2. Black Sheep (4:37)
3. Rock & Roll (4:54)
5. Kiss & Say Goodbye (Live) (5:44)
6. Fly Paper (Live)(13:55)
8. Wardance (Live) (5:45)
Ray Gillen no tuvo suerte, con su buena
presencia y el potencial que tenía en las cuerdas vocales sorprende que el
mejor momento de su carrera fuera Badlands
banda que se desinfló con bastante avidez. Su gran oportunidad llegó años antes
de la mano de Tony Iommi que lo reclutó
para unos particulares Black Sabbath
cuando Glenn Hughes perdió la voz (fruto
del colocón) y tuvo que dejar la gira del “Seventh Star”. Pero no cuajó su
relación con Iommi y después de comenzar las grabaciones del “Eternal Idol” se
largó o le largaron (no está muy claro) y fue sustituido por Tony Martin.
Su trágico final a consecuencia del SIDA siendo tan joven le
dio rápidamente el estatus de icono del género a pesar de su corta carrera discográfica
y por otro lado carente de grandes momentos por no haber encontrado grandes
socios o cuando los encontró no le duraron en exceso. Sea como fuere hay que
reconocer que era un cantante de primera, con mucha clase y amplio registro.
Quedarán para el recuerdo los discos de Badlands (sobretodo el primogénito), la colaboración en el proyecto
Phenomena y la grabación del “Eternal
Idol” aunque no acabase siendo la oficial. Por el camino y sin completarse los
proyectos de Blue Murder con John Sykes, Cockfight con Randy Castillo
o Sun Red Sun de Bobby Rondinelli se vió truncado por su
enfermedad. Con el mismo Rondinelli lo intentó en 1985 con “Wardance”, trabajo
en el que me centro. “Wardance” no salió a la luz hasta 1996 después de la
muerte de Ray. Significativo que en aquella época no se consideró que la banda
tuviera la suficiente calidad para salir a competir con tanto tigre. O tal vez
no estar muy en la onda de lo que se llevaba entonces.
Lo cierto es que “Wardance” es un intento de hard heavy con
tintes AOR para gustar al respetable americano. Recordar que Van Halen la lio justo un poquito antes
con su álbum “1984”, su éxito "Jump" y el uso de sintetizadores. Los
hermanos Van Halen inspiraron a los hermanos Rondinelli, Bobby a los
parches dirigiendo el cotarro y Teddy
a las seis cuerdas teniendo mucho protagonismo. Pretendieron dar un aire de modernidad
a su auténtico estilo de hard rock de pura cepa, el que se desmelenó en los 70.
Gran parte de esas intenciones y contradicciones se ven en el
primer corte “War Dance” con un riff persistente y algunos punteos adornando del
hermano Teddy, los apoyos algo tímidos de los teclados y el sintetizador de Corey Davidson dando toques de
“modernidad” para lo que se llevaba en los 80. La base rítmica es muy sólida
con Bobby Rondinelli y James LoMenzo (que luego estuvo en White Lion y llegó a estar en Megadeth),
van a piñón fijo sin grandes estridencias, muy en su sitio. Pero el auténtico
protagonista esta al micro, Ray Gillen,
sonando potente y melódico. Una voz ideal para el estilo, imposible que pase
desapercibido.
El segundo corte, “Black Sheep”, es más clásico y se nota que
todos están algo más cómodos. Se aprecia el paso de Bobby por Rainbow en “Difficult to Cure” y
“Straight Between the Eyes”, dejando mucho de lo aprendido junto al maestro Blackmore en la composición del tema,
el corte está bien cerrado, bien interpretado, con buenos solos a las teclas y
a las seis cuerdas. Se nota que Iommi escogió muy buena voz para sus Black
Sabbath. Un derroche de facultades al micro del neoyorquino. Un cruce entre Dio y Joe Lynn Turner.
Con “Rock & Roll” bajamos la revoluciones y la canción se
desarrolla tirando por el medio tiempo sentimentaloide, bien llevado con un
juego a dos voces, no especificando quién o quiénes son los que aportan al
micro además de Ray. Tema donde la melodía vocal está por encima de la potencia
y de la velocidad.
Con un marcado estilo a los Rainbow de la época Joe Lynn
Turner o a los Whitesnake de
mediados de los 80, “The One That Got Away”, es otro corte para el lucimiento y
demostración de grandes facultades de Ray Gillen. Canción con melodías para
encandilar, coros gancheros y un poso a blues rock maquillado con los teclados.
Un buen tema.
La parte en estudio de disco acaba aquí y ahora llegan otros
cuatro temas en directo con un sonido no del todo bueno. La sensación es que este
directo no estaba destinado a ser recogido en un disco sino más bien era un
paso previo a la elaboración del disco en estudio.
El primer corte de este directo es “Kiss & Say Goodbye”
tema que va en la misma onda de “War Dance” tratando de entrar en el hard
melódico y comercial del ecuador de los 80. Y que tiene la intención de
encandilar pero se queda en el esfuerzo no llegando a buen puerto. Como el
resto de temas de esta parte en vivo, hay una tendencia a alargarlos con improvisación
instrumental sobre todo en las guitarras. Muy al estilo de las grandes bandas
de hard rock de los setenta.
“Fly Paper” es un tema cantado por Teddy Rondinelli
combinando la voz con las seis cuerdas, con mucho sentimiento y a veces un poco
atropellado en la labor vocal. Tema con muchos cambios de estado y de ritmo,
extensa parte solista a las seis cuerdas, que recordará a Led Zeppelin o a los maestros Gary
Moore y Hendrix. Se busca la
intensidad en el directo, en ese concepto de vaciarse que los grandes padres
del Hard Rock hacían. El tema es una ruleta rusa con cosas buenas y otras más
discretas que se marcha hasta casi los 14 minutos.
Afortunadamente Ray Gillen regresa a comandar las voces en
“We Can’t Lose”, demostrando que el gran atractivo de este plástico es oírle desplegar
su arte respaldado por una buena banda aunque a los temas les falten
inspiración y algo de chispa.
El disco se despide con la versión en directo de “War Dance”
más intensa y extensa que la de estudio, mejorándola y demostrando que
Rondinelli eran un buen combo que podían haber tenido una oportunidad.
"Wardance" es una recopilación de los temas de estudio y en directo de la banda de Bobby Rondinelli. Recordemos que Bobby ha tocado en un montón de legendarias bandas de hard rock (Rainbow, Blue Öyster Cult, Axel Rudi Pell, Black Sabbath, Riot, Doro, Quiet Riot...) pero su banda no generó expectativas en 1985. Ese año había un nivel de órdago en el hard y en el heavy, además su estilo añejo no cayó muy bien en la discográfica. Con la muerte de Ray Gillen en 1993 despertó el interés por sus grabaciones y salió a la luz este disquito a falta de pulir que con un productor avispado podría tener un mayor nivel y una demostración del gran potencial del frontman de New York que desgraciadamente se fue muy pronto. Un auténtico gustazo escucharle.
Ay, pobre Ray Gillen... ¿Cómo se explica que un tipo con esas facultades y activo desde 1985 a 1993 no grabara más que un par de álbumes en condiciones e hiciera unos cuantos cameos? Y eso que estuvo a punto varias veces. Lo suyo es gafe, tío. Con Rondinelli graban este ep y no llega a salir. Graba el Eternal Idol, lo echan y borran sus pistas. Entra en Blue Murder y no llega ni a grabar el debut y, finalmente, arranca Sun Red Sun y enferma durante la grabación... Claro que la suya fue una muerte prematura y desgraciada, pero su suerte ya estaba echada a nivel profesional. Los años en los que le tocaba dar el callo y labrarse una reputación ya quedaban atrás cuando montó lo de Sun Red Sun y aquella banda ya no iba a hacer mucho por su carrera Su oportunidad ya había pasado, si somos sinceros. ¿Cuál era en realidad su problema? ¿Por qué no aguantaba en ningún lado más que unos meses? ¿Qué haría sido del debut de Blue Murder con su voz? Yo al final, me llevo la idea de que debía ser un tipo un poco conflictivo porque no es normal que no aguantara en ningún lado... Este Wardance, no está mal, pero no pasa de anecdótico. A veces me recuerda a unos Burning Starr menos power y más hard, pero música de tercera al final. Creo que ahí falta un compositor de entidad, por mucho que haya tres músicos de renombre. Falta una mente creadora y no es Teddy Rondinelli. Curiosa curiosidad para recordar a Ray, pero no hay mucho de interés más allá.
ResponderEliminarRay Gillen fue un cantante portentoso, pero no logró cuajar en ningún grupo lo suficiente para dejar huella. Lo más cerca Badlands, pero después de tres discos, desaparecieron (también por su enfermedad y demás). Me recuerda a un caso actual, el de Michele Luppi, otro portento que, con el tiempo y dejando discos sueltos con mucha gente, ha quedado de teclista y coros de apoyo en Whitesnake... si vuelven a salir de gira, claro.
ResponderEliminarEl disco, pues una amalgama de cosas de los 80 donde lo más destacable es la voz de Gillen.
Bueno, dos discos, si somos sinceros. Dusk, al final, no son más que las demos grabadas en 1992-93 para mandar al sello y que les pagaran el estudio. Según cuenta Jeff Martin, fueron grabadas en una horas, en una sola toma y Ray no tenía más que la mitad de las letras escritas... siempre se dijo que tenía problemas para encajar letras con las melodías vocales. A Atlantic no le gustaron los temas y los echó del sello. Lo siguiente que sé es que Jake expulsó a Ray y lo intentó sustituir por John West, que después acabaría en Artension y Royal Hunt, pero el álbum nunca se llegó a terminar y sólo quedaron esas demos. Casi lo podríamos añadir más a la lista de fracasos de Ray que a la de logros. Lo dicho, es increíble que con esa voz este tío no consiguiera más que acabar dos álbumes en toda su carrera.
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