2. Polar Bear (4:35)
3. Finn McCool (4:21)
4. We Still Remember (4:02)
5. London 1666 (4:59)
6. Dirty Like the City (3:48)
7. I Am the King (5:29)
8. Something that I Am Missing (4:36)
9. Paper Flags (4:00)
10. The Wound Is Open (3:48)
11. Body Beautiful (4:59)
12. Warth Lane (3:15)
13. For Tony (3:59)
En 2020, Alcatrazz regresaron con la mayoría de su formación original con el
lanzamiento de “Born Innocent”. Juntos de nuevo, Graham Bonnet a las voces y composición, Jimmy Waldo a las teclas y Gary
Shea al bajo. Aunque no fue una reunión de viejos amigos. En 2019 Bonnet
quiere resucitar Alcatrazz y lo hace desde su propia banda. A las seis cuerdas
recluta a Joe Stump, conocido por su
estilo neoclásico y shredder. A los parches Mark Benquechea que lleva con Graham Bonnet Band desde el 2016.
Para el nuevo material Bonnet decide contactar con viejos amigos como Chris Impellitteri, Steve Vai, Dario Mollo, Jeff Waters
o Nozomu Wakai, estos envían riffs o
canciones completas. Bonnet y Waldo seleccionan los temas en coherencia con el
espíritu de Alcatrazz. Después Bonnet pone la letra. Todo esto con el trasfondo
de la pandemia por covid.
De esta forma la mayoría de los
trece temas que componen “Born Innocent” son colaborativos, el álbum fue
concebido como un homenaje al estilo hard rock/metal melódico de Alcatrazz de
los dos primeros discos, “No Parole from Rock n Roll” y “Disturbing the Peace”,
siendo un compendio de estilos donde se ha tenido presente el estilo de Yngwie Malmsteen y Steve Vai a las seis cuerdas. Aunque es un poco más que eso, en
realidad es un homenaje a la carrera de Graham Bonnet que hace un despliegue
vocal de todo lo que tiene con 72 años.
El disco tiene varias facetas, pero arranca siendo un disco de heavy neoclásico y melódico. “Born Innocent” da título y tiene a Chris Impellitteri
como co-protagonista porque Bonnet está al mando. Desde este primer paso vemos
que la voz de Bonnet se ha mantenido (por lo menos en estudio) en su mayor
parte, una voz privilegiada para el hard rock. Es cierto que no puede forzar y
llevarla a los límites de sus años dorados, pero sorprende su eficacia y capacidad de transmitir. El resto de la banda soporta el empuje de esas seis cuerdas,
Chris Impellitteri, que siempre se le compara con Malmsteen por la técnica Shred, pero es más agresivo, siempre ataca y es más poderoso (que no mejor, la
potencia no lo es todo), el resultado es un tema enérgico, melódico y potente,
con buenos coros y un Bonnet renacido.
Este viaje que comienza es un
autohomenaje a la carrera de Bonnet que va más allá de Alcatrazz. Este primer
corte nos recuerda que después de tirar la toalla con Alcatrazz, Bonnet militó
en la banda Impellitteri en uno de
sus mejores trabajos el “Stand In Line” del 88.
Siguiendo en el estilo
neoclásico, “Polar Bear” (sí un tema heavy de un oso polar) llega con tintes a Rainbow modernizado con unos toques
power pero sin llegar al dulzor repelente. Para un servidor, que adora a Blackmore y a Bonnet, esto es miel
sobre hojuelas. Descubrimos que en la banda había un teclista, Jimmy Waldo, que se desenvuelve a las
mil maravillas dando soporte a las seis cuerdas, también creando atmósferas y
dando detalles de calidad. Este es de los pocos temas que toca el guitarrista
de Alcatrazz, Joe Stump y el
resultado es más que satisfactorio, es uno de los mejores cortes del disco y sí
se puede hacer un tema de heavy neoclásico veloz teniendo como protagonista a
un oso polar. Y si alguien se le había olvidado, Bonnet estuvo en Rainbow…
“Finn McCool” es más modernita
pero de la escuela neoclásica que recordará al debut de Alcatrazz, donde se está
pensando bastante en el directo y aquí el guitarrista que se sobra a tirar
punteos a toda pastilla es el nipón Nozomu
Wakai, es una montaña rusa en el mástil, el tema es dulzón, rápido y fresco.
Aquí Bonnet nos recuerda que Alcatrazz donde tuvo más éxito fue en Japón y allí
es un pequeño dios. Estribillo con gancho y happy metal, con un Bonnet que
sorprende con algunos agudos y por si alguien no conoce a Nozomu Wakai es un
alumno aventajado de Malmsteen que lleva una década con su propia banda Destinia.
Tras esta tripleta de temas
neoclásicos, rejuvenecedores y melódicos, entramos en otro estado. “We Still
Remember” es un medio tiempo muy apoyado en los coros y con un guitarrista de
otro palo, D. Kendall Jones, un
desconocido para un servidor que muestra clase y aires progresivos pero siempre
con un cuidado estribillo y coros acolchaditos. El corte me traslada más a la
época Vai de Alcatrazz.
“London 1666” se viene encima,
riff clasicote tipo Blackmore apoyado en los teclados. Batería en duro de Benquechea
y bajo de martillo. Cuernos al viento. Llamas en la voz de Bonnet. Stump a las
guitarras se marca un solo extendido como ganando espacio entre tanta
competencia. Esta es la cara dura de la moneda.
La cara preciosista (que no
blanda) llega con “Dirty Like The City” con el maestro Steve Vai, el budda de las seis cuerdas, pues es una gozada. El
tema anterior te pega el tortazo y este te acaricia, blues hard de mucha
categoría, con el Hammond de Waldo de fondo, la voz de Bonnet al frente y esa
guitarra de Vai que es uno de los momentos más esperados del disco. Un buen
tema que tiene su punto álgido en el estribillo donde todo se desata.
“I Am the King”, por si alguien
tenía dudas, Bonnet es el rey. Aquí el otro protagonista es Bob Kulick que fallecía ese mismo 2020
por enfermedad cardiaca, el que fuera miembro de KISS, Alice Cooper o W.A.S.P. colaboró con un medio tiempo
melódico con buena factura que se alarga en exceso lo que le hace perder fuerza.
Llega el turno de Dario Mollo, el guitarrista y productor
italiano que combina elementos clásicos de hard rock de los setenta con
tendencias más actuales, en sus discos han colaborado Glenn Hughes o Tony Martin
y también lo hizo con Bonnet, en este “Born Innocent” tiene dos temas:
“Something that I Am Missing” y “Warth Lane”, pero ni la primera, que no me
acaba de convencer con esos giros de estilo, ni la segunda, combinando la
eléctrica con la acústica, son temas que me lleguen a pesar de los esfuerzos vocales
de Bonnet.
Para volver al buen camino entra
en liza Jeff Waters en “Paper Flags”
que nos sorprende con un tema veloz a lo Deep
Purple de la época de Steve Morse,
sensación vertiginosa donde las seis cuerdas echan un pulso a las teclas. El
tema heavy bien cargado de electricidad y que no se detiene ante nada.
A estas alturas, el disco va
pidiendo a gritos el final del partido. “The Wound is Open” es un tema
machacón, potente y modernete que perfectamente podrían haberse ahorrado.
“Body Beautiful” tiene ciertos
aires a Black Sabbath sin llegar a
esa plena oscuridad, pero con un riff más tradicional y estribillo reconocible
debería haber sido un perfecto cierre de LP. Un hard heavy melódico de libro,
de los pocos temas donde tocan los cinco Alcatrazz de ese momento: Bonnet,
Shea, Waldo, Stump y Benquechea.
De la última canción, “For Tony”, solo
diré que parece que voy a escuchar a unos Beatles desafinados con Bonnet
cantando casi a capella sobre un organillo. Que nos recuerda que Bonnet antes
de entrar en el mundo del rock duro con su estética rocker estaba en una banda
de pop rock llamada The Marbles. Eso
era a finales de los 60 y entonces Bonnet lucía voz cristalina y melenón.
“Born Innocent” tenía muchas
papeletas para ser un refrito y de hecho lo es un poco, pero contiene buenos temas y
para los fans de Bonnet y Alcatrazz los suficientes alicientes para pasar un
buen rato. Tiene sus defectos porque falta coherencia, algún tema pincha en la
recta final y tiene el mal de los LP's de los últimos 30 años, se alargan en
exceso, pero nada de esto quita el valor al 80 por ciento del disco. De hecho se
nota cierta falta de cohesión que evidencia que estos Alcatrazz serían algo
efímero. Después Bonnet sería reemplazado por Doogie White y hubo dos
Alcatrazz, el oficial sin Bonnet con Waldo, Stump y Shea (sí oficial), y el de
Bonnet. Es decir, para mí lo último de Alcatrazz es este “Born Innocent” que
puede llegar a un digno notable y recordar viejos laureles, lo que vino después
no tiene ningún sentido.
Alcatrazz, que buenos recuerdos.
ResponderEliminarLos dos primeros, los considero piedras básicas de todo el hard rock ochentero, con el plus de tener a uno de los mejores cantantes de rock de todos los tiempos (y dos guitarristas que estaban sembrados entonces).
Si señor, Graham Bonnet es un señor cantante, y este disco hay que tomarlo como un homenaje a este señor, al que no creo que, desgraciadamente, le quede por edad otros 10 discos por grabar para satisfacernos. Mientras tanto, aunque no sea su mejor obra, hay que escuchar a estos "viejos dinosaurios", que van a ir desapareciendo, y no hay relevo (bueno sí, pero con el nivel y aura de las viejas glorias no creo)... porque no nos olvidemos, pero Vai puede seguir tocando unos años, pero Coverdale, Bonnet, Dickinson, Halford no podrán seguir infinitamente...
Al disco le sobra algún tema, y hay un poco de disparidad en los temas (no es malo, a veces le va muy bien al disco, y si no que se lo pregunten a Alice Cooper y su vuelta con los discos de los 90´s con colaboraciones de distintos guitarristas, que lo volvieron a poner totalmente en el candelero).
Un 8 a base de gritos (no tan altos como antaño) para una de las voces del rock.
Lo vemos similar, Bonnet es un grande, necesitaba un homenaje y decidió dárselo a sí mismo. No es un disco al nivel de los dos primeros de Alcatrazz pero esta disfruton para los fans. A mí el primero con Malmsteen es unraa gozada porque están de dulce, cómo suena esa guitarra!!
EliminarAdemás es un trabajo este que paso muy desapercibido por la pandemia o por lo menos a mí me ocurrió. Bonnet supo reunir a muchos guitarristas de talento y sacó provecho aunque el disco se hace un poco largo en el tercio final, con 9 o 10 temas habría quedado mejor.
No creo que Bonnet este a estas alturas para regalarnos más de su arte y sus gritos, los años son los años. Por eso valoro más este trabajo.
Saludos JCSG
Igual que considero que este es un más que merecido homenaje para Bonnett, lamento que la reunión e la banda fuera tan efímera y acabara como acabó, con dos Alcatrazz. Y ahí siguen Waldo, Shea, Stump y un tal Giles Lavery al frente en algo que suena casi tan descabellado como unos Motörhead sin Lemmy. Por otro lado, Bonnet con su panda, al que he podido ver en un par de ocasiones durante estos años... un personaje realmente encantador. Yo me decanto claramente por él.
ResponderEliminarNo he vuelto escuchar Born Innocent desde 2020, pero lo recuerdo digno y un poco inconsistente, a partes iguales. Con temas muy interesantes y otros algo fuera de contexto, cosa difícil de evitar con hasta 8 guitarristas diferentes y 13 cortes en casi una hora de música. Es muy complicado aguantar el nivel durante tantos minutos y va a llegar un momento donde vas a fallar. Pocos álbumes pueden jactarse de contener una hora de música sin relleno... ¿Operation: Mindcrime?
En definitiva, me alegro de escuchar Bonnet con ganas y algo que aportar, aunque a esto le faltó un pelín de perspectiva, centrarse un poco más en una propuesta concreta y más cohesionada, algo que también noto en sus álbumes en solitario de los últimos años. Supongo que tener por ahí a Bonnet dando guerra a sus 77 años ya es más que suficiente para celebrarlo...
Cierto que no tiene sentido para mí unos Alcatrazz sin Bonnet y se metieron en pleito y puede que la parte de la banda que no era nuestro querido "rara avis" Bonnet tuviera razón y Alcatrazz fuese tanto o más suyo que el cantante pero... ellos no lo ven? Qué expectación tendrá ver a Alcatrazz con un tal Giles Lavery? Yo he visto algunos vídeos en directo y no pagaría por verlo.
EliminarCentrándome en Born Innocent, en su día me lo perdí porque la época covid fue dificil y agobiante y no escuché nada o casi nada. Si fueran 50 minutos estaría mejor seguramente, hay devaneos con temas con un estilo y otros con otro pero es parte de la gracia. Hacer un LP de esos que van a cañón con un rollo desde inicio hasta fin, eso hoy dia no lo hace nadie. Aquí por lo menos se ha rodeado de buenos músicos y se nota que ha habido trabajo detrás, luego se echa en falta un productor o alguien con dirección musical para darle un verdadero todo.
Para mí es la despedida de Alcatrazz y de Bonnet aunque haya tenido sus intentos con su propia banda no creo que hayan llegado a este nivel.
Operation Mindcrime es una obra maestra incomparable que ni los propios Rÿche pudieron igualar, incluso dinamitó sus posteriores trabajos que no llegaron a estar a la altura.