La saga de "Satan"

El fútbol, dicen, es algo que inventaron los ingleses, pero a lo que siempre ganan los alemanes… lo mismo podríamos decir del heavy metal. Nadie lo practicó como ellos hasta comienzos de los 80, ellos marcaban tendencia, fueron los que sentaron las bases y luego lo hicieron crecer hasta llevarlo a su máxima expresión, pero cayó en desgracia en las islas desde que público y medios le empezaron a dar la espalda a finales de la misma década y todo el mundo pareció olvidarse del noble acero británico. Así de fácil fue por allí enterrar una tradición que durante más de 15 años no paró de alumbrar las leyendas que hicieron de esta música lo que es hoy en día… mejor aún, lo que fue a mediados de los 80. La irrupción de modernos con agujeros inmensos en las orejas, tatuajes y peinados estrafalarios, pronto hizo olvidar a los británicos que un día habían sido la primera potencia en esto del heavy metal. Sin embargo, las cosas como son, la decadencia por aquellas tierras ya había comenzado un poco antes y podríamos decir que no ha vuelto a salir una gran banda de heavy metal británica desde la eclosión de la NWOBHM hace más de 40 años. Quizás Satan fue una de las últimas…

Satan 1983: Graeme English, Steve Ramsey, Brian Ross, Sean Taylor, Russ Tippins

En medio de aquel torbellino, se juntaban en la industrial Newcastle en 1979 dos chavales, Steve Ramsey y Russell Tippins, para formar una de las agrupaciones que más talento derrocharía en el heavy metal británico a lo largo de la década de los 80, pero también una de las más desafortunadas… si de éxito comercial hablamos, claro. Y no fue por no haberlo intentado. Cuatro demos, cinco álbumes y un EP editaron Satan durante sus primeros nueve años en activo, eso sí, con tres diferentes caras. Pero no nos equivoquemos, aunque las evidencias nos lleven a engaño, Satan, Blind Fury y Pariah son la misma cosa, por lo que, visto así, fue la suya una de las trayectorias más prolíficas de la época con hasta diez grabaciones entre 1981 y 1989. Y no debemos considerarlo de otra forma cuando el esqueleto de las tres bandas es exactamente el mismo, con ese núcleo Ramsey/Tippins/English/Taylor intacto y únicamente cambiando el inquilino del micro. Más aún, cuando el hilo conductor entre las tres es totalmente coherente e incluso podríamos decir que el salto musical pegado era, en ocasiones, más grande entre álbumes bajo la misma bandera, que cuando decidían mudar de piel y resurgir con otra identidad.

Pariah 1988: Michael Jackson, Russ Tippins, Graeme English, Sean Taylor, Steve Ramsey

A pesar de todos esos años de sinsabores económicos, la historia nos deja constancia, ya desde su primera referencia con Trevor Robinson al frente, que Satan no eran una banda como cualquier otra. Aquella potente “The First Demo” era ya una grabación en condiciones (algo casi insólito para una demo en 1981) y nos dejaba cuatro pepinazos de un frenético heavy metal en estado embrionario que ayudaba a sentar las bases de lo que unos años después serían el speed y el thrash metal. Se podría decir que nos encontrábamos allí con una versión técnica y elegante de lo que sus conciudadanos Venom pretendían hacer por aquellos tiempos. Como si juntáramos a los veteranos blackers de Newcastle con otra de las grandes influencias de Satan, Iron Maiden.

"The First Demo" (1981)

Sólo un año después, entraba en escena otro veterano de la escena británica, Ian Swift, al que poco después tendríamos agarrando el pie de micro en Avenger y Atomkraft, con lo que el estilo de Satan ya quedaba plenamente configurado en un momento tan prematuro de su carrera… Buena parte de lo que un año más tarde escucharíamos en “Court in the Act" ya aparecía en este “Into the Fire" de 1982. Se podría decir que el personal duelo fratricida de Ramsey y Tippins, una pareja que, por méritos estrictamente musicales, debería estar entre lo más celebrado de la historia del heavy metal, quedaba totalmente definido como el sello de garantía de Satan en aquel momento y hasta la voz de “Swifty" se parece particularmente a la de Brian Ross. Pero sería con su debut oficial, cuando el quinteto de Newcastle pegaría el puñetazo definitivo sobre la mesa. Musicalmente hablando, repito, estos tíos poco fruto recogieron para su inmaculada trayectoria a lo largo de su carrera. 

"Into the Fire" (1982)

Oriundos de Newcastle como eran, la maniobra sencilla habría sido confiarse a las manos de Keith Nichol, grabar en sus Impulse Studios y debutar con Neat, como hacían la mayor parte de sus contemporáneos, pero Satan, retorcidos ellos, gustaban de complicarse la vida. En lugar de Neat, era la holandesa Roadrunner la que ponía en circulación ese impresionante “Court in the Act" grabado en los Lynx Studios, también de su ciudad, con un tal “Stosh” a los controles que ya se había encargado de “Into the Fire". Paradójicamente, Roadrunner licenciaría el álbum a través de Neat Records en el Reino Unido a pesar de que Satan decidieran deliberadamente buscar salida para su música lejos de su zona de confort. Y esto lo sé de primera mano, por boca de unos encantadores Brian, Steve y Graeme que tuvieron la elegancia británica de aguantar a dos plastas gallegos profundamente ebrios durante una, seguramente bochornosa, entrevista de casi una hora hace ahora algo más de una década. 

"Court in the Act" (1983 Roadrunner Records)

Volvamos al redil… Quién haya escuchado “Court in the Act" se puede ahorrar perfectamente mis subjetivas y desmesuradas loas, pero este LP es una auténtica joya. Algo de una grandeza sólo comparable a la realeza británica del momento (los Maiden, Leppard, Saxon, Diamond Head y Angel Witch de turno), pero que tuvo la poca fortuna de salir demasiado tarde y resultar demasiado poco comercial. En él encontrábamos por vez primera la formación “clásica" de Satan con Brian Ross y Sean Taylor, recién llegados de Blitzkrieg y Warrior respectivamente. Formación que sobrevive hasta nuestros días con una dignidad sin parangón en la escena desde su reunión en 2011. No voy a hacer una reseña aquí porque no procede, sólo diré que, si sientes respeto hacia tu persona, amas el heavy metal y no has escuchado este álbum, no sé a qué cojones estas esperando.

Blind Fury 1985: Sean Taylor, Steve Ramsey, Lou Taylor, Graeme English, Russ Tippins

Lo más lógico habría sido seguir adelante tal y como les iban las cosas, que no debía ser nada mal, pero Brian Ross se largaba poco después de la edición de “Court in the Act" y Satan se volvían a aliar con un Lou Taylor que ya había pasado por la banda brevemente en 1982 sin llegar a grabar nada. Otra gran voz en la más pura tradición británica de “Swifty” y Brian, a Lou le acababan de dejar tirado sus colegas de Blind Fury para reformar Angel Witch, por lo que a nuestros Satan, algo hartos de caer en el mismo cesto que otras formaciones de inspiración satánica con las que no se sentían identificados, no se les ocurrió idea mejor que la de adoptar el nombre que Taylor les servía en bandeja. Siempre he tenido mis dudas de que este fuera el mejor movimiento para ayudar a crecer a la banda, pero, de lo que no me cabe ni la más remota, es que ese “Out of Reach" es un dignísimo sucesor para “Court in the Act”. Algo más aseado técnicamente, más estandarizado para lo que era el heavy metal de 1985 y con un aire sofisticado a lo Queensrÿche, pero con el sello de Satan ahí intacto y, por tercera vez, con un relevo en el micro que prácticamente ni se nota. No tengo ningún tipo de reparo a la hora de considerar este “Out of Reach" como el segundo LP de Satan en toda regla. Segundo discazo consecutivo y seguimos…

"Out of Reach" (1985 Roadrunner Records)

Aún no había terminado 1985 y ya teníamos a nuestros muchachos buscando cantante otra vez... No sé yo que demonios le pasará a esta gente con los vocalistas, pero desde 1979 iban ya por el séptimo, como los primeros ministro de su país en la actualidad... será otra costumbre británica. Entra en escena Michael Jackson... ¡no me jodas! En pleno 1985 y con el éxito de “Thriller" aún fresquito... menudo vacile le debió caer al colega en su día. Huelga decir, absolutamente nada que ver con la “camaleónica" estrella del pop, nuestro Michael venía de unos tales Rough Edge de los que poco se sabe. 10 años menor que Brian Ross, que siempre será “la voz" de Satan, quizás Michael sea el cantante con más personalidad que ha pasado nunca por la banda. Con su llegada, además, decidieron darle carpertazo a la aventura de Blind Fury y recuperar, al menos temporalmente, el nombre de Satan. 

"Into the Future" (1986 Steamhammer)

Mucho más cerca generacionalmente de los Hetfield y Billy, que de Dickinson o el propio Ross (21 añitos tenía el chaval), su curtido registro parece que pedía algo mucho más aguerrido y Satan, que de esto saben un cojón y parte del otro, apretaron una vuelta más la tuerca y empezaron a meterse, con cuidado, pero con paso decidido, en terrenos del speed y el thrash que tan fuerte empezaba a pegar a mediados de los 80. ¿Y cómo salió el invento? Ya os lo podéis imaginar, de puta madre, como todo lo que hace esta gente. Un EP como aperitivo, “Into the Future", y un LP, “Suspended Sentence", fue para lo que dio esta nueva etapa de Satan, a cada cual mejor. Seguían siendo ellos, Ramsey y Tippins volvían a pasear su talento por estas dos grabaciones a la mínima oportunidad, Sean Taylor subía un peldaño a nivel de agresividad y la voz de Michael Jackson (me resulta imposible no imaginarme al de los Jackson 5 cantado esto) suena desgarrada y pasional como pocas. Me gusta pensar en él como un cruce entre Steve Grimmett y Martín Walkyer, pero igual os parece una estupidez como una catedral... me gusta mucho su voz. Como dato positivo, recuperaron para estas ediciones la temática oscura, maligna y judicial de su debut y esa peculiar estética de la portadas... De nuevo, parecía que el futuro prometía, pero no sé yo qué tienen estos tipos en la cabeza. Gente inquieta, tíos aburridizos, culos de mal asiento, yo qué hostia sé, pero, de un día para el otro, volvieron a mandar a Satan a tomar por saco y aparecieron al día siguiente como Pariah. Exactamente con la misma formación, con el mismo sello y prácticamente con el mismo estilo. No sé yo qué les daba a estos cada poco tiempo...

"Suspended Sentence" (1987 Steamhammer)

Hasta el productor, Roy Rowland (Kreator, Lääz Rockit, Seventh Angel, Sabbat...), recuperaron de su última etapa como Satan, por lo que os podéis hacer a la idea de que poca voluntad había por romper musicalmente con su estilo reciente. Este es quizás el cambio de identidad que menos comprendo de toda su carrera, ya que “The Kindred" y “Blaze of Obscurity" se erigen como una continuación totalmente natural para lo que andaban haciendo en “Suspended Sentence”. Quizás un poquito menos melódico, más thrash y concentrado en el riff, no tanto en esos continuos duelos guitarreros, pero ninguna de estas leves modificaciones me parece a mí que justifique el nuevo nombre en esta ocasión. ¡Vaya peña más rara, pero qué buenos son los cabrones! Quizás estos dos álbumes sean los que menos me gustan de su carrera ochentera, pero ojo, no penséis en ningún momento que estamos ante grabaciones menores. Estos tíos son Satan y su compromiso con el heavy metal de más alto nivel está marcado a fuego en su ADN. Un poquito menos inspirado el primero y más logrado el segundo, son estos dos LP's de Pariah una estupenda aproximación del sonido de Satan a un thrash metal algo más violento y, por primera vez, con una influencia más decididamente americana. Creo yo que estos tipos llevaban un par de años muy pendientes de lo que se cocía al otro lado del Atlántico, a esa escena speed/thrash que ellos mismos habían amamantado, y me parece a mí que esa influencia acabó yendo de vuelta hacia Newcastle en esta etapa de la banda. Por mucho que no sean sus obras más brillantes, les alcanzan de sobra para auparse también con facilidad a lo mejor que ha producido nunca el thrash británico junto a Onslaught, Sabbat y Xentrix.

"The Kindred" (1988 Steamhammer)

Sin embargo, en 1989, yo no sé si cansados de tanto bandazo o desilusionados al ver que nada de lo que hacían los sacaba del underground, decidían partir peras y cada uno se marchaba por su cuenta... bueno, casi. Michael Jackson desaparecía por la misma cloaca por la que había salido cuatro años antes y nunca más se supo de él (en el retorno de Pariah en 1997 sería Alan Hunter, ex-Tysondog, el que llevaría la voz cantante). Russ Tippins y Sean Taylor se retiraban de la circulación durante unos años hasta la reaparición del primero con Pariah en el 97 y de ambos con Satan en 2011. Y, por su lado, Graeme English y Steve Ramsey unían sus fuerzas a un Martin Walkyer recién salido de Sabbat en el debut de Skyclad, el genial “The Wayward Songs of Mother Earth”, pero esa es historia para un interesante capítulo del que, seguramente, me encargaré en algún que otro momento. Por ahora, creo que ya tenéis tarea más que suficiente repasando la carrera de estos máquinas durante los 80 y, si os quedáis con ganas de más, también con lo que han grabado desde su reunión de 2011, no tiene desperdicio.

"Blaze of Obscurity" (1989 Steamhammer)