Con “Ofte jeg drømmer mig død", Ole Luk dio en el centro de la diana con un álbum prácticamente perfecto. Melódico y emocional, tan bello como desgarrador, pero con una fuerza arrolladora y un gancho descomunal... calificativos que no estamos demasiado acostumbrados a escuchar en torno al black metal. “Om hundrede år" vino siendo un poco más de lo mismo, pero ya no me cogió tan por sorpresa y, a la postre, acabó suponiendo una pequeña decepción respecto a lo que me esperaba de él. Para este “Fællesskab" ("Comunidad") y tras su reciente fichaje por Eisenwald, anticipaba un nuevo salto de calidad similar al que pudimos escuchar de “Sorg" a “Ofte jeg drømmer mig død"... siento decir que no ha sido así.
Ya el adelanto con “Natmaskinen" un par de meses atrás me dejó bastante frío, lo que puede ser algo bueno si hablamos de black metal (no ha sido hasta que llegó hace unas semanas aquella masa de aire ártico y con ella el invierno, cuando me he animado a darle bola a este “Fællesskab”), aunque no ha sido en ese sentido en esta ocasión. El estilo de la banda (en realidad, el de Ole Luk, que se lo come todo solito) no parece haber cambiado gran cosa. Se trata de ese mismo black metal nórdico de raíz melódica que me recuerda horrores a sus compatriotas de Angantyr y al “Nattens Madrigal" de Ulver, pero algo no me terminaba de encajar en unas melodías que no tocaban las teclas adecuadas. En consecuencia, buena parte de la curiosidad que pudiera tener entonces se fue desvaneciendo y me ha costado ponerme a escucharlo con ganas. Ahora, me gustaría decir que, una vez me he decidido, esas ganas se han recuperado y que me había confundido con mi precipitado análisis inicial, pero las sucesivas escuchas no están haciendo más que reafirmarme en mi primera (y apresurada) impresión del pasado mes de septiembre... también culpé al buen tiempo de aquello.
“Velkommen til livet" ("Bienvenido a la vida") arranca tímida y no precisamente por esa canción popular que le da entrada y me hace acordarme de “Fast as a Shark". Parece que quiere madurar a fuego lento, que va desplegando las alas con calma, pero no sorprende, no golpea en ningún momento. Literalmente, duda. Digamos que le lleva dos minutos y medio alcanzar velocidad de crucero, pero, una vez lo consigue, me quedo un poquito igual. Impasible, indiferente, nada encuentro en ella que me conmueva y eso, hablando de Afsky, una banda que apela a la emoción, es mala señal. Lo primero que me llama la atención es lo mal que suena en comparación con sus trabajos anteriores y en particular con “Ofte jeg drømmer mig død", que pegaba una hostia importante en términos de producción. A ver, esto es black metal, no tiene porque sonar necesariamente “bien" y admito múltiples variaciones de la fórmula dentro del estilo. Lo que no cuadra es que, después de un par de álbumes con buen sonido, potentes, que transmitían mucha fuerza, vengas y te saques un cuarto que significa un paso atrás. No sé, el cuarto no debería sonar peor que el segundo, digo yo. La cosa va mejorando y hacia el último trecho hay una parte arpegiada con teclados de fondo que me gusta mucho, pero el problema fundamental de la canción lo tengo con la melodía principal de guitarra. Joder, no me llega, no me engancha, y eso es un problema para mi conexión con lo que Ole está intentando transmitir...
La progresión de riffs de “Den der ingenting ved tvivler aldrig" ("El que nada sabe nunca duda") mejora, pero, ni las melodías de guitarra son del todo de mi gusto, ni eso cambios de ritmo de Ole a la batería suenan todo lo fluidos que deberían. Me gusta algo más, aunque tampoco me termina de convencer y “Natmaskinen" ("La máquina de la noche"), tres cuartas partes de lo mismo. Ya os lo comenté a raíz de su lanzamiento hace unos meses, tiene momentos, pero le falta algo. No llega nunca a despegar del todo y la elección de melodías no me resulta del todo acertada. Apuntaba un reseñista danés, seguramente con conocimiento de causa, que, en esta ocasión, Ole buscaba aún más inspiración en el folklore de su país de lo que había sido habitual hasta el momento y tal vez ahí radique parte de mi bloqueo con “Fællesskab". Quizás es que no me va el cariz ligeramente festivo de su musica tradicional y a ese respecto no termine de conectar con lo que nos está proponiendo con Afsky en esta ocasión, como sí lo hice cinco años atrás.
“Arveskam” ("Vergüenza de herencia") es aún peor y, si el riffeo principal, aunque repetitivo, no está mal, muy clasicote él, la melodía que arranca cerca del minuto 3 me ha sonado verdaderamente horrible. Ya no es que no me enganche, como en anteriores ocasiones, es que directamente me desagrada y la veo totalmente fuera de lugar en un álbum de black metal. No, Ole, no creo que sea aquí a donde quieres llegar con tu música. Lo mejor, el cierre acústico a base de guitarras limpias y teclados. Por otra parte, “Flagellanternes sang” ("El canto de los flagelantes") y “Svanesang" ("Canto de cisne") me han parecido las más logradas y me dejan buen sabor de boca al final, si bien tampoco sirven para quitarme la impresión ya afianzada de estar ante un álbum plano, repetitivo, no muy trabajado, con poco gancho y bastante genérico. Cumplidor, aunque sin brillo. Un poco lo que dije al principio respecto a la producción, más que suficiente si hablamos de un debut pero, seguro, que sabe a muy poco para estar ante un cuarto LP de un nombre ya teóricamente consagrado.
El disfrute al final del día depende de nuestro nivel de exigencia. ¿Te acabas de acercar a Afsky y te atrae el black metal inclinado hacia el lado emocional y atmosférico del estilo? “Fæelleskab" puede ser una buena opción porque cumple a grandes rasgos con las claves que le podemos exigir. En realidad, no tiene nada malo. Si, en cambio, vienes ya de escuchar a la banda con anterioridad y tienes tanto bagaje que resulta complicado tocarte la fibra salvo que te encuentres con algo muy inspirado? Ahí, esta vez, Ole Luk se ha quedado corto, creo yo, y “Fællesskab" te va a dejar a medias. Mi conclusión es la siguiente. Me encuentro bastante predispuesto a escuchar black metal últimamente y, cuando me pongo este disco, no me desagrada, lo termino sin mayor dificultad, pero ni se me pasa por la cabeza hacerme con él. Si una banda que realmente me gusta, saca nuevo álbum y no me planteo ni comprarlo, mala cosa... en un par de meses ya no me acordaré de él y lo acabaré condenando al olvido.
7/10

Bueno, pues mi bagaje con Afsky se remonta al adelanto que se publicó aquí con "Natmaskinen" , aunque mis primeras tomas de contacto con ellos sí se remontan algo más atrás, pero los tenía totalmente pendientes de prestarles la atención que merecían. Y esto fue posible gracias a ese adelanto que mencionaba.
ResponderEliminarLo primero que me gustaría aclarar es que tirando de la discografía hacia atrás, al final me planto con un primer trabajo (Sorg) que ya me parece una auténtica pasada. Siguiendo adelante topamos con un invicto "Ofte jeg drømmer mig død". Me quedo corto describiéndolo como una obra maestra. "Om Hundrede År" su siguiente álbum, aunque sigue la línea y me gusta, no me enamora de la misma forma que sus predecesores.
Y por fin, llegados a este "Fællesskab", ¿qué puedo decir?. Pues que el disquito, a mí, me parece una puta maravilla, de principio a fin. Soy consciente que es lo primero que he escuchado de ellos y es posible que esto me condicione, aunque entiendo (y reconozco) el porqué Ofte jeg drømmer mig død sea el cúlmen de esta banda.
En cuanto al sonido, no sé, yo no lo percibo peor que en su segundo trabajo. De hecho me da la sensación de que está un poco más nítido y un puntillo mejor producido, aunque claro, es posible que lo que transmitían en aquel con más bajo en la mezcla y menos cristalino era lo que le daba el punto ideal a la música. Y sí, las melodías suenan algo más "folklóricas", pero tampoco noto una diferencia abismal con trabajos anteriores en lo que se refiere a este tratamiento melódico.
En resumen, a mí este disco por sí mismo y sin compararlo demasiado (cosa díficil) con anteriores obras, me ha dado lo que espero de éste estilo de Black Metal: Atmósfera, emociones, rabia, crudeza y melodías que me han hecho trizas el alma.
Entiendo tu postura frente a este disco Witch. Yo lo veo equiparable con lo que nos pasó a muchos con un No Prayer For The Dying viniendo de un Seventh Son Of A Seventh Son...
Hombre, la comparativa con Iron Maiden es bastante excesiva porque Seventh Son es con bastante probabilidad mi álbum favorito de la banda y Iron Maiden mi banda favorita, así que ya te puedes imaginar. Conste que capto el sentido, claramente, puesto que a mí No Prayer no me disgusta, aunque no tiene punto de comparación con lo que vino antes. Algo similar puede que me ocurra con Om hundrede år y Natmaskinen, ninguno esta al nivel de Ofte jeg..., aunque mantienen el tipo en buena medida. ¿Me gustarían más si no existiera Ofte jeg drømmer mig død? Pues hasta es posible, aunque también este sirvió de reclamo sobre el nombre de la banda hace cinco años. Sea como fuere, lo que tengo totalmente claro es que Ole Luk no ha conseguido alcanzar otra vez ESE nivel con sus lanzamientos posteriores y con Natmaskinen seguro que no, aún siendo un álbum muy correcto.
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