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jueves, 30 de octubre de 2025

Lord Goblin - Lord Goblin (2024 No Remorse Records)

1. Northern Skyline (6:30)
2. The Wanderer (5:17)
3. The Oracle (8:02)
4. Freedom Rider (4:00)
5. Thunderous Smite (2:57)
6. Light of a Black Sun Pt.1 (7:22)
7. Light of a Black Sun Pt. 2 (4:30)

Seguro que recordáis mi “sesuda" reflexión en la reseña de Sulphur and Mercury sobre la innovación en el mundo del heavy metal y lo cierto es que la mayoría de las bandas que me han llamado la atención esta última temporada cabalgan entre varios estilos que mezclan con cierta naturalidad… justo lo que no han conseguido hacer Unto Others en su último y desconcertante “Never, Neverland" (palo totalmente gratuito que me apetecía soltar en algún momento). Lo curioso es que, cuando era crío, esto no era del todo así y me gustaban las cosas claras. El heavy, bien clásico. El death, bien podrido. El black, oscuro, satánico y maligno… y no me hacían demasiada gracia híbridos que se me antojaban entonces inverosímiles. Sin embargo, esto ha cambiado y ahora me atraen más estas bandas que, aún manteniéndose fieles a ciertas tradiciones, se las apañan para dar algún giro que haga la cosa menos previsible… siempre y cuando la mezcla no les quede muy estrafalaria. Los últimos en sumarse a la lista son estos italianos residentes en Reino Unido que atienden al nombre de Lord Goblin.

Lo primero que nos puede sugerir esa portada de estética ocultista hecha por el emergente artista indonesio Hellish Maggot (Wraith, Wvrm, Kryptos, Vandalizer, Knight & Gallow…), al que yo tampoco conocía hasta hace unas semanas, sumada al nombre de la banda, será algo en plan doom setentero o stoner… no vamos a acertar ni de casualidad. La segunda opción podría ser un black metal de corte ortodoxo, pero tampoco vamos a ir bien muy encanimados… solo un poquito más. Quizás el sello que ha puesto esto en circulación hace algo menos de un año, porque ya llevaba unos meses online, No Remorse Records, pueda ser una pista más fiable teniendo en cuenta su inquebrantable compromiso con el heavy metal clásico. No, curiosamente, Lord Goblin son, contra todo pronóstico, una banda de heavy metal épico de origen sardo, afincada desde hace unos años en el condado de Buckingham, al noroeste de Londres. Pero, de nuevo, acabará siendo esta una banda algo peculiar, con un giro, with a twist, que dirían en su país de adopción. 

Ya el arranque con “Northern Skyline" despista por la tralla que despliega… Espera, ¿no eran una banda de heavy metal épico? ¿A qué vienen ese riff a lo Immortal y ese blast beat? De acuerdo, ahí está el giro. Ya lo entiendo. Lord Goblin mezclan el heavy metal épico de unos, digamos, Doomsword, por eso del origen italiano, con el black melódico de Dissection o los Immortal post “At the Heart of the Winter". Otra vez, desconcierta el planteamiento, pero, no sé cómo, la mezcla cuaja. Aquí es donde os decía el otro día que está la gracia de sacudir un poco los cimientos sin acabar haciendo cosas estrambóticas, solo que esta vez, en lugar de probar con una base de heavy metal y una voz black, como Nite, la jugada es justamente al revés. La instrumentación, con frecuencia, se acerca al black metal melódico de unos Sacramentum, unos Lord Belial o, como decía antes, Dissection, en cambio, el apasionado despliegue vocal de Marco Piu (aka. Lord Goblin) sonaría más a un Marco Hietala al frente de Tarot o, y esto es una apreciación muy subjetiva, a Jimmy Mavromatis de los chipiriotas Mirror. Salpica esto por encima con unas dosis generosas de épica bárbara y un hammond que suena más apropiado de lo que a priori puede parecer y tienes una cosa bastante original, compacta e ideal para los heavies de pelo en pecho con un pie metido en el black metal… Joder, esta banda está hecha a mí medida, jajaja.

Con el riff inicial “The Wandererer" parece que en cualquier momento vamos a escuchar berrear a Abbath de Immortal, pero en apenas unos segundos nos encontramos con un dinámico corte de heavy metal épico-progresivo y un Marco Piu que se sale vocalmente. ¡Menuda personalidad tiene este tío! De estructura más melódica y clásica, tiene giros instrumentales de verdadero mérito y demuestra que estamos ante una panda que se maneja más que bien técnicamente. Vuelve a aparecer ese recurrente hammond y dejan un poco de lado en esta ocasión las influencias del black metal que solo vuelven puntualmente en el trémolo de guitarras del estribillo. Gran trabajo de Andy Mornar y tremendo Athanor F.D.H. (Flavio Fancellu) a la batería, incansable durante todo el álbum.

Los riffs blackmetaleros vuelven en “The Oracle", más a medio tiempo en esa ocasión, pero pronto Marco se encarga de traer el tema de vuelta a un grandioso heavy metal épico con aires doom que no está demasiado lejos de los Solitude Aeturnus de principios de los 90. La cosa encaja y el tema fluye con naturalidad a pesar del contraste entre los furiosos arranques blackmetaleros y el heroico recitar de Piu. Más black metal melódico en la instrumental “Freedom Rider", que parece desatarse sin el anclaje clásico de las voces, hasta el punto de que me hace pensar en el black/death sueco de mediados de los 90, y resulta una exhibición de buen gusto de Andy Mornar a la guitarra. “Thunderous Smite", por el contrario, se erige como la única metedura de pata de todo el LP… ¿Qué pinta aquí un solo de batería? Vale que Flavio Fancellu toca bien pero… ¿Es necesario meter una frivolidad como esta en un álbum de estudio y encima después de otra instrumental? ¿Quién se cree este tío? ¿Chris Columbus? ¿Pete Sandoval? Ambos bastante proclives a este tipo de demostraciones innecesarias… Que duda cabe, tres minutos que suponen una total pérdida de tiempo… pasamos a la siguiente.

Afortunadamente, Marco, Andy y Flavio se resarcen con la traca final. 12 minutos de heavy/black metal épico dividido en las dos grandiosas partes de “Light of a Black Sun”. En estas dos pistas, Lord Goblin condensan todas sus virtudes: velocidad, variedad, técnica, emoción… Marco Piu suena realmente sentido, capaz de transmitir múltiples sensaciones con su imponente presencia vocal. Poderosa y personal a partes iguales, sin caer en el típico síndrome de “me recuerda a…”. Andy Mornar continua sembrado a las seis cuerdas. No estamos hablando de un virtuoso, ni mucho menos, pero el tío derrocha precisión y sentimiento durante los siete cortes... obviamente, en “Thunderous Smite" no toca ni una nota. Flavio Fancellu, como en todas, fluido, contundente y rápido… estupendo batería este, aunque ya no es algo que pueda sorprender en el mundillo metálico actual.

Escuchando este álbum se me ha venido a la memoria una entrevista que leí con Nisse Karlén de Sacramentum en la Grind Zone a mediados de los 90 en la que afirmaba que Manowar eran una de sus grandes influencias. Puede ser una tontería, pero, si alguna vez he escuchado una banda capaz de unificar ambos mundos, los del black y el metal épico, me refiero, con toda seguridad, esa sería Lord Goblin. Sinceramente, recomendaría este LP a todo el que guste del lado épico heavy metal, especialmente si no le asustan momentos de frenesí blackmetalero, aunque sin el más mínimo rastro de voces guturales esta vez. ¡Estupendo trabajo!

7,5/10

4 comentarios:

  1. A juzgar por la portada pensaba que nos traías un disco del estilo Lucifer, aunque el nombre del grupo también sugería algo más Doom. Ya veo, ni una cosa ni otra.
    En mi juventud yo era también bastante ortodoxo en todos los estilos de Metal y para cuando se pusieron de moda todas aquellas bandas procedentes de Gotemburgo, en un principio llegué a pensar que no tenía sentido cantar con aquellas voces una música tan melódica que bien podrían tener un cantante más "normal".

    Aquí la mezcla vuelve a funcionar. No llevo ni la mitad del disco y nada más iniciar la marcha esa cadencia de acordes arpegiados en tonalidades menores, ya de entrada me ha llevado al éxtasis. Como dices, Immortal, Sacramentum, Dissection y hasta diría Satyricon. Sorprendentemente las voces tipo Doomsword encajan a la perfección, y la majestuasidad y épica que aportan los teclados le acaban de dar el toque perfecto a un álbum que, por el momento le subo la nota medio punto más que tú, quedando la cosa en un 8. A falta de terminar de oírlo entero, ya veremos si todavía no le subo algo la calificación o por el contrario se desinfla y hay que bajársela.

    Produción muy orgánica y natural. En lo que respecta a la parte instrumental sólo decir que la onda que lleva es uno de mis estilos preferidos como es el Black/Death melódico (Blackened, como se le suele conocer). Mucho también del Heavy más clasicote, sobre todo en lo que respecta a los solos. Las voces como ya he dicho quedan de lujo que, añadiendo los pasajes épicos y atmosféricos ponen la guinda a lo que de momento es un disco que me está resultando perfecto.

    Otro más que va a la saca. Mira que yo investigo aquí y allá y no encuentro discos de este calibre publicados recientemente, Witch. Con éste ya son cuatro o cinco que has traído en los últimos meses que me han tocado la fibra. Y sólo hablo de Heavy Metal en su faceta más clásica, porque si ya hablamos de Black Metal no acabamos hoy.

    Vaya! Ahora está sonando el condenado solo de batería, pero espera...que no veas como enlaza con el siguiente tema...joder, puro Black metal.
    Una puta maravilla.

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    1. Estos son los discos que me han llamado la atención durante estos últimos meses, Odin, y no te creas que han sido pocos los fiascos con los que me he topado. Hoy mismo he tanteado un par de bandas danesas que encontré por ahí recomendadas, Demon Head y Scimitar, y ninguna de las dos ha pasado el corte. No te creas tú, para encontrar a unos Lord Goblin, antes tengo que pasar por otros 20 que no me dicen nada. Esta época porque me pilla con ganas de escuchar cosas nuevas, pero otras decido refugiarme en el pasado y me olvido por completo de la actualidad. Siempre he funcionado a base de rachas muy compulsivas musicalmente hablando. Cuando me meto en un pozo, voy hasta el fondo, hasta que me aburro y paso a otra cosa.

      Si no fuera por Thunderous Smite, a esto le ponía como mínimo un 8, pero veo muy fuera de lugar un solo de batería ahí metido. Yo que sé, aún 30 segundos en medio de un tema puede tener un pase, pero una pista entera de tres minutos, y después de otra instrumental... La cuestión es que me jode un poco la dinámica del LP y la noto muy innecesaria. Aún así, es un trabajo que me ha encantado. Diverso estilísticamente, bien tocado y con una producción muy agradable, natural, orgánica, muy humana... Por eso me he animado a traerlo. Ya sabéis que no suelo reseñar cosas que no me resultan particularmente interesantes. La excepción fueron Ambush, pero tenía ganas de hacer una reflexión a cuenta de ese disco... ¿Por cierto, has escuchado a Sabïre?

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  2. A Sabire los tanteé ligeramente. Tenían muy buena pinta, pero por falta de tiempo no les dediqué la atención que seguramente merecen. Hoy de momento, como trabajo de noche creo que le daré cera a este de Lord Goblin y de paso a los Sabire, ya que estamos.

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    1. Espero contribuir a hacerte la noche de curro un poco más llevadera, entonces. Si te gustan W.A.S.P., Sabïre también te deberían gustar. Es lo más parecido que he encontrado a ellos en mi vida. Luego, si te sientes un poco meláncólico, prueba con Pøltergeist, que también molan y pegan bien con el ambiente nocturno y solitario...

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