jueves, 5 de diciembre de 2024

Railway - Railway II (1985 Roadrunner Records)


1. Lick It, Stick It (03:15)
2. Go Down (03:19)
3. D.O.A. (03:31)
4. Lady Life (03:01)
5. Dreamin' (03:15)
6. Fight with the Killer (02:28)
7. All Night Long (02:50)
8. Dying in the Dust (03:43)
9. I Wanna Run (03:43)
10. I'm a looser (05:01)
11. Stronger than Rock (03:32)

A veces me imagino que mi vida es como un tren, ese en el que algún día cogeré el último en alguna estación y una vez dentro haré mi último viaje. Cuando mire por la ventana, viendo como pasan fotografías de mi vida, igual me tope con estos alemanes llamados Railway. Me estoy imaginando ir montado en la locomotora del Orgasmatron de los Motörhead. Molaría, pero tampoco pido tanto, con alguna pilotada por algún pirado de estos, me vale. Eso sí, que le salgan un par de cuernos bien gordotes y grandes, como los que llevaba Angus Young de AC/DC, y tías, muchas tías, bien cachondas y buenorras. Si voy a hacer mi último viaje, quiero hacerlo bien.

La cosa parece que va a ir de trenes, ferrocarriles, locomotoras y raíles... todo muy ferroviario, algo de lo que saben mucho los alemanes, tanto es así, que esto tipos descubrirían sus instrumentos en un local de ensayo debajo de una estación de trenes. Para que veáis que lo del nombre de la banda no es casual. Su vinculación con los trenes va más allá de una simple coincidencia, aunque antes de entrar en más pormenores deberíamos ir al origen de esta historia, a un 1977 (sólo un año después de Accept) para encontrar el inicio de estos germanos. En algún lugar de la ciudad de Múnich cinco chavales deciden formar estos Railway. Al Muro de Berlín todavía le faltaban unos cuantos años para ser derruido y Alemania estaba partida en dos bloques, el comunista y el federal, estos tuvieron la suerte de caer en el lado occidental, donde las oportunidades eran mayores y conseguir revistas de fulanas, las penthouse, playboy y todas esas, VHS's porno y, sobre todo, elepés americanos de heavy metal era más fácil. Vinilos de los Twisted Sister, el "Under the Blade" y "You can´t Stop Rock n Roll", de los Quiet Riot, Mötley Crüe, Dokken y Accept, mucho de los Accept, que los tenían allí al lado de casa.

La Alemania de aquella era un hervidero, un caldero en ebullición. La presencia de bases americanas traía un importante flujo de material yankee, y con los EEUU implicados, inyectando su cultura capitalista, con un nivel de vida mucho mejor que el que se vivía en el otro bloque, creó un sentimiento de rebeldía. La gente trabajaba y la otra quería hacerlo. Unos se iban encontrando y los otros trataban de encontrarse. Entre todos se buscaban la vida para disfrutar después de largas jornadas de trabajo duro. Querían diversión. Para dársela aquí estaban estos Railway, descargando sus guitarras en garitos de mala muerte, primero en Múnich, para poco a poco ir moviéndose por el resto de Alemania. 

Su oportunidad llegaría en 1983 cuando la disquera holandesa Roadrunner les ofrece firmar un contrato por 5 álbumes. El billete para montarse en el tren que andaban buscando. Su primer disco no tardaría en salir, de título homónimo, llamado a secas como la banda, "Railway", funcionó bastante bien, lo que los llevó a telonear a los británicos de Tokyo Blade por toda Alemania. Un primer trabajo que los mostraba sobradamente competentes, acreditados de sobra para esto, pero demasiado hipotecados por los sonidos de unos Accept que ya les llevaban unos cuantos discos de ventaja, estos iban por su sexta placa, y no os hablo de una cualquiera, el todopoderoso "Metal Heart", que los consolidaba como reyes absolutos en su propuesta después de haber explotado las pelotas de toda Alemania y parte del extranjero con su anterior "Balls to the Wall", así que seguir esas bolas podría ser una trampa mortal que pudiera gripar el corazón de su locomotora. Para los Railway las cosas seguían su curso. Daban los típicos pasos de una banda novel, que empieza y firma un contrato con una discográfica. Unos chicos malos, llenos de ilusión, en busca de su sueño. 

Lo que sí os digo es que hay una leyenda rulando por ahí, que previa la antesala de su segundo disco, que es el que os propongo hoy, este "Railway II", con portada de peli americana de serie B. Les darían una buena paliza (musical) a los Twisted Sister en un bolo celebrado en 1985, en su ciudad natal, teniendo que salir por patas del escenario los de Dee SniderFue tanto el torbellino desatado por esta hazaña, que eso les granjeó una bola extra de fama y popularidad, presentándolos a finales del ecuador de los 80's, como unas serias promesas del metal germano.

Más mito que verdad, lo cierto es que había llegado su hora, era el momento de probar de qué acero estaba hecha su máquina. La prueba del segundo disco que te lanza al estrellato o te condena. La segunda parte del ferrocarril germano, que trataba de recorrer todos los raíles de Alemania y salir ya con fuerza por toda Europa. Los de Roadrunner algo volcados, apostaron inicialmente, publicando el disco en cuatro continentes: Europa, Asia (Japón), Oceanía (Australia) y América (EEUU y Canadá). Hasta incluso llegaría a caer en la antigua URSS para lanzar otro misil contra la NWOBHM y desconectar una silla eléctrica que venía de los States para electrocutarnos a todos. La segunda parte de este heavy/hard directo y potente, con estribillos impacientes y lanzados en bruto, que te golpeaban duro desde el primer segundo del disco. De hecho, la primera vez que lo escuché, pensé que estaba ante el "Inner Self" de los Sepultura, por ese arranque machacón y rítmico de las guitarras en el primer corte del disco. La propuesta venía siendo la misma, hard 'n' heavy de la época, con un sonido a lo Accept/Scorpions, pero con más volumen y cuerpo. Entregado en bruto y sin refinar. Basado en la potencia, con una gran producción del Kalle Trapp, que ya había trabajado con ellos, y que sería otro de los grandes productores del metal germano, que alcanzaría la gloria produciendo a los guardianes ciegos de Blind Guardian.

Los ferroviarios locos de Múnich que presentaban otros 11 vagones disparados en 37 min. "Lick It, Stick It" es poderosa y directa, sin rodeos, como una locomotora infernal lanzada desde el mismísimo averno para tirar de todos ellos. "Go Down" podría ser la antesala de la banda sonora de Terminator 2, y "D.O.A." un tercer vagón de este tren descarriado echando chispas por la fricción de las guitarras. Medios tiempos, bases rítmicas poderosas, bajos protagonistas y ritmos hard rock acedecianos, que ya estaban remachados por las patentes registradas en los "I'm a Rebel", "Breaker" o "Restless and Wild" del señor UDO y compañía. "Lady Life", "Dreamin'" y "Fight with the Killer", no eran más que unas hijas mal nacidas de algún coitus interruptus entre Peter Baltes, Wolf Hoffmann y el torpedo germano haciendo de madame.

Estos Railway no podían ser héroes, sabían que eran unos villanos. Nos lo cantaban en "All Night Long", para acabar mordiendo el polvo con "Dying in the Dust". En realidad eran unos losers, sin solución. Unos perdedores de hoy y siempre. Quizás siempre lo supieron y nunca dijeron nada. Total, para qué. Esta gente no era más que otra plancha que añadir al bueno del acero alemán, pero sin llegar a sobresalir lo suficiente para mejorar lo presente. Es cierto que poseían cierta habilidad y toque comercial como en la de "I Wanna Run" o en la última "Stronger than Rock" que eran dos hits en potencia, pero algo falló en su propuesta. Todo se truncaría cuando descubrieron que los de Roadrunner no les pagaban lo que se merecían y, cansados de seguir tocando sin cobrar, decidieron seguir solos, sin disquera ni mánager, llevando ellos mismos el negocio. Antes sacarían un tercer disco, "Climax" de 1987, donde cambiaron de vocalista y ajustaron un poco más los temas, y en el que hasta contaron con la producción del Dirk Steffens, el productor que hizo sonar los "Breaker" y "Restless and Wild" de los Accept, como último cartucho para poner punto final a su andadura juntos, pero el invento tampoco funcionó.

Estaban a las puertas de 1986 y puedo llegar a entender por qué esta locomotora nunca lo consiguió. Aunque todo es muy relativo. Con conseguirlo, me refiero a pegar el salto internacional y consolidarse como una alternativa seria a unos Accept a los que nunca pudieron alcanzar. Su propuesta era poderosa y de músculo, con pocos engranajes bien engrasados, pero quizás demasiado convencional, y sin esos estribillos memorables que hacían de los creadores de "Fast as a Shark" una banda de nivel superior. Su suerte estaba echada y su final sentenciado.

La puntilla final sería cuando en 1988 uno de sus guitarras cogería el último tren, ese que te lleva (nos lleva) a todos al último barrio, y la banda desde aquella ya nunca más volvería a ser la misma. Seguirían ahí peleando hasta 1995 donde tirarían la toalla con un último disco titulado "Persecution Mania" (no tiene nada que ver con los Sodom).

Esta es otra historia triste en el mundo del rock que, como la vida, no es ajena. Railway vivió su sueño, tuvieron su oportunidad y como tantos otros su tren fue olvidado en algún andén perdido de Múnich. Quizás nunca lo merecieron, ¿o tal vez sí? Vosotros tenéis la última palabra. Hasta la próxima, amigos!

7/10

A la memoria de Hermann Janowitz (Dep).

8 comentarios:

  1. Oye, Lost, pues estaba equivocado con los Railway estos. Te digo que había escuchado el primero y se me hizo demasiado descarado a los Accept. Lógicamente, pase totalmente de ellos. Pero este segundo los veo un poquito más personales. Su base sigue siendo la misma, pero noto mucho sonido AC/DC y también un pelín Twisted Sister, que ya vi que los nombras en la reseña. Tienen algo ahí del hair metal de los ochenta. Si ves algún video de ellos, se nota mucho en las pintas.

    Me han gustado, colega. Banda de músculo como dices, y con una pegada tremenda. También me bajé el tercero y ya suenan más profesionales. Si hasta me zampé el último, que ya que habéis hablado de versiones, hacen una muy conseguida del Bowie y su heroes, que no les quedó nada mal.

    Respondiendo a tú pregunta. Para mí merecieron más. Seguramente faltó más personalidad y definir un poquito más su propuesta. Tenían las ganas y la fuerza, pero igual faltó más talento. Apúntame una copia..jjijijijji...

    Buena reseña, amigo. Nos vemos!

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    1. Cierto que el primero es puro Accept, pero este ya lo veo un poquito más personal. Quizás tienen más base hard rock que los de UDO. Me gustaron por la pegada y potencia que tienen. Temas muy sólidos con producción poderosa del Kalle Trapp que de dio un empaque brutal al disco. De hecho, el inicio parece de una banda thrash.

      Les faltó pulir más la propuesta y hacerse un poco con un sonido más propio. Lo intentaron, pero se ve que nunca fueron capaces de desprenderse de esa etiqueta. En el tercero con cambio de vocalista y todo, suenan ya algo más personales. Temas más redondos, y ya parecen una banda más profesional. Aquí eligieron un productor que tampoco ayudaba a la causa. El Dirk Steffens, que fuera el de los "Breaker" y "Restless and Wild". Se ve que querían sonar Accept, y así fue su trayectoria.

      Yo creo que había calidad, y tenían ese gusto para saber hacer hits comerciales, pero olvidados por los de Roadrunner, pensaron que seguir solos lo podían conseguir, y eso todavía los hundió más en el underground. Sin un mánager que los moviera, quedaron condenados...

      Marchando una de Railway II, oye!!!!

      Gracias, amiguuuuu!!!

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  2. Pues sí, después de escucharlo tres veces, todas y cada una de ellas me he dicho... "ese riff está en tal disco de Accept"; o así los cantaría UDO con Accept... eso sí, con una buena producción y creo, que bastante accesibles, pero eran otros tiempos.
    No había la cantidad de grupos que hay ahora, pero acceder a la música de bandas de segunda o tercera (sin despreciar ni nada, eh?), era complicado. Había poco poder adquisitivo para tanta oferta. Y es que el 85 estuvo bien repleto de grupos superconocidos sacando su mejores discos.

    Un 7; quizás les faltó algo de personalidad. Una cosa es dejarse influenciar, y otra plagiar. Aún así, se disfruta si los tuyo es el heavyrock ochentero.

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    1. Compararlos con los Accept resulta algo inevitable, y quizás, por eso, su condena. El primer disco es muy descarado, pero en este Railway II, creo que se despegan un poco la etiqueta, no mucho, ojo, pero sí da la sensación de que querían volar un poco solos.

      Si aguantas hasta el final del álbum, creo que están las tres mejores piezas del disco. Cosa curiosa, que casi siempre es al revés. Empezar muy bien e ir desfondándote y acabar tocando fondo. "I Wanna Run" y "Stronger than Rock", me parecen las más conseguidas del disco. Las otras, algunas tienen como unos estribillos muy facilones y como si los entregaran muy rápido. Hay como un afán de impactar, de pegar sin esperar un poco a cocinar más los temas. Las canciones están hechas como muy básicas, y con el típico esquema: estrofa/estribillo/estrofa/estribillo.

      Yo creo que tenían mucho potencial, pero si hubieran conseguido hacerse con un sonido más propio. De hecho, fíjate que los de Roadrunner estuvieron ahí empujando con tres discos, pero nada. Tampoco es que de aquella ese sello fuera la hostia, estaba empezando también, pero seguramente algo se olían.

      La banda se quejó de que no les habían pagado ni un duro (cosa típica de la época), y que habían tenido que girar poniendo ellos pasta de su bolsillo. Decidieron seguir solos, y así es muy complicado. Después les murió uno de los guitarras, y ya metidos en los 90´s, la cosa se había jodido de todo.

      No inventan nada, pero se pasa un buen rato con ellos.

      Gracias, JCSG, por pasarte y el comentario. Saludos!

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  3. Un Accept menor?. Tal vez, pero resultón. Aunque como dices, no tienen el refinamiento de sus paisanos, pero hay buena dinámica en las guitarras, un Hard&Heavy que llega. Además de que la producción es poderosa, gran sonido en las guitarras y en la batería,, todo atruena, como nos gusta y para rematar una voz alta, el registro perfecto para el Heavy Metal. Esto en 1985 tenía mucho valor, yo no lo hubiese dejado pasar en esa época, a la bolsa iba. Dándole alcance a lo que hablaban de las cintas, en esos tiempos yo grababa los cassettes de 60 con un grupo por cada lado, así que, escogía media hora de cada disco, con lo que más me había gustado y listo. Este hubiese calzado perfectamente, con sus mejores temas en media hora. A veces alteraba el orden de las canciones y las dejaba como me parecía que debían ir. Buenos tiempos esos. Todavía los tengo y siempre les meto mano, es increíble lo bien que suenan más de 40 años después, ese sonido análogo no lo cambio por nada.
    Gracias Lost, por traer este tren alemán y comparto la nota que les pusiste, como dije un Accept menor pero Acceptable

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    1. Es que es un grupo de impacto, de puñetazo directo. Nada de complicaciones. Volumen al máximo y nada más. Quizás les faltó (aparte de sonar demasiado a Accept) un poco más de personalidad. Atreverse a experimentar un poquito. Desarrollarse más.

      Yo no creo que sean para nada limitados. Es el hard 'n' heavy que les molaba. Mucha base rock and roll y AC/DC. Guitarras poderosas y estribillos a tope. Decía el compañero SoloMetal que igual había algo de hair metal americano. Puede ser, también. Es que estos Railway mamaron mucho del sonido glam USA.

      Para mí es un grupo para disfrutar de pura esencia. Los pinchas, das volumen y ya los tienes. Ya haces conexión. Surge la electricidad. No hay complicaciones.

      Y con lo de las cintas, a mí siempre me gustaba grabar el disco completo tal cual. Cintas de 90, y un elepé por cada cara. Lo que sí hacía, era cuando un disco duraba más de 45 min y tenía que usar la otra cara para meterlo todo, el espacio que sobraba lo utilizaba para meter temas de otros discos del grupo o rarezas. Pero siempre tenía que ir el disco en su orden.

      Estuve tentado de darle más nota. Es cierto que es del 85, y es como muy bien dices, que esto tiene su mérito, pero claro, hay demasiado tufo a Accept. Yo creo que un 7 rotundo no está nada mal.

      Creo que esta vez lo has disfrutado igual que yo. Gracias, RockS. Tú también eres un Railway..jajajajjaj!!!!! Nos vemos en la siguiente!

      Saludos!!!

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  4. No voy a aportar mucho respecto a lo que han dicho otros porque tampoco hay mucho más que añadir. Railway son lo que son, el típico heavy alemán de los 80 que bebe directamente del éxito de Accept, con un puntito de sabor americano a lo Twisted Sister, Quiet Riot, Helix... Profesional, solvente y sólido. Sin grandes alardes. Heavy metal de clase trabajadora hecho con cariño y con oficio. En el debut sonaban a plagio de Accept sin miramientos, aquí se nota que también escuchaban algo lo que pegaba en el momento en EEUU. La influencia de Accept en la Alemania de mediados de los 80 es acojonante. Supongo que con su estilo, efectivo y aparentemente sencillo, marcaron un camino irresistible que hizo a muchos pensar que podían ser como ellos, pero ninguno lo conseguiría. Accept son mucho Accept. La lista es considerable: Tyrant, Trance/Transmission, Noisehunter, Breaker, Bullet, Brainfever, Danton, S.A.D.O., Black Fate, Faithful Breath, T.N.T., Samain, No Trouble, Restless, High Tension, MP... todos hacían gala de una inconfesable reverencia a Accept. Railway es otro buen nombre para añadir a la lista. Ni mucho más, ni mucho menos. Están bien, pero están donde están, entre la clase obrera.

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    1. Si escuchas a estos Railway y después te pones los Accept, se ve el toque de calidad que les faltaba. Accept llevaba la iniciativa y marcaba el ritmo. Y lo hacía con composiciones más redondas y con unos estribillos mejor hechos y metidos. Con Railway da la sensación de que las canciones están más apuradas, como más impacientes. Está claro que no tenían el toque maestro. Con todo, creo que lo pelearon muy digno. Gran sonido y producción muy buena para la época. De hecho, estuve escuchando discos de ese año, y algunos dan pena como suenan. Estos ofrecían un producto más limitado pero con una pegada brutal. Yo creo que basaron todas sus bazas en el impacto, patada directa a los cojones. Para tumbarte en el primer asalto. También dicen que cuando no tienes talento lo basas todo en la fuerza. Puede ser, pero esta gente tenía sus limitaciones, lo sabían y no lo ocultaban.

      Ya decía que nunca fueron capaces de quitarse la mochila Accept. Sin apoyos ni mánager, todo se les complicó más. Después, a todo eso, súmale que falleció uno de sus guitarras más emblemáticos. Pero ahí está el disco, aprovechable desde el principio hasta el final, incluso me atrevería a decir (como dije más arriba) que al final, están los mejores temas, cosa que por aquellos años, era al revés, los discos se hacían papilla a medida que terminaban.

      Merecían más nota, pero el olor tan fuerte a Accept impide dársela. Como tengo dicho yo: Para copiar también hay que saber, y estos Railway sabían....

      Seguimos trabajando, Witch...

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