Soy plenamente consciente de que llevo unos meses en una deriva blackmetalera difícilmente soportable para los que no sentís interés en tales oscuridades, así que esta vez traigo del recuerdo un clasicazo olvidado desde el archivo del El Portal del METAL. Si os va el metal progresivo de los 80, con un giro personal, no os perdáis el solitario LP publicado por estos canadienses en 1986. Me lo vais a agradecer...
Obviando el temor de que, como tantas otras, esta reseña pase desapercibida, os lanzo un objeto realmente especial en esta ocasión. Y, desde ya, os insto a no pasar de largo esta vez ya que el error sería de proporciones considerables. Aprovecho también la oportunidad para expresar mi duda sobre si soy o no el candidato adecuado para afrontar esta reseña. Si bien creo que gozo de cierta solvencia en parte del espectro que cubren estos Sacred Blade, pronto veréis como como mis conocimientos son más que escasos en parte importante de su personalidad artística. Y es que este es de los pocos álbumes de metal progresivo en sentido estricto que conozco. Y al utilizar la etiqueta pido que rapidamente olvidéis todos esos nombres que os vienen a la cabeza. No, nada tiene esto que ver con mis odiados Dream Theater ni con mis amados Queensrÿche. En poco se asemejan a aquellos grupos con los que se los vincula habitualmente (Crimson Glory, Fates Warning, Heir Apparent), más allá de compartir cierto contexto espacio temporal común y algunos acabados estilísticos. Esto podría ser la definición estricta del término metal progresivo. Es decir, una banda de heavy metal que acude a las raíces del rock progresivo e impregna todo su desarrollo musical de estructuras, melodías y ambientaciones propias de unos Pink Floyd, King Crimson, Yes, Camel, Eloy... Y aquí es donde se ven mis lagunas, señoras y señores, porque nunca he sido entusiasta de tales propuestas y mis conocimientos del género progresivo no van mucho más allá de los aquí citados.
¿Y quién es el responsable de traernos este maravilloso y solitario esfuerzo de una pequeña banda canadiense? Nada menos que la exquisita Black Dragon Records, pequeña discográfica francesa responsable de hacernos llegar en la segunda mitad de los 80 un selecto grupo de trabajos de gente como Candlemass, Manilla Road, Liege Lord, Savage Grace, Chastain, Anthem..., para mí, un claro de indicador de calidad.
Tarea fútil me parece desgranar este trabajo en partes e ir comentando tema por tema. Más allá de si se trata de un trabajo conceptual o no, extremo que desconozco y que no me resulta para nada descabellado, es de esos LP's para ser degustados en su totalidad. Propósito harto complicado dada la naturaleza de nuestra vida actual, cometeríamos un error aislando partes del todo ya que extraer una comprensión de este álbum en su conjunto a partir de fragmentos independientes resulta imposible. Es tal la diversidad de ambientes que se crean, tal la diferencia de sensaciones que se transmiten en cada composición (e incluso dentro de la misma), que un acercamiento fragmentado llevará, sin lugar a dudas, al equívoco. Recomiendo encarecidamente, en la medida de lo posible, el disfrute de estos cuarenta y tantos minutos de forma ininterrumpida y totalmente consciente, algo que a muchos nos resulta muy complicado.
Desde la esencia power metal del tema-título o "Fieldz the Sunshrine" al carácter doom e hipnótico de "Legacy". Desde el riff obsesivo de "In the Light of the Moon" al inicial ambiente folklórico de "Master of the Sun", que parece recordar a unos depresivos Jethro Tull. O desde la ambiental, y genial, clausura con "Moon" al rigor metalero de "Salem". Todo parece llevar a la falta de cohesión y, sin embargo, suena extremadamente coherente. Pasajes enteramente acústicos, furibundos riffs y cabalgadas metaleras, atmósferas post-punk, oscuros interludios... Tal es la diversidad, que me veo pensando en cosas tan diferentes como King Crimson, King Diamond, Joy Division, Metal Church o, ya rizando el rizo, en oscuridades de los 90 como Anathema y Agalloch (calculo que por el ramalazo pinkfloydiano) pero, y aquí esta lo difícil del asunto, sin perder en ningún momento su esencia como banda de heavy metal.
Tengo la sensación, conforme estoy escribiendo, de que aquello que intento expresar va a sonar de lo más inconexo y descabellado, pero creo que la mejor manera de comprobarlo es que, todos aquellos que gustéis del heavy metal sin rigidez de fronteras, le deis una oportunidad (o las que sean necesarias) a este "Of the Sun + Moon". Diré, además, que todo el conjunto está elegantemente presentado con una enigmática portada que me recuerda horrores a la obra del griego Ioannis (Fates Warning, Warlord, Quiet Riot, Obsession, Deep Purple, House of Lords...), en un atractivo gatefold LP con foto de la banda en un bosque de su British Columbia natal (del que, por desgracia aún no puedo disfrutar dado su elevado precio) y un cuidadísimo trabajo de producción. Suena, de verdad, todo a la absoluta perfección. Los riffs son corpulentos y compactos, la batería potente y nítida y el bajo respira con absoluta libertad, permitiendo apreciar todos y cada uno de los detalles en los que se entretiene. Siendo una producción “made in” años 80, evidencia una enorme habilidad para evitar los vicios de su tiempo. Mejorable me parece únicamente la interpretación vocal de su líder y artífice creativo Jeff "The Pilot" Ulmer, ciertamente expresiva, pero carente de la profesionalidad presente en muchas de las privilegiadas gargantas de la época. No es, en cambio, algo que lastre en exceso la experiencia global y pronto se acostumbra uno a ciertos histrionismos bastante llamativos.
De nuevo la dicotomía sobre la puntuación, pero muy al alza en esta ocasión. Esta es una auténtica delicatessen para los paladares más exigentes y roza el sobresaliente en todos los aspectos. Me falta un rango intermedio para precisar, pero le daría cuatro cuernos y medio a tal anomalía creada en un momento con tanto cliché como era 1986 (clichés que abrazo y atesoro como pocos, vaya eso por delante). Eso sí, le voy a cascar los cinco para llamar la atención. Pocas veces utilizo afirmaciones de tal rotundidad, pero esto es un auténtico discazo.
9/10
Grupo al que no tenía controlado ni había oído hablar de el en la vida... y cada vez son menos jejeje... sobre todo de los viejos.
ResponderEliminarLo he escuchado un par de veces y molan bastante; en un momento me recuerdan a Crimson glory, en otro a Queensryche, pero momentos muy cortos, y por buscar "etiquetarlos" de alguna manera (en algún grito o riff suelto).
Me ha gustado que son "progresivos" sin perder el filo en las guitarras; eso que tanto se echa de menos; que parece que para ser progresivo y "madurar" tienes que meter acusticas y guitarras sin distorsión, y quitar de la ecuación el bajo y la batería y centrarte sólo en las melodías. Vamos, a pesar de ser progresivos tienen garra.
De momento les doy un 8, porque no me ha llegado a "enganchar", pero estoy casi seguro que, volviendo a este disco, subirá de puntuación.
Gracias por recuperar estas gemas de los nichos del mas allá metálico¡
En torno a ellos siempre se citan a Crimson Glory, Queensrÿche, Heir Apparent, Fates Warning... son los nombres inevitables porque ellos eran el metal progresivo de los años 80. 1986 es precisamente el año de Graceful Inheritance, Rage for Order, Awaken the Guardian y el debut de Crimson Glory, es lógico que a Sacred Blade los citemos en ese contexto, pero tampoco tienen tanto que ver con ellos. Sí, son metal progresivo, sí, tienen dejes de power metal americano, pero su relación con el prog rock creo que va más allá. No se limitan a ciertas influencias por aquí por allá, sino que su música es abiertamente una mezcla entre heavy/power metal y prog rock o, más aún, rock progresivo con sonido de power metal.
EliminarPor todo ello, este Of the Sun + Moon no es un trabajo fácil y la voz de Jeff Ulmer tampoco contribuye a hacerlo más accesible. Estamos acostumbrados a los gorgoritos de los Geoff Tate, Midnight, John Arch, Ray Alder... y este tipo no va de ese palo. Bien por incapacidad, bien por desinterés, su despliegue vocal no tiene nada que ver con lo típico del metal progresivo y eso también dificulta un poco más la digestión. Pero sí, tienes razón, este es uno de esos discos que tarda en apreciarse porque tiene muchas cosas y muy diversas. Power metal, rock progresivo, post-punk, space rock... son muchas influencias ahí condensadas y requiere tiempo y atención. Como decía en la reseña, dos cosas que nos cuesta invertir en una escucha reflexiva en los tiempos que corren. Ahora, te prometo, si le concedes la calma que se merece, Of the Sun + Moon es uno de esos discos que recompensa el esfuerzo.