Estaba visto, en cuanto llegara el buen tiempo se me iba a pasar la "tontería" esta del black metal y ahora me ha dado por el heavy metal japonés. Como ya sabéis, entre mis múltiples fobias está la música cantanda en cualquier idioma que no sea el de Shakespeare. Puedo tolerar escuchar a gente gruñir en noruego, sueco, alemán o casi cualquier idioma, y hasta le encuentro su encanto, pero, a la hora de entonar, la cosa cambia. Son muchas las bandas con cierto talento de las que he pasado olímpicamente por su empeño en cantar en francés, húngaro, polaco, ruso o incluso castellano (hay honrosas excepciones a todo, claro está), pero es algo que va más allá de mis posibilidades. ¿Qué le voy a hacer? En algunos casos, en aquellos en los que era consciente de que merecía la pena insistir, lo he intentado de múltiples formas: por delante, por detrás, de lado, del revés… Pero nada, chico, no hay manera. Afortunadamente, hace algunos años se cruzaron los enormes Anthem en mi camino y me echaron una mano con una escena en la que hasta entonces no habia profundizado precisamente por ese motivo y hoy en día se ha convertido en la excepción por antonomasia a esta regla no escrita.
Vamos, por tanto, con otra ración de j-metal, de nuevo con vocalista femenina al frente y guitarrista virtuoso, como aquellos Terra Rosa que os traje hace un tiempo. En esta ocasión, nuestros protagonistas son Akihito Kinoshita, que arrancó con sus Saber Tiger allá por un lejanínismo 1981, lo que los sitúa entre los pioneros del heavy metal en su país, y la portentosa Yoko Kubota, que entró en escena con este “Invasion” a principios de los 90 y llegó a grabar tres álbumes con la banda. Sin embargo, a pesar de editar una primera demo de 38 minutazos en, ojo al dato, 1983, este, su primer LP, no apareció hasta casi una década más tarde, cuando todo en el heavy metal a nivel internacional estaba ya dicho. Y, encima, lo tuvieron que poner en circulación ellos mismos, cosa que no me explico. Afortunadamente, para ellos, Japón va totalmente a su bola y desde entonces han conseguido labrarse una carrera más que digna sin parar de editar material con cierta regularidad. Por el medio, hasta un total de 8 demos y dos EP’s durante los 80, 12 álbumes más después de este y hasta 41 miembros diferentes en sus cuatro décadas de historia, lo que tranquilamente debe ser un nuevo récord en el heavy metal mundial.
Hablando ya más en detalle de lo que supuso la edición de este LP de debut en 1992, tras 12 años de infructuosa lucha, Saber Tiger se lanzaban al ruedo con un verdadero pepinazo de power metal, muy en la onda de lo que llevaba haciendo en EEUU desde mediados de los 80, aunque con un ramalazo épico-melódico que los podía conectar, un poco de soslayo, con lo que también se facturaba en Europa durante aquellos años. Ahora, cuidado, que a estos japos les sobran pelotas. Ni teclados, ni pijadas pseudosinfónicas, “Invasion" es un LP de puro power metal hecho por unos musicos con un nivelón de tres pares de cojones. Voces femeninas, sí, claro, las de Yoko Kubota que dominan las composiciones con puño de hierro, pero aquí estamos ante una de esas amazonas con ovarios de acero. Heavy como el viento, aguerrida guerrera del vinilo, como lo fueron también Doro, Leather Leone, Barbara Malteze o para acercarnos un poco a la tradición nipona, a mi querida Kazue Akao que me embelesa al frente de los tremendos Terra Rosa cada vez que abre la boca.
Desde la fulgurante entrada con los seis minutazos de “Storm in the Sand" nos vamos a encontrar con un robusto power metal a la americana que bebe de los primeros esfuerzos de Queensrÿche o Helstar. Ya sabéis, el mítico EP homónimo, “The Warning", “Remnants of War", “A Distant Thunder", “Nosferatu"… Fuerza, músculo, cierto énfasis en la velocidad y un gusto por la melodía que le debe mucho a Iron Maiden. Así descrito, parece que estos tipos llegan como seis o siete años tarde y, qué duda cabe, habrían pegado algo más fuera de su país de haber aparecido junto a Loudness o Anthem, pero al menos consiguen dotar a sus canciones de un plus de potencia que suena definitivamente a “años 90" y no resultan del todo retro.
“Light-Thunder-Light” seguramente sea el tema del álbum con potencial de single. Demasiado contundente para el mainstream, pero con un gancho tremendo gracias a las pegadizas líneas vocales de Yoko Kubota y los guitarrazos de Akihito Kinoshita y Yasuharu Tanaka. Va a ser, por cierto, complicado no acordarse de Riot y su histórico “Thundersteel”, otra de las referencias inevitables, en el duelo guitarrero que mantienen ambos mediado el tema. En “Nasty Heart" o “A Shot in the Dark" su tradicional power metal se combina con influencias progresivas que, según tengo entendido, irán dominando su música conforme pasen los años. Mucho nivel instrumental, un tremendo Akihito Iiyama (lo de Akihito igual es como llamarse Pepe en Japón) tras los parches y mucho derroche guitarrero de Kinoshita y Tanaka que se siguen retando a la mínima oportunidad. ¡La madre que los parió! Os he dicho alguna otra vez que los japoneses suelen tocar a Dios, ¿verdad? Saber Tiger no van a ser una excepción…
Efluvios a los Vicious Rumors o Metal Church más rítmicos en “The Bluster", heavy más clásico y hasta bluesero que me quiere sonar lejanamente a sus compatriotas Earthshaker en una “Back to the Wall” donde luce especialmente la voz de Yoko Kubota, quizás particular para el heavy metal, pero todo un torrente de fuerza… Aquí es donde seguramente encontréis ciertos inconvenientes los menos amigos de lo exótico porque su voz cobra mucho protagonismo y resulta más difícil escapar de las letras en japonés. A mí es que hoy, gracias fundamentalmente a Anthem, hasta me gusta su sonoridad y no me supone ningún tipo de inconveniente. Genial también Kinoshita en estas tesituras más tranquilas derrochando buen gusto y feeling. Otra de estas singulares personalidades del j-metal como pueden ser Akira Takasaki, Kyoji Yamamoto, Naoto Shibata (que tocó con ellos el bajo a mediados de los 90) o Toshi de los odiosos X Japan. Mucha autoridad y un sonido madurísimo para una banda que no parece debutante tras una larga década de carrera en las sombras del underground.
“Liberate", quizás la más accesible de las diez, me suena más a los Loudness de los 80 y tiene otro par de solos de escándalo y la última, “Misery", siguiendo la estela de “Back to the Wall" con nueve emocionantes minutos de un heavy metal melancólico y conmovedor, vuelve a demostrar lo buena vocalista que es esta chica y lo bien que se desenvuelve sobre canciones más calmadas. De nuevo, geniales en los solos Kinoshita y Tanaka, con gusto, con sentimiento y supeditando su técnica al servicio de la composición. Como he dicho tantas otras veces, así es como se termina un álbum, dejándote algo de lo mejor para el final.
Me ha quedado alguna en el tintero, pero tampoco me quiero hacer pesado y no quiero dar la impresión de que es un álbum perfecto porque sus momentos menos brillantes también tiene. Ahora, canción mala, no hay y la impresión que queda durante los 54 minutazos que dura es de consistencia, de banda sólida que lleva trabajando durante más de diez años en unas composiciones cuidadas al detalle y que ha dejado muy poco al azar en este, su álbum de debut editado en agosto de 1992. Se les pudo haber pasado el arroz, de eso no me cabe duda, pero una vez lo sacaron de la cocina, bien sabroso que estaba.
Ya podéis ir perdiéndole el miedo al j-metal porque no sabéis lo que os estáis perdiendo. Si el idioma os supone un problema, desde aquí os animo a superarlo a base de buen heavy metal, como el de Saber Tiger.
8/10
Escuchado.... por partes.
ResponderEliminarLa parte instrumental es muy buena. Producción muy acertada, los guitarristas muy buenos y variando los riffs; con clase y mala leche. El bajista y batería, compactos, tanto en las partes rápidas como en las lentas, donde se les puede "escuchar" más y mejor.
Ahora la voz. No es mala, tiene garra, pero no sé si es por cantar en Japonés, la forma de entonar, no sé. Me pasa un poco como con Loudness. Los discos en japonés no terminan de gustarme. Intentaré darle mas escuchas a ver si me hago a la voz, que ya me ha pasado otras veces que, me gustaba la música, y el cantante no, y luego, dándole escuchas, me ha gustado todo.
8 la música, 6 la voz.
Es que con este tema de las letras en japonés, yo me he ido aclimatando. Mis primeras experiencias con el tema vinieron de la trilogía inicial de Loudness y no fui capaz de hacerme completamente con ellos entonces. A partir de ahí, entró en juego mi bloqueo habitual con lenguajes poco convencionales, hasta el punto de que ignoré sin miramientos a los mismísimos Anthem. Lo primero que escuché de ellos fue Tightrope y tampoco consiguió sorprenderme. Así, hasta que entró Hunting Time en mi vida hace unos 7-8 años. Me dejó boquiabierto, no imaginaba que hubiera banda ochentera en Japón a ese nivel y, lógicamente, seguí tirando del hilo. Primero vino el resto de su discografía clásica y, detrás, bandas como Terra Rosa, Earthshaker, X-Ray, Blizard, Hurry Scuary, Vow Wow, Action!, Reaction, Dead End, Precious, Crowley, Sabbrabells, EZO, Show-Ya... y, por supuesto, estos Saber Tiger. Descubrí que había mucho buen heavy metal detrás de Loudness, que te diré que me parecen imparables en su período 85'-'89, y es hoy el día en que hasta me atrevería a decir que me suelen gustar más las bandas japonesas que cantan en su idioma que las que lo hacen en inglés. No te prometo nada, es posible que nunca hagas el oído a esta sonoridad, como me ha ocurrido a mí, con bandas como Aria o Pokolgép, que me parecen buenas, aunque me cuestan, pero te diría que lo siguieras intentando. Y antes que con Saber Tiger, empieza por Anthem y cualquiera de las cosas que sacaron entre 1987 y 1992...
EliminarVenga pues, a empezar con Athem y a ver si amoldo el oído...
EliminarMi consejo se resume en dos palabras: Hunting Time. Resulta complicado no asentir a tal demostración de poder metálico... Siempre lo he dicho, el gran ensayo de Chris Tsangarides para lo que un año más tarde fue Painkiller...
EliminarPodría copiar y pegar entero tú comentario JCSG. Yo, al final me voy acostumbrando a la voz, pero la música en si es puro heavy metal de muchos quilates. Lo mismo que me pasó con los enormes Anthem.
ResponderEliminarCasi podría yo copiar mi comentario anterior aquí, Odin, porque seguiría siendo pertinente. En su lugar, voy a hacer un apunte... ¡Qué buenos son Anthem, copón! Y estos Saber Tiger tampoco lo hacen mal... y no os olvidéis de Terra Rosa,
EliminarTerra Rosa los tengo ahí pendientes de hacerme con todo su material. Sólo el directo que dejaste ahí colgado es una puta maravilla. Y, cur
ResponderEliminariosamente, la vocalista cantando en japonés le va como anillo al dedo a la música de éstos. Será por el toque exótico que tienen.
Hace tiempo que los tengo enfilados, Odin, pero no es fácil conseguir su material porque no tienen más que ediciones japonesas, con lo que te sale por un pico traerte un CD entre gastos de envío e impuestos. No es como los casos de Anthem o Loudness, que tienen casi todo su material clásico editado en Occidente. Por ejemplo, las ediciones de Music for Nations en CD de Anthem aún están por un precio razonable. Lo curioso es lo de los vinilos, que los compré en 2018 por 8-10€ y ahora están por encima de 30... ¡puta especulación!
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