre los capaces de movilizar grandes masas a los conciertos sin recurrir a festivales. En los '60 llenaban The Beatles y The Rolling Stones, pero el resto ? En los '70 tenemos infinidad de bandas y estilos, pero cuántas llenan un estadio ? Al menos en mi país Argentina casi ninguna.

    Bandas legendarias como Uriah Heep, Nazareth o Rush tocarían para no más de 5 mil personas acá. Sólo Iron Maiden, AC/DC, Kiss o Metallica pueden llegar a los 40 o 50 mil eapectadores de un estadio. Bandas pioneras como Saxon o Accept tocarían en lugares chicos, no son masivas.

    Sé que la tecnología lo ha cambiado todo, pero el que está en esto por amor lo usa a su favor. Yo he conocido bandas que en mi vida he sentido siquiera nombrar. No sé, creo que no va a haber muchos cambios más allá del tema de los conciertos masivos como dije cuando los "grandes" no estén más.

    Yo no espero que vuelvan los '80 ni ninguna otra época. Cada cual tiene su magia, más allá de los gustos personales de cada uno. Y me cansa leer comparaciones con discos clásicos de antaño. Accept por ejemplo viene sacando discazo tras discazo en los últimos años y en cada crítica leo que no están a la altura de un Metal heart, de un Balls to the wall. Yo ya superé eso, no espero que Maiden me de otro Powerslave, sólo disfrtuto de lo que le dé en cada momento.

    Amo el metal en casi toda su expresión y diversidad, y eso es lo que me llena. Que hay mucho relleno ? Y si, cuándo no lo hubo ? Los ochenta fueron un punto para el metal que no volverán pero tampoco es un deseo que tenga en mente.

    Aguante el heavy metal por siempre muchachos.

    Gracias por permitirme participar.

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    1. Más allá de todo, Grocriaz, tenemos una escena bien sólida propia nosotros también. Ahí están Vox Dei, por ejemplo (aunque no los disfruto). Argentina también fue el hogar de muchos artistas de calidad. Es cierto: muchas de esas bandas difícilmente llenarían de la misma forma en la que unos Iron Maiden sí.
      Otros a citar: V8, que de por sí su debut me parece obligatorio escucharlo y es de la etapa que menté del 80 - 83.

      Las comparaciones (en las que yo he caido, siendo honesto) terminan por achacar un disco por no estar a la altura de otro que es un tótem sagrado. Pero pienso que todo disco, por más que no sea una obra maestra, tiene su peso en la escena. Y no lo digo solo porque esos discos "simples" terminen engrandeciendo a otros más grandes, sino porque tienen su encanto también. En mi caso: 1980 - 1983 es una época especial para el Heavy Metal, y hasta las demos "cutres" de bandas como Blitzkrieg me parecen oro puro.

      Por cierto, Burn: tremendo artículo ¿qué más te puedo decir? Yo nunca he sabido disfrutar del Heavy Español. Lo admito. Pero el peso que hicieron todas esas bandas en su país natal es histórico. Todo pelo hace su sombra en el suelo sin importar lo delgado que este fuera, y sobretodo en esa época convulsionada.
      De los que sí me gustan son el Punk español. Sin embargo, la historia que tiene cada escena es única e insisto: todo disco y toda banda tiene su peso también. Son épocas que no volverán, está claro.

      Saludos a todos.

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    2. Hola Tyrannus, antes que nada gracias por tomarte unos minutos para leerme y comentarme tu parecer.

      Quizás no me haya expresado bien pero en ningún momento quise decir que en Argentina no había calidad ni una escena armada. Como bien decís "la historia que tiene cada escena es única".

      Bandas como Vox Dei fueron las que marcaron el camino hacia un rock más duro digamos, serían una especie de Humble Pie o Spooky Tooth argentinos, siempre salvando las distancias. Pero creo que el heavy metal propiamente dicho llegó de la mano de V8, todo lo anterior se movió dentro del hard rock.

      Hay muy buenas bandas acá, me gusta bastante nuestra escena. Pero mi punto iba hacia la masividad o convocatoria de los conciertos, nada más que eso. Y ojo, que llenar un estadio no es indicativo de calidad, es sólo eso, llenar un estadio.

      En cuanto a las comparaciones coincido en eso de que muchas veces se denigra un disco por no estar a la altura de otro. Y esa altura se la da uno mismo, porque la música es subjetiva. Para uno Come taste the band puede ser un disco flojo pero para otro puede ser una maldita obra maestra, como para citar un ejemplo al azar.

      Igual está perfecto también para quien guste de hacer esas comparaciones, no voy a ser yo quien diga cómo se debe escuchar o analizar un disco. Es sólo cuestión de gustos, eso es lo lindo de esto, porque de esa manera podemos aprender de los demás.

      Yo creo humildemente que cada disco es sacado en un momento personal determinado del músico y a su vez envuelto en un contexto social determinado, por eso es muy difícil comparar unos discos con otros. Eso no quita que a una persona le guste más un disco que otro.

      Abrazo grande, que sigas bien

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    3. Hola, Grocriaz. Lo de la escena argentina lo cité por el hecho de que el argentino promedio siempre se ha dejado bandas sagradas como las que vos señalás fuera de consideración, cosa con la que comulgue apenas leí. Por otro lado, creo que lo que respeto del argentino es que nunca - o casi, casi nunca - ningún músico de nivel que hubiera morado el país del sur se quedó solo y sin consideración. Razón no te falta. Muchos músicos hay que vienen acá y la gente ni puta idea. Nazareth siempre estuvieron infravalorados también, y en casi todas partes y no solamente acá. Sin embargo, tienen su influencia.

      Con respecto a V8, es lo que siempre digo: fueron de los primeros heavys del país. Sin querer hacer chocar dos países, te digo que las letras de V8 están muy bien curradas, y no soy muy del Heavy español, a decir verdad, y en parte es por las letras frívolas que tienen. Pero volvemos a lo mismo: todas las escenas tienen sus cosas y tienen sus tiempos. Yo he visto gente ya grande haciendo menos a bandas como Barón Rojo por el simple hecho de que no se pueden poner al lado de Iron Maiden. Obvio que no, pero a las cosas hay que situarlas en un sitio y no todos vivimos lo mismo, ni siquiera aunque compartamos una misma época. Uno está en A y el otro en B. Es así.
      Tal vez las cosas que vivimos, nos provocarán más apego siempre.

      Saludos, Grocriaz.

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    4. Saludos Grocriaz y Tyrannus, me alegro que hayn dejado sus impresiones por aquí. Supongo que visto desde fuera el contexto de España es diferente que en Argentina o en otros países. Aquí tuvimos dos bandas Obús y Barón Rojo que tomaron el pulso de la calle y dieron voz a los rockeros, son bandas de un éxito brutal a comienzos de los 80. Llenaban grandes aforos. Luego fueron diluyéndose según avanzaba la década por lo que llegaba de fuera y por la nefasta industria musical en España. El culebrón de Barón Rojo con sus enfrentamientos entre sus integrantes daría para otro reportaje. En España todo lo bueno siempre se malogra y en el heavy hay muchos ejemplos.
      Tampoco creo que el metal como género vaya a desaparecer simplemente quedará en algo de pequeños conciertos, bandas que hagan esto por amor pero difícil que se ganen de vida de ello porque los conciertos ante 2000 o 4000 espectadores no son rentables, al final la sala cuesta un dinero, tener personal de seguridad, un seguro, alguien poniendo cervezas, etc cuesta dinero, el promotor quiere llevarse una parte y al final la banda toca por amor, si encima se tienes que desplazar, hacer kilómetros, mover equipos, etc. Con una entrada de 30 euros no llega para mucho. Yo he ido a conciertos donde tocaban 3 bandas de fuera de España y el precio eran 35€. En la sala unas 500 personas, ese día más de un músico ha ido a hacer amigos. Aquí pasa igual salvo Iron Maiden, Metallica o AC DC que llenan estadios, el resto a salas. Yo fui a ver a Judas Priest hace unos años a un estadio y se de buena tinta que casi al 20% le regalaron la entrada.
      El publico del heavy es un público fiel pero ahora hay más bandas que nunca y no se puede llegar a todas, antes las discográficas hacían un filtro, a veces dejaban algunos fuera que merecían la oportunidad pero nos hacían el trabajo de selección. Hoy día, casi todo vale. Ojo, que tengo fe en el talento de los que empiezan, pero una banda aprende tocando y tocando, no sé cuantas bandas hoy día darán más de 25 conciertos al año.
      Estoy con Tyrannus que el arranque del 80 al 83 es un momento muy especial para el heavy, con sus imperfecciones pero con una fuerza imparable. Cada época tiene sus virtudes y en lo musical hay buenas bandas pero lo más grande forma parte del pasado.
      Gracias por entrar a comentar en mi humilde opinión.
      Un saludo de acero.

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    5. Burn, como decís, ha cambiado totalmente la forma de escuchar música, así como también de otras actividades como leer. Esos momentos que me contás, Burn, atesoralos con pasión total al género. Yo en la vida real solo puedo hablar con mi viejo de música, porque el resto o no le va el tema o no tiene ni puta idea y hay mucho fingidor por ahí. Estos son los tiempos que me tocan vivir, estos tiempos en lo que lo "careta", lo falso y la vanidad imperan totalmente y creo que uno como yo - que es joven - no tiene que pegarse a esa movida.
      El único valor que tienen las redes sociales es el que le damos todos nosotros acá, lo que hacemos: apostamos natural y sanamente a lo que nos gusta. Compartimos música, opiniones, experiencias y un montón de cosas más. Punto pelota, amigos. Cuando no es nada productivo estar por internet, el resto es una mierda. Sin tapujos.

      Tampoco yo creo que el género se quede sin fanaticada. Creo, Burn, que si bien tiene validez quejarse porque un género ya no es escuchado, hay algo que es real: las cosas buenas, como la música, son pasiones. Y las pasiones no se imponen. Y te das cuenta con toda la historia orgánica que tiene el género. Yo leo acerca de la grabación del debut de Bathory por ejemplo, y te das cuenta de que no cualquiera se pone por delante metas así (y menos si no es un visionario como el amigo sueco).
      Hoy en día es más fácil grabar y tal cual decís: antes era más selectivo. También es mucho más fácil acceder a esos discos y eso, por un lado, hace que la gente fagocite los discos como si devorara galletitas y luego se aburra y los descarte a la bosta. Cuando era más joven hacía eso, y menos mal que después aprendí a macerar las cosas. Ya quisiera tener el tiempo que tienen algunos para hacer eso, porque tengo otras actividades también.

      La etapa 1980 - 1983, esa en la cual moraron bandas como Saxon, Slayer, Venom, Hellhammer, Angel Witch, Metallica, Manilla Road, etc. es oro puro, como ya he señalado. Las demos de cualquier banda de la NWOBHM ya me despiertan un deseo irresistible de escucharlos.
      Y ya que hablamos de peleas: V8 también se partió, Burn. Y se dividieron mucho las bandas. A ver, tampoco creo que toda banda de Heavy Metal argentino sea lo mejor. Horcas, Logos y otras bandas así se disfrutan un montón y sus discos son honestos (al menos los que he oído) pero tampoco cambian nada, y vuelvo al insisto: se disfrutan. Otras bandas, como La Renga me parecen muy sobrevaloradas, siendo sincero.

      Saludos, Burn. Se te agradece la labor cumplida con esta publicación.

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    6. Tyrannus le dí un tiento a V8, Luchando por el metal, reivindicativos a tope. Los conocía por Walter Giardino de Rata Blanca, banda que me gusta bantante aunque son un estilo diferente.

      Es cierto que los tiempos actuales son muy de postureos y mentirosos, utilicemos las redes, internet para compartir vivencias y opiniones como dices. Aquí hablamos con pasión y con devoción por este ruido que nos une.

      Aquí en España, ahora que no nos oye nadie, hay muchas bandas de calidad media baja, hay algunas excepciones de aquellos años como Santa, Angeles del Infierno o Ñu. De los malos no hablo que luego hay quien se pica, todos los gustos tienen su componente subjetivo.
      Saludos Tyrannus

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  4. Bravo burn, buenísimo artículo lleno de nostalgia y naftalina. Has pegado un buen repaso a los gloriosos 80 y me he sentido muy identificado, se nota que somos de la misma quinta, el pezón galletero de Sabrina, equipo A, el coche fantástico y tantas otras movidas como V, los hombres de harrelson, el un dos tres, las mama chicho, cacao maravillao, mike hammer con su tomaré nota y demás jaja...

    Me tengo que ir a 1987 cuando empecé y flipé con Judas, Maiden, Saxon y Accept, pude ir al monstruos del rock en la casa de campo, con Maiden sonando con su seventh son, los Anthrax, Metallica y su and justice o el pobre Manzano abriendo, qepd. También Judas con 17 añitos descargando el ram it y yo medio bufado por tres litronas, cosas que cuando maduras ya no haces claro...También tengo mucho cariño a los festis de Lorca Rock o los de Moncofa. Eran otros tiempos, estaba soltero y tenía algo de pasta, ahora todo es diferente, mi situación personal y la movida heavy.

    A mi tampoco me mola demasiado el panorama actual, escucho lo que va saliendo, mucha banda retro y tal, pero la MAGIA creo que ya no está o aparece con cuentagotas. Los discos antes se elaboraban con mucho tiempo, no como churros y se cuidaba la producción, las portadas, con mucho mimo.

    También estaba todo menos trillado, recuerdo los keepers, sonaban frescos, ese happy power no falto de técnica. Había muchos grupos pero con distintos sonidos, nada que ver unos QUIET RIOT con unos SLAYER, géneros que explotaban, se sacaba mucha obra maestra. Había mucho vocalista top y distinto de otros, un Rob, Bruce, Ronnie, Tate, Coverdale, Hughes...y guitarristas de muchísimo nivel, Lynch, Rhoads, Gary, Sykes, Campbell, Van Halen, etc..para luego venir los guitar heroes MacAlpine, Vinnie Moore, Saraceno, Vai, Satriani...etc...

    Festis como Donnignton, Wacken, el monsters of rock que eran fabulosos, con bandas a tope de forma y creatividad. Todo eso creo que se ha ido perdiendo, aunque hay algunos buenos festivales en España, pero ya no reúnen esas bandas icónicas como antaño.

    Me haces sentir el abuelo cebolleta, tirando de mis inicios comprando cintas a Eduardo Delgado o a Rec rock de marbella, yendo a Madrid rock , sun records o Hard vinÿl, jaja...ahorrando para pillar un disco y colaborando en ondas de acero un fanzine de Águilas cuando tenía 18 o 19 años...grandes recuerdos.

    Como dice Lost, creo que el rock no morirá, es inmortal y las nuevas generaciones van valorando los clásicos y sigue ese gusanillo por meter ruido, pero si que es verdad, que la sociedad ha cambiado, antes había mas rebeldes, mas hambre y ahora hay mucho capitalismo y mucho youtuber, influencer y adictos al móvil o redes sociales, se ha hecho todo mas frío y menos humano. Gran artículo burn, un fuerte abrazo y METAL FOREVER!

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    1. Sabes tú más que yo de aquellos años, que no estoy llamando mayor sino veterano. Te pegastes buenos festivales, pájaro. Yo empecé a ir a conciertos en 1993, al borde del colapso del heavy. Me nutrí de la época dorada de los 80 siendo niño y gracias a mis primos que estaban en el ajo, me ponían a Iron Maiden o Def Leppard en su casa. Recuerdo que me enseñaban la Heavy Rock, me contaban sus experiencias y yo me imaginaba lo que sería ver aquellos grupos y lo que traía aquella música. El primer casete que tuve fue The Final Countdown de Europe, el primer disco que recuerdo escuchar fue el Powerslave y partes del Hysteria impactado por la historia del batería manco (Rick Allen). Lo mal que lo pasaba con V y mi favorita era el Equipo A. Empecé a enterarme de este rollo en el colegio y eso era el año 88-89 donde lo flipamos con algo llamado Painkiller. Recuerdo mucho Madrid Rock y Sun Records donde me iba con lo ahorrillos y siempre venía con más de lo esperado. La emisora del instituto donde poníamos una tralla en los recreos que nos llamaron al orden. Sueños de tocar la batería porque lo que era la realidad es que me iban a echar de casa y supe que aquello no era lo mío, se me daba mejor hacer las letras. Qué viejo soy! Abuelo cebolleta! Todo se queda atras y no vuelve, solo los discos perduran.
      Un abrazo Rob, Metal Never Die!

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    2. jajaaja burn, dilo claro soy un abuelo ya!! pero si, me siento afortunado de haber vivido esos grandes bolos y festis, eso no nos lo quita nadie. Me ha gustado leer tus vivencias también, de la emisora y de la batería! Cada uno empieza cuando le toca, lo importante es tener ilusión y vibrar con este bendito ruido colega. Metal forever and ever, brother of rock! abrazos naftalínicos.

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  5. Muy bueno, Burn, realmente entretenido e ingenioso. Y te diré una cosa, no podría estar más de acuerdo. Yo soy un nostálgico con todas las letras y estoy totalmente seguro de que poco se ha hecho de interés en el metal (uso así la etiqueta en sentido amplio para abarcar el metal extremo) desde mediados de los 90. O, al menos, poco que haya despertado mi interés y fuera genuinamente original. Obviamente hay cosas que me han gustado, pero me cuesta encontrar álbumes realmente históricos de metal posteriores a un, por ejemplo, Anthems to the Welkin at Dusk de Emperor, que es el que se me viene ahora mismo a la cabeza.

    Yo no viví los 80 como heavy, pero los recuerdo como niño. En el fondo, los 90 tampoco eran tan diferentes, sí habían cambiado los gustos, pero las formas de hacer todavía eran muy similares. Yo recuerdo pasar horas en la habitación grabando cintas, y dibujando los logos en el lomo. Cuando yo empecé en el Instituto, en el 94, todavía te podías encontrar cuatro o cinco metaleros en cada clase con sus camisetas de Maiden, Slayer, Judas Priest, Running Wild, Megadeth... Yo pronto pude crear una red de colegas con la que moverme de bares e intercambiar música. Hoy eso es imposible y lo sé porqué me paso el día metido en las aulas de secundaria. Sí, los tiempos definitivamente han cambiado. Decís algunos que el heavy siempre ha estado ahí y se ha ido adaptando, pero yo también me pregunto, ¿a cuántos menores de 40 años vemos en un concierto? ¿Cuántos no peinan canas o ya no tienen siquiera algo qué peinar? Con suerte, algún chaval que va al concierto con su padre... Sí, yo creo que esto tiene fecha de caducidad y viene marcada por la desaparición de las grandes bandas revienta-estadios y de un público que ya está bien talludito...

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  6. Los 90 siguieron la inercia hasta que todo se truncó con la oleada grunge, el nu metal y aquellas corrientes rupturistas. No te creas que soy mucho mayor que tú porque yo empecé el instituto en el 91. Tuve la fortuna que unos primos mayores que yo, vivían cerca, estaban metidos en la onda del heavy y me contaban muchas cosas. También, en aquella época, de niño te echaban a la calle y allí veías y te juntabas con otros más mayores. Ahora los niños están más en casa y no pisan solos la calle. Anda que no pasaban cosas en el barrio o en el parque...
    Yo pienso que cuando las grandes bandas se vayan estaremos muy solos. Los grandes arrastran esta música, el heavy continuará pero a pequeña escala, con modestia y tributando la memoria de los grupos legendarios.

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  7. opino igual burn, nos van a dejar muy huérfanos los Maiden, Saxon, Accept o Judas cuando se retiren. Y si, habrá cantidad de bandas pero con menos magia y tirón, pero bueno, aunque sea con los de versiones nos quitaremos el mono metalero. Esos primos son una maravilla, cuídalos! jeje

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  8. Excelente escrito Burn, con alma de metalero. Yo sí puedo decir que vive esa década en todo su esplendor, ya saben que soy un viejales o un abuelo cebollete, como dicen ustedes jajajajaja. De rockero pase a metalero en esa época. Como muchos saben, me inicie en los tempranos 70,s a un año después del debut de Sabbath, que junto a esa maravilla, el In Rock, el Look at Your Self de Uriah Heep y el fantástico E Pluribus Funk de Grand Funk, se convirtieron en mi primera comunión de Rock Pesado, como le decíamos en ese tiempo. Al comienzo de esa época, me puse con los grandes del Rock Progresivo o Sinfónico, como era conocido, es decir King Crimson, Yes, Génesis, Jethro Tull, Emerson, Lake & Palmer principalmente y hasta llegue a alucinar con el Rock Latino de Santana y Rare Earth (conocido como Tierra Rara en mi País), toda una amalgama de estilos y géneros altamente creativos e innovadores. Al desinflarse esos monstruos, empezó una fiesta de Bandas al comienzo de la segunda mitad de los 70,s y así cayeron en mis manos el Kiss Alive, el debut de Rainbow, el Jailbreak de los Lizzy, el Billion Dolllar Babies de Alice Cooper, una Banda paralela a Kiss, con el sello Casablanca llamada Angel, que incluía a un tal Giufrria, con un fantástico segundo Álbum llamado Helluva Band, un locato como Ted Nugent y su Weekend Warrior, unos AC/DC con el último disco grabado con Bon Scott: Highway to Hell, Queen II, Aerosmith y su poderoso Rocks, y los últimos discos de los pioneros de esa década, me devolvieron el alma rockero dura y pura, preparándome para el bautizo como metalero, cuando llego a mis manos el Stained Class. El nombre “Heavy Metal”, lo vi por primera vez en la portada de una revista estilo Metal Hammer o Kerrang, en verdad no recuerdo el nombre, escrito encima de una réplica de la portada del mítico Unleashed in the East, y lo que me impresiono fue la imagen de Halford, con ese cuero negro y demás parafernalias, lejos estaba yo de saber que ese sería el uniforme de nosotros. Y llega el Big Bang de los 80,s, una explosión universal, ningún país del planeta se quedo sin una nueva escena llamada Heavy Metal, un acontecimiento, pionero, inédito, rebelde, con lo cual nos identificamos todos los rockeros del mundo, que se convirtió en un estilo de vida, que nos puso los oídos sordos a cualquier otro género musical, que nos metió en problemas con las familias, colegios, universidades que comenzó a ser perseguido y denostado por las autoridades, pero nada de eso nos impidió vivirlo plenamente, ni siquiera que conocidos y sobretodo conocidas se alejaran de nosotros, el mundo se podía ir a la mierda, importándonos un coño, teníamos nuestro Metal. En mi caso, es la época de mi vida, en que fui mas autentico que nunca, con aquello de “este soy yo” y nada ni nadie, me va a hacer cambiar. Creo que ahí está la magia de esa década, que es irrepetible, que no tenía precedente, que nos lleno el alma como ninguna otra cosa había hecho, identificándonos totalmente con el Credo que traía esa música. Pura nostalgia Burn, que a veces es bueno evocar. Gracias por el Reportaje, por esta reflexión Cada quien vivió a su manera y en su propia realidad cultural, social, esta maravillosa década, que a pesar de la distancia y lo que vivió cada quien en su país, en el fondo todos sentimos lo mismo por esta música, como dice nuestro querido Rob: METAL EN VENA.
    Un Abrazo y Un Saludo

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    1. Rocks, me ha encantado tu pasión por esto desde sus raíces, lo has contado con el corazón en la mano y ha sido muy grande. Gracias a tí por dejar un trozo de tu vida por aquí.
      Un saludo bien heavy

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  9. que bueno rocksolamente, me das envidia cochina, tú si que viviste el esplendor de los 70 y el nacimiento del heavy en los 80. Poder comprar y disfrutar cada lanzamiento conforme iba saliendo y ver como se parían trabajos gloriosos como Screaming, blackout, the number of the beast, Assault attack, Back in black, etc.. en su mismo momento de creación, no años después como yo los descubrí. El heavy nunca morirá, bendito sea , larga vida al metal! abrazos.

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