Con Testament instalados en su reciente, e insulsa, brutalidad, creo que resulta más que interesante recuperar nuestros Discos Malditos precisamente con el momento de su carrera en el que empezaron a bajar revoluciones y abrirse a nuevos horizontes musicales. Vaya por delante que me encantan Testament y ya os reconozco desde un primer momento que esto no está a la altura de un “The Legacy" o un “The New Order", pero sin duda me gusta más que “Practice What You Preach” y casi que cualquier cosa que hayan grabado desde entonces... y eso incluye trabajos habitualmente aclamados como “Low" o “The Gathering".
Testament arrancaron tarde, como todos sabréis ya. Mientras sus colegas de generación debutaron, lo más tardar, en 1985, Testament no editaron su tremendo “The Legacy" hasta 1987, cuando el thrash metal había alcanzado ya su pico de popularidad. Todo esto, teniendo en cuenta que ya llevaban en circulación con el mismo line-up y Steve “Zetro" Souza como vocalista desde 1983 (bajo el nombre de Legacy, por supuesto). A punto estuvo de pasar el tren de largo para ellos, pero los de Oakland apretaron mucho desde entonces. En sólo tres años se plantaban en 1990 como líderes de una honorable segunda fila del thrash, inmediatamente después del Big 4, y con un cuarto álbum bajo el brazo. Para que os hagáis una idea, en 1990, Megadeth o Exodus también editaban sus respectivos cuartos LP's, con lo que Testament habían conseguido recuperar dos años de desventaja y ponerse entonces a la par que sus contemporáneos y muy por delante de otros que habían ido apareciendo a rebufo (Death Angel, Vio-lence, Forbidden...).
En esta situación de privilegio, llegaban Testament a 1990 con toda la intención de tomarse las cosas con calma. Con un “Practice What You Preach” aún fresco tras su publicación en agosto del ‘89 que les había llevado a rozar el disco de oro y con el apoyo de Atlantic detrás de Megaforce, era el momento de evaluar muy bien el siguiente paso para dar. Aquel que les podía dar el espaldarazo definitivo o enterrarlos para siempre... pero en su camino se cruzaron los designios de la industria discográfica y dieron al traste con sus planes.
En 1990, su compañia de management (Elliott Cahn y Jeffrey Saltzman) aseguró a la banda un puesto en el que iba a ser el evento del año, aquel histórico Clash of the Titans que reunió en directo a lo mejor del thrash metal del momento (menos Metallica, claro está) y Atlantic, a sabiendas del escaparate que supondría para ellos, presionó para que pudieran presentar un material nuevo que disparara sus ventas. Megadeth promocionaban “Rust in Peace", Slayer “Seasons in the Abyss”, Anthrax “Persistence of Time" y Suicidal Tendencies hacían lo propio con “Lights... Camera... Revolution"... ¿Cómo iban a salir de gira Testament en apoyo de un material que llevaba más de un año en las tiendas?
El gran problema es que Testament no tenían material nuevo. Tras la edición de “Practice What You Preach”, se lanzaron durante un año a una gira que les llevó por medio mundo junto a Overkill, Annihilator, Xentrix, Nuclear Assault, Savatage (de donde surgió la idea de contratar a Alex Skolnick para sustituir a un insustituible Criss Oliva tras su fallecimiento), Dark Angel, Flotsam and Jetsam... y la de Cristo. Ahora tocaba ponerse a escribir nuevas canciones que, calculo yo, no tendrían planeado grabar antes de 1991. Sin embargo, en Atlantic tenían otros planes, había que sacar un álbum a toda hostia. En sólo un par de meses, Testament se veían obligados a componer y grabar un nuevo trabajo que finalmente sería editado en octubre de 1990, en lo que se puede considerar todo un récord para una banda de esta magnitud y en tal fase de su carrera. Joder, estamos hablando de tu cuarto trabajo y después de vender casi medio millón de copias de tu último álbum, algo que no es moco de pavo para una banda de thrash. Cifras que, en su estilo, sólo superaban Metallica, Megadeth, Slayer y Anthrax... el Big 4, vamos. Creo que llega el momento de medir con mucho cuidado tu siguiente paso, pero a Testament no se lo permitieron.
Así las cosas, “Souls of Black” podría haber sido un desastre, pero no lo es... o a mí no me lo parece, al menos. La propia banda no debe estar muy de acuerdo cuando sólo uno de sus temas se ha acabado haciendo un hueco en los set lists habituales y buena parte de la parroquia se ve que piensa algo similar, pero no yo. De hecho, a mí este LP me gusta mucho y opino que mejora claramente lo ofrecido en su anterior, y popularmente celebrado, “Practice What You Preach". Me perdonaréis los fans de este último, pero yo siempre lo consideré un bajoncete respecto al imponente “The New Order" y lo siento claramente superado también por este buen “Souls of Black".
Primero, lo obvio, ¡vaya pedazo de portada! No sólo la mejor en la carrera de Testament, sino también una de mis favoritas desde crío y todo un icono del heavy metal. Hace décadas que tengo esta camiseta y no me pienso deshacer nunca de ella... ¡me encanta! A los pinceles, el de toda su época clásica, William Benson, aunque aquí el cabronazo se superó. Segundo, un aspecto controvertido, la producción. Después de que Alex Perialas, para mi gusto, limpiara todo al límite para un excesivamente pulido “Practice What You Preach", aquí Michael Rosen guarreó las guitarras de Skolnick y Peterson concediéndoles una potencia brutal. ¿Que no sabéis quién es? Tampoco os puedo culpar porque no es uno de los nombres más reconocidos del estilo, pero pegadle una escucha a álbumes como “Vicious Rumors”, “Welcome to the Ball", “Nothing$ $acred", “Twisted into Form" o “Play God" y luego me decís cómo trabajaba este tío. Los hay que dicen que suena algo estridente, a mí me flipa ese sonido de guitarras. Deja de sonar a Metallica, pero corta, hiere, te arranca la piel a tiras. La base rítmica gana también muchísima fuerza y el bajo de Greg Christian se escucha tan bien como siempre (con algo menos de volumen que en “Practice What You Preach"), uno de los puntos fuertes de Testament, sin duda alguna. Si hasta el pobre Louie Clemente, siempre superado por sus compañeros, da bastante el pego en esta ocasión...
En cuanto a las canciones, aquí es donde empiezo a comprender, en parte, las quejas de algunos. No niego que el álbum peca de cierta linealidad y que quizás le falta la concentración de hits que tenían “The Legacy" o “The New Order", que eran una sucesión interminable de pepinazos de principio a fin. Ahora, nunca he visto yo a “Practice What You Preach" con tanta pegada como dicen y, sinceramente, creo que a este “Souls of Black” los primeros que le han hecho un flaco favor son los propios Testament. A ver por qué, además de su histórico tema-título, no iban funcionar perfectamente en directo trallazos como “Face in the Sky", “Falling Fast" o la cojonudísima “Malpractice", todos injustamente ignorados por una banda que seguramente los asocia con momentos amargos de su pasado. Si realmente la grabación de “Souls of Black" fue tan apresurada e incómoda, ¿no es muy posible que los propios Testament tengan un mal recuerdo de ella y por ese mismo motivo se resistan a rescatar alguna de sus canciones?
Lo que sí puedo aceptar es que alguna de ellas podría haber mejorado con algo más de trabajo detrás y que la líneas vocales de Chuck Billy no tienen su gancho habitual, con lo que nos va a costar recordarlas como sí hacemos con “The Preacher”, “Alone in the Dark", “Disciples of the Watch", “Eerie Inhabitants", “Over the Wall”... No os niego, por tanto, que igual aquí alguna composición pedía un poco más de tiempo, sin embargo, la posible precipitación también lleva a una sensación de urgencia que en aquellos momentos de crecimiento Testament empezaban a perder. “Souls of Black” me suena más como el eslabón perdido entre “The New Order" y “Practice What You Preach", que como un sucesor para este último. Algo a lo que sin duda contribuye que tuvieran que reciclar antiguas composiciones inacabadas, más que escribir canciones totalmente nuevas (no había tiempo para eso), como seguramente hicieron para un “The Ritual” para el que se tomaron más tiempo, con lo que esta sensación de “retorno al thrash" cobra aún más fuerza.
Entre lo más destacado, obviamente, una “Souls of Black" inmortal, que anticipa su línea evolutiva posterior con un ritmo totalmente infeccioso y un estribillo inolvidable, y la tremenda “The Legacy”, que siempre me ha parecido la mejor balada de su carrera. Me gustan “The Ballad”, “Return to Serenity” y “Trail of Tears”, pero es que ese cambio de ritmo a los tres minutos sencillamente me pone los pelos de punta y Chuck Billy canta como nunca aquí. Muy buena también, como os decía, “Face in the Sky”, tras una intro muy virguera de Alex Skolnick que demuestra su dominio sobre la guitarra española, y tremenda también la cañera “Malpractice”. No destaca tanto “Falling Fast", pero es un tema que habría encajado a la perfección en cualquiera de sus dos primeros LP's, con lo que me deja más que satisfecho también.
¿Qué pasa con el resto, entonces? ¿Hay realmente algún problema con esas “Absence of Light", “Love to Hate", “Old Man's Fate", o “Seven Day of May” que seguramente ni recordáis? Pues la verdad es que no. Están bien, son cañeras, están tocadas con precisión milimétrica y despliegan una buena ensalada de riffs incendiarios de Skolnick y Peterson... Ahora bien, como también os comentaba hace un rato, no puedo dejar de tener aquí la sensación de que querían una o dos vueltas más, buscaban algún detalle singular que las hiciera fijarse en nuestra memoria con algo más de fuerza. Conste, para todo aquellos que os decantáis por “Practice What You Preach”... ¿Realmente hay mucho más allá del tema-título, “Greenhouse Effect" o “Sins of Omission” con auténtica pegada? Aquí al menos reparten una cantidad de estopa que no les escuchábamos desde “The New Order" y lo que tampoco puedo dejar de destacar es que, en todas y cada una de ellas, tenemos un glorioso solo del maestro Alex Skolnick... ¡Vaya auténtica barbaridad! Aparece tocado por las musas aquí y lo siento a años luz de cualquier otro guitarrista de thrash, con la notable excepción de Marty Friedman, que acababa de tocar el cielo con Megadeth apenas un par de semanas antes...
Al final, con lo que se ha quedado la mayoría es con un álbum que no resiste la comparativa con los dos primeros LP's de la banda y, sobre todo, que no tenía lo necesario para llevar a Testament al siguiente nivel. Básicamente, no era lo que Testament necesitaban en 1990, ese paso adelante que los hiciera definitivamente grandes, sino un paso atrás construido a base de ideas recicladas. Aceptado esto, creo que estamos ante un buen álbum de thrash metal. Uno que ha resistido estupendamente el paso del tiempo (mejor que su predecesor y, sin duda, que su inmediato sucesor) y que encaja a la perfección con el contexto que le rodeaba en 1990. Ya sabéis, ese thrash maduro de los “Rust in Peace", “Persistence of Time", “Never, Neverland”, “By Inheritance", “Coma of Souls", “Impact Is Imminent", “Twisted into Form", “Seasons in the Abyss", “Lights... Camera... Revolution", “For Whose Advantage?"... que tanto me gustan. Todo depende lo que esperéis de él.
8/10
Bueno, pues para mí este es el mejor disco de Testament... ea. Ya lo he dicho...
ResponderEliminarVamos a ver, los dos primeros son muy buenos, y tienen canciones brutales, pero como disco completo, de ponerme una y otra vez, lo hago con este.
Venían de haber sacado un Practice que para mí si supuso un paso atrás con respecto a los dos primeros, y con este, con ese cambio de velocidad/producción y los mejores solos de su época clásica, pues subieron un escalón más.
Antes y después han tenido mejores canciones en los discos que han sacado, pero la sensación de disco completo, sólo la tengo con este.
Lo de que metan más o menos canciones pues a ver, Maiden no tocan muchas del Somewhere y para mí deberían tener medio set de ese disco... malas decisiones las toman hasta los mejores... jajaja.
Ya verás como al bueno de Souls of Black le cae algún palo por aquí. A nuestro antiguo colaborador LostLife, por ejemplo, era un álbum que no le gustaba mucho y prefería abiertamente Practice Whhat You Preach. En mi caso es exactamente al contrario y me quedo sin ningún género de duda con este. Musicalmente es mucho más de mi gusto ya que Practice What You Preach se me hace más aburrido y creo que tiene mucha menos energía. En segundo lugar, creo que Skolnick está en su punto culminante como guitarrista en este álbum. Después, creo que la producción también es la mejor de sus álbumes clásicos y, por último, la portada termina de conquistarme definitivamente porque me parece una auténtica maravilla. Inquietante, oscura, elegante... creo que es una imagen acertadísima y todo un icono de la historia del heavy metal.
EliminarEn resumen, yo creo que es un LP realmente cojonudo, claramente el tercero en mi orden de preferencias histórico de la banda, sólo por detrás de The Legacy y The New Order, que los veo un escalón por encima. Con todo, un discazo que merece reivindicarse y que hasta la propia banda se ha encargado de enterrar dentro de su discografía.
Hace unos pocos días comentaba en el adelanto de Testament lo mal que le sentaban los blast beats en ese tema en concreto y mi opinión de que esta banda, a mi criterio, donde mejor se mueven es justamente en unos ritmos más machacones, a medio tiempo, con alguna que otra incursión en tempos algo más rápidos propios del Thrash y no del Death Metal.
ResponderEliminarJustamente es llegar sobre el minuto 03:50 en Face In The Sky donde Chuck Billy arranca con su voz y se entenderá a lo que me refería más arriba.
Para mí, en este disco Testament recuperaron de nuevo el sonido que de verdad los hacía grandes, y no quiero decir que Practice What You Preach sea un mal disco, pero la producción a mí me sonaba a culo, mientras que muchas de sus canciones terminaban aburriéndome. Sinceramente, aquel disco sigue siendo uno de los que menos me gustan, si no el que menos de su etapa hasta Low (lo que vino después ya ni lo cuento).
No creo que Souls Of Black tenga motivos para recibir palos de nadie. Sonido matador, composiciones exquisitas y una portada que entraría en un top de las mejores jamás realizadas.
Mi favorito, justo después de los dos primeros.
A mí los blast beats que meten me molan. Aunque no sea su estilo, con el que los conocimos, ese "embrutecimiento" me parece valiente por su parte. Aporta cosas nuevas a su música, les da más variedad... no sé, acostumbrado como estoy a que los grupos duros de toda la vida se reblandezcan como magadalenas metidas demasiado tiempo en leche caliente, ese giro hacia el otro lado, el mas duro, me gusta.
EliminarEn estos momentos estaba repasando el Low y la verdad es que tengo que rectificar, porque lo que me está sonando me gusta todavía menos que el Practice What You Preach. No sé, hacia años que no me lo ponía y no lo recordaba tan disonante y "moderno". En su día me flipó, pero de aquello ya ha llovido unas cuantas veces...
ResponderEliminarEn mí circulo está bastante aceptado que este 'Souls of Black' es un buen álbum. Comprendo que forme parte de esa categoría de "malditos", porque en internet lo critican con relativa frecuencia y de forma injusta, pero te diría que este es de los menos "malditos" que has subido. Tal y como explicas, es un disco un poco lineal, pero tiene ese par de repuntes (la homónima y 'Malpractice') que le meten un plus a la escucha. Además, y esto es importante, dura lo que tiene que durar; ni un minuto más, ni un minuto menos. La producción no la veo espectacular, pero sí que tienen un punto bastante original esas guitarras; suenan con vileza, bien sanguinas. Dicho esto, ¿es este álbum mejor que el 'PWYP'? Probablemente, pero no por el margen tan amplio que dais a entender. El anterior es un disco que suena demasiado a Metallica, pero le veo una consistencia parecida a la de éste y tiene unos repuntes tan buenos como los que hay aquí sino mejores (aprovecho para decir que 'Sins of Omission' es una barbaridad de canción, top-10 del grupo fijo).
ResponderEliminar'The New Order' me parece un pelín superior a ambos, y ya 'The Legacy' sí que se come a todos con una mano a la espalda. Y, con lo que voy a decir al hilo de esto, a lo mejor toco un poco los huevecillos, porque me parece que Testament pueden presumir de contar con dos referencias principalísimas dentro de sus respectivos estilos (el debut y 'Low'), pero no tienen ni de lejos la super-discografía que muchos fans les atribuyen. Yo por lo menos veo un salto de calidad muy grande entre su opera prima y el 'The New Order', siendo este último un disco notable. Pero es un poco esa sensación de que no se me ocurren muchos discos de thrash al nivel del 'Legacy', mientras que apostaría a que soy capaz de enumerar un centenar de trabajos más logrados que este 'Souls of Black'. Venid a por mí, jajajaja
P.D: la portada, bocato di cardinale.