miércoles, 21 de agosto de 2024

Panic - Epidemic (1991 Metal Blade)

1. Blackfeather Shake (4:20)
2. High Strung (3:43)
3. Hypochondriac (4:13)
4. Spider Desire (5:39)
5. Morbid Curiosities (4:23)
6. Hellfire Club (5:43)
7. 911 (5:12)
8. Devil's Night Out (5:38)
9. I Stole Your Love (KISS cover) (2:15)
10. Pile o' Bones (5:28)


Debutar en 1991 con un álbum de thrash metal “al uso" era un auténtico suicidio comercial, por mucho que detrás estuviera Metal Blade y dos miembros de Exodus como padrinos... y hasta que fuera año capicúa. Pero no, colega, llegando tan tarde a la fiesta, era imposible despegar. Obviamente, en aquel momento, seguro que estos Panic, formados en 1987 en la aún metálica Seattle de los Metal Church, Queensrÿche, Fifth Angel, Sanctuary, Culprit, Heir Apparent, Wild Dogs, Q5, Forced Entry, Bitter End, Bloodgood, TKO, The Accüsed... no lo sabían y esperaban jugar bien la mano que les había tocado para ser la nueva sensación thrash. Nosotros ahora sabemos que eso no iba a ser posible y menos llegando desde Seattle, donde en los 90 ya no triunfaría otra cosa que no llevara camisa de franela y fuera llorando por las esquinas...

Se ve que dos años antes, desde 1985, llevaban ya estos chavales en circulación como Cold Steele, pero esta fue otra de esas tantas bandas a las que el éxito les fue esquivo y se pasaron buena parte de los 80 vagando por el underground. Ni siquiera su primera demo, ya en 1988, con el mismísimo Terry Date (Pantera, Metal Church, Fifth Angel, Overkill, Soundgarden, Dark Angel, White Zombie, Prong...) produciendo, atrajo la atención de la industria. Panic, inasequibles al desaliento, siguieron moviéndose por su zona y editando demos, cuatro en total (y, según cuenta Jeff Braimes, peleándose con Forced Entry) hasta que Gary Holt de Exodus se plantó un día en uno de sus bolos en busca de una nueva banda que apadrinar. Se ve que Gary, algo pelusón por el éxito de Mustaine con Sanctuary, estaba rastreando la zona con su mánager su para ver a quién podían sacar del anonimato y fueron precisamente Panic los elegidos... Esa mánager, Toni Isabella, los puso en contacto con numerosas multinacionales, pero, de nuevo, ninguna mostró interés en levantar una banda de thrash metal de Seattle. Lo único que buscaban ya en aquel momento, saliendo de la capital del Pacífico noroeste, era uno de esos grupos de desaliñados y llorones con camisas de franela a los que me refería antes...

Finalmente, Fue Brian Slagel el que les echó el guante, pero, otra vez en palabras del propio Braimes, su nuevo jefe estaba más interesado en reeditar viejos álbumes de Thin Lizzy que en promocionar a sus nuevos pupilos, con lo que el contrato con Metal Blade tampoco acabó resultando tan buena noticia como parecía en un principio. Así las cosas, Panic entraron en enero de 1991 en los Alpha & Omega Studios de San Francisco para grabar su esperado, por ellos, asumo, álbum de debut, con Rick Hunolt y Gary Holt a los mandos... Braimes dice no recordar claramente hasta qué punto influyeron en la grabación, más allá de ayudar con el tono de guitarra y fumar mucha maría, así que entiendo que la cosa en realidad fue responsabilidad de Marc Senasac y que el “Equipo H", como se hacían llamar entonces, se limitó a poco más que prestar su nombre. Algo que no deja de ser paradójico cuando afirman que Exodus no se contaban para nada entre sus influencias y hasta se cachondeaban de ellos con frecuencia, cosa que me cuesta creer por sus parecidos más que razonables. Todo esto, insisto, según palabras de su cantante...

Con todo, este “Epidemic" pega duro. A ver, no es una producción de primera categoría, como sí podían ser las de las bandas con apoyo multinacional por la época (Testament, Anthrax, Exodus, Overkill, Metallica, Megadeth, Slayer...), y hasta parece que noto alguna diferencia muy sutil entre cortes, pero el álbum suena guay. Las guitarras crujen, la batería golpea duro, el bajo de George Hernandez engorda mucho el conjunto y Jeff Braimes es un vocalista más que apañado, cosa que no debería extrañar del todo ya que dice sentirse mucho más cerca de tipos como John Bush o Bobby “Blitz” Elsworth, que de un vocalista de thrash al uso. Bastante por encima del típico berreador de medio pelo y con un toque sleazy que le aporta mucha actitud lo veo yo. Es más, que no os resulte raro encontrarnos de vez en cuando pensando hasta en Sebastian Bach cuando pegue algún que otro alarido ocasional, aunque las más de las veces en quien pensaremos será en Brad Divens de Wrathchild America, si sabemos quién es, y si no, Phil Rind de Sacred Reich también nos servirá como una referencia bastante válida... cantando un poco más, eso sí. 

“Blackfeather Shake" arranca la historia con mucho ritmo, con urgencia, pero no se sitúa en el lado violento del thrash. Yo lo pondría en algún lugar entre el “Fabulous Disaster" y el “The American Way" en términos de sonido. Thrash metal con un puntito informal, muy rítmico y, sin duda alguna, pegadizo. Se busca llegar con sus estribillos, con las ocurrentes líneas vocales de Braimes y que los riffs se nos queden grabados. “High Strung" sigue en la misma línea, pero aquí es donde noto ese leve cambio de sonido. No es algo notable, hay como un brillo diferente en las guitarras y la caja de la batería de Jack Coy no suena exactamente igual... esto es algo que siempre me ha tocado las bolas. Pasa mucho cuando hay diferentes manos por el estudio y quién sabe si entre Marc Senesac, Gary Holt y Rick Hunolt se acabaron haciendo un poco la picha un lío, tocando botones por aquí y por allá. Afortunadamente, no es nada para echarse las manos a la cabeza y, si somos de los que no nos fijamos demasiado en estas historias, igual ni nos damos cuenta. 

“Hypochondriac” tiene un marcado acento Exodus en las guitarras, mientras que “Spider Desire" me recuerda más a Overkill con ese bajo de George Hernandez (actualmente en Sanctuary) marcando el tempo con mucha fuerza, algo, seguro, condicionado por la presencia del solvente Martin Chandler como único guitarrista. Curioso que nunca se plantearan contar con una segunda guitarra que, según dicen, habría modificado su personalidad... Lo mismo ocurría con Overkill en los 80. Tremendas las ráfagas de doble bombo de Jack Coy en una parte central muy Anthrax, por cierto.

Algo más frenética es una “Morbid Curiosities" que se remonta a su tercera demo, de 1989, de nuevo con Exodus presentes en el riffeo de Martin Chandler, por mucho que ellos digan que no eran una influencia. Van así cayendo esas “Hellfire Club" (décadas antes de “Stranger Things"), “911", “Devil's Night Out"... todas a caballo entre unos Exodus, Anthrax, Sacred Reich y Overkill sin aportar nada extraordinario sobre lo que cualquiera de ellos llevaban haciendo desde 1987. Quizás su rasgo distintivo fuera ese particular sentido de la melodía marcado esencialmente por las voces de un Jeff Braimes que se esforzaba en cantar más que la mayoría de sus colegas de escena.

Hacia el final nos vamos a encontrar una inesperada versión del “I Stole Your Love” de KISS, que les queda particularmente bien (me perdonareis, pero aún no consiguo comprender del todo la fascinación de las bandas de heavy estadounidenses con los de Detroit), y una vacilona “Pile o' Bones” que cierra el álbum con cierto tono festivo. Soy más del rollo profundo y filosófico de unos Heathen o unos Forbidden, pero esto del cachondeo siempre ha sido consustancial a un amplio sector del thrash. Digamos que sería el momento crossover de Panic y tampoco les queda nada mal...

Con “Epidemic" pasó lo esperable, nadie les hizo ni puñetero caso. Hacia el ‘88 u ’89 aún habrían tenido una oportunidad, 1991 ya no era su momento. Pronto llegaron aires de tristeza desde Seattle y un huracán texano puso el heavy metal patas arriba. Como a todo hijo de vecino, a Panic les tocó tomar uno u otro camino para sobrevivir y decidieron coger la carretera de en medio. “Fact” no era mucho más que una copia low cost de Pantera con un Braimes que intentaba, sin mucho éxito, transmitir algo con sus voces. Les fue todavía peor que con “Epidemic”. Acto seguido, Toni Isabella los dejaba en la estacada y no tardaron mucho en darse por vencidos. En 1994, Panic ya eran historia. 

“Epidemic“ no va a cambiar la vida de nadie y menos a estas alturas de la película. Sin embargo, estoy seguro de que todo el que aún se despelote escuchando aquellos “Fabulous Disaster", “Among the Living”, “The Years of Decay" o “The American Way" va a pasar más que un buen rato con estos Panic de Seattle que tan tarde debutaron. No hacen nada fuera de lo común, pero lo suyo, les sale de puta madre.

7,5/10

10 comentarios:

  1. El del "Fabulous Disaster" soy yo, tío. Además, fue el primero que escuché de los Exodus, y por casa tengo también el directo que sacaron en el 91, "Good Friendly, violet fun". Nunca fui mucho de exodus, ya lo sabes, pero esos dos discos, sobretodo el "Fabolous... me mola mazo.

    No conocía a estos Panic, y están bien armados. Bien sólidos y sonando contundentes. Buena pareja de guitarristas, compenetrados y con fuego en los dedos. Juntos hacen una buena descarga de genuino thrash americano, pero del elaborado. No sólo de enchufar y machacar, esta gente sabía hacer giros y cambios de ritmo en los temas. Ojo, que los de Metal Blade, detrás, que era rarísimo que fallaran el tiro. Mira el solaco que se marcan ya en el segundo tema.

    Por buscarles un poco las cosquillas, quizás el vocalista sea lo que menos me convence. Parece una mezcla Joey Belladonna, John Bush y Chuck Billy, pero sin la gracia de ninguno. No es que lo haga mal, defiende los temas perfectamente, pero cuando quiere estirar esa voz y hacer cositas más melódicas, se le ven un poco las costuras. Lo que sí le reconozco es que no es el típico gritón o chillón que sale sólo a berrear o pegar gritos.

    A mí me recuerdan mucho a Anthrax, los que más. Después tienen cositas de Testament, Exodus (obvio), Overkill, bueno, en general, los que has citado. Hacen un compendio de los clásicos del thrash americano. También meten cositas modernas, algo grooveras, que es normal...

    Lo que no entiendo es cómo se puede ser tan suicida o estar tan loco para venir en pleno 91 con esta bala de genuino thrash a estas alturas de la película. Y lo que es más grave, que los de Metal Blade apostaran por esto. Vale, la banda es buena, pero es que esto es como ponerte a vender discos de metal en un concierto de Julio Iglesias. Vamos, no me jodas... En qué mundo vivían estos tíos. O es que pensaban que iban a reinventar el thrash? Pues no te lo pierdas, que los de Metal Blade, todavía les sacaron otro disco. Joder, mucho creían en estos tipos o es que estaban todos borrachos como cubas..ajjajajajajaj

    Nada, Witch. La reseña es impecable. Te la firmo de arriba abajo. Como se suele decir, esto es café para los muy cafeteros. Pero qué café, colega.... Thrash never die!!!!

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    1. Y tanto que los guitarristas están compenetrados, como que sólo tienen uno, jajaja. A ver, hay guitarras dobladas, como en casi cualquier disco, pero si te fijas hay alguna ocasión en que la solista se queda sin acompañamiento rítmico. Obviamente para que en directo no se notara tanta diferencia. Ellos mismos comentan que el guitarra era muy sólido tocando y que nunca quisieron meter un segundo porque cambiaría un poco su personalidad. Quizás por esa misma razón le dan tanto protagonismo al bajo. Es un poco el caso de Overkill, que también funcionaron como cuarteto hasta The Years of Decay.

      La historia es que esto en 1991 ya estaba bastante sobado. Es eso, coges a Anthrax, a Exodus, a Sacred Reich a Overkill y a Testament y ya tienes más o menos centrada la cosa. No se apartan mucho de esa senda y esto, a esas alturas, ya no llegaba. Probaron con algo más modernete en el Fact este del 93, metiéndose de lleno en el rollo groove, pero tampoco les fue mucho mejor. Seguramente también se subieron tarde al carro.

      Según comentan, Slagel nunca les dio mucha bola y se quejan amargamente de que Metal Blade nunca los promocionó. Lo cierto es que a mí, hasta hace algo más de un año no me sonaban de nada. Fue un hallazgo de estos buscando bandas "a lo Bay Area", pero antes de eso, nada de nada. Dicen que Slagel estaba mucho más interesado en mover a sus bandas gordas, en reeditar discos de Thin Lizzy y escuchar música alternativa y que pasaba completamente del thrash metal a esas alturas. Que todo fue mérito de la mánager de Exodus, después de que ninguna multinacional mostrara verdadero interés. Los tíos llevaban de una forma u otra a vueltas desde 1985, pero tardaron mucho en debutar y, cuando lo hicieron, ya era demasiado tarde....

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    2. Y el guitarrista con una camiseta de los Ramones, oíste... jajjajaja.. Pues juraría que eran dos guitarras. Hombre, ya me parecía que sonaban muy compenetrados. Normal, son los mismos dedos y brazos los ejecutores..

      En el Youtube encontré un videoclip del primer tema. Emitido por el mítico programa Headbargers Ball del MTV, donde descargan toda su tralla. Tenían un sonido potente y afilado. Y los fulanos con buena planta, pero es eso, demasiado thrash ochentero. Hasta les noto algo de crossover. Un poco las pintas también.

      Esta gente si hubiera editado esto en el 87, como si sacaron una demo, igual hubieran tenido alguna opción. Estuve viendo, y el bajista, debe de ser de origen latino... Está ahora con los paisanos Sanctuary, banda que lleva desde el 2014 sin sacar nada. El guitarra aún sigue en activo y parece que algo se movió por ahí, pero sin destacar...

      Yo creo que tenían madera para algo más, pero la época y sin apoyo potente detrás era muy complicado. Los tíos a veces parece que quieren hacer algo distinto, pero al final vuelven a cerrar el círculo otra vez.

      Este "Epidemic" hay que seguir poniéndolo....

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    3. Sí, vi bastantes veces ese vídeo de Blackfeather Shake y está bastante guapo ahí con el helicóptero en la azotea del edificio... Lo cierto es que los tipos se quejan bastante de que Metal Blade no los apoyó, pero yo creo que debe haber bastante pasta metida en ese videoclip, aunque igual no salió de Brian Slagel.

      Y sí, es cierto que George Hernandez toca hoy en día en Sanctuary, pero, hasta donde yo sé, desde que murió Warrell Dane sólo actúan en directo. Llevan ya unos años girando con el vocalista de Witherfall, pero creo que no tienen intención de grabar nuevo material... y espero que siga así la cosa.

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  2. Pues a mi este grupo... a ver; los tengo prejuzgados, porque yo primero me compré el segundo album "fact". Y este me gustó tan poco, que no me atreví a escuchar/buscar este primero hasta tiempo después.

    Comparando uno con el otro, este primero es mucho más thrash, el segundo mucho más groove, machacón y lento, no tan desenfrenado. Justo ese estilo que a mí no me hace mucha gracia...

    En fin, volviendo a este primero, habría sido un disco medio en su día, nada comparable con las vacas sagradas, pero se deja escuchar y tiene sus cositas, sobre todo si te gusta el thrash... un 6,5/7.

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    1. Obviamente, Fact es otra historia de esas típicas de los 90. Banda de thrash que no termina de romper, presencia atónita el éxito de Pantera y decide subirse al carro para probar suerte. Claro está, no la tuvieron y, en mi caso, no podría parecerme menos interesante una copia barata de Pantera, teniendo en cuenta que ya Pantera es una de las bandas que me caen más antipáticas de todo el mundo metal... Sin embargo, sin ser una maravilla y, obviamente, saliendo tarde, este Epidemic me parece un álbum de thrash metal muy sólido y entretenido. Bien interpretado y bien grabado. Hay que acercarse a el sabiendo lo que uno se va a encontrar y, aceptando eso, se puede pasar un muy buen rato.

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  3. Candela pura son estos Panic. Yo los descubrí hace tiempo. Recordé una foto de Mustaine con un cartel que sostenía en sus manos y decía: Go in… Panic y pensé, de que si de allí, por casualidad, habían tomado el nombre, tenían que ser potentes y así fue. Al ver que en El Portal no tenían Reseña, quise muchas veces sugerir que se hiciera, pero no se dio la oportunidad. A ver, esto es Thrash del elaborado, dinámico, sin alardes técnicos y sin idas de olla, como me gusta y con semejante portada, me lo llevaba pero de ya. Que machaque poderoso te encuentras aquí, riffeo sin contemplaciones, tirando a matar, un bajo fenomenal (otra vez un apellido Hispano) y un baterista de los que persiguen el riffeo, en perfecta armonía con el bajo. No se puede pedir más. Si se oyen las influencias de varios de los grandes, pero me importa un coño, el disco es demasiado bueno para dejarlo de lado. Hasta el cover de Kiss les queda de primera. La influencia de Kiss en estos muchachos y otros del genero como Anthrax y Megadeth, quienes también hicieron covers de los maquillados, era imposible no tenerla, eran la Banda más grande de los 70,s, en términos de popularidad y lo vivieron en tiempo real, al igual que yo, en esa época de oro del Beso, nadie los superaba por aquellos tiempos, eran una referencia de la que no podías escapar. La pega es la producción, no por mala, pudo ser mejor, pero de acuerdo a lo que dices, Brian Slagel ya era todo un empresario y en esos términos ya pensaba. Quizás le debía un favor a Gary Holt y por eso accedió, pero no se comprende que no les diera el apoyo necesario, que no se comprometiera mas con la Banda. Claro desde el punto de vista empresarial, esto no iba a ser productivo, ya el género estaba muerto y enterrado en el underground. Mi nota seria un 8, es un disco altamente recomendable.
    Gracias Witch por la Reseña
    Un Saludo

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    1. Bueno, RockS, este es de esos discos que se disfrutan ahora mucho más, 30+ años más tarde, que en su momento de edición. Las cosas claras, esto suena totalmente a la época 87-89. Musicalmente está ahí emparedado entre álbumes como Among the Living, Practice What You Preach, The Years of Decay, Fabulous Disaster y, apurando un poco, The American Way, por ese punto algo más accesible. Seguramente no habrían llegado mucho más lejos, pero, en el momento en que sacaron su primera demo, habrían tenido alguna oportunidad. En 1991 esto estaba totalmente desfasado y, como es lógico, la gente pasó mucho de ellos. Y hasta para el giro panteroso que dieron en el 93 también llegaron un poco tarde... Ahora bien, en 2024 esto ya me importa un pimiento. Es una banda de la época, que conserva la frescura de los años gloriosos del thrash y, si salió un par de años tarde, no me podría importar menos. Muchos otros sí consiguieron debutar en el prime del estilo y tampoco se comieron nada. Con Epidemic, al final, lo que nos queda es un buen álbum de thrash con el que pasar un buen rato y punto.

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  4. Pues no está mal el disco, thrash de la vieja guardia, cosecha del 91. Me ha gustado mucho el voceras con ese cierto toque sleaze que lo hace peculiar. La batería en perfecta sincronía con el bajo y la guitarra. Tiene mucho de Anthrax y bastante de Testament, si te gustan estos dos también disfrutaras de estos Panic. Obviamente no es Persistence of Time ni Souls of Black, pero es muy disfrutable. La producción es mejorable, más si la comparas con la que tenían sus coetáneos.
    Un muy merecido 7,5

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    1. A ver, es lo de siempre, en función de lo que los comparemos, saldrán ganando o perdiendo. Lógicamente, al lado de unos Persistence of Time o Souls of Black que salían sólo un año antes, se queda pequeño, aunque te digo la verdad, musicalmente yo no los pongo en la órbita de esos trabajos. Para mí esto va mucho más en la línea de lo que los propios Anthrax, Testament y otros como Overkill o Exodus hacían dos o tres años más atrás. Algo que, lógicamente los hace sonar un poco desfasados para 1991, momento en que el death metal explotaba y dentro del thrash se llevaban la palma discos como Victims of Deception, Arise, Mental Vortex, Nothing's Sacred, Time Does Not Heal... En ese contexto es en el que se nota que estos Panic iban un paso evolutivo por detrás. Lo que no quita que ahora Epidemic se pueda disfrutar como un entretenidísimo disco de thrash.

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