domingo, 27 de agosto de 2023

WildSide - Under the Influence (1992 Capitol Records)

1. Hang on Lucy (4:37)
2. So Far Away (4:17)
3. Monkey See Monkey Do (3:58)
4. Just Another Night (5:19)
5. Looks Like Love (4:44)
6. Lad in Sin (5:57)
7. Drunkin' Man's Blues (0:46)
8. How Many Lies (5:06)
9. Hair of the Dog (3:44)
10. Heart-N-Soul (4:01)
11. Kiss this Love Goodbye (4:06)
12. Clock Strikes (5:21)

Banda novel, 1992, hard/sleaze... mal negocio para Capitol Records. Quién se lo iba a decir cuando sólo un par de años antes protagonizaban una durísima puja contra Polygram para firmar a la, entonces, banda más caliente del Sunset Strip. Era 1988 y dos muchachos de Seattle, Drew Hannah (Darryl Rosenfeld) y Benny Rhynedance abandonaban unos tales Rogue para establecerse como Young Gunns en Los Ángeles. Dos años de cambios de formación y cientos de conciertos más tarde, Polygram y Capitol se enzarzaban en una batalla por hacerse con sus servicios que terminaba con el fichaje más caro de la escena angelina desde W.A.S.P. en 1984. Lo primero, un cambio de nombre hartos de recibir notas de cese y desistimiento por parte de Warner, productora de “Arma Joven” (“Young Guns" en inglés, estrenada en 1988). Después de una noche de borrachera (y con Mötley Crüe en mente, asumo), fue el propio Benny el que salió con lo de WildSide, lo que venía que ni pintado para su estilo de vida en aquellos años. Un contrato de siete cifras y cinco álbumes fueron suficiente para crear un enorme revuelo en torno ellos y garantizar los servicios de Andy Johns (Free, Led Zeppelin, Rod Stewart, Van Halen, Hughes/Thrall, Cinderella, MSG, House of Lords, Tangier...) para grabar el álbum en los estudios 5150 propiedad del mismísimo Eddie Van Halen (esto, según cuenta la leyenda, ya que en el libreto “sólo” vienen acreditados los estudios A&M, Sound Factory y House of Pain)... ¿Qué podía fallar?

Todo, básicamente. Se pasaron buena parte de 1991 encerrados en el estudio (de marzo a noviembre, concretamente), saliendo a principios de 1992 con este acojonante “Under the Influence” entre manos. No me cabe duda de que, en 1988, habría sido todo un acontecimiento... en 1992 a nadie le importó una mierda. El tiempo de las bandas como WildSide había pasado y a ellos no les dio tiempo a disfrutar de su recién adquirido estatus de estrellas del rock. No llegaron ni a tener sus cinco minutitos de gloria. ¿A quién coño le importaba una banda debutante de hair metal en 1992? Sin embargo, el empaque del producto final impresiona. La portada es ocurrente, la producción, como cabría esperar, de primer nivel (aunque no me termina de matar el sonido de la caja) y la imagen de la banda, con esos pelazos y ese porte, realmente imponente. Incluso un par de videoclips se llegaron a grabar (“Hang on Lucy" y el medio tiempo “How Many Lies"... años después harían otro para “Just Another Night"), lo que era todo un logro para una banda desconocida a esas alturas de la película, pero, literalmente, ya no quedaba público para ellos tras el terremoto “Nevermind" que los pilló metidos en un estudio (en tres, en realidad) de Los Ángeles. 

“Under the Influence" es un pedazo de CD (esto en vinilo está a un precio prohibitivo) con doce hits en potencia, así de claro y contundente. Siguiendo un poco la estela del debut de Skid Row, WildSide eran otra de esas bandas que buscaban el delicado equilibrio entre la fuerza puramente heavy de los de New Jersey, su melodía hard y un marcado carácter sleaze callejero. Sé lo que estáis pensando, de entrada igual no suena particularmente innovador, y no lo es. No resulta difícil adivinar las razones que privaron a WildSide de conseguir el éxito buscado, la diferencia aquí estriba en que “Under the Influence" es un puto discazo de principio a fin. Está tan bien hecho, que no importa lo más mínimo que no sea nada ni remotamente original. Os podría decir, con bastante tranquilidad, que seguramente sea mi disco de hard rock favorito de los años 90 y eso tampoco es una coña. Y no lo digo muy a la ligera, es una cuestión que tengo bastante meditada.

Desde esa tribal introducción de “Hang on Lucy" todo fluye a la perfección durante sus 52 minutos... Un poquito largo, ¿verdad? Esta vez es todo tan bueno que me da igual. El tema de entrada es la canción de hard/sleaze perfecta y ni siquiera me parece la mejor. Unos segundos después de entrar los timbales, atacan con el riff principal, una orgía de guitarrazos inspiradísimos que llevan hasta un estribillo inolvidable. Se te va a grabar a fuego eso de “Hang on Lucy, hang on tight!”... el solo también va al límite y Drew Hannah tiene ese tono entre estridente y entonado tan propio de Sebastian Bach que le queda a la perfección a esta versión macarra del hard americano.

Me gusta particularmente de este “Under the Influence" ese dominio perfecto de diferentes tempos y velocidades también muy a lo Skid Row. Te saltan de un tema muy cañero como el de apertura a un medio tiempo melódico como “So Far Away" y ni te das cuenta. Luego, llega una vacilona "Monkey See Monkey Do", seguida de una baladita como “Just Another Night", que no será “Quicksand Jesus", pero tampoco está nada mal, y sientes que todo va rodado. De nuevo, recuperan la electricidad con otro medio tiempo como “Looks Like Love", con su cojonudo estribillo, para cerrar esta primera embestida con “Lad in Sin”, una de mis favoritas. Esta es un auténtico pepinazo, oye. No se trata del típico tema de hard/sleaze de tres o cuatro minutos a velocidad de crucero. No, aquí encontrarás hard rock de altos vuelos en sus sorprendentes casi seis minutos. Su sosegado comienzo juega al despiste hasta que entran unos riffs muy heavies transcurridos apenas treinta segundos, con Hannah berreando como si no hubiera un mañana. La cosa se mueve por cauces más o menos esperables hasta un segundo parón a los dos minutos en el que vuelven a aparecer acústicas y poco después un piano y hasta una sección de cuerda... ¡toma ya! De aquí al final, es un viaje sin retorno. Van acelerando progresivamente (sí, podríamos llamar a esto sleaze progresivo, jajaja) hasta una sección central plagada de solos y melodías a doble guitarra que me hacen pensar hasta en los mismísimos Maiden, una banda que nunca imaginaría citando en una reseña de hard americano. Un verdadero temazo muchachos, que deja extasiado tras su inquietante final con acústicas y malévolas carcajadas. De las canciones más curradas que he escuchado viniendo de una banda de esta escena. 

Lo bueno de este “Under the Influence” es que, aún hablando del típico disco largo de principios de los 90, no baja la guardia en ninguno de sus doce temas. “How Many Lies", con su breve intro "Drunkin' Man's Blues", tira de influencia sureña con todos los tópicos del género: acústicas, harmónica, slide... y, aún así, funciona a la perfección. El solo es acojonante y Drew Hannah canta de lujo, modulando a la perfección cuando la canción se lo exige. “Hair of the Dog" es un corte más puramente sleaze de finales de los 80, pero suena otra vez inspiradísimo y tiene un estribillo verdaderamente matador... En realidad, podría decir algo bueno de todas y cada una de las doce que aquí encontramos, a todas les veo algo. Que “Heart-N-Soul" tiene otro estribillo antológico, que cada tema tiene un solo singular y memorable, que las guitarras de Woods y Rhynedance escupen fuego con cada golpe de púa... quizás la base rítmica sea lo más discreto, pero en ningún momento desentona con el gran nivel de todo el trabajo. Sin embargo, me voy a reservar lo mejor para el final, “Clock Strikes", que hasta en su título parece hacer un guiño al debut de Skid Row que se cerraba con la tremenda “Midnight/Tornado” (“when the clock strikes, midnight!). Lo más probable es que esto sea lo más grave que le podamos reprochar a WildSide, editar un álbum que pisaba en todo momento sobre mojado a golpe de 1992. Cierto, casi todo esto ya lo habíamos escuchado antes, pero, cuando está a este nivel, poco o nada me preocupa ya. Es pinchar este CD, flipar durante los 52 minutos que dura y pasar olímpicamente de su año de edición. 

Era entonces mayo de 1992 y hasta los grandes estaban en franco declive. Sólo unos pocos elegidos como Aerosmith o Bon Jovi consiguieron aguantar el tirón, así que ocurrió lo inevitable y “Under the Influence" nunca llegó a despegar. Tras la millonaria inversión realizada y con todos sus valedores fuera de Capitol (incluido su presidente Hale Milgrim), los nuevos responsables del sello deseaban cortar con su pasado hard y, finalmente, a mediados de 1993 llegaron a un acuerdo con la banda para rescindir su contrato. Ahí acabó su cuento de hadas. Un segundo álbum, ya sin Brent Woods, de aquella en la banda de Vince Neil, muy influenciado por la música que se los llevó por delante salió en el 95, pero su historia ya no tenía sentido y cada uno acabó dedicándose a otra cosa... Drew Hannah, por ejemplo, a la industria del porno. 

“Under the Influence” quedará para siempre como uno de los últimos destellos de brillo de un género que un día dominó la industria musical y que acabó volviendo al subsuelo. Una vez más, os pido que confiéis en mi criterio, si no mereciera la pena, no me molestaría en traerlo. Este es uno de los mejores álbumes de un año, 1992, que, sorprendentemente, fue muy bueno para el hard rock.

9/10



22 comentarios:

  1. Es sin duda un disco excelente, aunque se editó tarde, la calidad que lleva es acojonante, desde luego en el género es de lo mejorcito, la gente que no los conozca y tras leer tu entretenida y bien documentada reseña, no le de un tiento se esta perdiendo algo muy muy bueno. La producción también sobresaliente, en otra muestra de banda poco conocida que tenía potencial para mucho mas, pero este negocio ya se sabe, o estás en el momento adecuado, o no te comes un colín. Ahí estoy dándole gracias a ti Witch, rescate importante el de hoy, saludos!

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  2. Drew también tiene un tono similar a Mark Slaughter no? le queda como anillo en dedo al estilo sleazy que practican.

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    1. Hombre, a mí Mark Slaughter me suena mucho más gritón que Drew Hannah. Personalmente, me quedo con la voz de WildSide, creo que tiene mucho más carácter, aunque un aire puede que sí se den.

      Este fue el álbum que, si mal no recuerdo, me llevó hasta el Portal. Al menos, sí estoy seguro de que esta fue la primera reseña en la que comenté. No tengo claro si llegue allí porque buscaba una reseña de este o del debut de Icon, uno de esos dos fue seguro. Más o menos, los descubrí por la misma época, rebuscando entre bandas menos conocidas de la escena hard americana. Desde aquel momento es uno de mis favoritos de principios de los 90. Mira que hay discos bueno en esa etapa 90-93, pero por este siento una debilidad especial. Me parece que lo tiene todo: canciones, sonido, carisma, imagen... Sólo que, obviamente, salió fuera de fecha. Pon esto en el 88 o incluso en el 89, cuando revienta el debut de Skid Row. Los tíos ya estaba rodando en esa época por el Sunset Strip, lo que pasa es que no firman con Capitol hasta el 90 y luego tardaron una eternidad en debutar. Incluso apareciendo en el 90 estoy seguro de que este álbum habría sido un pequeño pelotazo como los de Slaughter, Fieehouse o Steelheart, pero no llegó ni ahí.

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  3. ahora que lo he rescatado, por ponerle una pega, faltaría un tema así, mas rápido y asesino no? va todo a medio tiempos o baladas. Skid Row por ejemplo nos metieron un slave to the grind brutal que ponía todo patas arriba. De todos modos con el tema apertura, con monkey see, lad in sin, hair of the dog, heart 'n soul o el cierre guapo de clock strikes, la cosa fluye pero espectacular. Muy buen trabajo witch.

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    1. Alguna vez lo he pensado y es cierto que no le habría caído nada mal un tema rápido, aunque en esta ocasión tampoco lo siento tan necesario. Así como en un Culture Killed the Native o en el debut de XYZ, que son dos discazos, siempre he echado de menos una canción cañera que me aportase cierta variedad, aquí no la echo en falta. Es un poco como en el debut de Skid Row, tampoco hay tema rápido y no lo encuentro necesario. Que si lo hubieran metido, cojonudo, pero no lo hay y no lo echo de menos.

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    2. puede ser, pero vamos, a mi discos de hard siempre me molan si además de medios tiempos y baladas me metes uno bien veloz. Pero vamos, el disco es muy bueno de todos modos, no quiero ser tan tikismikis. Witch en el debut de XYZ tienes take what you can y nice day to die, bastante rápidas no?

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    3. Bueno, sí, son las más cañeras del debut de XYZ, aunque tampoco entran exactamente en lo que yo entiendo por tema "rápido". Compara cualquiera de ella con The Sun Also Rises in Hell del Hungry, por ejemplo. Normalmente me encantan esos temas, pero te confieso que escuchando Under the Influence no lo echo de menos. Que uno le habría caído bien, pues también.

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    4. Parcialmente de acuerdo con la opinión de Rob, si bien me hubiera venido genial uno o dos temas potentes y veloces, la ausencia de los mismos tampoco me supone un lastre. Es que el disco entero se disfruta de un tirón. Eso sí, ese "Drunkin' Man's Blues" sí que me sobra un poco, como que me corta el rollo, a pesar de que enlace bien con "How Many Lies".

      Como dato adicional: la edición del 20 aniversario de este disco viene con el tema "Six Feet Under", un curioso medio tiempo de ocho minutos. Aunque esta misma edición, extrañamente, recorta "Monkey See Monkey Do" del tracklist original.

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  4. Un disco espectacular Witch !!!! Tremenda reseña te quedo! Hoy lo recupero que hace mucho que no suena!!!! Un disco variado y fresco, y como rockea!!!

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    1. Sí señor, un gran disco. Yo es uno a los que recurro con cierta frecuencia y un fijo siempre que ando hardrockero. Desde hace años, no hay verano en el que no suene en el coche o en casa, hahaha.

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  5. A estos no los conocía, Witch, así a raíz de leerme tu interesante reseña me puse a escuchar el disco y ver sus primeros dos videos promocionales. Luego, como suele pasar cada vez que me encuentro con material de calidad que viene de una banda sin mayor repercusión, me pregunto por qué no llegaron más lejos; lo sé, tengo en mente las razones, razones que bien explicas en tu reseña, lo sé y aún así, no dejo de pensar en qué hubiera pasado con su siguiente material si hubieran conseguido abrazar el éxito con este, su debut.

    Pobres desdichados los WildSide estos, pariendo un material de altísima factura como este, para terminar en el más amargo olvido. Lo tiene todo esta banda: actitud , increíble voz para el género, buenos riff, grandes coros, un batería correcto, el teclado aportando la dosis justa de suavidad y la producción que no está nada mal.

    Gracias por la reseña, Witch, estoy seguro que estos WildSide serán solo una escucha esporádica, se quedarán conmigo, porque, en mi opinión, la calidad aplastante que aquí exhiben merece ser recomendada a cualquiera.

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    1. Kenny, abiertamente, creo que esta era una banda que tenía lo necesario para llegar a la primera división y está claro que no soy el único porque ya os comento en la reseña que Capitol y Polygram pujaron muy fuerte por ellos hacia el 89-90. Obviamente, ahí estábamos hablando de un momento en que el hard rock estaba todavia en la cima. Fue el momento justo del pelotazo del debut de Skid Row, poco después del éxito astronómico del Apettite (no olvidemos que no triunfa hasta un año después de su edición)... Es normal que los sellos aún se atrevieran a hacer grandes inversiones en una banda en la que estaban convencidos de que iba a pegar fuerte y quién no habría apostado por unos tíos que lo tenían todo. Canciones, imagen, carisma... todo esto bien empaquetado para regalo era un éxito seguro. O no. Ya os hice la secuencia. Se pasaron casi todo el 91 grabando y, cuando salieron del estudio, el hard rock ya no era la música de moda. Siempre cito a Jani Lane cuando dijo que en 1990 era su foto la que presidía las oficinas de Columbia. Cuando llegó en 1992 con Dog Eat Dog bajo el brazo, era Lane Staley de Alice in Chains el que ocupaba su lugar. Esto ejemplifica a la perfección el cambio de ciclo que vivía la industria en aquel momento. Claro está, aún quedaba por salir el Keep the Faith y al año siguiente el Get a Grip de Aerosmith, pero se trataba de dos bandas muy consagradas que habían traspasado ya las fronteras del hard rock. Ninguna banda debutante consiguió llegar muy lejos más allá de 1990 y aún esas (Slaughter, Steelheart y Firehouse, básicamente) tuvieron éxitos muy efímeros. También tenemos a Dream Theater que pegaron muy fuerte con Images and Words y Awake, pero ellos tampoco entraban dentro del molde del hard ochentero como sí hacían WildSide. En resumen, que da igual el potencial que tuvieran, estaban condenados a fracasar a esas alturas.

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    2. Qué divertida esa anécdota de Jani Lane, perfecta para entender el viraje de la industria discográfica en aquellos años. Lo que no deja de apenarme es el corto periodo de tiempo que tuvo el hard rock de finales de los 80 para surgir, mutar y transfigurarse en algo más. Solo fueron poco más de tres años en los que se vivió una efervescencia inusitada, pues todos querían ser los próximos Guns n' Roses . Pienso que de no ser por la irrupción del grunge, cuyo pistoletazo de salida al mainstream fue el "Nevermind" de Nirvana en el 91, quizás podíamos haber disfrutado de una nueva evolución del rock, en cuanto a sonido y temática; vi por algún lado que pusiste de ejemplo el "Headless Children" del buen Blackie y aunque sea solo algo especulativo, entiendo a donde querías llegar citándolo. Como bien dices, si la industria les da la espalda, poco importa la calidad y potencial que tuvieran estas bandas, sus sueños de fama solo quedaron ahí, en sus fantasías.

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    3. La industria musical atraviesa cambios de ciclo, eso es algo hasta cierto punto inevitable. Y también lo comenté hace poco, desde dentro, el hard rock también se pegó un tiro en el pie, hubo muchas bandas que llevaron demasiado lejos esa obsesión por la imagen, el exceso y lo intrascendente. Lo que pasa es que, a partir del 89-90 hubo cierta reacción a eso entre las bandas de hard rock y heavy metal y algunas vieron que era necesario volver a lo que realmente importaba, la música, sin tanto artificio. Así, algunos de los trabajos más maduros del estilo salen ya comenzados los años 90. Incluso Mötley Crüe, paradigma del exceso, sacan un álbum muy centrado en el 89, Dr. Feelgood. Había otra banda de la que se habla poco llamada Love/Hate que, dentro de la escena hard angelina, también hizo una propuesta bastante novedosa. Blackout in the Red Room ofrecía una visión contemporánea del hard rock americano, introduciendo elementos de otros estilos, pero fueron otros damnificados del tsunami Nevermind. Clasificados dentro de la escena ochentera, tampoco recibieron apoyo para llegar más allá. Hubo un momento, a partir de 1992, en el que todo lo que se asociase con los años 80 era dejado de lado por la industria por muy válido y vigente que fuera.

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  6. Este es otro de esos tantísimos discos que tenía apuntados en mi lista de pendientes, así que me he puesto con el a raíz de la reseña y de primeras me ha parecido un discazo. Tiene un sonidazo y las canciones son cojonudas. Las únicas que no me entran son las baladas, cosa que me suele pasar con este tipo de bandas. Lo mejor me parece cuando se ponen más macarras como en "Hair of the Dog" o en la trabajadisima "Lad In Sin". Hay momentos en que me recuerdan a los Skid Row del debut, y la voz de Drew Hannah se me parece a la de Axl Rose pero algo más gritona. Lo de que todas las canciones pueden ser hits no me parece descabellado, algo que hasta ahora pensé que solo conseguía el Appetite for Destruction de los Gunners, uno de mis discos favoritos de siempre. Estos si que lo tenían todo para triunfar pero les falló totalmente el "timing". Quizá no me entusiasma tanto como a ti pero puede que eso cambie según lo vaya escuchando más estos días.

    Genial reseña como siempre Witch, nos seguimos leyendo.

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    1. No soy muy amigo yo de baladas, tampoco te creas, pero hay algunas bandas que tienen cierto toque para tocarme la fibra sensible. En concreto, WildSide son de los que me convencen al respecto, aunque tampoco son baladas en sentido estricto. Como dice unfer, diría casi que son más bien medios tiempos. Tanto How Many Lies como Just Another Night tienen energía y no son las típicas canciones mojabragas para quinceañeras. Ahora bien, en ese terreno, los absolutos amos me parecen Skid Row, creo que pocas canciones lentas he escuchado con la profundidad y emotividad de Quicksand Jesus, In a Darkened Room y Wasted Time. Son verdaderamente tremendas y trascienden el género de la balada. La clave, por encima de todo, para el fiasco de este álbum, fue editarlo en 1992. A esas alturas ninguna banda debutante de hard rock tuvo el más mínimo impacto.

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    2. Según le voy escuchando más las baladas me entran algo mejor y hombre, yo diría que Just Another Night y Kiss This Love Goodbye son baladas de manual, o al menos como yo lo entiendo. Lo de medio-tiempo lo identifico con otro tipo de canciones pero también me parece un termino algo difícil de definir. Para mi dentro de este estilo, junto con Cinderella, también Skid Row me parecen los maestros en las lentas (esa 18 And Life por dios!!!, y Wasted Time pone los pelos como escarpias), aunque mi favorita siempre ha sido el Alone Again de Dokken. Pero si, una pena lo de estos Wildside, desde luego se merecían algo más.

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    3. Tienes razón, estaba pensando en How Many Lies y me olvidaba de Kiss This Love Goodbye, que sí es una balada en sentido estricto. Yo creo que las de WildSide son buenas, no excesivamente pastelosas. Lo del debate balada/medio tiempo es algo a lo que se le dio vueltas más de una vez en el Portal y al final la diferencia es muy subjetiva.

      Fíjate tú, de las baladas de Skid Row, concretamente, 18 and Life es casi la que menos me gusta. Me quedo antes con cualquiera del Slave to the Grind. Alone Again es tremenda, aunque Walk Away, que sale en Beast from the East es mi balada favorita de Dokken. Conste que, en términos generales, las baladas no son lo mío. Son pocas las que pongo entre los temas destacados de un álbum o de una banda.

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    4. A mi las baladas no me desagradan de primeras, y hay muchas que están entre mis canciones favoritas de sus respectivos grupos, como las que hemos mencionado de Skid Row y tal, pero si que suelen claramente las que menos me gustan de un disco. Eso me pasa con las de Wildside, aunque cuanto más le he dado cera al álbum más me han gustado eso sí.

      En cuanto a lo de los medio-tiempos yo siempre he identificado con ese termino canciones como, yo que se, Denim and Leather, ya que tenemos a Saxon cerca, que creo que se distancian bastante de lo que es una balada.

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    5. Bueno, es una definición de unfer, el del Portal, que últimamente he hecho un poco mía, un préstamo, se podría decir. Serían canciones melódicas, lentas, pero con potencia, quizás 18 and Life podría entrar ahí. En el caso de Saxon, pues podría ser una Broken Heroes, que para mí no es estrictamente una balada. Es algo tan sutil como subjetivo, jajaja. Todo esto vino a que un día colgué una canción en el Portal refiriéndome a ella como balada y él dijo que lo consideraba un medio tiempo. Esto es como cuando le comenté a Rob el otro día que en el disco de XYZ no había temas rápidos y el nombró Take Whet You Can y Nice Day to Die.

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  7. Sabroso, sabroso este Under the Influence. Una muestra de talento enorme para componer canciones dinámicas, llenas de armonías y de mucha cadencia. No fue en vano ese año que tardaron para hacer estas canciones. Es imposible no compararlos con Skid Row, cosa de la que haces mención en la Reseña y puede que estén por debajo del Combo de New Jersey, pero haciendo la salvedad, que estos últimos, jamas hicieron un tema como Lad in Sin, canción esta, que paga el disco entero. Me han dejado con la boca abierta, que desarrollo tan tremendo, brillante y de cierta complejidad, hay pocas canciones así dentro de Bandas de Hard Rock. Muy buen aporte Witch, me lo llevo.
    Gracias por la Reseña
    Un Saludo

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    1. A ver, el carisma arrollador de Skid Row no tiene igual. Pocos han conseguido hacer canciones cañerasy con tanto gancho como ellos, ahí WildSide puede que no estén al mismo nivel... que muy lejos tampoco los veo, ojo. Pero también estoy contigo en que no escucho una canción de la complejidad y desarrollo de Lad in Sin en toda esta escena de hard ochentera. Hay bandas más técnicas y más complicadas que estos WildSide en el heavy metal de los 80, no me cabe duda, pero dentro de su estilo no encuentro muchos que hayan llegado a ese nivel de composición. Es un corte que tiene de todo, con elementos incluso muy poco habituales en el hard rock y con un desarrollo realmente elaborado y perfectamente llevado. Yo creo que es un verdadero temazo muy por encima de la media que se escucha en el género y que da buena cuenta del tipo de músicos que estaban aquí envueltos. Lo que pasa es que esto tíos salieron cuando ya no era su momento, eso es más que obvio.

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