domingo, 5 de octubre de 2025

Metal al día: Ambush - Evil in All Dimensions (2025 Napalm Records)

1. Evil in All Dimensions (4:32)
2. Maskirovka (4:34)
3. Iron Sign (4:09)
4. The Night I Took Your Life (4:58)
5. I Fear Blood (4:45)
6. Come Angel of Night (4:19)
7. The Reaper (4:02)
8. Bending the Steel (4:20)
9. Heavy Metal Brethren (5:12)

Diez años atrás, realmente pensaba que alguna de estas bandas de lo que entonces se conoció como NWOTHM estaba destinada a coger el testigo de las leyendas una vez estas empezaran a dejar paso, pero huelga decir que aquel vaticinio nunca se llegó a cumplir. Ahora, podríamos debatir sobre por qué estas ofertas de heavy metal que han ido apareciendo en la últimas dos décadas se han estancado en el underground y seguramente se nos ocurrirían muchas razones perfectamente válidas: no hay recambio generacional, los dinosaurios se resisten a dejar su posición de privilegio, falta de originalidad... Pero la realidad es esa, el 90% de los grandes nombres del heavy metal siguen siendo los mismos 40 años después de la eclosión comercial del estilo.

“Firestorm” (2014) y “Desecrator" (2015) los colocaron rápidamente en una posición privilegiada para asaltar las grandes ligas, pero, con su desvanecimiento tras aquel segundo álbum, su desaparición durante un lustro y mi progresiva desconexión de la actualidad, les perdí la pista. Ahora, una decada después y de la mano del sello “de moda" (Napalm Records, “la nueva cuna del metalpaquismo”) parece que tienen una segunda oportunidad de hacerse definitivamente con un nombre. ¿Conseguirán esta vez cumplir con las expectativas depositadas en ellos?

Ya os lo comenté en su momento, pero el adelanto lanzado en forma de tema-título no me ha convencido lo más mínimo. Power metal de manual, melódico, pomposo, alegre e inofensivo, con una melodía de guitarra principal realmente insoportable. El puente previo al estribillo está algo mejor, pero mi primera impresión no fue nada positiva. Esto condiciona mucho... Segundo adelanto y también segundo corte del álbum, “Maskirovka". Mejora levemente la cosa, algo más pesada, de trote equino, de nuevo tirando de épica, aunque algo menos festiva. Ese aire rusófilo tampoco me llena y empiezo a tener la sensación de que les va a costar levantar la cosa para ganarme. Al menos la portada está bastante chula (ese recurso de enmarcar la imagen queda elegante) y, sobre la producción, no tengo grandes reproches que hacer, nítida, corpulenta y poderosa. Quizás demasiado pulida para mi gusto, echo de menos algo de corrosión, pero sin duda cumple los estándares del heavy metal actual y está hecha para gustar... Se nota que Ambush apuestan fuerte por este cuarto álbum y que cuentan con el respaldo de su sello, pero lo van a tener que hacer mucho mejor si quieren convencer a la vieja guardia que ya viene de vuelta...

Reconozco que la cosa va remontando con “Iron Sign". No es una genialidad, pero es el típico corte heavy/power a lo Judas Priest/Accept que acaba sonando a Gamma Ray un poquito más de lo que me gustaría. Supongo que la voz de un Oskar Jacobsson sobrado de pulmones, pero que también me recuerda más de la cuenta a un cruce entre Ralph Scheepers y Kai Hansen, tiene bastante culpa de ello. Esta es una de esas manías muy personales, ya sabéis. No me dejan de gustar los primeros Gamma Ray, pero creo que hay que saber administrar esas influencias con mucho criterio, como ocurre con Helloween. “The Night I Took Your Life Away" sigue en la misma línea de heavy metal easy-listening con toques power. Guiños a Judas Priest, a Accept, a los propios Gamma Ray... A ver, no voy a ser yo el que le busque defectos a los clásicos, sólo jodería. Adoro a Judas Priest y Accept como el que más, a Gamma Ray ya no tanto, pero desde hace un tiempo me siento algo hastiado de estas bandas que repiten punto por punto el rígido manual del buen heavy, sin un sólo ápice de identidad personal. Echo la mirada atrás y aquellos que me han dejado cierta huella en los últimos tiempos son los que le daban cierto meneo a la tradición, aún siendo leales con ella. Ambush no hacen eso, cogen el ABC de la banda de heavy metal ochentera y lo siguen punto por punto. Ahí no se distinguen mucho de unos Primal Fear o unos HammerFall. Que duda cabe, resultan entretenidos, más que competentes, pero los siento un poco banales... muy Napalm Records, para que nos entendamos, dicho esto como algo negativo. Lo curioso es que el otro día me puse “Firestorm" y, aún siendo básicamente esto mismo, no tuve la misma sensación. Me transmitió un ímpetu, una energía juvenil, que aquí ya no veo.

“I Fear Blood", para mi gusto, no termina la cara A dejando buenas sensaciones. Una baladita sin mordiente que tampoco conmueve. Me suelen sobrar estas canciones tan melosas y esta, en concreto, no acciona los resortes necesarios para salvarla de la quema. Muy prescindible. Mejor, en cambio, “Come Angel of Night" para iniciar una buena racha en la B con su enérgico riffeo powermetalero y mucha potencia de fuego. Oskar Jakobsson vuelve a cantar como los ángeles, aunque le resta algo de energía con ese tono cristalino como un arroyo de montaña en primavera. Cuánto mejor sonaría esto si decidiera agarrarse las pelotas de vez en cuando y berrear con un poco más de mala leche.

“The Reaper" sigue en la buena senda con sus aires de himno ochentero y “Bending the Steel" es otro ejercicio de heavy/power de toda la vida a lo Judas Priest. Seguimos sin novedades, pero estas dos me enganchan y me van captando para su causa metálica poco a poco. Sin embargo, cuando parece que la cosa empieza a calentar, “Heavy Metal Brethren" sale a empatar el partido y remata el LP sin más, con un tema que cumple, pero no emociona.

Muy correcto, disfrutable, entretenido y profesional. Se me ocurren mucho adjetivos positivos aunque poco entusiastas, para definirlo. Realmente no tiene nada malo y estoy muy seguro de que será un álbum que tendrá buena recepción, que generará entusiasmo entre los fans del heavy metal clásico y recibirá reseñas llenas de alabanzas, pero yo lo encuentro protocolario y poco excitante. Estandarizado, formulaico, prototípico, derivativo... añade aquí todo lo que se te ocurra para describir aquello que has escuchado miles de veces, a lo que tampoco le puedes buscar ningún defecto verdadero, pero no te motiva como debería. Eso es lo que me genera a mí este cuarto álbum de Ambush... ligera indiferencia. La prueba más clara de ello es que ni se me pasa por la cabeza comprarlo y estoy seguro de que no lo voy a recuperar tras esta temporada en la que le he dado bola para preparar la reseña. Un álbum de heavy metal más para el saco. Si bebes los vientos por Judas Priest, Accept y Gamma Ray y hoy en día disfrutas de Primal Fear, Ambush son para ti, yo prefiero invertir mi tiempo en cosas más emocionantes.

6,5/10

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