Stranger - The Bell (1985 Hot Blood Records)

 

1. Bell (04:22)
2. Wheels (03:25)
3. Midnight Angel (03:02)
4. Woman (03:17)
5. I Hold You (04:01)
6. Bright Fog (02:16)
7. Hazle the Witch (06:02)
8. Broken Harmonies (05:06) 
9. Garden of Evil (04:15)

        

¡Qué los Dioses salven a Alemania, chicos!. Por lo menos en esto del heavy metal porque esta tierra en estos sonidos es un pozo sin fondo. Como si fuera Indiana Jones en "El Templo Maldito", hoy os traigo este diamante enterrado entre las vetas del tiempo para goce y disfrute de todos los lectores de "El Dictador Digital", para ello, tendremos que trasladarnos a 1985, año clave e irrepetible, de los más mágicos y especiales de nuestro rollo, de la mano de estos -Stranger- y su álbum debut titulado "The Bell", otro clásico absoluto, totalmente olvidado del Heavy/Speed teutón y que nació casi a la par a otro disco mítico y con el que irremediablemente van a estar unidos, para bien o para mal, como fue el "Walls of Jericho" de los Helloween. Desconozco el mes exacto en el que fueron editados ambos trabajos. Lo que está claro es que las dos bandas empezaron casi al unísono y, por muy poquito, los de Hamburgo siguen conservando la corona de pioneros en esto del power metal, pero seguidos muy de cerca por estos -Stranger- que sólo dos meses después de que las calabazas sacaran el famoso Ep de título homónimo, estos -Stranger- editarían este "The Bell". Quién sabe qué hubiera pasado si hubieran adelantado la edición de ese disco, igual la película hubiera cambiado y la historia se habría escrito de otra manera.

Lo que nos ofrecen aquí viene siendo un referenciado "Walls of Jericho", pero con un toque más oscuro y de temática más brujeril y sacrílega. Para que os hagáis una idea: por aquí andan sus paisanos Stormwitch, que un año antes habían sacado otro trallazo mítico como fue "Walpurgis Night", y otros olvidados Gravestone. Entre todos ellos va a andar este "The Bell".

Este elepé se grabó en los mismos estudios que los Helloween registraron el "Walls of Jericho" (otra coincidencia más), los "Musiclab" de Berlín, unos de los santuarios del metal germano por antonomasia y por donde desfiló prácticamente toda la flor y  nata del Heavy/Thrash teutón, y parte del extranjero: Kreator, Sodom, Tankard o Running Wild, pasaron por allí,  pero lo que es más acojonante es que  estos -Stranger- lo hicieron unos meses antes, entre Junio/Julio, y los de Hansen/Weikath, entraron a grabarlo entre Septiembre/Noviembre. Lo que no sé es cuando salieron a la calle, ahí está la duda, pero registrado en algún rollo de cinta, quedó primero este "The Bell" de los -Stranger- y, posteriormente, el mítico "Walls of Jericho", aunque es verdad que el Ep de los de Hamburgo es el primero de todos en ser grabado. Ahí queda lo cosa y que cada uno saque sus propias conclusiones. 

Un rayo en mitad de la noche surge en el cielo (quién sabe si enviado por Bon Scott), impactando en la campana de un iglesia de estilo gótico (de ahí la portada del disco). El golpe es tan fuerte que la campana empieza a sonar... Ton, ton, ton... así hasta cuatro toques. Parece que es el inicio del "Hells Bells" de AC/DC, pero nada de eso, estas son las mismas campanas que salen en la canción "The Tiger" de otros de sus compatriotas Gravestone y su disco "Back to Attack", y otra referencia más que nos conectará con estos -Stranger-. El sonido de las campanas abre paso para que una batería desatada arranque el corte. Los hachas al unísono, rasgando una cuerda en compases de cuatro, muy melódicos. Entra el cantante, Gerd Salewski, que parece el Michael Kiske, no tan bueno, lógicamente, más comedido en tonos altos pero más cómodo en rangos medios, y uno dice: esto es el "Starlight" de Helloween. Pues sí, tíos. El Ep de las calabazas, que saldría sólo un par de meses antes, nos va a marcar la primera parte de este trabajo y va a ser la punta de lanza para que estos -Stranger- monten todo este tinglado. "The Bell" homónima del disco, es la primera, y las seis cuerdas continúan desatando  pull offs y hammer ons, sin descanso, mucho ligado, intercambio de solos y cantidad de tappings, cosa que va a ser la marca y el sello  personal de estos hachas: Pleyer/Rieger (los dos se llaman Wolfgang, igual que Mozart o Van Halen). La estructura de este tema serviría de base para la explosión del power metal, algo parecido a lo que significó  el "Fast as a Shark" de los Accept, pero sin alcanzar la fama y solera de este, y es que hoy en día nos puede sonar muy visto, pero en el 85, esto era un bombazo, pocas banda sonaban así de rápidas y melódicas por aquellos años. 

De compases de cuatro pasamos a compases de tres, o mejor conocidos como los tresillos. El tempo lo bajan un poco y el estribillo de "Wheels", la segunda del largo, nos puede llevar fugazmente a los Saxon del "Wheels of Steel". Estos tipos también beben del heavy británico, y la NWOBHM está presente aquí, no podía ser de otra forma. Ya sabéis que cuando se desinfló esta corriente en el Reino Unido, brotó con fuerza en otras partes de Europa, especialmente en la zona del Este. Y en Alemania no iba a ser menos.

Unas carcajadas burlonas nos conducen al Ángel de Medianoche, "Midnight Angel", tercera pista del álbum. Otra vez el batería, Thomas Imbacher, se encarga de abrirla, batera que después se uniría a los buenos y también bávaros Gravestone, un corte más Hard/Heavy que perfectamente podría ir en los primeros trabajos de los Stormwitch. La canción nos habla de un ángel diabólico y oscuro que aparece al llegar la medianoche. De este tipo de temática estará plagado todo el disco, de ahí lo que os comenté al principio de su toque sombrío y maléfico.

La cuarta del elepé, "Woman" nos advierten del peligro de enamorarnos de a una mujer vestida de negro y de piel pálida, que suele aparecer en las noches de luna llena. Tened cuidado si la encontráis por la noche y caéis en la tentación de subirla a vuestros aposentos, posiblemente se trate de "Lilith" la mujer fatal por antonomasia y perdición de muchos hombres. Si lo hacéis, os puede pasar como el protagonista de la canción, que se quedó solo y muerto de frío. Todo el tema navega sobre un riff galopante, golpes de tres rasgan las cuerdas para generar ese efecto de trote. El parecido con la canción "Warrior" de los de Hamburgo es más que evidente, aunque estos varían el estribillo y lo envuelven en una manta de oscuridad. 

Para la quinta del plástico reservan la balada, "I Hold You" que perfectamente podría ser "Cry for Freedom" de los Helloween, y es que, como os comenté, todo es una conexión brutal entre ambos discos. Unas bonitas guitarras acústicas nos adentran en este emotivo corte con un solo muy especial de los dos Wolfgans. Gran interpretación vocal del cantante, con un cierto parecido al Robert Plant en la mítica "Stairway to Heaven". Con esta cierran la primera parte, sin desfallecer y, como podéis comprobar, todo suena bastante potente, la producción fue de nivel y eso que no contaron con nadie relevante a los mandos. Esa tarea la encomendaron a un desconocido, Peter Ehrenfeld, que después de grabar este trabajo, desapareció de las producciones, quién sabe si víctima de los encantos de Lilith.

"Bright Fog", inaugura la cara B, a toda pastilla, con un grito ensordecedor de Gerd, demostrando la potencia vocal que tenía el fulano, es que este vocalista era muy bueno, de hecho después entraría en otra banda donde seguiría dando buena muestra de sus bondades al micro. Pista de las más Thrash del disco, que no desentonaría nada en el "Kill 'Em All" de los Metallica. Poco más de dos minutos sirven para arrasar con todo. Un caballero de hierro surge entre el brillo de la niebla, el sacristán toca la campana, pero ya es demasiado tarde para rezar. 

De la más corta pasamos a la más larga "Hazle the Witch" un buen medio tiempo, donde nos hablan de la bruja Hazel, que se bajó del cielo sembrando la muerte y la destrucción en la tierra. Su mirada era el rayo y su aliento una tormenta. De las más lentas del disco y una de las más musicales del álbum. Una pseudo balada medio oculta que no inculta.  Una intro oscura y siniestra hace de maestra de ceremonias, para que el bajo muy hipnótico nos adentre en este buen mind time, los primeros Maiden vendrán a nuestro pensamiento.

Un teclado muy sensual nos introduce en la penúltima del álbum, "Broken Harmonies", convirtiéndose en una de las más extrañas y raras de todo el largo y, para mí, todo un acierto que la hubieran metido, tiene  un marcado poso AOR, estilo que sería una de las influencias veladas que tenía esta peña y que después explotarían en su segundo disco. Las teclas lleva el peso del tema de manera lenta, arropado por unos buenos punteos de las guitarras y otra gran interpretación de su vocalista, excelentes los coros. Preciosa sección de solos se marcan, de los más sentidos y exquisitos de todo el largo, aquí es donde demuestran la calidad que tenía esta peña y por eso les otorgo la nota de abajo. De los mejores temas del disco.

Se despiden de nosotros enchufando las guitarras, con un gran riff principal, metálico y poderoso. Otro buen medio tiempo de puro heavy metal, El jardín del mal "Garden of Evil", cierra el elepé. La línea vocal y los coros nos pueden traer ecos del genio Dio, de ahí la buena voz y habilidades del vocalista, no en vano se uniría a otra gran banda (que más abajo desvelaré), aunque nunca conseguirían llegar al nivel de este "The Bell".  

Después de escuchar esta perla de poco más de 35 min de puro Heavy/Speed alemán, pionero y de calidad, se podría decir qué injusta es la vida!, no digo que se haya caído un mito, porque los Helloween supieron explotar ese sonido y consiguieron el apoyo en masa del público y de la crítica de entonces, pero no me negaréis que estos -Stranger- también tenían ese sonido de guitarras tan melódico y característico que luego desarrollarían las calabazas. Con ese toque tan melodioso que conseguían tocando lo más pegados que podían al cuerpo de las guitarras, lo que les hacía sonar tan agudos y melódicos. Por las razones que fueran, estos -Stranger- no lo petaron. Los Helloween solo unos meses después les robaron la cartera, y eso que este "The Bell" no se vendió nada mal, pero editados por una discográfica humilde como "Hot Blood Records", un sello local, de su ciudad natal, pudo ser una de las razones de por qué esta gente no lo consiguió. Los Helloween contaron con la "Noise Records" detrás que de aquella era un sello mucho más potente, con más músculo y eso seguro que fue una de las claves de por qué unos lo consiguieron y otros no.  

Estos -Stranger- tuvieron que quedar bien jodidos, viendo como sus paisanos de Hamburgo lo petaban y ellos haciendo lo mismo, se quedaron con un palmo de narices. Para el siguiente trabajo, todos, a excepción de uno de los guitarras, Rikki Rieger, ya habían abandonado la nave y el único que quedaba, decidió cambiar el tercio y probar suerte dentro del Hard/Aor con un más flojo, "Pretty Angels", del 89, que prácticamente de los -Stranger- sólo quedaba el nombre. Si con el primero no lo petaron, con este fue mucho peor. El cantante, Gerd Salewski y uno de los hachas ya se habían unido a los buenos heavy/powers Chroming Rose, el batera haría lo mismo con  los mencionados Gravestone y el otro hacha junto con el bajista desaparecieron del mapa. 

Con este "The Bell" de los -Stranger- estamos ante uno de los primeros y mejores discos de heavy/speed germano de los 80's, álbum de culto que se quedaría enterrado en el underground metalero, sirviendo de inspiración y uno de los pilares básicos, para lo que después se llamaría power metal, y que los Helloween serían considerados los padres, aunque como hemos visto, estos -Stranger- también estaban ahí pisándoles los talones.

8/10