Los 10 del Dictador para... 1985

Sin duda alguna este ha sido el año más difícil de lo que llevamos de "los 10 del Dictador" hasta el momento. Un curso sin varios de los grandes concurriendo a los comicios se presentaba, a priori, como algo sencillo y huérfano de obras clave. Nada más lejos de la realidad. La ausencia de Maiden y Judas ha abierto el abanico de manera inesperada y me he sorprendido dejando fuera verdaderos discazos como “Innocence Is No Excuse", “Metal Heart", "Sacred Heart" o “Invasion of Your Privacy”. Estarían los cuatro si prologásemos la lista a 20, que no os quepa duda. Algunos direis: “pero si Iron Maiden sacaron “Live After Death" en 1985”. Cierto y confieso que fue un álbum fundamental en mis años mozos, pero me he autoimpuesto la regla de que un LP a base de temas reciclados, como es un directo, nunca estaría entre mis favoritos, por bueno que sea, como es este caso. Otra cosa que nos deja muy clara 1985 es la polarización de la escena en dos bloques muy definidos. Si por un lado, un amplio sector abrazaba los sonidos comerciales y era aceptado por el mainstream, por otro, una panda de animales liberaba su furia y daban forma, definitivamente, al metal extremo. Vamos allá...

1. Dokken - Under Lock and Key (Elektra)

Pues sí, una banda de hard rock en el número 1 de mi top... ¿Quién me lo iba a decir hace 20 años? Pero ahí están. Sin embargo, Dokken no es una banda cualquiera. “Under Lock and Key" me parece el álbum por excelencia del hard rock americano, llamadlo glam o hair metal, aunque las veo etiquetas que se le quedan muy estrechas a Don y compañía. Este LP es una auténtica delicia de heavy metal melódico. Partiendo de lo que se había hecho bien en su predecesor, que ya era mucho, Dokken nos entregaban una colección de canciones inolvidable donde cada una de las diez que se incluían es un verdadero temazo. Este es de esos álbumes que podría calificar de 10 tranquilamente, si no fuera porque creo que el trabajo de Michael Wagener podría haber sido un poquito más excelso todavía. Cierto es que las producciones de Dokken siempre han tenido un sonido peculiar, así que seguramente sea cosa de la banda, pero no puedo evitar comparar “Under Lock and Key" con “Soldiers Under Command", editado casi a la par, y pensar en lo mucho que me habría gustado que este tercer álbum de Dokken tuviera la misma pegada. Lo que ocurre es que, musicalmente, es perfecto. George Lynch está celestial, Pilson y Brown perfectos en su lugar y Don Dokken cantando mejor que nunca, como pez en el agua sobre estas tesitura melódicas y elegantes. No destaco temas porque todas son buenas. Un álbum que trasciende las etiquetas más limitadas para convertirse en una auténtica joya del heavy metal. Imprescindible si te gusta la buena música.

2. W.A.S.P. - The Last Command (Capitol Records)

No tiene la misma consistencia del debut, pero este “The Last Command" me sigue pareciendo una gozada. Cómo iba a ser de otra forma con clasicazos como “Blind in Texas", “The Last Command", “Wild Child", “Widowmaker", “Ballcrusher"… Es el típico movimiento de una banda de cierto éxito en su segundo álbum. La producción es más nítida (de las mejores de Spencer Proffer), las composiciones un poco más accesibles, la voz un poquito más domesticada… En general, son unos W.A.S.P. un poco más pulidos, hasta su espectáculo en directo perdía parte de su violencia, pero a mí se me siguen haciendo irresistibles. Nadie ha conseguido unificar actitud, rabia, potencia y accesibilidad como ellos. De hecho, toda su producción hasta 1992 me parece intachable y son de esas muy seleccionadas bandas clásicas que se las han apañado para seguir sacando material de interés hasta tiempos recientes… bueno, llevan 8 años ya sin sacar nada nuevo, pero oye, aún tienen un puñado de trabajos más que decentes en el nuevo milenio. No muchos pueden decir lo mismo. En 1985 estaban en la cima de su carrera, por mucho que este no sea su mejor LP, una cima que nunca llegó a reflejar su verdadera calidad, pero algo similar le ocurrió a los que están justo encima en la lista. ¡W.A.S.P. on fire!

3. Anthrax - Spreading the Disease (Island Records)

¡Uy, este disco me encanta! Tanto como para meterse en el podio de este 1985. Mi favorito en la carrera de Anthrax, aunque muchos seguramente tirarían por “Among the Living”. Otro LP de finos equilibrios entre cosas que me vuelven loco, estas combinaciones tan naturales de aquella época me desarman. Frenético speed/thrash cargado de melodía y con su dosis justa de técnica. “Spreading the Disease" presenta una colección de clásicos del thrash que debería ser la envidia de cualquiera, hasta de unos que yo me sé que tuvieron bastante más éxito y, eso seguro, están mucho más forrados. “Madhouse", “A.I.R.”, “Medusa", “Aftershock"… y, muy particularmente, mi querida “Armed and Dangerous” son una exultante exhibición de energía y velocidad. Frank Bello es una bestia, el Steve Harris del thrash, Charlie Benante una apisonadora y Joey Belladona un tío de esos que te eleva las canciones a otro nivel. No hay vocalista con su oído melódico en todo el thrash metal. No hablo de Scott Ian y Dan Spitz porque tampoco me parece que destaquen particularmente, pero su cometido lo cumplen a la perfección, desgranan riffs sin descanso, solean con gusto y, lo mejor, componen de lujo, concretamente el primero. Un LP que se merece todo su renombre y un poco más todavía. ¡Discazo!

4. Exodus - Bonded by Blood (Torrid Records)

Hace bien poco decía Charlie Benante de “Bonded by Blood" que le parecía el mejor álbum de la historia del thrash. Hostia, yo no voy a llegar tan lejos, pero entre los diez mejores fijo que lo cuelo. Ya habla muy en favor de este LP que alguien que ha grabado el que he puesto inmediatamente delante en el top 3 tenga esa opinión. La otra cara del thrash. Ya os lo decía en el top de portadas feas, la música de “Bonded by Blood" es huraña, desagradable, violenta, viciosa... Su intención es causar la mayor cantidad de dolor posible en el menor tiempo. Paul Baloff es, seguramente, uno de los peores vocalistas de su generación, un verdadero espécimen que vivía todo al límite y que transmitía su continuo descontrol a la música de Exodus. Da igual, hasta eso encaja aquí a la perfección. No aguantaría mucho al frente de la banda y pronto dejaría su lugar a un Steve “Zetro" Souza bastante más capaz, pero que carecía de su actitud comprometida. El pobre Paul, que se llamaba Pavel, por cierto, no consiguió llegar a los 42, la edad que tengo yo ahora mismo. Está claro que el tipo vivió a tope y la patata no resistió. Al menos, dejó atrás este histórico trallazo de buen metal. Con el permiso de Possessed, seguramente lo más bestia de aquel año. 

5. Slayer - Hell Awaits (Metal Blade Records)

Y si el de Exodus es el más bestia, este es el más maligno… de nuevo con el permiso de unos Possessed, que no metí en el top. Este es mi disco favorito de Slayer desde que soy un crío. Entiendo que la inmensa mayoría se dejan maravillar por la inusitada agresividad de “Reign in Blood", pero esa medida horita del 86 carece de la profundidad y atmósfera de su hermano mayor. Ya la intro del tema-título es de las cosas más espeluznantes que he escuchado en mi vida y su lento crescendo posterior una pérfida obra maestra. En “Hell Awaits”, Slayer abandonaban todo rastro del heavy metal de “Show No Mercy" y levantaban uno de los tres pilares que sostendrán el black metal. Tom Araya suena totalmente demoníaco y Dave Lombardo eleva el nivel exponencialmente, aunque al de ascendencia cubana le faltaba algún peldaño por subir musicalmente hasta convertirse en la bestia que es aún hoy en día. ¿Canciones buenas? Todas, con una especial mención a la terrorífica “At Dawn they Sleep", mi tema favorito de la banda. Pocos han conseguido sonar así de perturbadores.

6. Fates Warning - The Spectre Within (Metal Blade Records)

Se ve que este par de álbumes de Fates Warning son un reto complicado teniendo en cuenta toda la gente que no les pilla el truco. Yo mismo tardé algo de tiempo en entrar, pero una vez te atrapan, ya no hay salida. Diría que son dos joyitas, me gusta un poquito más el siguiente, pero creo que es más justo reconocer que se trata del inicio de una tanda verdaderamente asombrosa que se adentra hasta mediados de los años 90 para convertir a Fates Warning en unos de los grandes desconocidos para buena parte del público del heavy metal. Y es una banda que ha hecho casi de todo, desde thrash a heavy metal comercial, y todo bien. En este momento se encontraban todavía en un estado algo embrionario, muy incrustados en la escena power americana de mediados de los 80, pero ofrecían ya muchos síntomas de que lo suyo no era algo ordinario. La complicación rítmica de Zimmerman y DiBiase, el laberíntico riffeo y exquisitez solista de Aresti y Matheos y, muy particularmente, las acrobacias vocales de un John Arch que se las apañaba para alcanzar lugares estratosféricos sin sonar nunca ridículo, extremo en el que caían muchos de sus contemporáneos. “The Spectre Within" es una retorcida genialidad y, como os digo, sólo la primera de muchas. Y me encantan esas portadas de Ioannis (Saga, Warlord, Liege Lord, Voivod, Obssession, Quiet Riot…), por cierto.

7. Yngwie J. Malmsteen's Rising Force - Marching Out (Polydor)

Quitando lo antipático que nos pueda caer el personaje y lo ridícula que se ha vuelto su carrera en los últimos 15-20 años, hay que reconocer que su trayectoria hasta mediados de los 90 es bastante impresionante. Partiendo de su debut con Steeler, pasando por el de Alcatrazz y sus primeros álbumes con Rising Force, hasta las obras ya sólo bajo su nombre de los 90, la discografía de Yngwie Malmsteen es muy consistente. No se trata para nada de un virtuoso incapaz de componer canciones, como se le ha tildado miles de veces. Es más, justamente lo que a mí me atrajo de Malmsteen en esa época fue su capacidad de componer buenos temas y rodearse de músicos de categoría, algo que lleva muchos años sin hacer. Aquí teníamos a los hermanos Johansson, de aquella casi anónimos que venían de una poco conocida banda sueca llamada Silver Mountain, y un jovencísimo vocalista llamado Jeff Scott Soto. Siempre he dicho que lo único que ha alejado al de origen puertorriqueño de la primera línea fue el no establecerse de forma estable al frente de una banda grande, pero eso también nos ha dado la posibilidad de verle colaborar con múltiples artistas y en numerosos registros musicales. En definitiva, esas “Marching Out", “Don't Let it End", "Caught in the Middle", “I Am a Viking", “I'll See the Light Tonight"… son clasicazos del heavy metal e Yngwie una puta bestia, aunque sea gilipollas. Como no encontré el álbum entero en el "tubo", os cuelgo esa frikada con Mark Boals haciendo lip syncing sobre las líneas vocales de Jeff Scott Soto. 

8. Warlock - Hellbound (Vertigo)

Vaya desastre, mi gambazo con Warlock en el top del 84 me ha hecho meterlos aquí a costa del "Sacred Heart"... ¡lo siento Ronnie! Por la reseña que publiqué hace bien poco, ya sabéis cuanto me gusta este LP. No me voy a extender mucho porque ya lo hice bien a gusto en el lugar correspondiente, así que, si alguien tiene curiosidad por leer mi opinión en profundidad sobre “Hellbound", este es el sitio adecuado. Os comentaba allí que un LP aparentemente pequeño de una banda modesta como esta, se me hace totalmente irresistible. Incluso me gusta bastante más que sus más ambiciosos trabajos posteriores y, por supuesto, que su inocente debut. Aquí los veo en el punto justo entre esa desbordante energía juvenil y una banda ya madura que empieza a perder frescura en aras de la profesionalidad y el ímpetu comercial. De este álbum me gustan todas, tan sencillo como eso. Es un disco que ha crecido para mí exponencialmente con el paso del tiempo hasta convertirse en un auténtico fetiche personal. 

9. Lizzy Borden - Love You to Pieces (Metal Blade Records)

Otro tanto para Metal Blade. Ya os he explicado hace un par de meses lo mucho que me gusta este LP, uno de mis favoritos del heavy yankee. Técnica, velocidad, energía, potencia y grandes composiciones. Luciendo sin rubor sus influencias, quizás todavía en exceso, su personalidad aún estaba por definir completamente. Son 10 canciones sin complejos, de gran desparpajo, con un nivel instrumental altísimo y con una madurez sorprendente para unos chavales con poco más de 20 años. El sonido, una gozada, perfecto para lo que se proponía. Claridad y potencia a partes iguales. La advertencia siempre va en la misma dirección, Lizzy Borden no es una banda de hard, ni de glam, esto es puro heavy metal. Si os gustan Iron Maiden, Judas Priest, Queensrÿche, Armored Saint, Savatage… esto es para vosotros. No dejéis pasar, al menos, ninguno de sus tres primeros LP's, vienen siendo lo esencial de su carrera. Para más señas, razón aquí. 

10. Celtic Frost - To Mega Therion (Noise Records)

No podía olvidarme del abominable primer LP de Celtic Frost en una lista de los mejores de 1985. Una barbaridad insólita en su día hacia la que hay una deuda enorme en el mundo del metal extremo. Y quien no lo vea así es que simplemente no entiende de qué va esta película. Sin ir más lejos, hay unos tales Obituary que le tendrían que pagar royalties a los suizos. Puede que no sea tan bruto como “Seven Churches” o incluso “Bonded by Blood", pero la bravura compositiva de “To Mega Therion" no tiene parangón en su momento y los demás aún tardarían muchos años en ponerse a la altura. Por eso mismo fue tan estrepitoso el descalabro que protagonizaron con “Cold Lake", supuestamente instigados por la entonces pareja de Tom Warrior… ay, que triste recurrir al tópico del pecado original desde una banda tan impía como esta. Intentaron reconducir el rumbo en el 90, pero el daño ya estaba hecho. Sólo puedo decir que “To Mega Therion” es una obra de una genialidad visionaria, la primera capaz de aunar estos niveles de agresión, blasfemia, orquestaciones, armonías, voces femeninas, poesía, oscuridad… con un sonido de guitarras verdaderamente monstruoso y todo a cargo de las mentes privilegiadas de dos muchachos de Zurich tan sólo 21 y 17 años en el momento de la grabación, aspectos que no hacen más que aportar valor a su legado. Tan genial como esa mórbida obra de arte que les prestó desinteresadamente H.R. Giger para ilustrar su obra magna… algo especial debió ver en ellos.

Esto ha sido 1985, colegas. Como os decía al principio, he tenido que dejar fuera, no sin bastantes reparos, a Saxon, Accept, Dio y Ratt pero algo me ha empujado a quedarme con los que veis aquí. He decidido ceñirme a este formato de diez y hay que ser consecuente. Ahora os toca a vosotros, lo que tengo clarísimo es que esto cada año se va a diversificar más y nos va a resultar más jodido ponernos de acuerdo. Hasta otra, corazones… jajaja.