44 años de Mr Crowley, cuando el ocultismo salvó a Ozzy

A veces las personas necesitamos encontrar un sentido a nuestras vidas. Tras un cambio brusco en nuestro día a día, todo se desmorona a nuestro alrededor y, cuando pensamos que todo está perdido, encontramos algo a lo que aferrarnos y así poder seguir viviendo. Una cosa parecida es lo que le pasó a Ozzy, "El Príncipe de las Tinieblas", en un 1979, cuando fue expulsado de Black Sabbath por, al parecer, drogarse mucho más que sus compinches de correrías y, como las desgracias nunca vienen solas, su primera mujer lo abandona y, aún por encima, también fallece su padre. Solo, encerrado en una habitación de hotel durante días, sumido en una fuerte depresión, sin más compañía que las drogas y una botella de alcohol, esta es la historia de como un libro llevó a una carta del tarot, y esta a su vez a una canción para transformase en la salvación de un hombre...  

Corrían los finales de 1979 y, aquí en España, Adolfo Suárez convocaba las segundas elecciones generales desde la muerte de Franco y, en Reino Unido, una mujer, por primera vez en la historia de UK, se convertiría en la primera ministra: Margaret Thatcher "La Dama de Hierro", sería la que llevaría de manera firme y determinada, con puño de hierro, los designios de las Islas Británicas hasta 1990. Mientras, en una habitación de un hotel de West Hollywood, John Michael Osbourne "Ozzy", batallaba con sus demonios, rodeado de botellas de alcohol y polvos de la risa. El Padrino del heavy metal era un ángel caído, estaba en sus horas bajas, parecía que el demonio lo había abandonado. Solo y muerto de frío, no sabemos si al Infierno le llegaron sus lamentos de socorro o fue su padre desde el otro lado pero, en su hora más baja, cuando todo parecía perdido para él, en su habitación aparece una mujer. Igual que le pasara a los tres pastores de Fátima con la Virgen. A Ozzy le surge Sharon Arden (hija de Don Arden, dueño de la discográfica Jet Records), como una imagen mariana, esta había sido enviada por su padre para que vigilara los negocios de Ozzy pero, al final, acabó enrollándose con él y follándoselo, hasta acabar casándose los dos y convirtiéndose así en la señora Sharon Osbourne, su Dama de Hierro... 

Ozzy hipnotizado por Sharon, año 80

Las puertas de Black Sabbath se habían cerrado para él. Iommi, Butler y Ward no querían saber nada del vocalista que había cantado sus canciones desde sus inicios hasta el "Never Say Die!". Hartos de sus desmadres, sus broncas y de andar todos a hostias. Borrachos como cubas, hoy sí y mañana también, acabaron echando a su showman. Eso sí, muy profesionalmente, por supuesto. El encargado, todo un Bill Ward bastante ebrio, como mandaba la tradición, vestido de emisario para decírselo, ya que al parecer era amigo íntimo de Ozzy. 

Ward, Ozzy, Butler e Iommi, año 79

Cuando el padre de Sharon, el Sr. Don Arden, se enteró que su hija había copulado y, por si fuera poco, se habían hecho pareja y aún por encima, esta ahora controlaba totalmente su vida. Como comprenderéis, el viejo cogió un mosqueo monumental. Su padre le había dicho que ayudara a Ozzy a reconducir su carrera, lo sacara de ese bache y, pudiendo ser, que montara una banda (no que se lo montara) de nombre "Son of Sabbath", y en parte lo hizo, lo sacó de una habitación llena de botellas y su ropa oliendo a pizzas, para convencerlo de que montara un grupo. Ella sería una de las artífices de que empezara una banda en solitario y comenzara una carrera solista. Lo curioso fue que también ayudó a que Dio entrara en los Black Sabbath.

Ozzy ya convertido bajo el influjo de Sharon, años 80

El mes de abril de 1980 iba a pasar a la historia por ser uno de los meses más emblemáticos y recordados por los que amamos el heavy metal. Muchas cosas se estaban cociendo entre Londres, Birmingham y Barnsley. Esas tres ciudades formarían un triángulo de las bermudas a punto de cambiar el heavy metal a nivel mundial. A esa fiesta faltaba nuestro protagonista, que esperaría a un mes de septiembre para cobrar su venganza y resurgir cual ave fénix de sus cenizas..

Si los creadores de "Paranoid" se preparaban con el pequeño Elfo para atacar. Ozzy estaba a punto de encontrar a un guitarrista único, alguien que lo marcaría para siempre. Todo ocurrió en Los Ángeles, cuando el Madman se encontraba buscando músicos para formar una banda y así poder seguir con su carrera en solitario. Cansado de audicionar a guitarristas y a punto de regresar a Inglaterra, aceptó el consejo del bajista Dana Strum (amigo íntimo de Ozzy) que esperara a probar a un hacha que venía de Quiet Riot. Tan solo unos pocos acordes bastaron para convencer al Madman de que había encontrado a su guitarrista perfecto. 

Ozzy y Randy, año 80

Lee Kerslake como batera (ex-Uriah Heep) y Bob Daisley al bajo, que venía de Rainbow, se unieron para hacer un cuarteto totalmente rompedor para la época. Estos cuatro fulanos iban a crear varias composiciones que se convertirían en clásicos del heavy metal. Cuando todo estaba perdido para el considerado El Padrino del heavy metal, una nueva ventana llena de ilusión y esperanza se le abría de par en par.

En Ozzy reinaba el afán de revancha, quería superar a los nuevos Sabbath con Dio y deseaba con todas las fuerzas que les fuera rematadamente mal. El de Birmingham se sabía fuerte y ahora había encontrado la paz y la energía necesaria en cuatro tipos magistrales pero, faltaba la pieza más siniestra y malvada de todas. No, no era Sharon, aunque fue un apoyo fundamental para sacarlo del pozo donde estaba metido, sería otra persona el que lo conduciría con un libro al otro lado. Con él cruzaría la penúltima puerta (la última todavía no lo ha cruzado) para no regresar jamás. Aleister Crowley o, como le llamaba el Madman: Sr. Encantador. La Gran bestia. Influyente ocultista, místico, alquimista, poeta, escritor... bueno, lo que queráis. Para algunos un simple charlatán y trilero, embaucador barato. El caso es que este hombre influenció durante aquellos años a mucha gente del heavy metal y del rock en general. Los más sonados: Led Zeppelin, The Beatles, The Doors, David Bowie, Marilyn Manson, Iron Maiden, Bruce Dickinson... y, nuestro querido Ozzy, que encontró en él la fuente de conocimiento espiritual que convertiría en su famoso y místico tema: "Mr Crowley".

Decía el Madman que era un tipo muy raro (anda que tú, cabrón..), y que sus libros lo habían ayudado cuando se encontraba perdido y fuera de Sabbath. El caso, es que mientras estaba grabando su primer disco en solitario en un lugar de Inglaterra. Esparcidas por el estudio había unas cartas del Tarot y, alguna de ellas, por alguna extraña razón, acabó ejerciendo sobre Ozzy una fascinación especial, que finalmente decidió convertir en canción para mayor gloria del mago ceremonial británico: Sr Crowley..

Ozzy Osbourne en directo, Aleister Crowley (dcha)

Randy Rhoads y su guitarra decían algunos que era el verdadero mago de ese disco. Los teclados de Don Airey, con esa entrada que parecía anunciar la presencia del mismísimo demonio cada vez que la interpretaba, decían otros. La realidad es que cuando empieza a sonar "Mr Crowley" algo sucede. Es una sensación turbadora que siempre me ha acompañado. La de "Crazy Train" tiene un riffaco memorable. Lo mismo pasa con "I Don´t Know  o Suicide Solution", cualquiera de ese álbum es indeleble. Pero la de Crowley sigue siendo harina de otro costal. 

Un 14 de abril de 1980, como os decía, aparecieron Iron Maiden con su debut. También Judas Priest y su sexta placa, "British Steel". Dos días después, los Black Sabbath con su apuesta de Dio al frente y el histórico "Heaven and Hell". Todo parecía ponérsele imposible para Ozzy. Hasta los Saxon atacaban con "Wheels of Steel" y "Strong Arm of the Law". Y de Osbourne, ¿Qué se sabía? ¿Qué había sido de él?. ¿Dónde se había metido?.

Pero Ozzy apareció, exorcizó sus demonios y tras una carta de la baraja, él resurgió. Don Arden envió a una bruja. Esta se lo folló y Crowley lo embrujó. A partir de aquí empezaría su reinado durante, por lo menos, hasta el año 91 con "No more Tears". Su caro tributo pagó, la muerte de Randy Rhoads con tan solo 25 años, tras un fatídico accidente de avión, dos años después, se lo llevó. Pero su legado ahí quedó. Aquí empezaría su leyenda como un tipo de los más rompedores y provocadores que ha habido en el heavy. Más showman que cantante. Rey del Business. Supo mover el negocio como nadie. Sus carcajadas se harían míticas y sus discos de los más perturbadores. Por aquel año, cuando apareció este "Blizzard of Ozz", pocos álbumes más impactantes salieron. Uno de los grandes debuts de la historia que le daba otro revolcón al heavy metal. Si Rhoads no hubiera muerto, su leyenda hubiera sido más grande. Estos dos tipos juntos hacían una química especial, sólo hace falta ver esta "Mr Crowley" en directo. El tipo entraba en un completo trance. Ahora que parece que su llama va a dejar de arder, cerrad puertas y ventanas porque más abajo os espera un video del tema, con el solo de Rhoads como uno de los mejores de la historia, la batería final de un Aldridge totalmente desmelenado y un Ozzy cachondo, partiéndose la caja de risa, se presenta 44 años después como un documento histórico e impagable del heavy metal.

 

Años después diría Ozzy: 

"Randy Rhoads fue posiblemente el mejor compositor y músico que he conocido en mi vida. Llegó a mi vida como un rayo y como tal se fue de nuevo. Me considero uno de los hombres vivos más afortunados no sólo por haberle conocido, sino también por haber tenido el gran honor de trabajar con él. Apreciaré el tiempo que pasé con él hasta el día de mi muerte: ¡VIVA RANDY RHOADS. LARGA VIDA AL ROCK N ROLL!. OS QUIERO A TODOS - OZZY OSBOURNE!

A la memoria de Randall William "Randy" Rhoads (1956 - 1982) DEP.

Randy Rhoads, Ozzy sosteniendo a Randy