jueves, 10 de julio de 2025

Tribulation - Sub Rosa in Æternum (2024 Century Media Records)

1. The Unrelenting Choir (2:51)
2. Tainted Skies (3:50)
3. Saturn Coming Down (5:58)
4. Hungry Waters (5:22)
5. Drink the love of God (2:58)
6. Murder in Red (4:48)
7. Time & the Vivid Ore (3:54)
8. Reaping Song (4:40)
9. Poiosom Pages (6:08)

Confieso sentirme bastante turbado por este último álbum de Tribulation. Son ya bastantes los meses que han pasado desde su edición y no tengo demasiado claro cómo posicionarme ante él. Y tampoco necesariamente porque me haya pillado por sorpresa, sino porque asumo que se trata ya de la confirmación definitiva de que los Tribulation de la etapa “Children of the Night"/"Down Below” empiezan a ser cosa del pasado. 

E insisto, esto es algo que hemos visto cientos de veces en el mundo del metal extremo. Banda inquieta, cambiante, que busca nuevos horizontes con cada nuevo capítulo, llega un momento que se aleja tanto de sus inicios que resulta totalmente irreconocible. De todas formas, es lo que comenzaba diciendo, esto es algo que estaba cantado y creo que el siguiente paso también se antoja bastante previsible. Si aquí la influencia gótica es omnipresente y el recién encontrado crooning varonil de Johannes Andersson desplaza en gran medida a su ya conocido rugido a lo Nödtveidt, mucho me temo que en la próxima oferta nos tendremos que despedir por completo de este último y Tribulation se habrán convertido en una banda de rock gótico con todas las de la ley. 

Si os soy completamente sincero, no por esperado, este cambio es bienvenido... más bien temía el momento de su llegada. Después de tocar techo con "Down Below", aquel "Where the Bloom Becomes Sound" con el que nos dijo adiós Jonathan Hultén, me supo a poco. Estilísticamente conservador, caminaba sobre los pasos marcados por sus dos predecesores, sólo que peor, menos inspirado y, hasta cierto punto, rutinario. Parte del secreto de aquella encarnación de Tribulation estaba en el gancho instantáneo de canciones como "Strange Gateways Beckon", "Melancholia", "The Lament" o "Nightbound" y nada de lo que encontrábamos en "Where the Bloom Becomes Sound" pegaba así de fuerte. Puedo comprender, entonces, que necesitaban nuevos horizontes como compositores, más aún con la pérdida de una de sus mentes más creativas...

Con todo esto en mente y con la sensación de encontrarme ante una banda querida, aunque en paulatino declive, me acerqué a este “Sub Rosa in Æternum” con precaución. Lo mejor que puedo decir de entrada es que la introducción de “The Unrelenting Choir" predispone favorablemente y que “Tainted Skies" recupera buena parte del gancho perdido en “Where Gloom Becomes Sound". La melodía de guitarras es de contagio inmediato y el estribillo tremendamente pegadizo. Sin embargo, el impacto llega a través de ese registro limpio a lo Fernando Ribeiro de Johannes Andersson... bueno, aunque no resulta tan repelente como el portugués, si os soy sincero. No me coge por sorpresa, ya os digo, me lo podía esperar, y más viendo una portada que parece de un álbum de The Sisters of Mercy o, peor, de los propios Moonspell (se nota que les tengo bastante manía, ¿a qué sí?). Creo que la jugada de Tribulation es clara y señala sin pudor hacia dónde se dirigen... no sé si seré capaz de seguirles hasta allí, lo dudo. Gran producción, en su línea, cristalina y orgánica, con un sonido de batería muy natural y un bajo corpulento y omnipresente. Este “Tainted Skies” es un buen tema, que me llena, aunque me deja con una ceja enarcada y a la expectativa. 

“Saturn Coming Down", el primer single editado, juega esa misma baza ya conocida, aunque Johannes Andersson se lo monta a la inversa, gutural en las estrofas y crooning gótico en el estribillo. No está nada mal el asunto, otra vez muy pegadiza y conectando con los “hits" de la banda. De momento, parece que no hay mucho que temer, como aquella vez, en Donosti Rock en 1996, en la que escuché el “Against Widows" de Amorphis y, durante un minuto y veinte segundos, pensé que no había por qué alarmarse... hasta que irrumpió la voz nasal de Pasi Koskinen y se me cayeron los pantalones al suelo. Aquí el susto me llega con una “Hungry Waters", que podríamos llegar a calificar de “balada", a su manera. Desaparece por completo el característico bramido de Andersson, introducen arreglos orquestales y las guitarras distorsionadas brillan por su ausencia. Es tranquila, como lo era “The World", pero ya no es oscura. Nos encontramos, simplemente, con metal gótico, con algo de la magia de antaño, pero tampoco muy lejos de Type O Negative o de los momentos más amanerados de Moonspell. Dulce, suave, melancólica... No me llega, la decepción va en aumento... ¿Será sólo un espejismo?

“Drink the Love of God" acelera ligeramente. La melodía de guitarra a lo Paradise Lost es pegadiza, pero... espera, entra la voz, no es a Paradise Lost a lo que me recuerda, es a The Sisters of Mercy. Echo de menos los guturales, pero no está mal, es rock gótico amplificado y se lleva bien, sin ser la octava maravilla. Sólo hay por ahí unos coros bastante repelentes que me molestan un pelín, pero bueno... Ay, ahora entra un sintetizador, una batería sampleada... “Murder in Red" cruza la línea, todo residuo de metal desaparece y nos encontramos con un desconcertante número de electro-pop con influencias de darkwave. Empieza a complicarse la cosa y no gustarme lo que escucho... 

“Time & the Vivid Ore" es, seguramente, la más Tribulation de todas. Con más fuerza en las guitarras, buenas melodías y Johannes Andersson sin abandonar su tradicional registro agresivo en ningún momento. Sin estar entre lo mejor que han hecho, agradezco su llegada y me ayuda a recuperar sensaciones ante la recta final, aunque, por desgracia, empiezo a tener una impresión de inconsistencia que me deja algo fuera de juego. Parece que Tribulation quieren dar un paso adelante hacia otra cosa, pero no se atreven del todo y, al final, les ha quedado algo a medio camino que no es, ni lo de siempre, ni algo totalmente nuevo. No sé, las sensaciones son contradictorias y no me quedo a gusto con todo ello. 

Y si hasta ahora van varias sorpresas desconcertantes, “Reaping Song" me deja con un palmo de narices. Hay detallitos que me indican que son ellos, pero resulta tranquila hasta el extremo y Johannes Andersson... diría que se empieza a encontrar cómodo en sus nuevos zapatos, pero aquí parece que quiere sonar más a Nick Cave que a sí mismo. No sé muy bien qué deciros... Una así no está mal del todo, pero llevamos varios bandazos y ya no se a qué atenerme. Cierra “Poison Pages" totalmente gótica, con Andersson otra vez en limpio y Adam Zaars y Joseph Tholl casi inéditos. Creo yo que no es buena noticia que no haya hablado nada de ellos en toda la reseña ya que su trabajo pasa muy desapercibido durante este “Sub Rosa in Æternum". Una verdadera pena cuando estamos hablando de dos tipos que nos han dado alguno de los mejores momentos del heavy metal en la última década y media. Este no es trabajo de guitarras...

Si hubiera una línea imaginaria entre el metal extremo y el gótico, Tribulation acabarían de cruzarla. Algo todavía parece que les mantiene aferrados al sonido que les hizo populares hace una década, pero la conexión cada vez es más débil y estoy seguro de que, en el fondo, están deseando cortar lazos con su pasado y abrazar definitivamente su nueva identidad como banda gótica. La sensación final es muy similar a la que tuve en su momento con álbumes como el mencionado “Elegy" u otros como “Down", “One Second" o “Irreligious", Tribulation quieren volar lejos de sus raíces y este no es más que el paso previo. Quien este dispuesto a seguirlos, adelante, yo me temo que me bajo aquí del barco. Ojalá esté equivocado y recojan cable...

6,5/10

2 comentarios:

  1. Debe haber un error... ¿éstos tíos son los mismos que debutaron con un EP llamado Putrid Rebirth seguido de un excelso The Horror?...
    Fuera coñas, la verdad es que yo los dejé ya con su segundo disco The Formulas of Death del 2013, en el que ya pasarían a incorporar otros elementos más góticos a su música y desde entonces he escuchado algún tema suelto o visto algún que otro tema en directo por youtube y me he quedado algo desconcertado con esta gente sin saber pillarles el punto.

    Claro, de aquel Death abrasador a lo que nos proponen ahora, ciertamente no reconozco a la banda, aunque también te digo que no sé quçe coño tiene este tema que en lo personal hasta me gusta. Mierda!!, esto es síntoma de que me hago viejo, más maduro o lo peor, que me esté amariconando... No, en serio, me gusta la parte gutural de las voces y aunque la música tenga un componente bastante más light, está creada con muy buen gusto.

    Nada, iré tirando en retrospectiva la discografía de esta gente a ver que voy encontrando. Alguna recomendación?

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    1. Una vez ya tienes dominado The Horror, la recomendación es clara, Children of the Night y Down Below. Del segundo incluso tienes aquí reseña:

      https://digitaldictator.blogspot.com/2024/03/tribulation-down-below-2018-century.html?m=1

      Ahí es donde definieron el sonido que les llevó a pegar el pelotazo. A mí me pasó básicamente como a ti. Flipé con The Horror, escuché The Formulas of Death y desconecté de ellos. Nunca conseguí pillarle el punto a ese álbum. Cuando salió Children of the Night y la peña se volvió loca ignoré el hype y tardé unos años en darles una nueva oportunidad. Fue ya después de editar Down Below cuando me encontré con ganas y me conquistaron. Básicamente, es lo mismo que encuentras aquí, pero más metálico y, lo que agradezco yo más, con voz exclusivamente gutural. Ahí estaba justamente para mí la gracia del grupo. Eran una especie de metal gótico con raíces en la música de los 80, sin la pomposidad del metal gótico mainstream de los 90 y con una voz propia de una banda de black/death. Por alguna razón me recordaban mucho en concepto a los Sentenced del Amok, pero como viene siendo habitual en este tipo de bandas, tarde o temprano se pasan de rosca. Espero equivocarme y verlos recuperando su sonido más eléctrico y extremo en un próximo álbum, pero me parece una posibilidad bastante remota. Una vez iniciado ese camino, es raro el que da vuelta atrás o lo hace a tiempo, antes de convertirse en una banda anciana que lo hace por pura conveniencia y de forma antinatural.

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