Si
de veteranos hablamos, de los que han estado siempre ahí pese a sus altas y bajas,
Svartsyn tiene un lugar muy merecido en el racimo de grupos a nombrar. Sacando
demos desde el ’93 cuando todavía se llamaban Chalice, el maestro Ornias
representa actualmente una rara especie de tipos que siempre han sido fieles a
ellos mismos, independientemente del suicidio comercial que eso puede
conllevar. Por eso cuando se anunció un nuevo disco, en pleno 2025 y mediante Norma
Evangelium Diaboli, sabíamos perfectamente lo que se venía.
La
mala suerte de este señor ha sido una constante en su vida. En un contexto
sueco que daba poco margen para errores, problemas de financiamiento e incluso
de un productor digno dio con un debut tardío y mediocre como lo fue el “True
Legend” (1998) que cortó de cuajo su proyección en un momento en el que Marduk
ya iba por “Nightwing”, Dark Funeral con el “Vobiscum Satanas”, Setherial con “Lords
of the Nightrealm” y unos tal Dissection acaparaban toda la atención aun
estando Nödtveidt preso. Pero es que incluso en su particular visión conceptual
del estilo, ya Ofermod, Arckanum y hasta los flojos de Malign parece que le
llevaban años luz de ventaja. Como si fuera poco, llegan los años 2000’s y
debutan unos tal Funeral Mist con uno de los discos más importantes de la
historia del género. Tiempo después los fulanos de Ondskapt asomaban y, por si
fuera poco, Watain esculpe el glorioso “Casus Luciferi”. Imposible. Todo esto
sumado a la imposibilidad de Svartsyn para consolidar una alineación estable
desembocó en su necesidad de dejarlo todo y reubicarse a Bélgica donde se
pusieron las barbas en remojo y empieza, para mí, la mejor etapa de la banda,
que es la que tiene lugar a partir del tremendo “Timeles Reign” (2007).
Todo
esto nos ha traído hasta este “Vortex of the Destroyer”, décimo álbum de su
carrera. A cinco años del maravilloso “Requiem” que fue un golpe de autoridad
por parte de un Ornias que rejuvenecía su sonido sin sacrificar un ápice de
personalidad. “Vortex of the Destroyer” viene siendo algo así como una carta de
amor al Black Metal. Con una mezcla de temas nuevos y otros que supuestamente
arrastra desde la etapa de Chalice, el maestro sueco nos ofrece cincuenta y
tantos minutos de una propuesta áspera y directa, sin margen para virguerías innecesarias.
Una atmósfera opresiva que lo engulle todo, erigida a base de feroz distorsión
y una batería monótona que cabecea el trance. La capacidad narrativa de Ornias
vuelve a ser sobresaliente. Me resulta emocionante ese tono avinagrado -erikdanielesco
me atrevería a decir- que ha adquirido su voz, que será la que nos marque la
ruta a seguir hacia ese portal de los horrores donde tan cómodo se siente.
El
concepto del álbum gira en torno al fin del mundo y el ciclo eterno de
destrucción y renacimiento al que estamos condenados. Esta obsesión temática es
una constante en Svartsyn, habiéndolo ya abarcado desde muchos puntos de vista.
Ya sea desde el cacharrerismo descarado de un “Destruction of Man” (2003) o el
misticismo de las culturas arcaicas de Mesoamérica en “Wrath upon the Earth”
(2011), todo se enfoca en la influencia destructiva de las entidades malignas
que co-protagonizan nuestra existencia. Y la bestia que vemos en portada
refuerza esa sensación de pequeñez ante un cosmos inmenso y cruel, detonando
los pilares de nuestra civilización como ya habrá pasado miles de veces en
pasados remotos, supuestamente.
Buen
disco, obra de un tipo que forma parte de ese cada vez más reducido grupo de personajes de
la vieja guardia que sigue dando muestras de calidad, entereza y mucha dignidad
artística.
7/10
Es curioso porque siendo consciente de la existencia de Svartsyn desde mis años mozos, nunca han conseguido captar mi atención más allá de unas meras escuchas casuales. Recuerdo perfectamente entrar en contacto con su trilogía inicial a primeros de los 2000, pero, poco impresionado por sus logros, los dejé aparcados un tiempo. En un contexto en el que salía muy buen material en el panorama black underground, álbumes como The True Legend, ...His Majesty y Destruction of Man se me hicieron muy poca cosa. Saltamos unos años hasta Timeless Reign y a ese sí que le di alguna vuelta más, pero me temo que me cogió un poco a destiempo. Mis años trues y ortodoxos ya quedaban atrás y a esas alturas estaba más interesado por bandas fuera del nicho como Farsot, Wolves in the Throne Room, Agalloch, Shining, Primordial, Helrunar, Numen, Lunar Aurora... Sin duda, vinieron bandas más tradicionales como Mayhem, Watain o Inquisition con trabajos interesantes aquel año, pero tampoco me causó Timeless Reign una impresión tan grande como para quedarse conmigo en el tiempo.
ResponderEliminarUna primera escucha a este Vortex of the Destroyer promete. Inmediatamente pensé también em Watain cuando escuché las voces de Ornias, aunque musicalmente tampoco les veo demasiado en común. De momento tengo una impresión precipitada, pero intentaré hacerle un hueco en los próximos días. Pinta bien...
Escuchado completo se me ha hecho como muy unidimensional, un poco plano, ¿no? No sé, mucha tralla y poquita profundidad. Me pintaba algo más interesante de entrada, pero creo que se va a quedar en otra escucha casual a la que no volveré en un futuro. Mucho me temo que esta banda está condenada a no dejarme huella...
EliminarNa' te deja huella Witch
EliminarUy, ya estoy muy curado de espanto, pero no te creas, ahí están Djevel, Afsky, Whoredom Rife, Vemod The Deathtrip, Murg... para demostrar que no es así. Sólo que es difícil y hay que hacerlo muy bien para que algo me llegue de verdad.
EliminarNada, que eres el Carlos Boyero metálico. Por cierto, último disco de Djevel en camino. Veremos
EliminarMás bien el abuelo cebolleta em plan: "esto en mi época era mejor"... jajaja. A ver, suena muy bien y está bien hecho, bien tocado, con caña... Pero no me ha gustado como para lanzarme a por él, por decir algo. Eso significa que está todo en su sitio, pero dentro de una semana no me acordaré de él. Igual que tampoco soy yo ya de este tipo de black tan descarnado y me llegan más otras cosas un poco más emotivas... Con los años también me he ablandado, qué coño.
EliminarLo de Djevel, por cierto, ya me lo ha comentado el compañero Maiestas... se ve que tienen pensado utilizar grabaciones de Ciekals de los temas que había compuestos para el nuevo álbum. No está mal que se puedan despedirse como merecen, esperemos que no manchen el legado.
Imposible que le erren, esos perros son de fiar. Hay pocos de esa raza ya
EliminarNo albergo una decepción, si te soy sincero. Sólo me cabe dudas de cuál puede ser la implicación real de Ciekals y hasta qué punto podrán emplear grabaciones suyas. Confío lo suficiente en los otros dos para que saquen adelante algo que merezca la pena y cierre el círculo como se merece. Habrá que reunirse para comentarlo cuando sea menester. Lo que más me incomoda es tener que volver a "hacer negocios" con Haavard de Aftermath. El precio del último LP para la mierda de edición que es resulta totalmente abusivo.
EliminarAnda mentalizandote jaja
EliminarCuento con ello... ¡Hay que celebrar ese evento!
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