Yo creo que esto es una verdad incuestionable para todos los de mi quinta, el binomio black metal y Noruega se nos hace un concepto inseparable. No por quitarle mérito a lo que sus vecinos suecos estaban facturando también durante aquellos lejanos años 90, que era mucho y muy bueno, pero no creo equivocarme al afirmar con rotundidad que, durante un tiempo, al menos, ellos marcaban el ritmo con paso firme. Fue ya acercándose el cambio de milenio, cuando las bandas noruegas empezaron a coquetear con otras historias y nuevos países presentaron su alternativa, mientras los noruegos entregaban un estandarte que nunca han recuperado. Aquello del True Norwegian Black Metal ahora no parece más que un recuerdo del pasado y, sin duda alguna, otras procedencias infunden más respeto en la actualidad. Bandas polacas, islandesas, francesas, estadounidenses, canadienses, alemanas, incluso venezolanas... de todas partes surgen álbumes de black metal de gran calidad y las credenciales noruegas parecen haber perdido su autoridad. Sin embargo, se ve que las hordas del Norte no han dicho su última palabra y una nueva generación de bandas pretende recuperar el trono...
- Djevel (Oslo, 2009)Ya sé que los habituales los conoceréis, pero... ¿cómo no iba a empezar por ellos? Ahora que parecen haber pasado irremediablemente a la historia, es el momento adecuado para echar la vista atrás y preguntarse lo que han podido significar para esta revitalización del black metal noruego. En su contra, sin duda, una promoción de mierda fruto de un sello que se ha mostrado totalmente incapaz de situarlos en el mercado como su calidad merecía. Con un poquito más de promoción, Djevel habrían llegado mucho más lejos, pero Aftermath no hizo nada por ellos y hasta resulta difícil comprar sus álbumes directamente al sello. Además de tener un precio desorbitado (siendo ediciones bastante "corrientes"), llevo mes y medio esperando por su último trabajo y el impresentable de Haavard Holm no se digna a mandarlo, después de haberlo pagado y haberle escrito reclamándolo. Esto empieza a parecerse a lo que antes llamábamos un rip-off y no creo que sea un proceder ni remotamente serio para los tiempos que corren, pero funcionaba para un Ciekals al que le preocupaba poco la difusión de la banda. A favor de Djevel, 9 estupendos trabajos de puro black metal noruego entre los que destacaría unos últimos cinco realmente estratosféricos. Nadie había conseguido resucitar el black metal noruego de los 90 como Djevel con esta tremenda racha que va desde “Blant svarte graner" ("entre abetos negros"), en 2018, a su más reciente “Natt til ende” ("noche hasta el final"). Cinco trabajos de un impecable True Norwegian Black Metal que servían como compendio de lo vivido y escuchado durante estos últimos 30 años, haciendo un recorrido perfecto por lo que dio de sí la escena desde 1993 a 1996, por alguien que la vivió en su momento desde la retaguardia. Mención especial merece un “Tanker son rir natten" ("pensamientos que cabalgan la noche") absolutamente prodigioso al que no le sobra ni un minuto de los 56 que dura. Hacía, fácilmente, un par de décadas que no disfrutaba así de un disco de black metal, lo que no me parece para tomarse a la ligera.
- Whoredom Rife (Trondheim, 2014)
De la nebulosa escena de Trondheim, nacieron estos Whoredom Rife fruto de la mente creadora de un viejo conocido, Vyl (Vegard Ytteval Larsen), al que muchos recordábamos de los antiguos Keep of Kalessin a finales de los 90 y principios de los 2000. Muchos años aguantó desde sus orígenes blackmetaleros hasta aquellas, para mí, ridículas apariciones en Eurovisión. Aunque asumo con naturalidad que Keep of Kalessin contribuían a pagar adecuadamente las facturas y con ellos había estado desde el primer día salvo un pequeño lapsus a principios de los 2000 cuando lo sustituyó Frost de Satyricon. Se ve que en 2014 debió cansarse de hacer el payaso y montó estos Whoredom Rife precisamente con un espíritu muy similar al de los originales Keep of Kalessin de “Through Times of War" y “Agnen - A Journey through the Dark". Black metal noruego de pura cepa, aunque con un toque de épica que no era tan habitual en las bandas de su escena, velocidad, algo de melodía y mucha ira malsana. Whoredom Rife recupera aquella equilibrada mezcla de black metal noventero con un puntito de modernidad muy bienvenida que los hace sonar contemporáneos y totalmente asimilables a alguna de las bandas que más pegan en estos momentos. Es decir, tradición y modernidad a un tiempo, algo que no siempre resulta tan fácil de equilibrar y todo sin romper en ningún momento su total compromiso con el black metal noruego. Quizás en su último y fantástico "Den vrede makt” (“el poder iracundo") los podamos escuchar coquetar con sonidos algo más atmosféricos, pero seguro que no es nada como para preocuparse. De lo mejor que ha salido de Noruega en estos últimos años.
- Manii (Trondheim, 2011)
De Manii, Manes “años 90”, para que nos entendamos, os hablé hace bien poco. En 2011, Manes se tomaron un descanso indefinido, que al final sólo duro un par de años, aprovechado por Tor-Helge Skei para reconectar con su antiguo colega Håvard Jenssen (aka Sargatanas), desaparecido desde 1999, y revivir su pasión juvenil por el black metal. “Kollaps" (2013 Avantgarde Music) en buena medida continuaba donde lo habían dejado 14 años atrás. De nuevo en formato dúo, acompañados por su inefable batería programada, Cernnunus se encargaba de todos los instrumentos y composición y Sargatanas de la voces. “Kollaps" recuperaba sensaciones de antaño, con aquel agonizante black metal que había sentado un pilar fundamental para las bandas depresivas que eclosionarían a principios de los 2000. Después llegaría un EP en 2015, “Skuggeheim" (“morada sombría"), primero con la participación de Bornyhake de Enoid a la batería, un segundo LP, “Sinnets irrganger" (“los vagabundeos de la mente"), y, finalmente, el mastodóntico “Innerst i mørket” del que os hablaba no hace mucho, con la colaboración de V. Einride de Whoredom Rife tras los parches. Ya me gustaba esta banda con la condenada maquinita (me refiero a Manes), pero reconozco que mejora, y mucho, con un batería de carne y hueso tocando esas canciones... esto de las programaciones es algo que me ha dado siempre bastante repelús y son pocos los casos en los que consigo olvidarme del asunto. De todo lo que han editado, encuentro este último “Innerst i mørket” como lo más destacado, con diferencia. Un estupendo trabajo de black metal noruego con tendencias depresivas que me deja ciertamente expectante ante lo que pueda caer en el futuro. Creo que son otra “nueva" banda a tener en cuenta, aunque veteranos en el fondo, en este caso.
- Vemod (Namsos, 2000)
Empezamos con las aventuras de Eskil Blix, un personaje que se ha convertido en el nuevo gurú del black metal noruego. Algunos ya lo conoceréis por su labor a las voces en Djevel bajo el sobrenombre de Kvitrim e incluso habréis oído hablar de Mare, a los que menciono más abajo, pero dudo que conozcáis su faceta más hipster. Allá por el 2000 nacen estos Vemod a los que se incorpora tres años después y en los que da rienda suelta a sus inquietudes más melódicas con un black metal atmosférico que conecta con la tradición noventera de Ulver e In the Woods... y se sitúa, sorprendentemente, en la órbita de lo que gente como Agalloch, Wolves in the Throne Room o Panopticon han estado haciendo durante las últimas dos décadas. En su momento, “Venter på stormene" (“esperando las tormentas") me pareció un soberano coñazo y no llegaron a engancharme, pero su más reciente “The Deepening" me ha conquistado definitivamente. Aqui Eskil, junto al fundador y cerebro pensante J.E. Åsli y a E. Kalstad, despliega un lado mucho más emocional al que no le faltan sus pasajes ambientales y sus arreglitos post-rock. Todo acompañado por un diseño muy elegante y una instrumentación esmerada. Si me pusiera un poco tocapelotas, diría que la producción es ligeramente mejorable y que a esa batería que toca el propio Eskil le falta pegada (el debut sonaba como el culo), pero hace tiempo que no me encuentro con un álbum de black atmosférico que me haya emocionado como este... diría que desde que escuché el “Ofte jeg drømmet mig død" de los daneses Afsky hace ahora casi cinco años. No vengáis en busca del lado oscuro y místico de Eskil, la apuesta aquí va en otra dirección y también sale muy bien parado de la empresa. Obviamente, estamos ante un tipo con un talento superior a la media.
- Dold Vorde Ends Navn (Oslo, 2019)
Como en el caso de Manii, Dold Vorde Ens Navn, o DVEN, nos trae de vuelta a varios soldados de la vieja guardia reencontrándose con su pasado blackmetalero. Aquí tenemos a Vicotnik (Yusaf Parvez) y a Haavard (también conocido como Lemarchand), dos tipos que han sacudido sus huesos en bandas como Ulver, Satyricon, Dødheimsgard, Code o Ved Buens Ende y que están detrás de obras tan capitales como “Bergtatt", “Nattens Madrigal", “Written in Waters", “Kronet til konge" o “Monumental Possession"... poca cosa. A su lado, Cerberus y Myrvoll, que también han prestado sus servicios a Dødheimsgard en algún momento de su carrera. Como cabría esperar por los antecedentes referidos, Dold Vorde Ens Navn, que viene significando algo así como “nuestro nombre está oculto", no van a ser una banda de black metal noruego al uso. Que igual se les daba por volver a las raíces del asunto como a Anders Nyström y Jonas Renkse con Bloodbath, más incluso de lo que habían hecho en sus tiempos mozos, pero no va a ser ese el caso. El punto de partida, sí, será un black metal noruego relativamente tradicional. Con cierta melodía, bastante atmósfera y cantado en su propio idioma, pero la personalidad de Vikotnik y Haavard pronto se abre paso en forma de atrevidas desviaciones de la fórmula... su discográfica, la vanguardista Lupus Lounge, también resulta un detalle clarificador. Black metal noruego que se atreve con instrumentos menos convencionales como un piano, un violín, una viola o un cello. Estribillos hasta pegadizos (pocas veces se encuentra uno canturreando una canción de black metal de forma inconsciente como yo ahora esa inicial “Jeg vil ha det mørkere"), arreglos progresivos y muchos detalles melancólicos. Black metal noruego, pero con ese giro particular que pudimos escuchar a mediados de los 90 en manos de estos mismos en Ved Buens Ende o Ulver e incluso en banda afines como Fleurety o Arcturus... Avantgarde black metal, como nos gustaba llamarlo. Su único álbum, “Mørkere" (“más oscuro") no va a colmar a las expectativas de los fundamentalistas, pero sí debería gustar a aquellos blackers un poco abiertos de miras. A mí, al menos, me han dejado bastante satisfecho y pendiente de posibles nuevos trabajos que saldrán ya sin la creativa participación de Vikotnik a las voces, que acaba de dejar la banda hace apenas un par de semanas. Mis votos para posibles sustitutos están claros, la cosa debería quedar entre Aldrahn y Garm, si es que alguno se presta.
- Mare (Trondheim, 2003)
No tanto una banda de black metal noruego como una banda noruega de black metal, que parece lo mismo, pero no lo es, Mare son la quintaesencia de lo que se ha llamado últimamente Nidrosian black metal. Nacidos en torno a la catedral de Nidaros, aquella que aparece en la portada del “De Mysteriis Dom. Sathanas", la reverencia hacia la obra magna de Mayhem es flagrante. Eskil Blix, aquí bajo el apelativo de HBM Azazil, despliega un más que respetuoso tributo hacia el ahora canónico trabajo de Attila Csihar que tantísimo nos costó digerir a algunos entonces y que hoy no podríamos imaginar de otra manera. Junto a Eskil, varios de los actuales líderes de la escena noruega: Luctus de Celestial Bloodshed, Behexen, Darvaza y Fides Inversa; Oyvind Sundli de Beyond Man, Aptorian Demon y One Tail, One Head; y Nosophoros de Ritual Death, Saligia y guitarrista de directo de Djevel y Whoredom Rife... Todo esto, entre las múltiples bandas en las que cruzan sus caminos y que no me apetece citar para no hacerme cansino. “Ebony Tower" es su único álbum, editado en 2018. Dos EP's y varias demos con anterioridad y prácticamente nada desde entonces, más que una misteriosa cinta hará cosa de un par de años... No podemos decir que sea la banda más prolífica del universo, pero realmente consiguen crear una atmósfera mágica en sus composiciones. Black metal hipnótico, místico, ritual... de ese que se ha puesto de moda entre las hordas de encapuchados en los últimos años, pero que ya eran capaces de hacer Mayhem en los 90. Sinceramente, “Spheres Like Death" y, muy especialmente, ese “Ebony Tower", me parecen dos imprescindibles para averiguar que se cuece en Noruega desde hace unos 15 años.
- Syning (Trondheim, 2021)
Parece mentira que, después de más de una década yendo de modernito por la vida, el amigo Tor-Helge Skei se haya reencontrado con tantas ganas con sus raíces blackmetaleras. No contento con resucitar el viejo espíritu de Manes a través de Manii, se ha montado esta otra historia en la que también cuenta con la colaboración del infaltable V. Einride y de E. Runstad de Askeregn y Knokkelklang. Y no queda ahí la cosa, sino que también ha montado otra aventura llamada Høstsol con Niklas de Shining y un par de miembros de los finlandeses Ajattara, que tampoco está nada mal. Por lo que respecta a este, de momento, primer y único esfuerzo homónimo de Syning, lo que podríamos esperar viniendo de Cernunnus, hasta el punto de que tampoco pasaría nada si hubiera salido con el nombre de Manii... sin Sargatanas a las voces. Black metal ultra denso, con muchos guiños a eso que conocemos como black depresivo, pero sin dejar de arrancar con furia cuando es menester, cosa que me agrada. Me han traído ocasionalmente a la memoria a los antiguos Xasthur de sus primeros años, aunque más variados y blackmetaleros y no tan opresivos. Podríamos decir que su música respira un poquito más que la que salía de la perturbada mente de Malefic hace 20 años. Tres canciones, dos en realidad, más una larga outro ambiental, que, como digo, podrían haber salido tranquilamente bajo el nombre de Manii, pero que reflejan una nueva colaboración de estos noruegos con inquietudes. Por lo menos, tan recomendable como lo pueden ser los Manes de los 90 y recientemente Manii.
- Nattverd (Bergen, 2010)
Otrora cuna de Burzum, Immortal, Enslaved, Gorgoroth, Hades, Helheim, Thy Grief o Taake, nada parece salir revistiendo gran interés de Bergen desde hace años. Estos tipos me parecieron durante largo tiempo una banda de medio pelo de esas que viven al calor, o frío, de otras mejores (unos Ragnarok o Gehenna de nuestro tiempo, para que me entendáis) hasta que editaron el cojonudo “I helvetes forakt" (“en el desprecio del infierno") hará cosa de un par de años. Y eso que se trataba ya de su cuarto LP, pero tengo la impresión de que no fue hasta ese momento cuado de verdad consiguieron echarle un buen par de huevos y se descolgaron con un álbum de black metal noruego como Satán manda. En apariencia se trata de una historia bastante convencional, muy nostálgica de Immortal o Gorgoroth, nada nuevo bajo el sol, pero irresistible cuando se efectúa con este grado de convencimiento. Sin embargo, a ratos, noto un ligero giro épico que los conecta con las recientes tendencias atmosféricas y les aporta un aire de modernidad que los hace sonar algo menos derivativos. No se trata de nada rematadamente original, pero al menos consiguen dar su particular visión del auténtico black metal noruego sin caer en el plagio más banal. La combinación, ciertamente, funciona. Para cumplir con su ciclo bianual, ya han anunciado nuevo álbum para este 2025 bajo el título de “Tidloes naadesloes". Por lo que se puede escuchar en los dos adelantos que han publicado, siguen en la buena senda.
- Enevelde (Trondheim, 2020)
Enevelde (“autocracia") es la criatura de Brage Krabøl, vocalista de Misotheist. Metalero de estirpe, Brage es hijo y sobrino respectivamente de los hermanos Terje (Anarchy Divine, Minas Tirith, Bethzaida, Faustcoven, Sarke...) y Stian Krabøl (Tulus, Khold, Minas Tirith, Funeral...) con los que también comparte banda nombrada a partir de su apellido... todo muy familiar y entrañable, oye. ¡Qué bonito ver a varias generaciones de los Krabøl metaleando juntos ya que hasta el abuelo se hace un cameo con una trompeta al lado de sus herederos! De todas sus aventuras, la que más me ha convencido de todas es esta en solitario de Enevelde que es la que parece guardar mayor deuda con la tradición Noruega. Ya sé que la gente lo flota con Misotheist, pero yo no acabo de cogerle el punto a su black disonante a lo Deathspell Omega. Dos han sido los álbumes que ha editado por su cuenta con la inevitable Terratur Possessions, más una cinta que no sé muy bien qué consideración tiene, de un black metal noruego de fundamentos, con leves desviaciones ortodoxas, atmosféricas y disonantes, pero lo suficientemente purista como para no levantar mis sospechas. De los dos, más recomendable el segundo “En gildere død" (“una muerte más justa") que también se cuenta entre lo más interesante salido de Noruega en los últimos tiempos. Si algún inconveniente le puedo poner a estos Enevelde no sería más que la voz de un Brage Krabøl que se me hace excesivamente profunda para lo que suelo asociar yo con el black metal, aunque supongo que no deja de darle un aire singular que lo hace sonar en consonancia con las tendencias de la actualidad. Se avecina nuevo álbum para el mes de abril otra vez con Terratur Possessions/Ván Records. Independientemente de todo, se trata de dos álbumes más que recomendables de buen black metal noruego.
- The Deathtrip (internacional, 2007)
Con estos The Deathtrip soy consciente que estoy haciendo trampa, pero a pocas bandas he escuchado en los últimos años recuperar así de bien la esencia del viejo black noruego, ni siquiera viniendo desde la misma Noruega. La cuestión es que la idea original para The Deathtrip parte de un inglés, Paul Groundwell (ex-Thine y mánager general de Peaceville Records), quien se pone en contacto en 2007 con sus históricos colegas Aldrahn (Dødheimsgard, Zyklon-B, Thorns) y Snorre Ruch (Thorns, Mayhem) para reavivar la marchita llama del black metal noruego. Un par de demos y silencio hasta que en 2014 editan por fin su álbum de debut. Paul (aka Host) golpea las seis cuerdas, Aldrahn vocifera, Snorre ayuda con unas teclas y las mezclas, Dan Mullins de My Dying Bride aporrea los parches y un colega de Snorre, John Wesseltoft, las cuatro cuerdas. Tres noruegos y dos británicos para un álbum, “Deep Drone Master”, que recogía el testigo donde el propio Aldrahn lo había dejado con Dødheimsgard en 1997 antes de su debacle musical post-98. Black metal feo, mugriento, con olor a ataúd apolillado y a tierra húmeda, como solamente Fenriz, Nocturno Culto y el propio Aldrahn eran capaces de perpetrar a mediados de los 90. Como con toda formación transnacional, su situación es de todo menos estable y habría que esperar hasta 2019 para poder escuchar un sucesor. “Demon Solar Totem" expandía el concepto musical del debut gracias a las aportaciones de su nuevo vocalista, Matt McNerney, Kvhost para los colegas, al que conocemos de Code, Grave Pleasures o Hexvessel y que ya había ocupado el lugar de Aldrahn en Dødheimsgard para el experimental “Supervillain Outcast" de 2007. Con esto y con la desaparición de Ruch y Wesseltoft, The Deathtrip parecían perder una vinculación con Noruega que se mantiene en parte con el concurso de Thomas Eriksen, de los emergentes Mork, al bajo. Algo más diverso y melódico, se trata otro fantástico tributo al vetusto black metal noruego hecho con gusto y respeto a la tradición, pero sin renunciar a cierta aspiracion creativa. Nada hemos sabido de ellos desde entonces, hasta el punto de que resulta difícil precisar si la banda sigue en activo. Esperemos que no hayan dicho su última palabra.
Los más informados habréis echado de menos a bandas como Celestial Bloodshed, Nordjevel, Misotheist, Dødsfall, Mork, Djevelkult, Askeregn, NettleCarrier, Slagmaur, Dødsengel, Koldbrann, Nidingr, Svarttjern... Yo que sé, hay mogollón. Ha seguido saliendo black metal de calidad desde Noruega durante este primer cuarto de siglo, pero, por una u otra razón, no han terminado de engancharme como estos 10 que os nombro en la lista, hasta el punto de que últimamente empiezo incluso pensar en una suerte de resurgir del black metal noruego. No volveremos a vivir un esplendor como el de los años 90 porque ahora ya hemos visto de todo y estamos curados de espanto, pero sin duda esta nueva generación de bandas del Norte nos va a hacer pasar un buen rato. Cualquier día, igual me animo también con sus vecinos suecos, depende de cuanto dure el invierno por aquí, jajaja.
Bueno, hay varias sorpresas. Aparte de Dold Vorde Ends Navn, no me esperaba que se colase Vemod, pensaba que te pasaban bajo la mesa, de noche y a puntillas. Así que muy bien ahí, ese The deepening es tremendo. Nattverd se me caen después del Valdrig. Creo que parte de responsabilidad tiene el Doedsamiral en vocales que a cada disco lo tolero menos. Brillaba mucho un proyectos como Enepsigos, donde él mismo se componía una barbaridad de fondo y tiraba para adelante. Pero tanto acá como en Nordjevel ya me hace arquear ceja. Pero nadie les quita lo bailado.
ResponderEliminarMe alegro que no se metiese a Mork. Qué proyecto sobrevalorado que todos veneran y me parece un Black muy arquetipico donde lo que más destaca es la personalidad del señor Thomas Eriksen, quién siempre se presenta muy simpático a la escuela Fenriz. Por otro lado, también se le rinde homenaje a Wraath, quien es uno de los líderes de todo este asunto. Pero a mí no me termina de volver loco ninguna de sus bandas. Me gusta cuando acompaña (Behexen, Mare...) pero cuando encabeza (Fides Inversa, Ritual Death, Beyond Man...) no me termina de enamorar.
En fin, linda generación de músicos noruegos que supieron mezclar el pasado con cositas modernas, arropados por la ola de oscuridad volcánica que vino de Islandia desde el 2012 y por Terratur possesions y su vasallo Van Records que supo unificar casi todo.
Yo hubiera puesto a Dodsengel. A veces se me olvida meterlos, porque tematicamente andan en la suya. Pedazo banda.
Pues mira tú que con Nattverd me pasa exactamente a la inversa. A mí no es hasta I helvetes forakt que me llaman la atención. He probado en alguna ocasión, particularmente, con ese Vandring, pero me parecen una banda bastante del montón. Yo no tengo particularmente ubicado al tal Doedsadmiral, pero sí te diré que Nordjevel no se encuentran para nada entre mis intereses. En cambio, sí he disfrutado mucho de I helvetes forakt y el más reciente Tidloes Nadesloes.
EliminarMork tampoco me han convencido. El tal Thomas Eriksen parece ser el nuevo gurú del black metal noruego, pero ni Katedralen ni últimamente Syv me han parecido nada con lo que pararse. Banda tremendamente sobrevalorada, en mi opinión. Quizás es que me recuerdan demasiado al sonido Moonfog de los primeros 2000's y es una historia que siempre he aborrecido.
Dødsengel no me terminan de conquistar tampoco. Reconozco calidad en la proupuesta, pero no es el tipo de black metal que me llena. Me pasa algo similar con Misotheist. Con Vemod, en cambio, sí. Venter på stormene me aburre soberanamente, pero The Deepening creo que es realmente bueno. Con razón es de los álbumes que me he llegado a comprar en esta ultima racha...
Buena compra. El amigo Blix está en una etapa de su vida en la que se graba tirandose pedos y le sale un discazo.
EliminarJunto a Vemod, recientemente han caído otros como The Deathtrip, Cantique Lépreux, Murg, Nattverd, Afsky... Tengo más material en el punto de mira, pero no estoy muy dispuesto a pagar los precios que piden algunos sellos por su material, sobre todo, teniendo en cuenta que tengo predilección por el vinilo...
EliminarVeo que ésta es una de esas reseñas en las que me veo con alguna dificultad para escribir un comentario coherente. Resulta que en esto del Black Metal llevo más años que los propios Mayhem pero los últimos discos que realmente me emocionaran de verdad se romentan a aquellos primeros Taake, Behexen, Horna, Shining o Craft. Más tarde sí que hay alguna cosa como Spectral Wound que también me han hecho disfrutar lo suyo.
ResponderEliminarEl caso es que puede que no llegue a un par de años atrás que empiezo a descubrir bandas de Depressive Black Metal y ahí se abre otro mundo. Al poco veo un artículo hablando del Nidrosian Black Metal, al cual le sigue el Cascadian Black Metal y cualquier etiqueta que se os ocurra seguida de "black metal". Entiendo que en el Depressive la música triste y sobre todo las voces lo hacen más distinguible, pero en el caso del Nidrosian, Cascadian, Vampyric, NSBM y demás etiquetas no logro distinguirlos musicalmente hablando, lo que me lleva inevitablemente a ubicarlos por su aspecto letrístico.
En fin, que en material más novedoso estoy bastante en pañales todavía. Desde hace bastante poco me enganché a Djevel con "Tanker..." , aunque últimamente "Blant Svarte Graner" es el que más me está gustando.
De éstos que nos traes a parte de Djevel sí había escuchado también muy reciente a Whoredom Rife, Mare y Manii/Manes. Qué putas joyas. Otros que había escuchado y que mencionas al final son Mork, Nordjevel y Celestial Bloodshed y aunque no me desagradan del todo, tampoco me han dicho gran cosa.
Quiero remarcar que de la lista principal me han gustado todos.
Vemod, similares al rollo Agalloch o Wolves In The Throne Room (cascadian a tope jojojo) y sus movidas de la naturaleza.
Dold Vorde Ends Navn, como los más extraños pero con ese toque Arcturus, Ved Buens Ende también me han gustado.
Syning, Nattverd, Enevelde: Lo poco que me he llevado a los oídos ya merece muchas más escuchas. Por si fuera poco lo que ya tengo pendiente, ahora tengo más trabajo que se va acumulando, pero bueno, ya iré dejando algunas impresiones más poco a poco.
Lo dicho, impresionante material y un trabajo increíble el que te has marcado aquí Witch. Si vas a hacer un ranking de las secciones que más molan yo apuntaré ésta. Seguro.
Tú yo yo somos más o menos de la misma quinta y me temo que hemos seguido una evolución bastante similar (si no recuerdo mal, me llevas algún añito) y yo también te diría que la última época en la que me emocioné realmente con novedades de black metal fue hace un par de décadas. Quizás las últimas irrupciones que recuerdo con cierta intensidad fueron las de Wolves in the Throne Room, Lantlôs, Austere y Woods of Desolation hace 15+ años... Lo que ocurre es que, cada cierto tiempo, tengo una racha de un par de meses en los que reconecto con el black y me quedo con alguna cosilla que me gusta de forma particular. En 2015, por ejemplo, me enganché mucho al Exercises in Futility de Mgła y al Autumn Eternal de Panopticon, poco después al Home de Numenoran y hará 4 años les tocó a Djevel, Afsky, Spectral Wound, Cantique Lépreux o Sunken. En este último invierno han sido otros como Vemod, Whoredom Rife, Nattverd, Manii o The Deathtrip los que se han sumado a la lista. No necesariamente tienen que ser novedades, sino que muchas veces recupero cosas que ya me había descargado o me habían quedado por ahí apuntadas. Aunque ya no siento el mismo entusiasmo que hace 20 años, considero que se sigue produciendo muy buen black metal. Esto también es demostración de que siempre he sentido cierta debilidad por este estilo ya que no suelo tener estos periodos de reconexión tan intensa con el death, el thrash o el doom y, en esos casos, siempre recurro a clásicos, casi nunca me paro con las novedades.
EliminarBueno, pues este post es para mí "solo" para aprender. Alguno me suena, pero no he escuchado discos de casi ninguno (excepto Djevel, que los descubrí en otro anterior), así es que les iré echando una oída a las recomendaciones a ver si alguno me gusta.
ResponderEliminarGracias por estos post donde se descubren siempre alguna cosita interesante.
He intentado cubrir un poco los diferentes espectros que me interesan dentro del black metal noruego en la actualidad. Hay desde bandas más vanguardistas como Dold Vorde Ens Navn a otras muy tradicionales como Nattverd, pasando por historias depresivas como Manii y Syning o atmosféricas como Vemod. Digamos que son mis tendencias favoritas dentro del black reflejadas en la escena noruega.
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